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La plaza interior. Biografía y acción socioeducativas desde la Universidad de Barcelona

Autoría:

Dra. Virginia Ferrer. Jefa Estudios Educación Social. Facultad de Pedagogía. Universidad de Barcelona

Artículo preparado para su descarga en pdf

¿Cómo atravesar los dilemas desde la complejidad de los procesos sociales?

Asambleas

En  las recientes asambleas del campus Mundet de la Universidad de Barcelona, los procesos de reflexión individuales y colectivos son muy productivos y se expresan también dudas y emergen interrogantes. Varias voces manifestaban un dilema de forma insistente: ¿Hay que reformar y mejorar transformando los espacios y los tiempos universitarios o hay que participar en los movimientos sociales como el de L@s Indignad@s siguiendo el título de Herman Hessel ó del 15-M en busca de alternativas auto-organizadas a las mentiras, ineficacias, corrupción política y a la inmoralidad capitalista?. Mi posición no es dicotómica, les contesté cuando me tocó el turno. Hace ya tiempo que intento abordar mi práctica desde posiciones complejas, sostenibles y complementarias, donde no caben los dualismos y las falsas opciones o dilemas. Es evidente que el cuerpo es uno y no puede estar al mismo tiempo, físicamente en dos sitios a la vez. Pero sí podemos desplazarnos libremente, ocupar y ocuparnos,  llenar de sentido y de autenticidad nuestras presencias en cualquier contexto, sea éste mental, emocional, íntimo y cotidiano, de pareja, filial o familiar, relacional, laboral, comunitario, institucional o sociopolítico. Sí nos hemos de otorgar la libertad de generar territorios mentales e institucionales habitables, vaciando posiciones de poder y de autoritarismo interpersonal e institucional. El compromiso, insistía ante la asamblea, no es sólo cuestión de sitios o de tiempos predestinados, ni sólo articulados bajo consignas o convocatorias.

El compromiso es una actitud de vida que se revela constante, con modos diversos, intensidades variables, procesos creativos, fracasos momentáneos, pérdidas y duelos,  descubrimientos, avances y retrocesos, alegrías y tensiones permanentes en todas las plazas, las exteriores y las plazas interiores. La transformación de la sociedad y de uno mismo no es un proceso unilineal, ni a veces acumulativo, pues hay recursividades ocultas, bucles inesperados, efectos mariposa, detalles imperceptibles, invenciones imprevistas, temores y esperanzas juntas. A veces vivimos desencantados procesos que se reprimen e invisibilizan pero que al cabo de un tiempo, emergen de nuevo bajo renovadas luces, formas e impulsos. Acabamos la conversación tatareando que el camino es largo, como cantaba Lluís Llach musicando el poema de Kavafis, Itaca. La vida está en todas partes, y las posibilidades de cambio también.

Otro alumno del Campus que está acabando la carrera, se quejaba que sentía un cierto fracaso. Él no percibía resultados de sus acciones transformadoras en su vida de estudiante y en la Facultad y se hallaba también entre el dilema de seguir intentando mejorar sus prácticas y acciones universitarias cotidianas o bien saltar a una acción más amplia, política, hacia el cambio social global. Otra vez dicotomías y falsos binomios que nos desgastan y confunden. Le contesté que los cambios humanos y sociales la mayoría de veces no producen resultados inmediatos ni visibles, o medibles objetivamente, pero que esa falta de impacto o visibilidad  inmediatos no ha de cuestionar nunca su sentido. Hemos consentido una sociedad de la satisfacción inmediata, basada en la velocidad de respuesta, en la presión por obtener resultados a corto plazo, en modos de consumo automáticos y en la facilidad de mover un dedo o apretar una tecla y tener la sensación de control y de dominio del mundo, cuando muchas veces es autoengaño o ficción. Por tanto, los resultados de nuestras acciones e inacciones no siempre los hallaremos a la vuelta de la esquina, sino que necesitarán procesos imprevisibles a veces, lentos unos, otros nos sorprenderán por su rapidez. Y que hay que saber esperar lo inesperado, como insiste Edgar Morin.

Aprendizajes autobiográficos socioeducativos: compromisos, resistencias y creaciones.

Pancarta Acampada Pl. Catalunya. Foto Sílex, 2011

En mi propia biografía, son ya 30 años intentando compatibilizar prácticas transformadoras en todos los contextos en los que me hallo, como una forma de estar y de vivir, como un respirar, no como un acto revolucionario heroico. Hasta los 18 años disfruté del lujo de educarme en escuelas republicanas, mixtas, científicas y laicas, algunas fundadas por el exilio republicano en México, como el Instituto Luis Vives en el que hice la secundaria. Ahora, que llego al medio centenar de edad, son ya tres décadas  levantándome cada mañana para dar coherencia a pensamiento, sentimiento y acción, evitando desquicies y desconexiones, esquivando incongruencias, desvelando falacias, identificando caminos más honestos, manteniendo una deliberación ética permanente, fluyendo sin miedo ni autocensuras, potenciando mi autoconciencia, tareas que no siempre se consiguen, pero no por eso no hay que seguir persistiendo.

El compromiso múltiple: tejiendo y destejiendo.

