“Los ayuntamientos de Mallorca que mejoren las ratios de atención a los usuarios de servicios sociales tendrán desde este año primas para obtener mayores subvenciones del Govern y del Consell en esta materia. Desde ahora se exigirá como mínimo disponer de un trabajador y un educador social por cada 7.500 habitantes para poder obtener ayudas económicas supramunicipales. En 2023, el mínimo pasará a ser de un trabajador y un educador social por cada 6.500 habitantes y en 2024 un trabajador y un educador social por cada 5.000 habitantes.
El director general de Planificació, Equipaments i Formació, Juan Manuel Rosa, explicó este martes en el Centre Bit de Inca a los alcaldes, alcaldesas, regidores y regidoras de Mallorca los detalles de plan de financiación de los servicios sociales municipales para los próximos tres años…”
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(Imagen: El Consell convocó este martes a los alcaldes y alcaldesas en el Centre Bit de Inca, donde el director general de Planificació, Equipaments i Formació, Juan Manuel Rosa, explicó las condiciones del nuevo plan de ayudas a los servicios sociales municipales dotado con 29,5 millones de euros. Fotografía diario Última Hora)
La Educación Social en la Escuela ha llegado para quedarse
El Col·legi d’Educadores i Educadors Socials de Catalunya (CEESC) ha reactivado esta campaña: #SumemalEScola
L’Educació Social a l’Escola ha arribat per quedar-s’hi (Original en catalán)
- Reactivamos la campaña #SumemalEScola porque ahora es el momento de reivindicar de nuevo y con más motivos que nunca que la Educación Social ha llegado a la escuela para quedarse.
- Necesitamos el apoyo de todas las personas que cree en la incorporación institucional y llena de educadores/as sociales en los centros educativos.
Durante el curso 2020/21, la profesión de la Educación Social se introdujo de forma oficial en 75 escuelas públicas catalanas consideradas de alta complejidad. Las educadoras y educadores sociales fueron contratados a través de un plan de choque anunciado por el Departamento de Educación que aportaba 33 millones de euros en acciones dirigidas a centros de máxima complejidad a través de un contrato programa de compromisos mutuos y también de aportación de recursos humanos y materiales.
Entendemos que varios factores contribuyeron a la decisión de introducir esta nueva figura profesional en las escuelas públicas, como un entorno cada vez más complejo en las escuelas con problemáticas y situaciones que desbordan el día a día del profesorado; la situación de crisis sanitaria a razón de la COVID-19, así como un constante movimiento de renovación pedagógica, encabezado por diferentes organizaciones sociales y educativas como el CEESC que, desde 2014 ya través del Colectivo Profesional de Educación Social y Escuela , lucha por reivindicar la figura de la educadora o educador en las escuelas.
Al finalizar este primer curso, el Colectivo Profesional de Educación Social y Escuela del CEESC elaboró un informe con el objetivo de evaluar el trabajo realizado y conocer el nivel de satisfacción de los equipos directivos hacia este nuevo perfil dentro de las escuelas y institutos. Uno de los resultados más sorprendentes fue el gran nivel de satisfacción de las direcciones de los centros hacia esta nueva figura, donde una gran mayoría, un 97,95%, solicitaría tener para siempre a un educador/a social en la escuela o centro educativo.
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