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El papel de la educación social en la construcción del asociacionismo juvenil en el barrio de Roquetes, Barcelona.

The role os social in the construction of uouth associationism in the Roquetes neighborhood. Barcelona.

Autoría:

Judith Arévalo, Educadora Social

Resumen

La presente investigación histórica pretende aportar una reflexión del papel de la Educación Social en los movimientos asociativos juveniles, así como la contribución de los movimientos juveniles en la construcción de la práctica de la Educación Social. Por otro lado, se ha realizado una reconstrucción histórica del Kasal de Joves de Roquetes a través de las experiencias de los y las protagonistas de la historia, partiendo de la metodología de la historia oral y la investigación histórica. En concreto se investiga el proceso desarrollado en el barrio de Roquetes del distrito de Nou Barris, Barcelona, por el especial interés de su activo movimiento juvenil a lo largo de los últimos cuarenta años, así como por todas las fases o etapas que el movimiento juvenil ha pasado hasta conseguir el actual Kasal de Joves de Roquetes. Finalmente, se han elaborado una serie de conclusión a las que se ha llegado a lo largo del proceso de investigación, sobre la Educación Social y la práctica del educador/a social.

Abstract

The present historical research aims to provide a reflection on the role of Social Education in youth associations’ movements, as well as the contribution of youth movements in the construction of the practice of Social Education. On the other hand, a historical reconstruction of the Kasal de Joves de Roquetes has been carried out through the experiences of the protagonists of history, based on the methodology of oral history and historical research. Specifically, the process developed in the neighborhood of Roquetes in the district of Nou Barris, Barcelona, due to the special interest of its active youth movement over the past forty years, as well as all the phases or stages that the youth movement it has happened to get the current Kasal de Joves de Roquetes. Finally, a series of conclusions has been drawn up which have been reached throughout the research process, on Social Education and the practice of the social educator.

Introducción

El presente artículo es una síntesis del Trabajo de Final de Grado (TFG) del Grado de Educación Social, enmarcado en la investigación histórica de los movimientos asociativos juveniles.

Dicha investigación, de carácter histórico, quiere reflexionar en torno el papel de la Educación Social en la construcción de los movimientos asociativos juveniles, así como la aportación que los movimientos juveniles han tenido en el desarrollo del perfil del educador/a social. En concreto, se estudiará el proceso vívido de los movimientos y organizaciones juveniles durante los últimos treinta y nueve años en el barrio de Roquetes en el Distrito de Nou Barris, Barcelona.

La investigación se ha basado en los principios metodológicos de la historia oral, derivada de las experiencias de los y las protagonistas del movimiento juvenil en el barrio de Roquetes. Partimos de la visión de dar la palabra aquellas personas que mayoritariamente han sido excluidas de los procesos de construcción de la memoria histórica. Así, el método que se ha utilizado en la investigación es el biográfico-narrativo ya que este, nos permite captar los relatos subjetivos de los y las protagonistas de la historia. Aun así, la investigación también tiene un carácter etnográfico, porque analiza temas descriptivos e interpretativos de un ámbito sociocultural concreto, además, destaca las interpretaciones que las personas hacen de su realidad.

Acorde con la investigación, esta se fundamenta sobre las bases del paradigma interpretativo o hermenéutico, pues pretende comprender e interpretar una realidad sociocultural concreta. De este modo, la investigación se apoya sobre las bases conceptuales de la metodología cualitativa.

Las técnicas para la recogida de la información que se han utilizado son la entrevista semiestructurada y el análisis documental. Además, del aporte de la propia experiencia de la investigadora como participante directa del Kasal de Jóvenes de Roquetes (KJR).

Cabe señalar, que esta investigación hace una aportación a la historia del movimiento juvenil de Roquetes y siempre se podrá complementar con otras investigaciones. Este es un primer paso, pues no se ha podido abarcar toda la inmensidad histórica y las muchas personas que han estado involucradas de una manera u otra, en el movimiento juvenil de Roquetes. De esta manera, pretende ser un primer documento en el que se puedan apoyar futuras investigaciones.

