La eclosión de iniciativas orientadas a la consolidación de la Educación Social en diversos lugares del continente latinoamericano, nos ha animado a proponer este número 32, como una plataforma para la revisión y acercamiento a los discursos y las experiencias que la Educación Social está desarrollando en esas tierras.
Accederéis en las páginas que siguen a los intentos de articulación de las formaciones en diversos países (Brasil, Colombia, Chile, México…), a las propuestas de consolidación en Uruguay; a los debates entre operadores/as y educadores/as en Argentina; a propuestas de educación sociocomunitaria de Perú; a las reflexiones y debates colectivos el proceso de normalización de la educación popular, a las segundas oportunidades (Puerto Rico), etc.
Partiendo siempre de una mirada a la Educación Social, entendida desde una triple perspectiva: 1) la que le lleva a actuar y significar una disciplina pedagógica y unos estudios universitarios, en algunos paises; 2) la que la configura como una profesión de lo social; 3) y la que la identifica como una forma específica de acción o intervención socioeducativa.
La Educación Social es una práctica educativa, una forma de hacer y entender la educación a través de la cual se generan escenarios donde las personas y las comunidades se desarrollan y adquieren, desde el empoderamiento, un lugar significativo en la sociedad.
El papel de la Educación Social en la construcción de un “mundo más justo” deriva del encargo implícito que esas personas nos hacen. Entendemos la acción socioeducativa como acción transformadora. Nuestra práctica profesional debe intentar transformar la sociedad, individual y colectivamente, para lograr que todas las personas, sin exclusión, vivan más libres, más dignas y más felices.
Nota: Además de la navegación en Web de este número, también puede descargar la revista completa en versión texto y pdf