Ya rozando la adultez, empecé ingenuamente con un contrato de animadora sociocultural convirtiéndome en educadora de calle a principios de 1980 cuando aun no existía ni el nombre mientras como estudiante universitaria de filosofía, conjuraba  espacios de autoformación alternativos en la Facultad junto con otros compañeros/as. Militante en partidos y sindicatos de izquierda, que abandoné al cabo de unos años por no sentirme representada tampoco como los protagonistas de las acampadas, por no soportar las verticalidades, las jerarquías, las traiciones a los ideales y los abusos  internos de poder patriarcales pero sin dejar de cultivarme a través de lecturas, encuentros, conversaciones y arte fecundos y sobre todo ignorando y evitando al máximo la televisión del entretenimiento y el pensamiento único. Seguía con mis contratos laborales precarios en el mundo sociocultural, de la traducción, de la empresa, y a la vez comprometida con la humanidad (que también con mi humanidad) cofundando las primeras ONGs catalanas también a principios de los ‘80, cuando tampoco existía el nombre. Entonces nos denominábamos “Comités de solidaridad” con Latinoamérica: Chile, Nicaragua, El Salvador, Guatemala bajo el paraguas de la sede de la ONU en la calle Fontanella de Barcelona. Al tiempo participaba en las movilizaciones pacifistas en contra de la entrada de la España a la OTAN y también entregada a la lucha por una ley del aborto libre cuando éste significaba cárcel para muchas mujeres y médicos. Cuando aprobé las oposiciones a profesora de filosofía de bachillerato, empecé a indagar otras maneras de enseñar y así me alié con los movimientos de renovación pedagógica, especialmente con el Proyecto Filosofía para Niños y Niñas que en Catalunya lo potenció el Institut per la Recerca de l’Ensenyament de la Filosofia, junto a Irene de Puig, Eulàlia Bosch y muchos/as más docentes de todo los niveles educativos, convencidos de la capacidad del alumnado para desarrollar y promover un pensamiento autónomo, crítico, creativo, y complejo desde las primeras edades a través del proyecto gestado por Matthew Lipman y Ann Margaret Sharp siguiendo sobre todo a Vygotski, lo que suponía un cierto desafío a la fundamentación psicopedagógica piagetiana que entendida de forma muy reduccionista limitaba los procesos de pensamiento complejo en la infancia. Más adelante, con la Federación de Asociaciones de FxN, este proyecto de renovación pedagógica se convirtió en uno de los más importantes en todo el Estado Español e incluso en otros continentes. Entonces vino la huelga por la dignidad y la homologación salarial del profesorado  de secundaria que mantuvimos durante más de 6 meses en Catalunya hasta obtener nuestras reivindicaciones mientras participaba crítica y creativamente como formadora de educadores, de profesorado y de directores de centros educativos contratada por el MEC para empoderarlos y capacitarlos para una adaptación autónoma de la LOGSE  viva y creativa que no convirtiera a las escuelas de primaria, secundaria o de personas adultas en  fábricas de objetivos y cadenas de montaje curriculares o sumisión a las  normativas. Pues la educación siempre es más que una ley.

Dentro y fuera de las instituciones.

PoemaA pesar de estar dentro de la institución, mantenía distancias con ésta atravesando dilemas profundos para poder mantener una posición independiente y libre. Sosteniendo un proceso de negociación continua conmigo misma y con los encargos burocráticos y oficialistas, para convertir éstos en oportunidades creativas de formación y de crecimiento personal y profesional autónomos y responsables, confiando siempre en la capacidad del docente y del propio alumnado para determinar y construir individual y colectivamente,  – más allá de las prescripciones -,  proyectos educativos emancipadores y aulas libres y responsables. La fuerza del contexto y la creciente sensibilidad a la condición personal y social del alumnado de secundaria me llevó a tener que asumir  una  intervención socioeducativa junto a mi rol de profesora de bachillerato con chicos y chicas en riesgo de marginación y exclusión con los que tenía que ampliar el papel docente y tutorial desplazándolo al de educadora social para que no se perdieran o fracasaran.
 
Mientras que a nivel personal y familiar seguía sosteniendo la red de cuidados a familiares y la solidaridad con las amistades, el embarazo de riesgo de mi primogénita al tiempo que me enfrascaba en el mundo de la investigación pedagógica a través de mi tesis doctoral sobre la formación del pensamiento crítico, creativo y relacional en la escuela secundaria y en la formación del profesorado, realizada en parte en la Universidad de Montclair en New Jersey (EEUU), tesis que recibió el premio extraordinario por la UB en 1993.

Daniel Viglietti Mucho, poquito y nadaA finales de los años ‘90 tuve la oportunidad de  dirigir el doctorado  junto a un grupo de compañeros/as con los que habíamos gestado espacios de autoconstrucción pedagógica en nuestras clases. El nuevo proyecto de doctorado que coordinaba ofrecía otro modelo de entender la formación de investigadores a partir de la experimentación de otras formas de planificar y de ofrecer las asignaturas, otros modos de relación participativa con los estudiantes que entendíamos eran co-investigadores con nosotros, desde la creatividad y la libertad de investigación pedagógica, con nuevos formatos de construcción del conocimiento. Potenciar la reflexividad, el retorno social, la investigación cualitativa, narrativa, la interdisciplinariedad y el pensamiento complejo, desde la diferencia y el género, no sin dificultades durante tres años, chocó finalmente con los intereses corporativos y ciegos de poderes departamentales en la Universidad que lo persiguieron y anularon por lo que dimití en señal de protesta. El conjunto del profesorado de dicho nuevo doctorado nos negamos a seguir impartiendo clases de tercer ciclo, hasta que no se produjo a través de una negociación un reconocimiento de nuestro proyecto original que entró a coexistir con otros, en un proceso de resistencia adaptativa, pero fecunda.