1. Marco conceptual: el rol el educador/a social en la intervención socioeducativa con jóvenes

Para entender esta resumida síntesis de la investigación no nos adentraremos en todo el marco teórico y conceptual que se desarrolla a lo largo de todo el TFG. Pero no podemos obviar la importancia que tienen parar la investigación el rol el educador/a social en la intervención socioeducativa con jóvenes. Por ello, haremos un pequeño repaso conceptual a lo que supone ser educador/a social en un Casal de Joves.

Las funciones del educador o educadora social en el proyecto de Casales de Jóvenes no distan mucho del perfil profesional que se requiere en otros servicios o entidades socio-comunitarias. En este sentido, Planella (2012:38) nos plantea las funciones generales del educador/a social:

“Las funciones del educador social se centran en mantener una relación de ayuda, una relación terapéutica, ser promotor de actividades, organizar la vida cotidiana, ayudar en el aprendizaje de habilidades para la vida, dinamizar grupos, mantener contactos y relaciones con otros servicios o instituciones y finalmente, gestionar y administrar la parte del servicio que le corresponda.”.[1].

El educador o educadora social que trabaja en un Casal de Joves deberá promover toda una serie de actitudes, aptitudes y aprendizajes basados en el desarrollo del joven hacia la vida adulta, a través del acompañamiento socioeducativo, la educación en valores, la motivación, el trabajo en red y el conflicto como oportunidad (Alcántara, 2009). A la vez que gestiona recursos y desarrolla tareas administrativas y burocráticas. Además, Alcántara (2009:5) señala las líneas del trabajo educativo en los Casales de Jóvenes:

“Las líneas de trabajo educativas del Casal se basan metodológicamente en el fomento de la participación y el protagonismo del joven. Es el motor de la dinamización y transformación de la persona y del entorno. La herramienta principal es el trabajo en el tiempo libre, y la educación no formal.”[2].

Por ello, siendo el o la joven la protagonista, el educadora/a social acompañará a los y las jóvenes en los procesos de aprendizaje, a partir del respeto y la escucha y, como según Moyano (2012:200) nos indica siguiendo al triángulo Herbartiano de la relación educativa,

“El reto, sin duda, es que el educador social adquiera el compromiso de ocupar el lugar de agente transmisor, conocedor y depositario de un saber cultural, legitimado por el halo de la responsabilidad adulta, y que cargue esta transmisión con el deseo que el sujeto se apropie de este saber (…) de forma que se tenga que poder asumir la responsabilidad de proporcionar los contenidos que permitan al sujeto vincularse con la cultura, aprender más allá de qué sea feliz, tenga una alta autoestima o empatice. En definitiva, abrirle el acceso a múltiples trayectos que él, sólo él, podrá recorrer.”[3].

Como se ha dicho, el proyecto de Casales de Jóvenes se fundamenta sobre la participación de los y las jóvenes a la hora de la toma de decisiones. De modo que, uno de los papeles básicos que ha de desarrollar el educador/a es proporcionar espacios de participación juvenil y de socialización. En este sentido, cabe señalar la importancia de la Animación Sociocultural (ASC) como metodología participativa. Como bien resume Gómez (2003:241):

“De forma muy resumida, podríamos afirmar que la animación sociocultural pretende favorecer el desarrollo comunitario y la creación o el fortalecimiento de las redes relacionales y asociativas, siendo posiblemente el ámbito que presenta una relación más directa con la acepción amplia de educación social (acciones socioeducativas que persiguen favorecer el desarrollo del proceso de socialización de cualquier sujeto, independientemente de si éste presenta o no necesidades específicas o singulares).”

A partir de la propia experiencia, contemplamos que la mayoría de los técnicos/as profesionales que trabajan en los Casales de Jóvenes están contratados según la categoría laboral de animadores socioculturales, esto se debe a que la ASC es una de las prácticas de la Educación Social que encaja perfectamente en los objetivos de los Casales de Jóvenes. De esta manera, entendemos que:

“Esta perspectiva de la Animación Sociocultural como una práctica de la Educación Social, un proceso de acción socio educativa, que a través de una metodología participativa en la que es esencial la formación de grupos, y partiendo del conocimiento compartido de su propia realidad y cultura, así como con sus propios recursos y los que sean capaces de generar, serán los protagonistas de la acción social diseñada entre todos para mejorar su realidad y ganar calidad de vida.” (Herrera, 2006:81-82).

