Angel Cabeza Olmo, Especialista en Fotografía Terapéutica y Participativa por el Instituto 8, Educador Social, Hospital de Dia Nou Barris (Barcelona). Noa Soliño Cirujano, Maestra, Psicopedagoga especialista en dificultades de aprendizaje y trastornos del lenguaje, Educadora Social, Hospital de Dia Nou Barris (Barcelona)
En el presente artículo se analiza el impacto y la relación entre la Teoría de las Inteligencias Múltiples con la Fotografía Terapéutica y Participativa a través de una propuesta práctica que pone el foco en el taller de Fotografía como actividad transversal para la mejora de aspectos interpersonales, intrapersonales y emocionales en un recurso o dispositivo de Hospitalización parcial para adolescentes, concretamente el Hospital de Dia Nou Barris. En este sentido, se analiza literatura científica diversa, conformando un marco teórico sólido que avala la importancia de reflexionar y trabajar bajo un nuevo paradigma, incorporando las Inteligencias Múltiples en la práctica diaria con adolescentes a través de la Fotografía, con resultados esperanzadores centrados en la mejora de la cohesión grupal, la gestión y expresión emocional, la vinculación a un recurso, actividad y la motivación, entre otros aspectos.
In this article we analyze the impact and the relationship between the Theory of Multiple Intelligences with Therapeutic and Participative Photography through a practical proposal that focuses on the Photography Workshop as a activity for the improvement of interpersonal, intrapersonal and emotional aspects in a resource or partial hospitalization device for teenagers, specifically the Hospital de Dia Nou Barris. In this sense, it analyzes diverse scientific literature, forming a solid theoretical framework that endorses the importance of reflecting and working under a new paradigm, incorporating multiple intelligences into daily practice with teenagers through Photography, achieving encouraging results focused on improving group cohesion, emotional management and expression, engagement to resource, activity and motivation, among other aspects.
El objetivo principal de este artículo es analizar la posible correlación entre las Teorías de las Inteligencias múltiples y la Fotografía Terapéutica y Participativa, analizando las repercusiones en los procesos terapéuticos y su correlación, tal como se desprende de Howard Gardner (1999) y David Viñuales (2015,2018 y 2019), entre otros, en un dispositivo de la red de salud mental infanto-juvenil en la ciudad de Barcelona como es el Hospital de Día de Adolescentes de Nou Barris y más concretamente en la puesta en práctica en el Taller de Fotografía.
En primer lugar, el Taller de Fotografía se planteó como un espacio ocupacional y provocó una pobre participación, baja adhesión e interés. Tras un análisis de la bibliografía se plantea la posibilidad de acercar la fotografía a un espacio más terapéutico, se sistematiza su proceder y metodología y se opta por el trabajo de las Inteligencias Múltiples y la Fotografía, al observar una correlación entre ambas, un hecho que hace ganar calidad y cualidad al proceso terapéutico. En segundo lugar, esto nos hace cuestionarnos el reto, planteado en este artículo, de si este binomio sería capaz de generar cambios en las estructuras mentales y conductas de los participantes al aplicar dichas teorías a través de la fotografía y de cómo dicha aplicación puede generar nuevas formar de tratar el trastorno mental infanto-juvenil.
En el presente apartado se abordará la conceptualización de la Teoría de las Inteligencias Múltiples, los diferentes tipos, así como la Inteligencia Emocional.
La teoría de las Inteligencias Múltiples fue abordada inicialmente por Howard Gardner. El autor, en su libro “Estructuras de la Mente, la teoría de las Inteligencias Múltiples” define la inteligencia como: “La capacidad de resolver problemas o de crear productos que sean valiosos en uno o más ambientes culturales” (1994, 10). Posteriormente en “La Inteligencia reformulada, Las inteligencias múltiples en el siglo XXI” se amplió:
Ahora defino la inteligencia como un potencial biopsicológico para procesar información que se puede activar en un marco cultural para resolver problemas (…) indica que las inteligencias no son algo que se pueda ver o contar: son potenciales (…) que se activan o no en función de los valores de una cultura y de las decisiones tomadas por cada persona y/o su familia, sus enseñantes otras personas. (1999, p. 45)
Consideraba que el concepto de inteligencia no era suficiente para abordar todas aquellas habilidades, actitudes y capacidades, y por lo tanto apuesta por un gran cambio: “Afirmo que hay evidencias persuasivas sobre la existencia de varias competencias intelectuales humanas relativamente autónomas, que en lo sucesivo abrevio como inteligencias humanas.” (1999, 29).