Mi compromiso en la familia, también seguía institucional e instituyente, construyendo una doble maternidad, biológica y adoptiva, pues como ciudadana latinoamericana que fui durante diez años, vino la decisión de  adopción del segundo hijo de origen mexicano, como opción de militancia materno-política escogida, como elección afectiva parental de sentido común en un mundo con explosión demográfica y abandono de millones de infancias huérfanas, como gesto simbólico y de justicia económica también de redistribución de mi parte del PIB a través de una maternidad y crianza adoptivas.  Ese verano de 1997, antes de ir a conocer a mi segundo hijo en un orfelinato en medio del desierto de Tijuana, que entonces tenía cuatro años, junto a un colectivo de familias del Garraf, negociando con las instituciones locales, coordiné y organicé las primeras colonias de verano de niños y niñas saharauis en el pueblo. Esta acción no surgió de la nada, sino que provenía paradójicamente de un fracaso. Un fracaso que dejó semillas.

Los fracasos que fructifican.

mujerEn la naturaleza, como en la vida y en los procesos personales y sociales, las pérdidas y las destrucciones también son origen de nuevas oportunidades si se sabe escucharlas, acompañar estas muertes simbólicas y cuidarlas en sus renacimientos. Un grupo numeroso de habitantes de mi pueblo decidimos crear en 1994 una plataforma municipal progresista de independientes, ecologistas y feministas y bajo ese paraguas, construimos una alternativa municipal alternativa y nos presentamos a las elecciones. El proceso fue comunitario, vivificador y a pesar de faltar cuatro votos exactos para poder haber obtenido una representación en el ayuntamiento, el proceso resurgió al cabo de pocos meses, en otros espacios y colectivos posteriormente. Se creó a partir de esa experiencia un grupo de aproximadamente 50 mujeres, de todas las edades, que durante dos años nos reunimos en alguna cafetería cada día 8 de mes para conversar y hablar de nosotras, de literatura, de la situación de le mujer, de política, de nuestros hijos, del futuro.  Este movimiento de mujeres resurgió luego más adelante en la obtención de la primera concejalía de Igualdad de Género en el Ayuntamiento, que ha desplegado hasta ahora políticas inéditas, a partir de otra plataforma política alternativa que gestamos. Al mismo tiempo, a pesar de ese primer fracaso electoral, el colectivo semilla siguió vivo y se autoconstituyó una parte de éste como asociación ecologista en defensa de un monte de pinos y palmeras mediterráneo al sur de Barcelona a punto de desaparecer por las agresiones urbanísticas e inmobiliarias especuladoras. Después de un par de años, campañas, movilizaciones, escritos en los medios de comunicaciones, marchas pacíficas, acciones judiciales, logramos salvar ese trozo de planeta amenazado y conseguir se declarara parque natural. La tercera criatura de este bloque municipal inicial progresista que no obtuvo resultados, fue la ampliación de una red de ciudadanos solidarios y de organización de colectivos por la cooperación en nuestra villa, que empezamos a sensibilizar con festivales y jornadas, cine fórums por el comercio justo, la banca ética, la solidaridad y la cooperación internacional hasta hoy día. Seguía atravesando dilemas y negociando tiempos y espacios para  buscar desesperadamente estrategias para la conciliación entre trabajo, profesión, acción social y familia construyendo una relación paritaria con el padre de mis hijos.

La construcción de aulas universitarias liberadas.