2. Metodología, método e instrumentos de recogida de información

Para adentrarnos en la investigación y en el diseño metodológico de esta, se plantean dos objetivos generales (OG), con sus respectivos objetivos específicos (OE):

OG 1. Realizar una aportación a la reconstrucción de la historia del asociacionismo juvenil en el barrio de Roquetes.

OE.1.1. Contribuir en la construcción histórica del asociacionismo juvenil en el barrio de Roquetes a partir de diversas fuentes de información.

OE.1.2. Poner en valor algunos de los hechos principales que han llevado al movimiento asociativo juvenil de Roquetes a consolidarse como Kasal de Joves de Roquetes.

OE.1.3. Dar la palabra a mujeres y hombres protagonistas de los movimientos juveniles del barrio de Roquetes, para una reconstrucción histórica global.

OG 2. Favorecer la comprensión del papel de la Educación Social en los movimientos asociativos juveniles a partir de la experiencia del barrio de Roquetes.

OE.2.1. Reflexionar sobre la importancia que la educación social ha tenido a lo largo de la historia de los movimientos asociativos juveniles en el barrio de Roquetes.

OE.2.2. Recopilar algunas de las experiencias socioeducativas llevadas a cabo en el barrio de Roquetes, que hayan podido formar parte de la construcción de la educación social.

La metodología utilizada para esta investigación se fundamenta desde un paradigma interpretativo o hermenéutico pues pretende comprender e interpretar una realidad, una realidad que se ha construido a lo largo del tiempo. Sin embargo, al tratarse de una investigación histórica y a la construcción de un relato historiográfico, la realidad está sujeta a la interpretación que hacen los individuos que la han vivido, por ello como indica Aróstegui (1995:169-170),

“[…] el comportamiento temporal de la realidad humana, que es la clave de la historia, es muy difícil de encuadrar en explicaciones teóricas, de validez universal lo que es otra de las connotaciones de la ciencia, y ello hace que para muchos el estudio de la historia se aleje de la imagen correcta de un conocimiento científico.”

En este sentido, Ferrando (2006:25) afirma,

“Hay suficientes razones para afirmar que realmente sí que es una ciencia (…) No podemos olvidar que el objeto de la ciencia no es la verdad sino la demostración y la comprobación y en este sentido sí tenemos razones para afirmar su cientificidad: Tiene un objeto de estudio bien específico: las personas humanas viviendo en sociedad (…) La historia dispone de una materia primera fundamental (las fuentes históricas) y de técnicas y conocimientos para criticarlas y valorarlas.”

Asimismo, la investigación histórica se fundamenta sobre las bases conceptuales de la metodología cualitativa, como afirman Rodríguez y Valldeoriola (2009:47),

“Las metodologías cualitativas se orientan hacia la comprensión de las situaciones únicas y particulares, se centran en la búsqueda de significado y de sentido que les conceden a los hechos los propios agentes, y en cómo viven y experimentan ciertos fenómenos o experiencias los individuos o los grupos sociales a los que investigamos.”

Para comprender el papel que ha tenido la Educación Social en el asociacionismo juvenil en el barrio de Roquetes, el método escogido para realizar la investigación histórica será el método narrativo-biográfico. Pues entendemos que se trata de un método que permite captar los relatos subjetivos de los y las protagonistas, permitiendo captar los significados de los asuntos humanos, que no pueden ser captados desde otros métodos de razonamiento lógico-formal (Sabariego, Massot y Dorio, 2016a:317). No obstante, la investigación también tiene un carácter etnográfico, pues describe la realidad a partir de las precepciones de las personas participantes y destaca las interpretaciones que estas hacen (Sabariego, Massot y Dorio, 2016a; Rodríguez y Valldeoriola, 2009).

Por otro lado, la Educación Social como práctica tiene una larga trayectoria histórica, más allá del reconocimiento como titulación universitaria. Como comentan Vilanou y Planella (2010:28),

“Esta acción de recuperar experiencias, textos, discursos, autores y momentos de la educación social tiene por finalidad compartir el legado de memoria colectiva, ya que en el campo práctico de la acción socioeducativa es fácil caer en el error de pensar que estamos hablando de una forma de acción, inventada ahora ara más o menos quince años. Pero más allá de estos errores, la verdad es que la historia de la humanidad está llena de experiencias de personas que se han encontrado ubicadas en la marginalidad y al mismo tiempo otras personas o instituciones que ha trabajado y velado por ofrecerles una calidad de vida más buena”.

