La mejor manera de conocer estrategias y recursos útiles para dar clase es a partir de la experiencia de docentes que cada día se enfrentan a una clase. Todo aquel discurso que hable de educación y de jóvenes y niños como alumnos desde fuera de las aulas se debería valorar de otro modo. Tal vez este es el motivo que el libro Profes rebeldes de Cristian Olivé haya tenido tanta repercusión incluso antes de ponerse a la venta. Todo porque Olivé, se muestra muy participativo en las redes sociales y tiene un gran número de seguidores tanto en Twitter como en Instagram. Un ejemplo más de la necesidad de adaptarse a la realidad de nuestro siglo si se quiere conectar con los más jóvenes.
Profes rebeldes. El reto de educar a partir de la realidad de los jóvenes es un libro publicado por el profesor de secundaria barcelonés Cristian Olivé. Otras publicaciones de este docente son: Aquellas galletas de canela (Tandaia, 2019) y la coautoría en El cuaderno donde por fin me puedo expresar sin filtros (Larousse, 2020), además de publicar sobre educación y adolescentes, impartir cursos sobre innovación educativa y su participación en Cadena Ser Catalunya en la sección “Reunió amb el tutor”.
La obra se estructura en tres partes y un prólogo en el que el autor cuenta en primera persona cómo surgió su vocación como docente y su evolución en la forma de impartir clases.
- La primera parte del libro se titula “Los nuevos retos de la educación” y se articula a partir de cuatro capítulos con un mismo tema en común: la necesidad de cambio y evolución de una educación todavía basada en modelos del pasado que resultan del todo obsoletos. Para ello, Olivé comparte una infinidad de experiencias personales en las aulas. A destacar la importancia del papel de las familias en el proceso de enseñanza y aprendizaje y también los valores que recorren todos los conocimientos. Y, sobre todo, la gran novedad del libro que radica en la insistencia del autor en que los y las jóvenes de hoy en día quieren ser mejores que los adultos y para ello la preparación, la formación es clave.
- “La educación es trabajo de todos” es el título de la segundo parte formada por tres capítulos en los que se retoma la importancia de la colaboración de las familias. Lo más determinante de este apartado es la nueva óptica que el autor invita a tomar respecto a la educación. Olivé apuesta por la figura del alumno como capaz de dejar huella y marcar al profesor de manera que se incide en la empatía, la humildad y la proximidad del docente hacia sus pupilos. Una perspectiva totalmente novedosa y que aporta una visión más igualitaria y colaborativa de la educación.
- La última parte del libro, “Una educación valiente”, tiene un total de dieciocho capítulos que a pesar de su extensión se leen muy bien tanto por el contenido como por el estilo ágil de escritura que caracteriza la forma de escribir del autor. Es en esta parte donde el lector puede ver de cerca lo que ocurre dentro de las aulas ya que Olivé demuestra que no se ha inventado nada sino que todo lo que explica surge de su experiencia diaria como profesor. Conceptos como el error concebido como necesario para avanzar, las emociones ligadas a los contenidos donde los conocimientos que recogen los libros de texto difícilmente tendrán calado en el alumnado si se deja de lado el componente humano. Como también la importancia del docente de conocer la realidad de los adolescentes para mejorar y sacudir conciencias a las que Olivé califica de “collejas educativas”. Es en esta última parte donde se habla de la necesidad de introducir las redes sociales en las clases y también el móvil como herramienta para aprender. Se citan algunos recursos útiles que Olivé demuestra que funcionan como son las series de Netflix para el aprendizaje de las tipologías textuales; el trabajo de la literatura a partir de las canciones de Rosalía; la lectura extensiva con Instagram, además de mejorar la expresión escrita y practicar la gramática y la sintaxis a través de otros productos culturales consumidos por los adolescentes como Fortnite y siempre desde el aprendizaje cooperativo.
En definitiva, el autor apunta hacia una nueva metodología muy motivadora, práctica y participativa para explotar al máximo las capacidades creativas de los alumnos. Su propuesta es original y muy práctica ya que más que teorizar muestra y demuestra la efectividad de sus proyectos con la intención de convencer a todos que es necesario cambiar nuestra forma de enseñar adaptándonos a los nuevos tiempos y aproximándonos a los verdaderos protagonistas del proceso de enseñanza y aprendizaje que son los alumnos, no los contenidos. La lectura de este libro se recomienda tanto para profesores de cualquier especialidad como para padres y también alumnos puesto que las experiencias educativas que recoge resultan orientadoras, motivadoras, inspiradoras y muy humanas.