Biblioteca Utopía. Centro Belem, Lisboa. Foto Sílex, 2008Estas acciones sociales externas a nivel municipal y local, tenían que ser coherentes con un trabajo diario de mi profesión docente en las aulas universitarias que generara contextos de aprendizaje rigurosos pero democráticos, amables sin caer en el coleguismo, científicos y también participativos, autogestionados y también de calidad, intersubjetivos pero organizados, críticos y a la vez propositivos; libres pero siempre con responsabilidad. A pesar que mi ingreso en el cuerpo de titulares de Universidad fue problemático, pues algunos poderes académicos me acosaron e intentaron disuadir, -a pesar de tener todos los requisitos- y como mujer que era, que no tenía derecho por esa condición, a concurrir a dichas oposiciones pues estaba quitándole un puesto de trabajo a un compañero hombre. Y seguía colaborando en los grupos académicos, de investigación y en las tareas de gestión para que se produjeran relaciones no discriminatorias por sexo, juventud, cultura o etnia; democráticas, horizontales, justas, de respeto, de escucha, de comprensión y de empoderamiento entre el profesorado también; cultivando la interdisciplinariedad y los procesos formativos integradores, desde lo global a lo local, desde el sujeto a la institución; rechazando encargos profesionales especulativos o poco éticos. Y esto a su vez, con una voz y una palabra renovadas, pues sentía mucha decepción por la escritura académica, la propia y la ajena, muchas veces vacía, estéril, por lo que busqué registros de autoría pedagógicos más creativos y veraces, transformando encargos editoriales en proyectos de deseo, explorando lenguajes múltiples y nuevas narrativas universitarias creadoras en los capítulos y libros. Hasta el punto de llegar a publicar mi primera novela. Tuve la gran oportunidad de hilar tramas de compromiso, pensamiento y acción con colectivos y propuestas transformadoras con el Instituto Paulo Freire de España que es semillero de renovadas propuestas, redes y narrativas educativas y ciudadanas. Y ya en los últimos años participé en el movimiento crítico en relación al llamado Plan Boloña, acompañando la lucidez del movimiento estudiantil y de algún sector del profesorado, exponiendo de forma razonada y con datos y evidencias públicamente, en asambleas, medios de comunicación, foros interuniversitarios, órganos de gobiernos universitario mis análisis sobre las trampas de esta primera reforma de la Universidad europea. Critiqué la falta de autonomía universitaria y la dejación de responsabilidad política para adaptar la reforma a nuestro contexto, necesidades y singularidades. Formas de implantación de esta reforma que están encubriendo intereses ajenos a la Universidad y futuros privatizadores. Se trataba de identificar el ataque que representa a la libertad de pensamiento, a la libertad de cátedra y de aprendizaje, alertando de la reconversión de la Universidad en un sistema dependiente y sometido a las exigencias de las políticas neoliberales, con imposición de lógicas gerenciales y fabriles, estrategias de control del saber y del aprendizaje, bajo fórmulas inhumanas como las “tayloristas” aplicadas al conocimiento y a los sujetos. Y encima a coste cero, o mejor dicho a coste deficitario. Una reforma universitaria que se está haciendo a costa de la destrucción de los puestos de trabajo estables y de titulares, bajo la explotación del profesorado a dedicación exclusiva que cada vez cumplimos más funciones, en menos tiempo y con menos recursos, con jornadas que pasan de las 10 horas diarias más todas las horas nocturnas, vacaciones y de fin de semana que vamos arañando. La multitud de tareas y sobrecarga de funciones es insostenible, cada vez con menos recursos económicos y humanos ahora mismo es muy poco sostenible para nuestro colectivo: dar clases a varias asignaturas y grupos, tutorías al alumnado, corregir trabajos, planificar la docencia, realizar innovaciones docentes, evaluarlas, publicarlas y difundirlas mientras pasas acreditaciones como grupo de innovación; tecnificación y burocratización del trabajo; redactar informes de investigación; gestionar el campus virtual; organizar actividades formativas y de extensión universitaria, publicar capítulos, artículos, revistas; ser evaluados como docentes, como investigadores, como innovadores y como gestores; organizar y participar en congresos; participar en equipos docentes y de investigación; reuniones y más reuniones de comisiones varias y de coordinación; dirigir trabajos de fin de grado, trabajos de fin de máster, tesis doctorales; buscar fondos de financiación de la investigación, elaborando proyectos y más proyectos para convocatorias locales, nacionales e internacionales; elaborar materiales científicos y pedagógicos, y ahora además con el nuevo estatuto del profesorado, hemos también de desarrollar funciones de transferencia y valorización del conocimiento, y crear empresas. Y estas funciones, inclusive las de gestión, están cayendo sobre las espaldas de apenas el 30% de la plantilla docente e investigadora. Una universidad pública, por otro lado, de todo a cien, con plantillas de hasta el 60 y 70% del profesorado con subcontratos temporales, basuras, a 15 euros la hora de clase, una educación superior que se está sosteniendo con profesores asociados, muy preparados y altamente cualificados, pero que trabajan en condiciones y con salarios indignantes.
 
PreprandoTodas estas biografías socioeducativas como la mía que narro como excusa, son compartidas con muchas y muchos colegas universitarios, trayectorias análogas  paralelas, y sólo han sido posibles por el acompañamiento, por el crecimiento y aprendizajes intersubjetivos y por la conciencia. Estas biografías no suelen aparecer en los Currículum Vitae oficiales, pues son el currículo oculto y a veces ocultado de muchos docentes universitarios. Acciones, desplazamientos, vivencias, compromisos que hemos ido sosteniendo miles de personas de nuestra generación, a pesar de las dificultades, de muchas enfermedades, pérdidas y fracasos, que no han sido en vano, aunque tampoco exentos de contradicciones.

Resultados de las acciones socioeducativas: balances paradójicos y esperanzadores.