Es por ello, que recuperar experiencias socioeducativas pasadas puede ayudarnos a comprender nuestro pasado y encararnos hacía el futuro.

2.1. Instrumentos de recogida de información

Para la realización de la investigación histórica se han utilizado diversos instrumentos, principalmente el análisis documental y la entrevista semiestructurada.

Así, las entrevistas serán el instrumento clave para recoger información de primera mano. Como apuntan Massot, Dorio y Sabariego (2016b:328)

“La entrevista es una técnica cuyo objetivo es obtener información de forma oral y personalizada, sobre acontecimientos vividos y aspectos subjetivos de la persona como las creencias, las actitudes, las opiniones, lo valores, en relación con la situación que se está estudiando”

La entrevista semiestructurada se ha planificado teniendo en cuenta los objetivos generales de la investigación, concretándose con los objetivos específicos. Esta parte de un guion semiestructurado con tal de obtener información relevante para la investigación, asimismo las preguntas son abiertas y flexibles a modificaciones sobre el desarrollo de la entrevista. Para el análisis documental se han utilizado documentos e informes de organizaciones, artículos de periódicos y revistas, actas de reuniones, programaciones y fotografías.

En vista de que es una investigación histórica, se ha creído conveniente realizar cuatro tipologías de entrevistas. Por un lado, encontramos entrevistas a voluntarios/as y vecinos/as que han participado del movimiento juvenil en el barrio de Roquetes a partir de los años 70, así como a los respectivos profesionales que hayan participado en esta etapa. Por otro lado, se han confeccionado entrevistas a voluntarios/as y vecinos/as y profesionales que han participado a lo largo del nuevo siglo. De esta manera, obtendremos información de diversas fuentes, pudiendo construir un relato holístico y global. Además, nos permite encuadrar la investigación entre las décadas que se quieren investigar.

Por otro lado, la experiencia de la investigadora en el movimiento asociativo juvenil en el barrio de Roquetes es una experiencia valiosa para la construcción de este relato histórico, pues fue participe en el KJR desde el año 2011 hasta el 2016. Realizando todo un recorrido, desde el consumo de actividades hasta en la toma de decisiones en las asambleas, formando parte de la junta directiva como presidenta de la Asociación Juvenil Sociocultural Rocket Project. También, también contamos con notas de comunicaciones personales realizadas en conversaciones informales con personas claves para la investigación. Cabe señalar, que estas comunicaciones están documentadas sobre papel.

2.2. Fuentes orales e investigación histórica

Esta investigación histórica se centra en la recogida de información a través de las fuentes orales, que como indica Ferrando (2006:9), en la introducción de su libro: “La fuente oral es la primera y la más antigua forma de hacer historia.”. No obstante, como ya se ha dicho con anterioridad, las fuentes orales deben complementarse con las fuentes documentales o escritas,

“No puede hablarse, en efecto, de historia oral como reconstrucción del pasado histórico, a partir únicamente de los datos aportados por los testimonios, pero sí puede afirmarse que la fuente oral es un elemento importante para la construcción de un discurso histórico global” (García-Nieto, 1989:106).

Cabe plantearnos, que la investigación histórica a través de las fuentes orales no es una investigación totalmente objetiva, pues se nutre de fuentes subjetivas, como son las personas. Sin embargo, la confrontación con otras fuentes documentales favorecerá al rigor científico que presentan otras ciencias sociales. Al mismo tiempo, esta investigación nos permitirá acercarnos a una historia que no se ha escrito de manera unificada con anterioridad, pero sin olvidar que esta investigación pueda ser complementada en el futuro. Como indica Ferrando (2006:25)

“Con el tiempo se conocen nuevos datos, se rectifican interpretaciones, se cogen perspectivas nuevas, se descubren nuevas fuentes. Cada adelanto nos acerca algo más a la verdad, a una verdad y a una historia que son imposibles de abordar en toda su inmensidad”

2.3. Participantes: los y las protagonistas

Para la elección de los y las participantes se han seleccionado siguiendo a Rodríguez y Valldeoriola (2009:54), “informantes clave: agentes que tengan buena información, cierta habilidad comunicativa y que tengan cierta credibilidad dentro del propio grupo o comunidad que estamos estudiando”. Asimismo, los y las participantes han de ser personas representativas de la comunidad o grupo social (Ferrando, 2006).