Para el autor todas las personas poseen las diferentes inteligencias, pero no siempre se desarrollan de la misma forma, ya que se activan o no en función de diferentes aspectos como los valores sociales, las oportunidades culturales, las decisiones de la propia persona o de la sociedad. A su vez atribuye el mismo valor a las capacidades y habilidades, más allá de las competencias verbales y matemáticas, tradicionalmente potenciadas desde el sistema educativo.
Gardner se basa en corrientes como la “Escuela Nueva” donde la persona es protagonista, miembro activo de su aprendizaje y en la que se respetan todos los intereses, motivaciones, la espontaneidad y la adaptación de cualquier contenido para posibilitar la enseñanza globalizada (Prieto y Ballester, 2010). Defiende el aprendizaje a través del acto, al igual que Dewey, la enseñanza individualizada, partiendo de Montessori y la globalización de todos los contenidos, como Decroly (Ferrándiz, Prieto, Bermejo y Ferrando, 2006). Partiendo de Prieto y Ballester (2010), Gardner defiende las teorías constructivistas defendidas por Piaget, Bruner y Vygotsky, enfatizando el protagonismo en la construcción del propio conocimiento. También se basa en Kilpatrick en la importancia de conectar las experiencias cotidianas con la realidad escolar, así como en el aprendizaje significativo de Ausubel, utilizando sus capacidades de manera práctica y funcional, aplicando nuevos conocimientos y habilidades a las diferentes situaciones diarias.
La importancia de las Inteligencias Múltiples se centra en defender que las personas tenemos capacidades y habilidades y se aleja del paradigma orientado hacia los déficits (Amstromg, 2016) brindando oportunidades a las personas que tengan o no dificultades en uno o diversos ámbitos por tanto, respetando diferentes maneras de aprender, las características individuales, sus necesidades, concretando una intervención que se base en los puntos fuertes, un modelo flexible y abierto, permitiendo la mejora de la autoestima, la empatía, el éxito y la tolerancia.
En la actualidad, son varias las experiencias que siguen en funcionamiento como el Proyecto Zero (1967) dedicado a la mejora del aprendizaje de las artes con una pedagogía personalizada o “escuela inteligente” relacionando el aprendizaje y el pensamiento como principios básicos en el conocimiento, implementado en la mayoría de las escuelas públicas de Estados Unidos.
Se constata la importancia de un modelo de Inteligencias Múltiples centrado en la innovación, la adaptación y la flexibilidad, reconociendo las diferentes capacidades, necesidades e intereses de cada persona, poniendo el foco en una actuación centrada en la persona, en su protagonismo y aprendizaje y fomentando la capacidad crítica, la reflexión y la curiosidad.
Las inteligencias que Gardner establece son:
El término de Inteligencia Emocional fue incluido en obras como Greenspain (1989), Salovey y Mayer (1990) o Leuner (1996). Daniel Goleman en Inteligencia Emocional (1995) concretó la definición centrada en la capacidad para reconocer y manejar los sentimientos, motivarnos y monitorear las relaciones a través de las habilidades de conciencia de sí mismo y de las propias emociones y su expresión; Autorregulación; Control de impulsos; Control de la ansiedad; Gratificaciones; Regulación del ánimo; Motivación; Optimismo ante las frustraciones; Empatía; Confianza en los demás y Artes sociales.
Bar-On (1997) establece una definición teniendo en cuenta la base de Salovey y Mayer (1990) en la que la describe como un conjunto de conocimientos y habilidades emocionales y sociales que influyen en nuestra capacidad general para afrontar las demandas de nuestro medio. Es la capacidad de comprender, controlar y expresar las emociones de manera efectiva.