Mercados libresEl balance sigue siendo complejo y paradójico. Las preguntas de los estudiantes de la asamblea me siguen persiguiendo y me instan también a interrogarme a mí misma. Entonces si valoro el impacto de estos 30 años de “currículo” socioeducativo, desde lo biográfico individual a lo biográfico social y colectivo, la conciencia solidaria y las acciones de cooperación son ya unas realidades imparables aunque a veces haya corrupción en la distribución de las ayudas a los países de destino y puedan crear dependencia en los países subdesarrollados. La convicción de que hay que parar el crecimiento infinito y que es necesario regular la codicia, desacelerar modos de producción y de consumo depredadores, para salvar el planeta, salvarnos y lograr un mundo sostenible y que respete a la Naturaleza no es una rareza de cuatro locos naturalistas o que llaman equivocadamente anti-sistema (pues los anti-sistema son los que han llevado a la sociedad y al planeta a este apocalipsis), sino una exigencia moral compartida por millones de habitantes del planeta, aunque también se haya convertido en un negocio empresarial que ha obtenido beneficios a partir de las innovaciones ecológicas, pues hasta lo revolucionario, si nos descuidamos, lo convierten en mercancía. Finalmente, se aprobaron leyes que despenalizaban el aborto y por tanto liberaban la decisión de ser o no madre y padre del mandato religioso y del sometimiento del cuerpo de la mujer al imperativo reproductivo patriarcal, aunque nos hallamos actualmente con el gravísimo problema de los embarazos adolescentes, con la falta de educación sentimental y de responsabilidad sexual entre los jóvenes, presos y ciegos por la propaganda consumista orquestada por los propios adultos profesionales de los medios, de las multinacionales, que pretenden convertir el cuerpo y el sexo también en una objeto de plusvalía. Sigo haciendo balance, y a pesar de la gran movilización pacifista, España ingresó a la OTAN, después de un referéndum muy fraudulento en su formulación y con una publicidad política engañosa; pero la conciencia pacifista ha ido creciendo entre las generaciones, en las escuelas, en los medios de comunicación, en la sociedad. Mucha investigación depende cada vez más de intereses empresariales y orientados exclusivamente al beneficio, o al mantenimiento de relaciones de opresión, o a fines militares. La investigación libre suele ser pobre porque mucha de la rica depende de las prioridades de los gobiernos que definen las líneas de investigación a financiar, y los investigadores estamos siempre buscando fondos, intentando no vender nuestra alma al diablo, para seguir manteniendo equipos de investigación independientes, que por otro lado avergüenzan por la explotación y la precariedad laboral en la que se hallan muchos becarios. Pero resisten islas y archipiélagos de investigación libre, responsable, comprometida con el ser humano, con las necesidades sociales y sanitarias, estudios de género, proyectos de investigación interdisciplinares, redes de ciencia y ética, tecnologías sostenibles, experimentaciones artísticas emancipatorias y terapéuticas, grupos de investigación comprometidos con la mejora del planeta y de sus habitantes.

Tensiones, deseos y retos: otra Educación Social es posible.

El año pasado, el primer día de clases, el alumnado de primer curso de Educación Social se encontró los muros del aulario empapelados con un manifiesto, firmado por un colectivo de estudiantes y ex estudiantes de Educación Social desencantados. Criticaban que la formación recibida era bastante inútil, que se les preparaba para ser carne de cañón en las instituciones, con condiciones de trabajo muy precarias, para seguir reproduciendo el sistema y jugar un rol de contención y asistencial… el entusiasmo del que nos hablaba Eduardo Galeano en su conversación en acampada de la plaza Catalunya el 24 de Mayo de 2011, no estaba presente. Me sentí mal leyendo esa declaración, sobre todo pensando en el estudiantado ilusionado que se acercaba por primera vez a la Facultad y que empezaba ese día sus primeras clases de Educación Social, pues transmitía el manifiesto una postura muy negativa casi nihilista.

Cuidando el corazón. Foto Sílex, 2008Educación Social es una opción muy comprometida, es una de las profesiones con más riesgos psicológicos e incluso físicos por tener que gestionar situaciones vitales límite, por tener que actuar con personas desesperadas que están en la marginación económica y la exclusión educativa y social, en la pobreza material y en el desahucio, por  tener que acompañar a poblaciones sin esperanza, por tener que actuar dentro del malestar social. Y todo esto en un retroceso del Estado del Bienestar, desde la privatización de los servicios sociales, con salarios muy bajos y mucha provisionalidad y rotación laboral. Y nuestros estudiantes además, conscientes de todo esto, provienen muchos de familias también con problemas económicos, y situaciones de precariedad, y expresan todo su malestar también y con el Plan Bolonia, ven amenazada su oportunidad de seguir los estudios de forma sostenible, pues muchos de ellos necesitan trabajar y el sistema de becas aún es insuficiente. Así la carrera acoge estas vivencias y sensaciones problemáticas y contradictorias, que ponen en cuestión nuestra y la suya también actividad formativa y de aprendizaje, y no tenemos más opción que ir renegociando significados y sentidos continuamente. Estos estudios muestran una gran fortaleza pero al mismo tiempo una gran fragilidad y vulnerabilidad porque se sitúan en dimensiones existenciales, sociopolíticas y éticas siempre inestables y con retos continuos.

Poesía de Galeano

Con el diseño del nuevo grado, a pesar de las tensiones que produce la gestión de esta reforma, hemos intentado darnos una oportunidad. El colectivo de profesorado de Educación Social estamos haciendo un esfuerzo muy importante por ir más allá de la diplomatura y cubrir nuevos espacios formativos inéditos. Hemos replanteado e inventado asignaturas renovadas para dar respuesta a estas demandas del estudiantado y también a las nuevas y urgentes necesidades emergentes de lo social y educativo. Nos encaminamos a una formación más completa, disciplinar e interdisciplinar, de contenidos y de habilidades, acompañando al estudiantado en sus procesos de reflexión, en sus procesos emocionales y en sus rupturas cognitivas a medida que se  produce la inmersión en los distintos ámbitos socioeducativos; asegurando lecturas y  fundamentación epistemológica e intelectual rigurosa pero también con espacios transversales de creación y de innovación socioeducativa. Intentamos esponjar tiempos para que se produzcan encuentros y trabajos grupales y cooperativos entre el estudiantado, proponiendo actividades de aprendizaje fuera del campus, cine fórums, teatro social, compartiendo experiencias ciudadanas con colectivos y grupos de experimentación socioeducativa, con propuestas que están en la calle y en los movimientos sociales, con experiencias culturales, artísticas y de innovación tecnológica, dinamizando procesos de participación formales y no formales en la Universidad, y que todo ello desemboque, así confiamos, en una mayor inserción laboral y mejores oportunidades profesionales.

