Redacción
RES, Revista de Educación Social, núm. 34, enero-junio 2022
La infancia, como espacio social y simbólico específico, donde crecemos y nos hacemos adultos, junto a la condición y consideración social de la mujer, han sido dos de los últimos escenarios en incorporarse y reconocerse históricamente en el mapa de la humanidad. No será hasta inicios del siglo XX cuando la infancia haga su irrupción en la historia. Después de un proceso iniciado a finales del XVIII, cuando los modelos familiares del antiguo régimen, basados en el linaje, empiezan a verse afectados por el de “familia nuclear”, propio de los valores burgueses. Los movimientos higienistas, dirigidos al control sanitario de la población infantil (como una concreción más de políticas demográficas y de control social) y la opción por la Educación (más bien por la enseñanza, para formar en aquellas competencias que necesita el sistema productivo), que se consolidan a finales del XIX, acabarán de hacer el resto y conseguirán que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes ocupen un espacio y reciban un tratamiento diferenciado, desde una mirada de cuidado y atención (las más de las veces paternalista).
La Educación Social, en sus diferentes configuraciones (educación especializada, de adultos, animación comunitaria, sociocultural, popular…) y en sus diferentes nomenclaturas históricas (vigilantes, cuidadores, veladores, celadores, monitores, educadores…), ha estado siempre ligada al acompañamiento de este momento biográfico y social. Y aún hoy en día, un elevado número de educadoras y educadores sociales desempeñan su encargo profesional con la infancia. Inicialmente, en términos históricos, esta dedicación empezó en espacios institucionales difícilmente identificables como de reconocimiento y respeto (protección y corrección de la infancia, sobre todo durante el franquismo en nuestro país), ampliando después perfiles de acompañamiento socioeducativo desde el trabajo comunitario, el tiempo libre, la salud, la cooperación internacional, los colectivos de personas recién llegadas, la diversidad funcional, la colaboración con la escuela (centros abiertos) y hasta, últimamente, dentro de la escuela misma, etc. cubriendo un corolario de infancias cada vez más amplio.
El abanico de lugares donde educadoras y educadoras sociales se encuentran, acompañan y ofrecen su servicio a niños, niñas, adolescentes y jóvenes, es amplísimo y ofrece posibilidades de compartir experiencias, reflexiones e interpelaciones muy variadas. Todas ellas son las que os pedimos que nos hagáis llegar como propuestas de colaboración.
El momento actual plantea toda una serie de retos derivados del cambio de época que nos está tocando vivir, con las dificultades de adaptación a una realidad en la que la transmisión es cada vez menos intergeneracional (cuestionando el lugar de la educación) y más entre iguales. El lugar de la infancia en este panorama, es central. La nuevas tecnologías y sobre todo la comunicación instantánea que internet y la redes sociales posibilitan, están relacionadas con ello. Y con una difuminación de las certezas que pierden valor y se sustituyen por la emoción y la percepción individual, en una carrera en la que la “no verdad” y las “fakes” (la mentira) dominan un escenario donde la libertad se ha convertido en un acto individual, sin referentes ni contrapesos éticos ni sociales.
Los retos de nuestra acción con las infancias, como educadoras y educadores sociales, pasan ahora por el desarrollo de modelos y sistemas que contemplen esta etapa como una más de la ciudadanía y estén basados integralmente en derechos y no en posiciones tutelarizadoras o paternalistas de los adultos.
La infancia fue tema central en el número 4 de nuestra revista. Tocaba ya actualizar nuestra mirada y nuestro discurso y ofrecer la posibilidad de que el colectivo de la Educación Social comparta su palabra en esta ventana abierta al mundo que sigue siendo RES Revista de Educación Social.
Además de lo referido al tema monográfico articulador del número, os recordamos que siempre tenéis vuestra disposición la posibilidad de proponer otras cuestiones, que se valoran dentro de la sección de MISCELÁNEA. Asimismo, os invitamos a colaborar en las secciones de RESEÑAS y de ACTUALIDAD.
Os animamos a participar en este proceso colectivo de construcción de saber, de creación de ligámenes entre colectivos y personas, enviando vuestras reflexiones, experiencias, investigaciones, las instantáneas de vuestras realidades, vuestras ilusiones y proyectos…, como propuestas de colaboración, antes del 15 de bril de 2022, contemplando las siguientes indicaciones:
Orientaciones sobre colaboraciones
Recepción de artículos y propuestas de colaboración en el e-mail: res@eduso.net
Ante cualquier duda, podéis consultar el apartado COLABORAR en la parte superior de la página WEB.