En la actualidad, Goleman ha continuado con el análisis de la Inteligencia emocional en sus obras como Inteligencia emocional infantil y juvenil” (2009) o “Inteligencia ecológica” (2009). Se considera que la inteligencia emocional incorpora elementos de la inteligencia interpersonal (comprender a la otra persona en relación con su intención, motivación y deseo) y la inteligencia intrapersonal (capacidad para comprenderse a uno mismo, conocerse en cuanto a los sentimientos, miedos y motivaciones). En definitiva, el concepto de inteligencia emocional se refiere a la capacidad de reconocer los propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y de gestionar adecuadamente las emociones, en nosotros mismos y en nuestras relaciones.
La fotografía terapéutica y participativa ha sido analizada por diferentes autores en el campo de la intervención social, educativa y terapéutica. Rabadan y Contreras (2014) afirman que es un medio en la realización de actividades promoviendo el aprendizaje, la capacidad crítica, la autonomía y la asertividad, posibilitando espacios de comunicación y aprendizaje interpersonal.
Regis (2014) afirma que posibilita el desarrollo de las capacidades creativas, la comunicación, así como las funciones tanto ejecutivas como cognitivas. Asimismo, posibilita la mejora de las habilidades sociales y la expresión verbal de sentimientos, preocupaciones y necesidades. En este sentido, permite el trabajo de temas de interés e incorporar nuevos deseos y metas.
Viñuales, Benabarre, Aleyeto, Sánchez y Barros-Losceltales (2015) expresa la importancia de la fotografía ya que permite la participación, el conocimiento interpersonal, la identificación de las necesidades y potencialidades y a su vez permite procesos de cambio y transformación. El mismo autor en el año 2018, creó el método Covisage entendido como una herramienta que permite el trabajo de la creatividad, la toma de decisiones, la concreción de metas, la construcción de narrativas, permitiendo la toma de conciencia sobre el punto actual y nuevos puntos de vista para la transformación y el cambio.
En este punto, se aborda el impacto de dicha teoría en el ámbito educativo y social.
El sistema educativo de nuestro país se fundamenta por una normativa en la que se incluyen las “competencias” como un aspecto clave y esencial en la planificación, programación, desarrollo y evaluación educativa. Tienen un valor incalculable ya que según el DECRET 119/2015, de 23 de juny, d’ordenació dels ensenyaments de l’educació primària, es algo que el alumnado debe alcanzar. El Proyecto de Definición y Selección de Competencias de la OCDE (2003) define la competencia como la capacidad para responder a demandas, resolviéndolas de forma adecuada y concreta la combinación de habilidades prácticas con conocimientos, actitudes, valores y componentes sociales ayudando a realizar una acción eficaz.
Mar Andreu, Docente e investigadora de Doctorado, considera que las Inteligencias Múltiples permiten “conseguir capacidades que aportan al individuo flexibilidad e iniciativa al enfrentarse a nuevos retos” (2015, 1) y Nuria Miró, Directora del Colegio Montserrat (Barcelona), uno de los centros pioneros en la intervención a través de las Inteligencias Múltiples, comenta que “Lleva al alumno a ser competente, a saberse desenvolver de una forma flexible” (2015, 1)
Tanto las Inteligencias Múltiples como las competencias tienen la finalidad de formar a personas con capacidades y habilidades para desenvolverse con autonomía y fluidez en los diferentes contextos y etapas. En este sentido existe relación en la competencia para aprender a aprender con la Inteligencia Intrapersonal, la competencia social y cívica con la inteligencia interpersonal, la competencia en comunicación lingüística con la inteligencia lingüística, entre otros. Y aquí surge la relación entre las competencias y las Inteligencias Múltiples aplicadas en el Plan de Terapéutico Individual de una persona en un Hospital de Día para Adolescentes, recogiendo objetivos e ítems que se concretan en el ingreso en un dispositivo de salud mental, destacando los objetivos relacionados con la autonomía, las habilidades sociales y el cuidado.