A pesar de todas las contradicciones y  dificultades, actualmente, en Educación Social nos hallamos en el camino de construcción de una formación desde las siguientes dimensiones y retos:

  • PENSAMIENTO COMPLEJO Y SITUADO. Promoción de un pensamiento complejo y situado, prospectivo y anticipatorio, crítico y creativo, actualizado a través de diversos materiales, lecturas reflexivas, análisis de informes mundiales y locales sobre la situación socioeducativa en el mundo y en nuestros territorios.
  • INVESTIGACIÓN COMO PROCESO DE APRENDIZAJE. Introducción y consolidación en algunas asignaturas de modalidades de indagación en el aula, de trabajos de campo y de investigación narrativa y autobiográfica, como procesos de aprendizaje desde primero de carrera.
  • DIVERSIDAD METODOLÓGICA Y DE EVALUACIÓN. Garantizando diversidad metodológica y diversidad en las formas e instrumentos de evaluación, a veces con procesos de negociación y contrato didáctico y con proyectos de evaluación interdisciplinar e integrada. Aunque aún no hemos conseguido la sostenibilidad en el sistema de evaluación, pues la evaluación continuada aun implica en algunos casos, demasiadas pruebas, actividades y ejercicios a veces fragmentadores y repetitivos. Seguimos trabajando para modular y equilibrar la evaluación de los aprendizajes.
  • INTERDISCIPLINARIEDAD Y CREACIÓN DE CONTEXTOS DE APRENDIZAJE VIVOS Y CREATIVOS. Adaptando y flexibilizando horarios, tiempos y espacios en la medida de lo posible para crear contextos de aprendizaje más vivos, adecuados y sostenibles, con apertura curricular y participación del alumnado. A través de proyectos interdepartamentales en el diseño de actividades formativas interdisciplinares y con participación de profesionales externos, asociaciones y otros agentes socioeducativos externos.
  • EQUIPOS DOCENTES TRANSVERSALES Y MULTIFUNCIONALES. Diseñando, desarrollando e implantando los planes docentes desde la configuración de equipos docentes, muchos de ellos interdepartamentales e interfacultades, equipos docentes compuestos por profesorado a dedicación plena y por profesorado asociado. A través de procesos de consenso interdepartamentales y de tomas de decisión multicriteriales, los equipos docentes son autogestionados y tienen funciones de: planificación compartida, de reflexión sobre la práctica, de generar propuestas y proyectos innovadores en las asignaturas, de establecer puentes y actividades de aprendizaje y de evaluación transversales con otras asignaturas, de forma que haya integración curricular, de grupo de referencia y pertenencia para el profesorado asociado que se incorpora, de creación de materiales formativos y de impartir la docencia correspondiente, aunque no todos los miembros que lo componen, aunque participen en el equipo, necesariamente han de dar clases de esa asignatura.
  • PRÁCTICAS EXTERNAS PROFESIONALES Y REFLEXIVAS. Desarrollo de prácticas profesionales externas con seminarios de seguimiento, tutorías grupales e individuales, acompañamiento y reflexión, y con una red de centros de prácticas muy consolidada a través de la relación y la comunicación constantes  y de una plataforma virtual, con formación y apoyo de los tutores externos a través de jornadas y construcción de conocimiento práctico universitario compartido. El estudiantado tendrá la oportunidad de poder conocer y socializarse en dos ámbitos y centros distintos, uno por cada año de prácticas, con lo cual ampliará sus oportunidades especializarse y para un futuro más profesionalizador.
  • NUEVOS ESPACIOS FORMATIVOS. La incorporación de asignaturas nuevas que no estaban presentes en la diplomatura, espacios necesarios debido a que responden a nuevas situaciones emergentes en el tejido social, profesional y educativo; despliegue de asignaturas culturales y artísticas para ampliar los recursos y los proyectos desde la estética y la transformación socioeducativa a través de medios audiovisuales, expresión corporal, deporte, teatro social, educación musical y plástica para formar agentes educativos socioculturales.
  • DIVERSIDAD, DIFERENCIAS Y GÉNERO. El abordaje de la diversidad multicultural, de las diferencias, del género y de las distintas perspectivas y contribuciones de los feminismos pedagógicos que vienen integrados de forma transversal en las materias y que también tienen espacios propios en optativas.
  • COMUNICACIÓN, DIALOGÍA Y RELACIONES EDUCATIVAS. La insistencia en formación de las habilidades interpersonales, sociales y comunicativas, en los procesos de planificación, gestión dirección y evaluación socioeducativos, en la profundización de las relaciones educativas, en el acompañamiento para la deconstrucción-construcción continuadas de su identidad personal y profesional. En nuestra comunidad educativa tendemos a enfatizar el valor del diálogo, de la escucha, de la empatía y de la comprensión mutuas entre los distintos protagonistas universitarios.
  • ACOMPAÑAMIENTO TUTORIAL. En Educación Social tenemos desarrollado un plan de acción tutorial que ya se aplicó en la diplomatura y que ahora estamos actualizando y adaptando al nuevo contexto de grado, con atención al estudiantado desde la acogida inicial a la carrera, y la adscripción de profesorado tutor desde asignaturas concretas, con espacios reconocidos para poder orientar y dar apoyo personal y académico.
  • APRENDIZAJE SERVICIO Y RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LA UNIVERSIDAD. Este año también se ha puesto en marcha, desde una iniciativa de la Facultad de Pedagogía y consensuada con todos los grados, el aprendizaje servicio. El estudiantado tiene la posibilidad de participar en proyectos de voluntariado socioeducativo como “Amigos de la Lectura” o asociaciones como AFEV que acompañan a chicos y chicas en riesgo de exclusión escolar y social. Y estas actividades de formación a través de la responsabilidad social pueden reconocerse como créditos o bien añadirlos al título como formación complementaria.
  • TRABAJO DE FIN DE GRADO COMO OPORTUNIDAD. Estamos finalizando el diseño de un Trabajo de Fin de Grado, después de haber realizado un estudio de la cuestión a nivel internacional y nacional, a través de grupos de discusión con agentes externos, profesorado y alumnado,  que pretende abrir nuevas posibilidades al estudiante de fin de carrera a través de la oportunidad para desarrollar proyectos de investigación en el territorio, proyectos creativos y generación de productos, metodologías y recursos y proyectos de emprendeduría social, junto con la construcción de una red de agentes externos, desde las administraciones, ayuntamientos, entidades, tercer sector, asociaciones, colegio profesional, instituciones, ONgs, movimientos sociales y empresas, de modo que el Trabajo de Fin de Grado genere nuevos valores profesionales y sociales. Un retorno social de la Universidad, la visibilización de la producción de conocimiento y de su transferencia a la sociedad, y la respuesta a encargos y necesidades de estos distintos agentes, desde la realización de estudios, diagnósticos, evaluaciones, el diseño e implementación de proyectos, innovaciones socioeducativas, empresas sociales, auto-ocupación, creación de redes y asociaciones y proyectos sociopolíticos locales, de forma que el estudiantado pueda, ya desde la finalización de la carrera integrarse activamente en entidades, organizaciones  y territorios generando procesos de transferencia y de mejora socioeducativa, consolidando así y empoderando su protagonismo profesional antes de obtener el título y salir al mercado laboral.
  • GESTIÓN PARTICIPATIVA.Y todo esto sólo es posible si es fruto de una construcción colectiva y participativa. En nuestra facultad se está potenciando la participación del estudiantado a través de las elecciones a delegados/as de clase, que a su vez se constituyen como consejos de estudiantes de los grados y todos juntos como consejo de estudiantes de la facultad. Todos los delegados/as de cada clase reciben la convocatoria del consejo de estudios y están invitados a participar. Así las voces, las propuestas, la comunicación se fluidifican y circulan, evitando se enquiste en quejas no  contestadas, propuestas  sin eco y resentimiento acumulado. Una tímida pero eficaz profundización de la democracia universitaria, que no se quede en los papeles, sino que se actualice en las aulas. Así mismo, nuestro consejo de estudios de educación social, decidió que los órdenes del día de las sesiones, puntos importantes pues de éstos depende la aprobación de ciertas orientaciones y  políticas sobre la carrera, fueran participativos. Y así, todo el profesorado a través de sus representantes, departamentos y el estudiantado, a través de sus delegados, pueden proponer temas y cuestiones que piensan son relevantes para ser debatidos o aprobados en el consejo.

