×

Uso cualitativo de tecnologías de información y comunicación en organizaciones socioeducativas

Autoría:

Javier Calvo de Mora. Profesor Titular de la Universidad de Granada. Facultad de Educación

Resumen

Las tecnologías del conocimiento son recursos que ayudan a la visibilidad de las organizaciones: ayudan a realizar actividades diversas (solución de conflictos, negociaciones, coordinación horizontal, gestión, etc.), facilitar las interacciones entre diferentes grupos a distancia, crear estructuras de relaciones sociales de cooperación y colaboración, mejorar la información disponible en cada organización y ampliar la capacidad de expresión de las personas.

 

La cultura de organizaciones socioeducativas, destinadas a poblaciones adultas, se identifica por la creencia que los fines sociales se alcanzan mediante procesos de educación no formal. Respecto a los fines sociales, se pueden citar los más importantes: desarrollo y afianzamiento de acciones democráticas, respeto a los derechos humanos, sostenibilidad y equilibrio ambiental. Estos principios son visibles por metas tales como favorecer la autonomía de las personas, favorecer la participación de grupos e individuos y, además, desarrollar mentalidades críticas para afianzar intereses de emancipación individual y colectiva de las personas entendidas como ciudadanía. La educación es, por tanto, la acción que contribuirá a esos fines, bien mediante procesos de aprendizaje significativos, bien mediante acciones de enseñanza orientadas a la experimentación de los contenidos, o la elaboración de conocimientos a partir de la observación, la investigación y acción.

A su vez, las estructuras organizativas –definidas como procesos sociales y recursos materiales usados para desarrollar acciones y alcanzar resultados predeterminados- contribuyen también a la visibilidad y credibilidad de los fines de la educación social. Las estructuras de las organizaciones socioeducativas presentan las siguientes características:

  • No jerarquización en la toma de decisiones e implementación de relaciones sociales horizontales fundamentadas en el prestigio y reconocimiento social;
  • Procesos basados en procesos de democracia deliberativa tendentes a elaborar decisiones compartidas y asumidas por la generalidad del personal integrante de cada organización socioeducativa;
  • Amplia participación de personal experto junto a voluntariado, responsables de políticas locales u otras organizaciones no gubernamentales centradas en monotemas (sostenibilidad ambiental, inclusión social, entre otros);
  • Gobernabilidad democrática basada en liderazgos sociales orientados hacia la interacción e inclusión de la población integrante de cada organización;
  • Rendimiento de cuentas, acciones de seguimiento y control necesarios para responder por los resultados obtenidos;
  • Flexibilidad orgánica necesaria para emprender innovaciones y cambios culturales e institucionales, necesarios para cumplir eficaz y eficientemente los fines sociales de las organizaciones socioeducativas.

El cuarto elemento de la visibilidad de las organizaciones socioeducativas es la confianza social. Cada persona entiende intuitivamente el significado de la confianza social; articular una definición no es fácil. Mi propuesta es definir la confianza social como disponibilidad a compartir, negociar, comunicar en libertad y comportarse según la identidad personal con la certeza de comprensión, aceptación, respeto y consideración con quienes se interactúa.

La propuesta de este trabajo es: las dimensiones mencionadas -principios sociales, educación social, estructuras flexibles y confianza social-, en el contexto de la sociedad de la información y del conocimiento, justifican el uso cualitativo de tecnologías de conocimiento en las organizaciones socioeducativas.

1. ¿Cuáles son las coordenadas de las tecnologías de conocimiento en las organizaciones socioeducativas?

Propongo cuatro coordenadas construidas a partir de dos conceptos: brecha tecnológica y población beneficiaria. En primer lugar, las aportaciones referidas a la brecha digital y cognitiva existentes entre aquellas poblaciones incluidas y excluidas de la sociedad de la información. Segundo, la población beneficiaria, como ciudadanía involucrada en las organizaciones socioeducativas, demanda instrumentos de interacción y observación facilitados por el uso de nuevas tecnologías de conocimiento. Ambas coordenadas son interdependientes, según el cuadro 1.