Aunque nuestro ámbito de intervención se centra en la salud mental desde la perspectiva sanitaria y social, los Hospitales de Día para Adolescentes están incluidos como un ámbito educativo, si tenemos en cuenta la inclusión desde 2006 de las aulas hospitalarias y hospitales de día para adolescentes dentro de la red de recursos del Departament d’Educació (Generalitat de Catalunya) así como su visibilización en el Decreto 150/2017, de 17 d’octubre, en el marco de un sistema educativo inclusivo. Por lo tanto, existen sinergias importantes en el impacto de dicha teoría y las competencias anteriormente citadas del sistema educativo y el ámbito de salud mental y educación. No podemos recaer en que la terminología es sólo de educación ya que todas ellas promueven el desarrollo integral de la persona, así como fines y objetivos personales, comunitarios y sociales. Por eso mismo, consideramos importante relacionar la definición de dichas competencias con las Inteligencias Múltiples y su aplicación con la fotografía en el ámbito de salud mental.
Tabla 1: Relación competencias e Inteligencias múltiples
No ha sido posible encontrar propuestas de intervención y acción que relacionen la fotografía con las Inteligencias Múltiples en el ámbito de Salud Mental. Partimos de una propuesta innovadora para demostrar la importancia de reflexionar, intervenir y planificar actividades para jóvenes con problemas de salud mental, en un recurso social y sanitario.
La actividad de fotografía se implementa en el 2010, cuando se empieza a detectar una necesidad de poder elaborar nuevas propuestas educativas y terapéuticas que no estuvieran vinculadas exclusivamente a lo verbal y/o escrito. Se plantea la posibilidad de desarrollar nuevas narrativas a través del formato visual. Vinculando la actividad de fotografía con sus procesos educativos y terapéuticos. En un primer momento, los objetivos planteados fueron más didácticos y ocupacionales, la asistencia era escasa y el material creado carecía de valor para quienes lo realizaban. Tras una fase de análisis y evaluación, se plantea la necesidad de introducir en el Taller de Fotografía aspectos más terapéuticos en su metodología y vincularlo al trabajo a través de las Inteligencias Múltiples concretando un grupo de 6 personas con una media de 16 años, durante 9 meses, concretamente el periodo comprendido de septiembre de 2018 a junio de 2019, en un total de 30 sesiones especificando la metodología, objetivos, contenidos, instrumentos y evaluación.
Existen multitud de temas a través de los cuales se podrían planificar actividades que desarrollen las Inteligencias Múltiples. La fotografía es un tema enriquecedor a través del cual se pueden planificar actividades que persigan la adquisición de capacidades, habilidades y competencias educativas, sociales y personales, así como las diferentes Inteligencias. En esta propuesta se justificarán dos tipos: Inteligencia Intrapersonal y la Inteligencia Interpersonal, siendo las predominantes según los objetivos transdisciplinares, de diferente índole, tanto pedagógicos como educativos, terapéuticos y sociales definidos que se pretenden alcanzar.
Si debiéramos encontrar un punto en común entre los distintos chicos y chicas que se atienden en los Hospitales de Día para adolescentes, quizás estaríamos de acuerdo en, por un lado en la dificultad a la hora de gestionar sus emociones y como consecuencia unos comportamientos no adaptados que no hacen más que incrementar el grado de sufrimiento; la desconexión de la realidad, una realidad que se vive como hostil y de la que hay que escapar; la desestructuración mental, provocando dificultades a la hora de organizarse para afrontar aspectos de la vida cotidiana de forma individual. Aspectos que se relacionan con la inteligencia intrapersonal.
A parte de aspectos personales, observamos dificultades a nivel relacional, como la interacción con el grupo, colaboración, cooperación, resolución de conflictos, escucha activa, participación, trabajo en equipo y la expresión de forma asertiva de todo tipo de opiniones, pensamientos e ideas. En este sentido, la aplicación del trabajo en Inteligencias múltiples dirigido a través de la fotografía y las inteligencias intra e interpersonal, serán de gran valor para poder ayudar a gestionar de forma más satisfactoria o adaptada sus frustraciones y crisis conductuales.
