Carlos Sánchez-Valverde Visus, coordinador del consejo de redacción
Antes de pasar a presentar este nuevo número, queremos compartir con vosotras y vosotros un cambio en nuestra política de edición. A partir de ahora los números se publicarán a lo largo del primer y segundo semestre de cada año natural y no en los meses de enero y julio cómo hasta ahora nos esforzábamos en realizar. Hemos realizado una reflexión sobre cuándo puede ser más útil la salida de nuestros números y creemos que hacerlo a lo largo del primer y segundo semestre, en tiempos donde tanto el mundo estudiantil, universitario, como profesional se encuentran en plena acción y más cercanos a los temas profesionales, puede ofrecer un mejor servicio a nuestros lectores.
Pasando ya a hablar de este número, que se presentaba como un reto al plantear una temática en la que no hay acuerdo generalizado entre el colectivo de educadoras y educadoras sociales: las relaciones entre la Educación Social y el Trabajo Social, recordar que entre nuestras señas de identidad, la Educación Social se define como una disciplina pedagógica que genera espacios educativos donde las personas pueden adquirir los recursos de contacto y maniobra con la realidad, individual y social, que les permitan disfrutar de sus derechos y acceder a una vida digna. Es decir, que reivindicamos ese carácter educativo como nuclear y constitutivo.
Los procesos de formalización profesional de nuestro país, España, han llevado por distintos derroteros a dos de las profesiones de lo social que conviven de manera generalizada en el día a día: Trabajo Social y Educación Social (aunque a veces lo hagan desde una extraña situación de subsidiariedad que no se ajusta al carácter de paridad que su reconocimiento académico y social aconsejaría).
Las relaciones que esas dos profesiones mantienen en otros lugares cercanos son diferentes y la mayoría de las veces, en Europa, lo hacen desde un paraguas formativo (grado) único en el que Trabajo Social se entiende cómo ámbito que engloba diferentes recorridos profesionales (Educación Especializada, Animación Sociocultural y Asistencia Social, por ejemplo, en el modelo francés).
La reflexión sobre las relaciones entre estos dos componentes de la acción social, tanto a nivel epistemológico, formativo, como práctico y la interpelación sobre qué tipo de diálogo y encuentro debemos propiciar es de lo que trata este nuevo número de RES, que esperamos anime un debate necesario.
Los contenidos de esta Revista de Educación Social, número 26.
Os acercamos una serie de lecturas para animar vuestra reflexión, vuestra acción práctica y que sirvan de estímulo para un debate todavía no cerrado. Las diferentes colaboraciones, surgidas tanto desde vuestras aportaciones espontáneas como de la respuesta positiva a nuestras demandas (respuestas que desde aquí reconocemos y agradecemos), tienen en esta ocasión procedencias diversas, con una gran presencia de aportaciones internacionales (Inglaterra, México, Venezuela, Brasil…) y nos acercan diferentes acercamientos, desde el dilema o la pregunta, la reflexión sobre experiencias, la revisión conceptual, etc… Os ofrecemos también una colaboración especial, del profesor Federico Mayor Zaragoza, que nos quiere recordar las relaciones siempre presentes entre Educación y Paz.
Hemos organizado los contenidos del tema de fondo (las relaciones entre la Educación Social y el Trabajo Social), bajo un sólo epígrafe que recoge estudios comparativos, revisiones y reflexiones sobre esas relaciones en el ámbito europeo, aplicaciones posibles contempladas en las leyes, ejemplos de colaboración en la práctica profesional cotidiana, etc… Todas las aportaciones apuntan a procesos de comunicación, de colaboración, de cooperación, de complementación entre esas dos disciplinas de la acción social, pero abriendo caminos a explorar, discursiva y prácticamente, que aún tendremos que transitar.
En la sección miscelánea os ofrecemos reflexiones sobre la Teoría Fundamentada, experiencias de investigación cualitativa, una revisión desde la pedagogía social sobre María Zambrano, la importación de la coordinación en Justicia Juvenil, la radio como herramienta de integración comunitaria, la utilidad de juegos como “Valientes”, o el deporte como elemento de socialización, etc.
Para acabar, adelantaros los temas de los próximos números de RES, Revista de Educación Social:
Seguimos esperando vuestras colaboraciones para seguir ofreciendo ideas, pensamientos, experiencias, que ayuden a la reflexión sobre nuestra acción socioeducativa.
¡Gracias por seguir allí y, aunque sea con un poco de retraso, Feliz final año 2018!