La coordenada más elemental la he denominado adquisición de recursos tecnológicos (ordenadores, telefonía móvil, videocámaras u otras tecnologías) para optimizar las relaciones e intercambios sociales entre integrantes de las organizaciones: diseminación de objetivos de la organización, registro de población beneficiaria, acceso a informaciones de las organizaciones socioeducativas, gestión de trámites administrativos, entre otras acciones. La segunda coordenada se refiere al uso de recursos tecnológicos, por ejemplo, necesarios para buscar información en Internet con el objeto de contrastar información necesaria para mejorar los fines de las organizaciones, optimizar los resultados educativos u otros similares que no repercuten en cambios estructurales y relacionales entre las organizaciones y sus poblaciones beneficiarias. Por otro lado, he creado el término Beneficiario Software para expresar la idea de población beneficiaria como ciudadanía activa que usa tecnologías; bien para el tratamiento y presentación autónoma de información o, en el segundo caso, para crear conocimiento propio en el proceso organizativo; bien respecto a los fines, bien respecto a la acción educativa.

1.1. Las brechas cognitiva y digital

La brecha digital (digital divide) es un mito comercial que impele a la compra de instrumentos tecnológicos (hardware) para estar conectados al mundo global de la información (Ambrosi, A.; Peogeot, V. y Pimienta, D. 2005). La brecha cognitiva (knowledge gap) es la separación entre poblaciones respecto a la cualificación para usar tecnologías necesarias en la creación y aplicación de conocimiento (Wolf, 1994). En realidad, las dos brechas mencionadas son de carácter político, económico y social. Desde el punto de vista político el apoyo institucional (Junta de Andalucía, 2006) mediante incentivos a la adquisición de tecnologías de conocimiento es un acicate para salvar la brecha digital; pero las condiciones económicas y sociales son aditivos hacia la permanencia o superación de la brecha cognitiva en el ámbito de los habitus culturales, la formación y preparación intelectual de la población, capital humano y social, de las sociedades de referencia son condiciones previas para el uso cualitativo de tecnologías de conocimiento. Además de estas condiciones previas mencionadas, las brechas entre sociedades, y dentro de cada sociedad, son también responsabilidad de las organizaciones socioeducativas, que diseñan fines, acciones educativas, estructuras y relaciones sociales que impelen tanto a la adquisición de tecnologías como a la inserción de recursos tecnológicos en el proceso organizativo, necesarios para alcanzar los fines de la educación social.

1.2.  Poblaciones beneficiarias

La inclusión social de las poblaciones adultas en riesgo de exclusión es el objeto de acción de las organizaciones socioeducativas consideradas en este trabajo. El referente, hoy en día, de la inclusión social es la sociedad del conocimiento en las sociedades del norte. En este contexto de nuevas necesidades de aprendizaje, las poblaciones beneficiarias han cambiado el perfil de ser objeto de beneficencia a ser sujetos de aprendizaje social, necesarios para la emancipación social y cultural, orientada al fortalecimiento individual y colectivo entendida como ciudadanía activa (David, P. y Foray. D. 2002).

La política denominada e-inclusión de la Comisión Europea promueve el uso de tecnologías de comunicación para superar la exclusión social, la mejora de la economía, las oportunidades de empleo, la calidad de vida y la cohesión de la ciudadanía europea. Dicha política se ha desplegado en el documento Agenda Digital para Europa (Reding, V. 2009) que presenta diversas vertientes de desarrollo; una de ellas es la Sociedad del Conocimiento Verde (Green Knowledge Society). Esta política comunitaria sugiere el desarrollo sostenible de organizaciones sustentado en el uso cualitativo de tecnologías de conocimiento; ello, mediante la creación de espacios físicos y virtuales para facilitar la inclusión e interacción entre las personas.

El desarrollo de esta iniciativa de desarrollo sostenible sugiere la construcción de escenarios interactivos entre responsables de organizaciones socioeducativas y beneficiarios.