Disciplinas ligadas al arte, como la pintura, constan de un cuerpo sólido en el tratamiento de los trastornos mentales, pero el uso de la fotografía en dichos tratamientos empieza a tomar forma y podemos ver sus resultados en trabajos como los de Menéndez (2008), Viñuales (2018 y 2019) y Spence, Dennett, Wilson, Roberts, Grove y Ribalta (2005).
Nuestro estudio está centrado en cómo la fotografía a través de Inteligencias Múltiples intra e interpersonal, ayudan, promueven o facilitan procesos de cambio y una mejora en la calidad de vida. Entendiendo, también que la intervención sobre éstas incide en mayor o menor medida en las otras, como la inteligencia lingüística, matemática, corporal, entre otros ejemplos, tanto de manera cualitativa como cuantitativa. La intervención irá dirigida, a través de la fotografía, hacia la intervención en tres dimensiones, primero la individual, segundo a la grupal y en tercer lugar a la interacción entre las dos primeras, teniendo en cuenta las sinergias provocadas.
En un primer momento, se realizó una evaluación previa, observando a los participantes, analizando la actividad y concretando los objetivos, metodología y procedimiento.
En un segundo momento, se realizó la intervención, constatando un método de trabajo dinámico y flexible, maleable y sensible a los cambios que se puedan producir. Por tanto, de tendencia práctica y cualitativa, con una dinámica lúdica y activa, generando confianza y seguridad para poder establecer vínculos entre el grupo y el Educador. La actividad se adapta al momento del grupo y su necesidad, es por eso, que se han realizado sesiones más largas y otras más cortas. De forma general, las sesiones realizadas tuvieron una duración de 90 minutos, con asistencia media de 4 a 6 participantes, siendo un grupo abierto y flexible.
La función básica del Educador/a Social en esta propuesta es la de intervenir como facilitador/a, con un papel activo y dinámico, más que instructivo, basándonos en una figura que guía, facilita, orienta el aprendizaje, los procesos educativos individuales y colectivos (López Noguero i León Solís, 2002). Permite que los participantes tomen la responsabilidad sobre la actividad, pero también planifica, organiza y orienta las actividades, basándose en el aprendizaje significativo de contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales, de ideas aplicables a situaciones de la vida diaria, promoviendo el empoderamiento y el protagonismo en todos los procesos: exploración, experimentación, resolución de conflictos, trabajo en equipo, entre otros ejemplos.
La importancia del trabajo en equipo y la colaboración adquiere importancia siendo esencial para reforzar la cohesión del grupo, la aceptación del otro y de uno mismo, la mejora de la empatía, respeto, comprensión y las relaciones asertivas y adecuadas entre los participantes. El nivel de implicación lo impone uno mismo, dando mayor relevancia a la autogestión.
En un tercer momento, se realizó la evaluación final, analizando todos los aspectos, desde los registros como la observación directa o las tutorías, entre otros, como el trabajo realizado (diario, semanal, mensual o final).
Tabla 2. Objetivos de nuestra intervención
Se establecen indicadores para los ámbitos generales de cada objetivo como:
Tabla 3: Indicadores
Como actividades, se incorporan 8 tipos realizadas de manera semanal con un total de 30 sesiones y repetidas simultáneamente:
Realizar una programación al uso de las sesiones de la actividad sería tarea complicada; con esto no queremos decir que la actividad sea un “dejar hacer”, un espacio donde el libre albedrío sea una constante. Se parte de una planificación flexible y dinámica, fomentando la participación de todos en la actividad y en la toma de decisiones. Esta planificación no sigue un orden cronológico establecido ya parte del interés y motivación de los chicos y chicas, su momento vital, cognitivo o personal. Con todo esto nos hemos encontrado que, en un momento dado, sin perder la consecución de los objetivos, se ha puesto el foco más en la fotografía en la calle o en el retrato y autorretrato, por ejemplo. Ninguna actividad es más importante que otra por sí sola, pero todas forman el cuerpo de la actividad, para así conseguir los objetivos.
