Àngels Estupinyà. Educadora social. Centro ocupacional Gresol. Trinidad Rubiales y Manel Maigi. Auxiliares técnicos educativos. Centro ocupacional Gresol.
El ocio ocupa actualmente una parte muy importante de nuestras vidas. El ritmo aceleradísimo que nuestra sociedad nos imprime y la rutina nos obligan a buscar refugio en unas actividades alternativas que nos permiten desconectar y liberarnos del estrés.
El problema afecta del mismo modo a los chicos y chicas con parálisis cerebral. Su vida todavía es mucho más limitada que la nuestra. Por lo tanto, organizarles actividades de ocio es fundamental y provechoso no solamente para ellos sino también para todo el núcleo familiar. El actual equipo del centro ocupacional Gresol de Tarragona hace 10 años que organiza diferentes actividades de ocio, que os detallaremos a continuación.
Las actividades más importantes que realizamos son las colonias, de carácter anual; el teatro con la misma frecuencia, y las salidas puntuales.
Se deben tener en cuenta las características de nuestros usuarios; la mayoría no tiene autonomía y casi todos utilizan una silla de ruedas manual que habitualmente llevan los monitores del centro.
El equipo actual del Taller Gresol organiza colonias desde 1995. El primer año nos desplazamos hasta la localidad de la Selva del Camp. Los 5 años siguientes visitamos la localidad costera de Cunit, donde nos alojamos en un hotel completamente adaptado para minusválidos. Después, durante dos años más –2001 y 2002-–, organizamos las colonias en la Seu d’Urgell. En 2003 visitamos Barcelona y en 2004, Olot. Durante los últimos años hemos intentado variar cada año el destino para ofrecer a los chicos y chicas propuestas diferentes –mar, montaña, ciudad, campo.
Podemos dividir las actividades de las colonias en dos partes claramente diferenciadas:
En primer lugar, hace falta encontrar un espacio adecuado para realizar las colonias. Por la experiencia acumulada, nos interesan albergues u hoteles ubicados en núcleos urbanos para evitar quedar aislados. En este punto encontramos la primera y mayor dificultad: encontrar un lugar adaptado. Aunque puede costar creer, hay pocos lugares adaptados para grupos grandes de sillas de ruedas y cuesta mucho trabajo encontrar un lugar adecuado. También hemos detectado una cierta oposición en algunos bares o restaurantes para dejarnos acceder, que se ha manifestado en un trato arisco y seco. Es evidente que no llegan a prohibirte la entrada –saben que esto no lo pueden hacer puesto que se buscarían problemas jurídicos–, pero inmediatamente percibes que no eres bien recibido. En otros lugares, en cambio, te ofrecen toda su amabilidad y disponibilidad para ayudarte y hacerte sentir lo más cómodo posible.
Una vez localizado un lugar adecuado para llevar a cabo las colonias –ya sea a través de Internet, de libros de casas de colonias o de referencias de otras escuelas–, nos desplazamos personalmente para comprobar que las instalaciones son las adecuadas, que hay realmente rampas de acceso, que el espacio de las habitaciones es lo suficiente grande para las sillas, y las puertas lo suficiente anchas, o que hay suficientes lavabos adaptados. De esta manera nos evitamos sorpresas de último momento.
Una vez aceptado el lugar y hecha la reserva, tenemos que informar a los padres. En este momento aparece la segunda dificultad importante con la que nos encontramos cada año: la oposición de muchos de los padres a que sus hijos vayan de colonias. En muchos casos, los motivos de esta negativa son económicos.
Tras confirmar la presencia de un número suficiente de chicos y chicas para poder hacer las colonias –después de insistir mucho a los padres–, es necesario organizar la planificación de todas las actividades, tanto lúdicas como asistenciales, y detallar, a la hora, qué actividades llevaremos a cabo durante los cuatro días de las colonias. También es imprescindible pedir a cada uno de los padres un informe de su hijo o hija, en el que se detalle toda la medicación que toma, las dosis y las horas. También deberán indicarnos si hace dieta o cualquier otro aspecto referente a su salud.
El teatro surge de la necesidad de llevar a cabo actividades innovadoras en determinadas fiestas anuales, especialmente por Navidad. Hace cinco años que realizamos la actividad de teatro y hemos conseguido objetivos muy significativos.
Objetivos del teatro
En primer lugar, hay que encontrar una obra apropiada para los chicos. Deben ser cuentos sencillos, con diferentes escenas y tantos personajes como usuarios tengamos en el taller. Cada escena debe contar con un máximo de tres o cuatro personajes, para facilitar las entradas y salidas en el escenario. Hay que adaptar cada personaje a cada usuario, según sus capacidades intelectuales y físicas. El objetivo es que cada chico y cada chica pueda expresar al máximo nivel sus capacidades.
Una vez se ha determinado la obra y se ha asignado un personaje a cada usuario, se debe preparar todo el attrezzo: vestuario, objetos y decorado. También se tiene que grabar la música que acompañará la obra.
De la escenografía se encargan los monitores del centro, mientras que los chicos colaboran activamente en la elaboración del vestuario.
En los días previos, realizamos unos cuantos ensayos, lo que hace aumentar la tensión emocional entre los chicos y también entre los monitores.
Cada año se organizan varias salidas puntuales de un solo día. Estas actividades se han ido realizando desde que el actual equipo de monitores del taller se formó en 1994. Este tipo de salidas siempre se realizan en nuestra ciudad o, como mucho, en las comarcas cercanas. Un ejemplo de este tipo de salidas fue la del puerto de Tarragona, donde realizamos viajes con los remolcadores. Fue una experiencia bastante positiva, porque permitió a nuestros usuarios adentrarse en un medio tan diferente como es el mar. Otras salidas nos han llevado a lugares como el Parque Samà, a conocer con más profundidad nuestra ciudad romana o a visitar Port Aventura, que ofrece muchas posibilidades de nuevas experiencias para los chicos y chicas.
Hay cuatro aspectos a tener en cuenta:
Así pues, hemos visto lo importante que es montar actividades de ocio para aportar nuevos horizontes, nuevas experiencias para los usuarios, para fomentar su creatividad, para romper con las actividades rutinarias que llevan a cabo cada día. Y cómo continuamos adelante a pesar de las dificultades con las que nos encontramos al organizar estas excursiones, colonias, obras de teatro, etc.