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COLÒNIES DE VILAMAR. Una aventura pedagògica a Calafell (1922-1936)

Autoría:

Josep Vallés Herrero, educador social

Reseña de libro

TÍTULO COLÒNIES DE VILAMAR. Una aventura pedagògica a Calafell (1922-1936)
AUTORÍA Magda Juncosa (coord.)
EDITORIAL EFADÓS-Ajuntament de Calafell, 168 p.
AÑO 2022

 

Este libro, editado en catalán por Editorial Efadós y el Ayuntamiento de Calafell, es una de las muchas acciones que se están llevando a cabo desde el Ayuntamiento de Calafell para celebrar el centenario de las Colonias de Vilamar (1922-2022).

El libro se compone de artículos de varios autores bajo la coordinación de Magda Juncosa, técnica de Cultura del Ayuntamiento de Calafell y antropóloga, a partir del hilo conductor de la experiencia de Vilamar en Calafell.

Autores: Magda Juncosa, Jordi Brasó, Joan Santacana, Georgina Castells, Fermi Alari, Susana Solé, Josep Pou, Lluís Tetas, Marta Barro, Lola Escoda, Anna Casellas, Rosa Maria Jané, Josep Oriol Mancheño, Eudardo Martín, Manel Gómez i Ramon Paraíso [1] .

Se va desgranando e ilustrando la interesante experiencia pedagógica de las colonias de Vilamar que fueron unas colonias escolares de veraneo que organizó la Comisión de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona de 1922 a 1936 en la playa de Calafell, por tener buenas playas yodadas, acceso en tren y disponer la población de agua corriente y luz, dirigidas a los niños de las familias barcelonesas de pocos recursos. Fueron pensadas como una extensión de la Escola del Mar de Barcelona. Las Colonias de Vilamar fueron parte fundamental del movimiento de renovación pedagógica que empezó a inicios del siglo XX y que partía de la base de formar a una ciudadanía sana y conectada con la naturaleza, libre y responsable.

En el Calafell de 100 anys després potser no som conscients de la importància d’aquell projecte, tot i haver-hi dedicat un dels carrers més importants del municipi. Va ser una iniciativa educativa sense parió, amb un component d’educació cívica i política de primera magnitud al voltant de la idea d’una república d’infants. Una república amb institucions electes i procediments, amb un diari, amb funcions i oficis per fer funcionar una col·lectivitat… Una autèntica escola de democràcia ideal, complementada per un projecte educatiu a l’aire lliure, que buscava el coneixement de l’entorn i una vivència saludable. Allò va ser possible gràcies a una iniciativa encapçalada per Pere Vergés i Farré, entre molts altres, que tenia el suport de l’Ajuntament de Barcelona. I també gràcies a la bona acollida que el projecte va aconseguir de l’Ajuntament de Calafell, amb l’alcalde Jaume Jané al capdavant. Com tantes altres coses d’aquella època, l’arribada de les tropes franquistes va significar la fi de la república d’infants i de qualsevol cosa que sonés a democràcia. (Del prólogo. Op. cit., 9)

A través de sus 168 páginas y sus numerosas fotografías de la época, los investigadores van presentando sus aportaciones en estos apartados: 

L’època. Context històric i pedagogic

Els impulsors de la colònia de Vilamar

Colònies d’estiu a Catalunya

Vilamar, un model de medicina preventiva

L’escola del Mar

El Calafell de l’època

La relació de les colònies amb Calafell 

L’organització d’una república d’infants

Les activitats a la colònia Vilamar

El professorat de Vilamar 

Els directors de Vilamar 

Les colònies de Vilamar sota la dictadura de Primo

 de Rivera (1923-1930) 

Els diaris de Vilamar 

La premsa de l’època i els convidats a les colònies

Vilamar i l’Escola Nova, elements per al debat pedagògic al segle XXI

Manuel Ainaud, Ventura Gasol y el resto de miembros de la Comisión de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, bebían de las nuevas corrientes pedagógicas europeas: la Nueva Escuela, el Método Montessori y el Método Decroly e incluso se dieron becas para conocer estos avances. Estos movimientos percibían la educación como un instrumento de paz y solidaridad con el objetivo de construir una escuela laica, gratuita y universal, donde formar a ciudadanos. Los autores nos recuerdan (op. cit, 38) que en esos tiempos la Comisión de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona estaba formada por un presidente, Josep Barbey, y seis miembros que tenían a su cargo las “Escuelas nacionales”, los grupos escolares y su construcción, las escuelas de artes, la Escuela de Música, la Escuela de los Ciegos, Sordo-mudos y Anormales, la Escuela de Labores para la Mujer, el fomento de instituciones culturales,las bibliotecas, exposiciones, archivos y publicaciones, entre otras cosas y que reflejan las preocupaciones y denominaciones de centros educativos existentes en esa época.