A continuación, se hace una pequeña descripción de los y las participantes de la investigación:

  • Arnaldo Gil (Arnaldo, 2018): activista y vecino del barrio de Roquetes que estuvo involucrado en diferentes movimientos juveniles y reivindicativos del barrio, desde los años 70. Participó en la creación el Archivo Histórico de Roquetes – Nou Barris, donde actualmente aún participa.
  • Liria Román (Liria, 2018): educadora social, activista y vecina del barrio, estuvo involucrada en la coordinación de la Casilla 2, desde el año 1980 hasta 1983, seguidamente se involucró en la Juventudes Obreras Cristianas (JOC), hasta día de hoy que participa en el movimiento adulto de la JOC.
  • Antonio Alcántara (Antonio, 2018): animador sociocultural y educador social, actualmente profesor asociado de la Universidad de Barcelona. Participó en el KJR desde 1997 hasta el 2007.
  • Toni Téllez (Toni, 2018): activista y periodista, participó desde el “consumo de actividades” hasta en la gestión del KJR, desde 1996 hasta el 2007. Actualmente trabaja en la Cooperativa Colectic.
  • Paula Ruedas (Paula, 2018): vecina de Roquetes, activista y estudiante de Bachillerato, participa en la gestión del KJR desde el 2009.
  • Marcel·lí Puig (Marcel·lí, 2018): animador sociocultural y pedagogo del tiempo libre, trabajó en el KJR desde finales de 1989 hasta finales de 1991. Actualmente trabaja en el Centro Cultural Ton i Guida.
  • Núria Fuentes (Núria, 2018): animadora sociocultural y Doctora en Pedagogía, actualmente profesora de la Universidad de Barcelona. Trabajó como animadora sociocultural en el KJR entre 1994 y 1997.
  • Mónica Camacho (Mónica, 2018): estudió educación primaria y actualmente trabaja como profesora de inglés. Trabajó en el KJR como animadora sociocultural entre el 2003 y el 2008.
  • Vanessa Españó (Vanessa, 2018): directora de tiempo libre, trabajó como animadora sociocultural en el KJR entre el 2009 y el 2015.
  • Albert Urgell (Albert, 2018): educador social y administrador de empresas, trabaja como educador social en el KJR desde el 2015 hasta la actualidad.

Como se puede observar, se han realizado un total de 10 entrevistas (5 a participantes y 5 a profesionales), 9 de las entrevistas se han realizado en encuentros personales, mientras que una de ellas se ha realizado vía correo electrónico por motivos de disponibilidad.

3. Revisión y construcción histórica

El barrio de Roquetes emplazado en el extremo nordeste de Barcelona en el Distrito de Nou Barris, ha sido y es, un barrio que ha luchado por la mejora y la transformación de la realidad social, tanto de sus habitantes como de su infraestructura. La historia del movimiento asociativo y juvenil y de la construcción del actual Kasal de Jóvenes de Roquetes, no puede entenderse sin conocer previamente la historia de Roquetes, por ello en el siguiente apartado haremos un pequeño recorrido histórico por el barrio.

3.1. Breve recorrido histórico: el contexto histórico-social del barrio de Roquetes a partir de la década de los 50

Ilustración 1. Santiago Thió i Pol urbanizando en domingo.
Fuente: Revista l’Arxiu (Archivo Histórico de Roquetes-Nou
Barris, 2014, núm 66)

La creación del barrio de Roquetes es bastante reciente, es decir, hasta mediados del siglo XX no comenzó a urbanizarse. Hasta entonces bosques, minas y canteras de piedra predominaban en el paisaje “Roquetiense”. En este sentido, el nombre de Roquetes probablemente surgió de dichas canteras.