2. Escenarios resultantes

Los escenarios emergentes respecto a la percepción de la población beneficiaria ayuda a comprender el uso y calidad de uso de tecnologías de conocimiento en las organizaciones socioeducativas (ver cuadro 2). Por ejemplo, el primer cuadrante de arriba a la izquierda, corresponde a organizaciones que consultan a sus usuarios respecto la satisfacción del servicio ofertado, en cuanto al cumplimiento de los fines establecidos. El aprendizaje derivado de la respuesta de satisfacción no induce necesariamente a cambios e innovaciones culturales, más bien mejora técnica del servicio. El uso de tecnologías de conocimiento de la población beneficiaria no es relevante. Por el contrario, el cuadrante de arriba a la derecha representa la emancipación del beneficiario como cliente en el doble ámbito de satisfacción respecto a los fines establecidos y emancipación personal y colectiva: ello requiere la necesidad de uso de tecnologías de conocimiento para sostener eficientemente las mejoras incorporadas a sus vidas: empleo, salud, seguridad personal, habilidades sociales u otras acciones incluidas en la educación social.

El resto de los cuadrantes enfatizan la idea de la población beneficiaria involucrada en los procesos de toma de decisiones de las organizaciones socioeducativas, bien como clientes (derecha-abajo) o como agentes incluidos en la misma estructura de la organización. El primer cuadrante, induce a cambios culturales en las organizaciones mediante la innovación en los procesos organizativos tendentes a enfatizar la participación del beneficiario como ciudadanía activa y, en el segundo, la capacidad autónoma de la población beneficiaria, para decidir la pertinencia de los fines, procesos, proyectos y programas de las organizaciones socioeducativas.

3. Conclusiones

Dos tipos de conclusiones se derivan del desarrollo de este artículo:

  • Los objetivos de la Educación Social se sustentan en el principio de aprendizaje permanente o aprendizaje a lo largo de la vida (Portal de la Educación Social, 2009). Las herramientas y contenidos necesarios para el acompañamiento de estos objetivos son: uso cualitativo de tecnologías del conocimiento; organizaciones socioeducativas estructuradas en relaciones sociales de confianza entre beneficiarios y profesionales; interacción e inclusión de las poblaciones interesadas en el desarrollo de un programa y proyecto de Educación Social y apoyo de las políticas sociales al sostenimiento de organizaciones socioeducativas.
  • La segunda conclusión es la democratización de las estructuras y mejora de la gobernabilidad de las organizaciones socioeducativas. Democracia organizativa significa participación y deliberación colectiva en el proceso de toma de decisiones y gobernabilidad democrática: competencia de dirigir innovaciones organizativas basadas en la mutua confianza y la transparencia en la gestión de procesos y resultados.

4. Discusión

La principal discusión de este artículo es la iniciación y sostenimiento de organizaciones socioeducativas interactivas e inclusivas apoyadas por el uso cualitativo de tecnologías de conocimiento. Ello impele a un rediseño de las organizaciones socioeducativas, donde la acción de liderazgo social es un factor importante para el desarrollo y alcance de los principios de la educación social.

El significado de liderazgo social es “acción colectiva de personas con capacidad de influir y crear culturas, en toda la población beneficiaria de las organizaciones, con el objeto de establecer estructuras de interacción y confianza social que faciliten la inclusión en el proceso de toma de decisiones”.

Bibliografía

  • AMBROSI, A.; PEOGEOT, V.; PIMIENTA, D. Palabras en juego: enfoques multiculturales sobre la sociedad de la información. C & F Éditions, 2005. [En línea].
  • DAVID, P. Y FORAY, D. “Una introducción a la economía y a la sociedad del saber”. En: Revista Internacional de Ciencias Sociales, número: 171, p. 45-7, 2002.
  • JUNTA DE ANDALUCIA. Plan de Andalucía Sociedad de la Información. Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa. Sevilla, Diciembre, 2006
  • Portal de la Educación Social, www.eduso.net, noviembre, 2009
  • REDING, V. “Bringing down walls and barriers in the digital World – priorities for the European Digital Agenda”. Visby Agenda: Creating impact for an eUnion 2015. Visby/Gotland, 9 de noviembre de 2009.
  • WOLF, M. Los efectos sociales de los media. Paidós: Buenos Aires, 1994.