Como instrumentos se destacan:
En este artículo se han abordado ideas tan importantes como las Inteligencias Múltiples, la fotografía y los diferentes aspectos que la conforman, potenciando su practicidad y utilización en la realización de actividades terapéuticas, sociales y educativas. Por tanto, la importancia de las implicaciones prácticas de la Fotografía como instrumento para potenciar las capacidades y aptitudes de las Inteligencias múltiples: la intra e interpersonal y emocional. Aspectos que vinculan al individuo con el grupo, con su ecosistema y consigo mismo se pueden abordar desde el espacio de la actividad y la fotografía más concretamente, se vuelven espacios terapéuticos donde poner en práctica y analizar las repercusiones que genera. Acompañados por la figura del Educador Social que facilita y crea los vínculos necesarios para conseguirlo.
A nivel interpersonal constatamos que el abordaje y desarrollo de las capacidades a través de las Inteligencias múltiples y la fotografía guardan una estrecha relación. Hemos podido constatar cómo se han desarrollado capacidades que tienen que ver con el trabajo en equipo, la relación e interacción con el grupo de iguales; trabajando sobre las habilidades sociales, la espera y la escucha activa; desarrollando capacidades tan importantes como la empatía o resiliencia para así poder dar valor al discurso ajeno y al propio, favoreciendo un insight de mayor calado, empoderando a la persona desde las dimensiones grupal e individual. Así mismo, se ha observado una mejora en la cooperación, colaboración y trabajo en equipo constatada con la implicación y participación en actividades grupales. A su vez, se ha notado un incremento del sentimiento de pertenencia al grupo y actividad, en la aplicación de las normas básicas de comunicación como la escucha activa, la observación, respeto de turno de palabra, comentarios asertivos, respeto de las obras personales y la construcción de un discurso conjunto.
A nivel intrapersonal, observamos una vez más, procesos de autorreflexión e introspección que sirven de facilitador para el desarrollo y conocimiento de las emociones propias y ajenas; este desarrollo y conocimiento favorece una mejora en la toma de decisiones, aceptando el fracaso y la frustración como un hecho inherente a la toma de decisiones. Facilitan el cómo estar con el otro, a través del conocimiento de las propias posibilidades y limitaciones. Volvemos a poner de manifiesto la importancia de la empatía, los vínculos entre los participantes, ya que las diferentes actividades han promovido el contacto social, unos espacios en los que se han puesto de manifiesto los aprendizajes en cuanto a las habilidades sociales se refiere, por ejemplo, al realizar actividades como la historia compartida o las sesiones de retrato en nuestra actividad.
A nivel emocional, a través del trabajo en la actividad se ha podido observar que este ha servido para la mejora de la gestión emocional, poniendo en juego mecanismos y herramientas para la mejora del autocontrol y gestión de impulsos. Las frustraciones muy presentes en la actividad han podido manejarse de forma alternativa, ya que de otra forma no sería posible llevar a buen término las tareas; por consecuencia se ha observado una disminución de episodios ansiosos, tomando conciencia de uno mismo, mejorando el autoconocimiento y autoconcepto, así como las ideas preconcebidas, un hecho que conduce a un mejor manejo de la frustración, mayor motivación e interés por uno mismo y los demás; promoviendo la empatía frente al otro, un mejor posicionamiento, empoderando al individuo frente al grupo. Gracias a la fotografía los chicos/as han desarrollado capacidades vinculadas a las inteligencias múltiples, explorar sus posibilidades desde una perspectiva experiencial y práctica.