Con esta filosofía en enero de 1922 la Comisión creó la Escola del Mar en la playa de la Barceloneta. Los niños disfrutaban de una educación al aire libre y cerca del mar, donde el ejercicio físico y las artes eran parte fundamental de la instrucción. No se utilizaban libros de texto, pero la lectura de obras de la literatura universal era primordial en un aprendizaje también basado en la experiencia y en el juego. Era un proyecto pedagógico en el que cada alumno regulaba su propio ritmo de aprendizaje. Las Colonias de Vilamar se concibieron como una extensión de l’Escola del Mar por su privilegiado entorno natural, de servicios municipales y condiciones de accesibilidad por tren.

Les colònies escolars van arrelar a Catalunya al començament del segle XX. En anys anteriors i posteriors a les de Calafell, n’havien fet també a Cabdella (a la vall Fosca) i a Tossa de Mar (Turissa), ambdues dirigides pel mestre Artur Martorell, i n’havien iniciades d’altres a Figueres, Sant Llorenç de la Muga, Ripoll…, totes elles amb un clima pedagògic i sanitari molt de la mà de l’educació física, la salut i el treball intel·lectual i social. Els directors de les colònies de Vilamar van ser, en diferents èpoques, Pere Vergés, Artur Martorell i Enric Gibert, que conjuntament amb diferents equips de mestres, totes elles persones de gran vàlua pedagògica i humana, van contribuir que la vida de la colònia es convertís en el centre de l’acció educativa. (Op. cit., 16)

Un estudio sobre la infección tuberculosa en las escuelas municipales barcelonesas realizado en 1921 por el dr.Lluís Sayé, jefe de Tisiología del Hospital Clínic y del Servicio de Asistencia Social en el Tuberculoso, por encargo de la Comisión de Cultura del Ayuntamiento, fue el aguijón que estimuló Manuel Ainaud, Ventura Gassol y el Dr. Enric Mías, miembros de la Comisión, a recorrer la costa catalana en busca del lugar ideal donde acoger a los niños de aquellos barrios y envigorarlos a fin de hacerlos menos susceptibles a dicha enfermedad. El lugar escogido fue Calafell (op. cit., 42). De estos inicios es importante el testimonio escrito del primer director de las colònias, a través del libro de Robert Saladrigas: L’Escola del Mar i la renovació pedagògica a Catalunya. Converses amb Pere Vergés que editó, en 1973, Edicions 62. El 16 de agosto de 1922 cerca de 300 niños y niñas llegaron en tren a la estación de Calafell. Es el primer grupo de niños que aterriza en las Colonias de Vilamar. Se instalan en la playa, bajo los pinos del Llagostera, en unas casitas de madera que habían sido utilizadas como stands en la Feria de Muestras de Barcelona de 1920. En los anexos se disponía de lavabos y duchas para su higiene personal.

El 24 de agosto de 1922 miembros del Ayuntamiento de Barcelona con su alcalde Ferran Fabra y el presidente de la Mancomunitat Puig i Cadafach visitan Vilamar en un acto oficial en donde son recibidos por el alcalde Jaume Janer de Calafell y Ventura Gassol que además de colaborador de la Comisión de Cultura era el presidente de la colonia.

Vilamar se ideó como una ciudad y por eso durante el día se llevaban a cabo actividades autogestionadas, relacionadas con la vida social como elegir los diferentes cargos democráticos, como alcalde de barrio, bibliotecario, cronista y debían resolver los pequeños conflictos que surgían, ordenar las estancias o arreglar los exteriores de las villas . La religión también tenía su espacio: cada noche se rezaba y bendecía la mesa antes de cada comida y los domingos se celebraba misa. En Vilamar se propicia la educación y la sensibilidad musical: muchas noches hay conciertos de figuras reconocidas del momento como Concepció Badia o Enric Casals (hermano de Pau Casals), a los que asisten también los calafellenses. Como ya había puesto en práctica en la Escola del Mar, Pere Vergés introduce en las colonias la práctica del ejercicio físico. Se hacían actividades de juego libre y actividades de juego pautado como la gimnasia en la playa, el baño, el ajedrez, el juego de las banderas y el juego del rescate, algunos de ellos de forma competitiva con torneos y concursos. Otra actividad importante eran las excursiones a pie, tanto en diferentes puntos de Calafell como en pueblos vecinos. El Diario de Vilamar, que elaboraban los propios niños, servía para dar a conocer todas las actividades de la colonia. En 1924 hicieron 14 publicaciones reeditadas en edición facsímil por la Universidad de Barcelona.

La prensa de la época se analiza en el libro, con clara notoriedad para la sociedad catalana e internacional de esta experiencia. A muestra de ejemplo, esta idea avanzada para la época de la igualdad entre los dos sexos:

També és interessant la República de Vilamar de Calafell, sots l’aspecte de que la noia té igualtat de drets i deures que el noi fent aquesta convivència que mútuament rebin la influència de la seva diferenciació de caràcters, establint-se entre ambdós sexes una estimació i convivència que indubtablement ha de donar els seus fruits, inclús en el sentit moral, portant-lo a un major refinament. (La Campana de Gràcia, 2 de setembre de 1922) (Op. cit. 155)

Durante la época de Primo de Rivera (1923-1930, a Artur Martorell le tocó adaptarse al nuevo régimen, el idioma oficial era el castellano y las colonias no eran mixtas, con estancias por turnos, de 1 mes. Los supervisores del régimen imponían canciones folklóricas de toda España. En la República se volvió a las prácticas anteriores, de la mano de Enric Gibert, también portador de las ideas de la Escuela Nueva. Destacamos especialmente a Artur Martorell, autor de importantes obras sobre la Gramática catalana (Exercicis de Gramàtica catalana) que firmaba con un pseudònimo (Jeroni Marvà), escritas conjuntamente con Enric Vallès.