Configuraciones universitarias como atractores extraños en la fractalidad auto-organizada.

Desde la teoría del caos, se ha demostrado como el aumento de interacción interna y externa de un sistema abierto, produce mayor dinamismo e inestabilidad y esto genera un desorden y entropía que, si se articula a través de unos atractores, se auto-organiza dicho desorden generando organizaciones superiores más complejas y sostenibles. El típico ejemplo es la formación de los copos de nieve en formas fractales. La carrera de Educación Social de la Universidad de Barcelona, creada hace casi 20 años, sigue evolucionando, con mucho dinamismo, con mucha interacción interna y externa, y siguiendo con el símil, podríamos utilizarlo como metáfora de atractor extraño en un sistema fractal, como caja de resonancia de estas biografías individuales, colectivas, institucionales e instituyentes, singulares y diversas, que conforman un aparente desorden creativo que busca nuevas formas de ser y de hacer universidad más complejas y auto-organizadas.

Grupo

Desde que empecé a dar clases en Educación Social en sus inicios, la mayor parte del colectivo de profesorado y estudiantes, ha ido, de forma desigual, y con intensidades distintas, escuchando cómplice las distintas voces éticas y profesionales del cambio. Siempre hemos sabido que no estábamos solos. Si nos planteáramos una biografía colectiva de los protagonistas de Educación Social, cruzando las historias de vida particulares y concretas, subjetivas e intersubjetivas, informales e institucionales, personales y políticas de los actores, hallaríamos similitudes, paralelismos, ecos encontrados, vivencias análogas.

Escogí ser docente de esta carrera justamente porque hallé esta escucha y estas respuestas también en los otros, en nosotros. Porque ser profesora en Educación Social se reconciliaba con el ser persona, investigadora, gestora, y siempre aprendiz. Y, así lo hemos ido confirmando, muchas de nosotras/os, profesorado y alumnado, ya que nos hemos ido encontrando en esta carrera no de forma casual, sino causal, intencionada, como búsqueda y camino.

Qué he encontrado en Educación Social de la UB?