En relación con las actividades, consideramos que han sido variadas, ordenadas, concretas, lógicas, adaptadas a la flexibilidad del momento y el grupo. Todas ellas ofrecen espacios en los que se pueden desarrollar las inteligencias múltiples, así como el desarrollo de aptitudes y capacidades, orientadas a una mejora de la calidad de la salud mental y por extensión, a la física. Todas las actividades definidas han ayudado a mejorar en el plano afectivo y emocional a través de una mayor comprensión de aquello que les sucede, una capacidad que ha favorecido espacios de autorreflexión; encuentros con uno mismo y con el otro, ayudando a desarrollar unas habilidades más adaptadas, gracias a aspectos como la empatía, siendo esta herramienta y actitud hacia uno mismo y los demás; tomar y ser parte de un grupo, empoderándose para hacer valer su juicio frente a los demás desde una posición segura, valiente y respetuosa.
Para poder poner en valor lo que se ha podido observar en la actividad de fotografía relacionándolo con Inteligencias múltiples, diremos que las actividades realizadas han puesto de manifiesto lo positivo de este enfoque. Cuando un chico/a toma la cámara pone en juego unas capacidades de las que a menudo no veían la posibilidad de hacerlo. Cámara en mano han puesto en práctica el respeto por el otro y por uno mismo, aprender donde están los límites físicos, morales y éticos propios y ajenos, para así poder entrar también en el mundo de los prejuicios, valores y creencias. Poniendo a un individuo frente a los otros, pero desde una postura más emotiva, donde el vínculo entre los participantes ha sido seguro y positivo.
Es más, en cuanto a las capacidades desarrolladas a través de la fotografía se ofrecen espacios donde desarrollar y trabajar las inteligencias múltiples. Estos espacios generan un nivel óptimo de estrés, entendido como reto, para que cada uno pueda analizar cuáles son sus potencialidades, cualidades, intereses y debilidades, y facilitan una posibilidad para trabajarlas. Las Inteligencias múltiples y la Fotografía facilitan un trabajo vivencial. No podemos por ello dejar de pensar en la figura del Educador Social como referente para la consecución de los objetivos.
Consideramos oportunidades y potencialidades durante el transcurso de la actividad así como principios metodológicos que han orientado nuestra intervención: Hemos partido del nivel de desarrollo y experiencias previas de los chicos/as, así como motivado desde su experiencia de forma significativa y autónoma, combinando actividades que implican aspectos manipulativos, lingüísticos, mentales y emocionales, siempre desde situaciones motivadoras vinculadas a su propia experiencia, promoviendo la interacción, reforzando los procesos, la implicación, el esfuerzo y progreso, generalizando los aprendizajes a otros contextos. Consideramos importante la estrategia utilizada basada en la motivación, información previa, el modelado, la práctica guiada, supervisada y autónoma, la realización de tareas y proyectos y la evaluación previa, durante el proceso y final, de forma transversal como longitudinal.
Los instrumentos que han servido de apoyo y guía de la práctica educativa, nos han ayudado a dar rigor durante el proceso de implementación y observación, permitiendo sistematizar las rutinas de trabajo, establecer mecanismos de motivación de cara a las tareas definidas como un seguimiento exhaustivo, tutorías, partir del proyecto personal, así como sus habilidades, aptitudes y contenidos, es decir, de lo que saben, necesitan y quieren aprender (conocimiento y autoconocimiento), permitiendo aumentar el grado de dificultad en las actividades, así como la motivación y autonomía respecto ellas, consolidando así los aprendizajes y su interiorización. Cabe destacar que la evaluación del proceso, incluyendo la parte inicial, formativa y final, permite concretar un proceso de carácter formativo y formador, mejorando el proceso y sus resultados, adaptados a la realidad, necesidad y deseo. Las imágenes son el instrumento que condensa los contenidos, poniendo en práctica lo aprendido a través de un proyecto personal.
La Escuela Nueva incorporaba premisas básicas como el respeto, el protagonismo activo y la adaptación y flexibilidad, cuatro aspectos que fundamentan el proceso de intervención de esta propuesta, respetando los intereses y motivaciones con actividades adaptadas, donde los participantes son protagonistas activos de su proceso. Además, se ha promovido una una enseñanza basada en el acto, en el aprender haciendo como defendía Dewey, una enseñanza individualizada que respeta el ritmo y las necesidades como defendía Montessori pero también la globalización de todos los contenidos (Ferrándiz, Prieto, Bermejo y Ferrando, 2006), extrapolables a la relación entre la cotidianidad y la realidad (Kilpatrick) así como la funcionalidad y significatividad personal, es decir, al aprendizaje significativo de Ausubel.
