Raquel Becerril González. Educadora Social en el Ayuntamiento de Magaz de Pisuerga (Palencia)
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Magaz es uno de los 36 municipios que conforman la comarca del Cerrato, al sur de la provincia de Palencia. Las zonas rurales de Castilla y León se caracterizan, en rasgos generales, por la despoblación y el envejecimiento derivado, entre otros factores, por la baja natalidad y la emigración de la población joven en busca de empleo y servicios a otros municipios, fundamentalmente a las ciudades.
Raquel Becerril González.
Teniendo en cuenta que la mayoría de la población que decide asentarse en la localidad son familias jóvenes, Magaz (al contrario de lo que ocurre con otras localidades rurales) no se asocia con las interpretaciones negativas del “envejecimiento demográfico” que producen reacciones de alarma y rechazo (Pérez, 2010, pág. 34). Además, el número de habitantes ha ido en aumento y el censo poblacional actual es de 1095 habitantes (Padrón Municipal, 2022), aunque el número de habitantes reales es superior. Sin embargo, el aumento de la población no trae consigo la participación inmediata en la vida social del municipio, por lo que se considera importante incentivarlo y es aquí donde la educación social (CGCEES, 2007) actúa como una herramienta indispensable en un marco de desarrollo comunitario (Andreu, 2008, pág. 9).
Estos hechos y su cercanía a la capital (a unos 9km), así como otras características geográficas, urbanísticas y socio-económicas influyen en la convivencia y justifican la programación socioeducativa general. En este contexto, la educadora social (personal laboral fijo del ayuntamiento) actúa como agente dinamizador de diferentes procesos educativos.
Las propuestas e iniciativas educativas en este contexto de Magaz de Pisuerga, aunque tratadas como un todo y relacionándose entre ellas como proceso de desarrollo integral, se organizan en diferentes ámbitos, temas y materias (algunas coincidentes con diferentes concejalías del Ayuntamiento).
De este modo, se desarrollan iniciativas de participación enmarcadas en diversas propuestas interconectadas “con el fin de mejorar no sólo las condiciones de vida materiales de la población, sino también su capacidad de elección: su autonomía” (Rubio, 2006, pág. 287). La ciudadanía de Magaz vive, al igual que el resto de la ciudadanía mundial, en un mundo globalizado, donde se hace imprescindible pensar globalmente y actuar localmente potenciando un compromiso de acción y una forma de ser ciudadano/a participativo/a y crítico/a (Argibay, Celorio y Celorio, 1997, pág. 24).
Desde esta forma de hacer, se plantean las áreas y proyectos a través de los que se concretan las iniciativas de desarrollo rural, así como los temas trasversales que se tiene presentes en cada uno de ellos (Tabla 1).
En cuanto a las actividades en las que se concretan los proyectos, destacar su variedad. Girando alrededor de actividades creativas, artesanas, expresivas, actividades físicas en el medio natural, expresión corporal, de promoción cultural, cooperativas y formativas, entre otras muchas. Destacamos, en esta ocasión, las propuestas compartidas de forma más detallada en la jornada del congreso:
Denominación de los proyectos:
En la jornada pusimos el foco, a modo de experiencias esperanzadoras, en dos programas concretos de aprendizaje dialógico (Elboj y Flecha, 2002, pág. 159). Llevan por título “Abrapalabra” y “Compartiendo lecturas intergeneracionales”, respectivamente.
Para finalizar, destacar la importancia de la coordinación de medios y recursos ya disponibles en el contexto de los proyectos. Así como el sistema de evaluación continua, según dos indicadores básicos: grado en que aumenta la autonomía de las personas y de la comunidad (condiciones de vida y aspectos relacionales o de poder) y coherencia entre los objetivos fijados y la metodología seguida.
Planteamos la necesidad de potenciar una verdadera participación, evitando “hacer por hacer”. Para ello se hace imprescindible repensar sobre la práctica y no caer en asistencialismo y paternalismos.
Se visibilizó la importancia de implicar (y explicar) a las concejalías y las administraciones las funciones de nuestro trabajo. Teniendo el Código Deontológico de Educación Social siempre presente.
En una profesión y en un contexto como el descrito, son necesarias habilidades y recursos que permitan adaptación a los cambios, pues no hay “recetas mágicas”. Nos encontramos ante un proyecto abierto para lo que es necesaria una educación permanente.
Andreu, M.J. (2007). Desarrollo comunitario: estrategias de intervención y rol de la educadora social. Res, Revista de Educación Social, 7. Enlace
Argibay, M., Celorio, G., Celorio, J. (1997). Educación para el desarrollo. El espacio olvidado de la cooperación. Cuadernos de trabajo de Hegoa, 19, 24-25.
CGCEES (2007). Documentos profesionalizadores. Barcelona: ASEDES y CGCEES.
Elboj, C. y Flecha, R. (2002). Mujeres, aprendizaje dialógico y transformación social. Contextos educativos, 5, 159-172.
Pérez, J. (2010). El envejecimiento de la población española. Investigación y Ciencia, 2010, 34–42.
Rubio, J.A. (2006). A vueltas con el desarrollo comunitario: características, reflexiones y retos, 287, Vol. 19, 287-295.
Raquel Becerril González. culturaydeporte@magazdepisuerga.es