Fotografía. Montse Freixa, cap d’Estudis 2004-2009 d’Educació Social UB, rebent l’Accèsit a la distinció de Qualitat (AQU)Una red de pensamiento social y de renovación pedagógicos que se cuestiona a sí misma sin cesar. La capacidad de enseñar y aprender desde las diferencias evitando caer en las oposiciones y enfrentamientos. El coraje de expresar los conflictos y tensiones académicos construyendo también mediaciones para llegar a consensos. Una gran dificultad por actualizar los contenidos debido al vértigo de los cambios sociales y educativos que convertimos en retos. La voluntad de implicar al estudiantado, no necesariamente homogénea ni unidireccional, en procesos participativos, tanto en las clases como fuera de ellas. Un respeto por las propias dinámicas y reivindicaciones autónomas y autogestionadas del estudiantado y de parte del profesorado que ha arrancado a la institución a veces insensible a sus necesidades, sus propios espacios libres de pensamiento, encuentro y de acción. La fusión entre la formación y la investigación de modo que muchos programas docentes reflejan no sólo las propuestas del plan de estudios sino también permean los procesos de generación y de construcción del conocimiento que el profesorado investigador está desarrollando. Una gestión muchas veces tediosa y mecanizada que no obstante pretendemos humanizar y ponerle rostro humano a la burocracia para dar sentido, vivificando y personalizando los procesos administrativos. Mucha creatividad, experimentación, interdisciplinariedad, transversalización para la formación de educadoras y educadores sociales que actuarán en contextos multidisciplinares y multiprofesionales. Unas metodologías didácticas muy diversas, activas muchas de ellas, aunque conservando también las tradiciones pedagógicas que funcionan, hasta el punto que a nosotras/os no nos hacía falta ningún Plan Bolonia, porque la diversidad y la renovación didácticas  ha sido sello mayoritario de identidad desde el inicio de esta carrera. Una pionera conceptualización y puesta en marcha de las prácticas en momentos en que el saber práctico aún era despreciado por la academia teoricista, desarrollando unos planes de prácticas reflexivas, relacionales, profesionales de mucha calidad, que permiten al estudiantado conocer y situarse en sus futuros contextos de  intervención a través de sistemas tutoriales internos y externos y de una red muy amplia y variada de centros de prácticas colaboradores. Una atención tutorial planificada y viva a través de los planes de acción tutorial, dando espacios y tiempos para que esto ocurra y el estudiantado tenga la oportunidad de ser orientado y acompañado. Una coordinación docente y toma de decisiones académicas participativas, que suponen muchas horas de deliberación, de intercambio, a veces discusión y de consensos, pero que ha generado una organización más horizontal y democrática, generando procesos de confianza mutua, de crecimiento colectivo y de autorización entre el profesorado. Una preocupación y ocupación constantes por la innovación pedagógica desde propuestas individuales emergentes hasta proyectos más institucionalizados y el apoyo y la facilitación de la movilidad nacional e internacional del estudiantado y del profesorado.

Cuidándonos para los cambios y el cultivo de la plaza interior

PlazaVienen tiempos difíciles pero también de cambios. Los recortes a los servicios públicos, las presiones, la falta de recursos, la precarización del profesorado, las contradicciones personales, docentes, profesionales e institucionales siguen planeando amenazadoras y nos enfrentan a dilemas continuamente, temores, inseguridades y tomas de decisiones sensibles y complejas.

Pero hay una voluntad de cuidado de los procesos y de las personas que confío garantizará la calidad y la coherencia sin sacrificios imposibles y que  está ya generando un clima de transformación, lento pero seguro, con avances y retrocesos, tácito o visible, red matricial de complicidades, de mejora e ilusión.

Pero todo esto sólo será posible si cada uno/a de nosotros/as sigue ocupando su propia plaza interior.

Ferrer. Charla sobre economía social y banca ética en Acampada Sitges. Foto Sílex_ 2011Las acampadas de la indignación y la liberación y construcción de espacios creativos y alternativos, no sólo están en las ágoras y plazas públicas, en las calles o en las asambleas. También están en las aulas y laboratorios, las mesas de estudio del estudiantado, los despachos de docentes, los pasillos, las tutorías, las investigaciones, las bibliotecas y sobre todo, en nuestras conciencias, y éstas no podrán ser nunca desalojadas ni arrebatadas si las cultivamos día a día, como un jardín precioso, con tesón, sin autocensura, con autovigilancia, con paciencia y con entusiasmo.

Las enseñanzas reflexivas, ejemplares y pacíficas de las nuevas plazas públicas liberadas que se han formado intergeneracionalmente durante este intenso mes, de este movimiento emergente aún frágil e inicial, las hemos de interiorizar didácticamente también, como decía Vygotski  ya en los años ‘30, extrapolando la  proposición de su ley dialéctica de la doble formación de los procesos interpsicológicos hacia los intrapsicológicos y viceversa. Así el diálogo y la acción social transformadores  externos, se convertirán en un modelo de diálogo y de acción interiores, en una fortaleza inexpugnable y viva, redentora, a prueba de decretazos, burocracia, manipulación mediática,  tecnificaciones, o inclusive porras policiales.

La Universidad ha de seguir co-creando estos espacios múltiples, plurales, diversos, autopoiéticos, -exteriores e interiores-, institucionales y a su vez instituyentes, personales y políticos, científicos y sostenibles, éticos y responsables, en las calles y en las aulas, desde nuestras manos levantadas y también desde nuestras mentes liberadas.

Barcelona, junio de 2011.

Para contactar

Virginia Ferrer. Email: virginiaferrer@ub.edu