Carlos Sánchez-Valverde. Educador Social. Vocal de la Junta de Gobierno del Col·legi d’Educadores i Educadors Socials de Catalunya
Poco a poco vamos cubriendo etapas y andando el camino que nos proponíamos hace ya más de dos años. Y completando una mirada sobre los ámbitos y las manifestaciones que la Educación Social manifiesta en nuestra realidad actual.
Como una manera, y con un objetivo claro de dejar constancia, de hacer una fotografía del momento, de la intensidad, de la diversidad y de la riqueza que la Educación está adquiriendo entre las dedicaciones y ocupaciones profesionales que concurren en la acción social en nuestros días.
El ámbito de este número que ahora os presentamos es uno de los ámbitos (junto con el de la protección a la infancia) en los que los educadores están presentes desde más antiguo. Y seguro que, además de que lo que ahora os hacemos llegar, hace falta un estudio del recorrido histórico que los educadores y educadoras han hecho en este difícil sector. Sí, porque una de las cosas que sorprende es que a pesar de esa presencia de largo, sea este uno de los ámbitos donde menor reconocimiento profesional se dé a nuestros compañeros y compañeras.
Será tarea de todos poder superar esa limitación y encontrar un espacio de simetría como el que la educación social recibe en otros ámbitos.
Os ofrecemos aportaciones de tipo muy variado, tanto desde el marco teórico de la intervención con personas discapacitadas, como de ejemplos de experiencias con colectivos de edades diferentes (personas mayores, infancia, jóvenes), en diferentes medios o espacios (la escuela, el acceso al mundo laboral, la vivienda, el tiempo libre y el ocio, el campo).
También hemos introducido una sección de fichas de diferentes recursos. Asimismo, mantenemos el apartado, un poco de cajón de sastre, que recoge, en la Miscelánea, diferentes colaboraciones que, dada su calidad no hemos querido dejar fuera del número.
Cabe decir que cada vez más nos llegan más colaboraciones de muchas zonas del territorio español.
Queremos agradeceros la confianza que depositáis en nosotros al enviarnos vuestras colaboraciones y animaros a seguir haciéndolo, aunque sea con carácter crítico, también del formato, del modelo, etc., de esta publicación, que quiere ser vuestra.