Se ha constatado que las Inteligencias Múltiples se alejan de un paradigma basado en los déficits (Amstromg, 2016), acercándose más a las oportunidades y fortalezas que a las debilidades, por tanto, a la innovación, flexibilidad y la confianza, respetando las características individuales, necesidades y potencialidades (Gardner, 1999).
El trabajo de los aspectos interpersonales han permitido la mejora de las habilidades sociales y la cohesión de grupo defendidas por Gardner (1999), la concreción de nuevas colaboraciones o el trabajo grupal, la aceptando al otro (ideas y aportaciones), por tanto, el respeto y la tolerancia y el empoderamiento personal (protagonismo activo en relación a nuevos proyectos de vida). Sobre el trabajo de los aspectos intrapersonales en el que se incluye la introspección de las emociones y sentimientos y su expresión, entre otras (Gardner, 1999) se concreta la importancia de priorizarla permitiendo el conocimiento de uno mismo, sus emociones y sentimientos, pero, sobre todo, aflorando miedos, deseos y virtudes. Finalmente, hablando de los aspectos emocionales y basándonos en Goleman (1995), es decir, en el reconocimiento de los sentimientos, su gestión y canalización, se concreta su importancia gracias a la mejora en el control de impulsos, la regulación de los estados de ánimo y la confianza en los demás.
Las Inteligencias Múltiples se aplican en el sistema educativo de forma constante, por su relación con las competencias establecidas en las leyes educativas y ayudando en la mejora para afrontar nuevos retos en la vida diaria (Educaweb, 2015) y a desenvolverse con naturalidad, fluidez y flexibilidad en los diferentes contextos (Educaweb, 2015).
A raíz de la información recogida hasta el momento, hemos observado que existen pocas referencias bibliográficas que relacionen las inteligencias múltiples con el ámbito social y sanitario, por ello, consideramos oportuno, dar a conocer nuestra experiencia y los resultados positivos obtenidos hasta el momento permitiendo la consecución de objetivos gracias a la fotografía así como las metas recogidas en el plan terapéutico individual (habilidades relacionales, autonomía personal y cuidado personal). Por tanto, apostamos por continuar en la misma línea de pensamiento e intervención, incorporando en nuestra práctica educativa, el trabajo de las inteligencias múltiples para la mejora cualitativa y cuantitativa de las actividades que se ofrecen en la dinámica diaria gracias a los buenos resultados obtenidos hasta el momento.
El Educador Social es una figura profesional flexible y competente en diferentes ámbitos. Tiene un papel activo y actúa interviniendo, acompañando, facilitando y guiando al aprendizaje, al cambio y transformación (López Noguero i León Solís, 2002). En esta propuesta, el Educador ha posibilitado los procesos individuales y colectivos, pero sobre todo, ha acompañado promoviendo el aprendizaje significativo y funcional, promoviendo el empoderamiento desde la proximidad y la confianza, y siempre, generando espacios de aprendizaje y seguridad.
La Fotografía Terapéutica y Participativa es una herramienta que posibilita el aprendizaje, la autonomía y la asertividad (Rabadan y Contreras, 2014) pero también nuevos espacios para el trabajo de aspectos individuales o colectivos. En este sentido se pone de manifiesto que permite el trabajo y mejora de las habilidades sociales, así como de la expresión de preocupaciones y necesidades (Regis, 2014), de forma progresiva, incorporando nuevas metas, promueve la participación y procesos de cambio y transformación personal y colectiva (Viñuales, 2015) y permite la construcción de narrativas y la consciencia personal y colectiva (Viñuales, 2018).
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Ángel Cabeza Olmo, Educador Social colegiado nº 10789 del CEESC, email: A.cabeza@fhd9barris.com
Noa Soliño Cirujano, Educador Social colegiado nº 9672 del CEESC, email: N.solino@fhd9barris.com