Enric Gibert, amigo de Artur Martorell, fue el director hasta la guerra civil, y compaginó la dirección de estas colonias con las de de Begur, Turissa y Berga.

 Por otro lado cabe destacar la influencia de las colonias en Calafell también dejó rastros en la onomástica de espacios públicos actuales: existe la calle y la escuela de Vilamar, la calle y la biblioteca de Ventura Gassol, la casa de colonias Artur Martorell gestionada actualmente por la Fundación Pere Tarrés.

En Cataluña, las actividades extraescolares y de verano para niños y niñas se impulsaron más por parte de maestros que de religiosos, dándole un carácter profesionalizador y con apoyo de ayuntamientos y de la Mancomunidad de Catalunya.

Como reflexión final, siguiendo a Ramon Paraiso (Op. cit., 165), también este libro contribuye a poner en valor la aportación de los maestros, hombres y mujeres, que protagonizaron la implementación de los principios de la Escuela Nueva en Cataluña. Hay que dar a conocer su obra, difundirla y estudiar los resultados y el impacto que ésta tuvo en un contexto tan complejo como en el que van desarrollar su labor educativa. Y es que quizá los movimientos de innovación educativa contemporáneos han dado la espalda a esta importante tradición pedagógica arraigada en el territorio y representada en éste caso por la República de niños de Vilamar. Muchas de las propuestas que hoy en día se presentan como innovadoras son metodologías y recursos propios de la Escuela Nueva aplicados hace más de cien años. Reconocer esta huella y darle el valor que merece debería permitir sentar las bases por un diálogo educativo firme y responsable que rompa con la visión rígida de la enseñanza que denunciaba Vergés en sus escritos. 

Desde esta perspectiva Vilamar se transforma en un espacio para la reflexión educativa en pleno siglo XXI. No es un mal bagaje en donde también debemos reflexionar desde la perspectiva social de la Educación. Debería de analizarse en posteriores trabajos la influencia pedagógica de Korczak con sus ideas democráticas y autogobierno en campamentos y orfelinatos, en la Polonia de los años 1920-30 y también la posible influencia de Makarenko como director de un reformatorio para delincuentes juveniles a partir de 1920 en Rusia en donde aplicaba ideas de autogestión, solidaridad, respeto a la naturalieza y su educación estaba orientada a formar hombres con un sentido de responsabilidad social enorme pues consideraba que de esa manera podrían alcanzar el éxito en su vida. 

También nos planteamos hasta qué punto podría existir alguna colaboración entre Ventura Gassol, uno de los ideólogos de la colonia con Lluis Folch i Camarasa que era el pedagogo de la Junta de Protección de Menores, en la admisión de niños y niñas provenientes del sistema de protección de la infancia de la época, en esas colonias. No debemos olvidar la biografía de Ventura i Gassol, que intentó en su juventud convalidar los estudios incompletos recibidos en el Seminario de Tarragona por la enseñanza secundaria civil, con la intención de iniciar la carrera de maestro. Al no conseguirlo, fue a Barcelona, ​​donde pudo incorporarse al Grupo Benéfico de Protección de la Infancia, y entró en contacto con Lluís Folch i Torres y sus orientaciones pedagógicas para el tratamiento de niños delincuentes y marginados. En los siguientes años trabajó en este sector, con actuaciones como la organización de comedores, de colonias escolares y de casas de acogida y de aprendizaje de oficios.

Finalmente, esta excelente obra de investigación que ahora reseñamos merece un espacio destacado en las bibliotecas de educadores, maestros e historiadores contemporáneos que trasciende el ámbito local, por la talla histórica de los personajes que promueven la colonia de Vilamar, coincidir con los inicios de las actividades de campamentos en Cataluña y la aplicación de ideas pedagógicas que continúan debatiéndose en nuestra sociedad actual.

 

[1]Cabe destacar la diversa procedencia académica y profesionals de los autores, lo que suele suceder en relatos de historias complejas y de relevancia social. Su perfil académico es el siguiente: Magda Juncosa (coord.), Joan Santacana, Eduardo Martin, Josep Oriol Mancheño, Manel Gómez, Ramón Paraíso y  Georgina Castells son historiadores, Fermí Alari es médico, Susana Solé es maestra, Josep Pou es arqueólogo, Anna Casellas  y Lluis Tetas son filólogos, Marta Barro tiene el grado universitario de Negocios y Márgqueting internacional, Rosa M. Jané es licenciada en Biblioteconomía, Lola Escoda es licenciada en documentación  y Jordi Brasó es pedagogo del departamento de Teorìa e Historia de la Universidad de Barcelona.