Durante la primera mitad del siglo XX surgieron las primeras urbanizaciones en la zona, pequeñas casas bajas inspiradas en el modelo de ciudad jardín. No es hasta la década de los ’50 que el barrio empieza a adoptar sus características actuales. La proliferación y crecimiento industrial de Barcelona intensifica las migraciones masivas de las zonas rurales de toda España, obligando a los y las migrantes a establecerse en diferentes zonas de la ciudad, a partir de la construcción de barracas por toda la ciudad, como las barracas de la Diagonal en el barrio de Les Corts, las de la Barceloneta, Somorrostro, etc. En 1954, la Obra Sindical del Hogar construye 1.464 viviendas entre Verdum y Roquetes donde realoja a buena parte de los y las migrantes del barraquismo de toda la ciudad. Estas viviendas de escasos 30 a 40m² fueron construidas con materiales de bajo coste y sin prever el alojamiento de comercios o servicios (Montserrat, 2003). La falta de intervención de las Administraciones Públicas hace que los propios vecinos y vecinas empiecen a urbanizar el barrio. En este acontecimiento el capellán jesuita Santiago Thió i Pol, conocido como Santi Thió, ayudado por el rector de la parroquia de Sant Sebastián (emplazada en el barrio de Verdum), un grupo de estudiantes, compañeros de Thió, y el ingeniero Oriol Ribes Buxeres, localizan a los líderes vecinales de diferentes calles de Roquetes y comienzan a trazar los planos de las obras de las calles más altas del barrio. Como explica Babí (2014),

“El mismo padre Thío cambiaba la sotana por el pico y la pala cuando se ponía dentro de la zanja”,[4] durante el mes de julio y agosto de 1964, los vecinos y vecinas, se reunían los domingos y festivos para trabajar en, sobre todo, el alcantarillado del barrio, una de las necesidades básicas más primarias. Con los años esta acción se conocería como “urbanizar en domingo”[5]

En los años 60, Roquetes se empieza a conformar como barrio, sin agua, luz, alcantarillado ni calles asfaltadas, durante esta década y las siguientes, las movilizaciones sociales se hacen patentes ante la precariedad en la que viven sus habitantes.

Durante aquellos años, el desarrollo comunitario vívido a partir de la autoorganización y el protagonismo de los vecinos y vecinas propició un proceso de cambio, de crecimiento colectivo y de transformación de la comunidad que se convertiría en un referente de las luchas vecinales a lo largo de las siguientes décadas.

“En aquellos años eran los primeros años de las luchas primarias qué significaba, muy sencillo, las calles no estaban asfaltadas lo que implicaba un problema gordo, por el barro, por el fango, las caídas, había que luchar por tener asfaltado, la lucha del agua que la gente no se da cuenta cuando hablamos de la lucha del agua estamos diciendo la lucha de la mujer. La lucha del agua no la padecían, los hombres los hombres trabajaban y quien iba a buscar el agua en cubos era la mujer, la que tenía que abastecer de agua era la mujer. O sea, son luchas primarias cuando te refieres a necesidades primarias, si no tenías guardería a quien le dejabas los críos para poder ir a trabajar, si no había escuela…” (Arnaldo, 2018:41).

Ilustración 2. Barracones Ton y Guida en la Via Favencia. Fuente: Revista l’Arxiu
(Archivo Histórico de Roquetes-Nou Barris, 2014, núm 67)

En este sentido, en 1962 nació la escuela Ton i Guida en un barracón cedido por el mosén Juncà en la Vía Favència. [6]

En 1970 se crea la Asociación de Vecinos de 9 Barrios, con el objetivo de luchar contra los planes parciales, promovidos por los ayuntamientos franquistas, y por las mejoras de las condiciones de vida de los y las vecinas (Ajuntament de Barcelona, s.f.).

Durante las siguientes décadas, las movilizaciones vecinales se mantuvieron con el propósito de que las Administraciones Públicas proporcionaran mejoras en la calidad de vida de los vecinos y vecinas de Roquetes.

3.2. Movimientos juveniles.[7]

Las primeras experiencias asociativas de los y las participantes de la investigación son variadas y diversas, desde la participación en entidades reivindicativas a entidades enfocadas al tiempo libre y al ocio. Sin embargo, todas ellas convergen en un mismo punto: la transformación social. La parroquia de Santa María Magdalena,[8] era un punto de referencia para jóvenes y familias, era el lugar de encuentro y desde allí se organizaban diversas actividades. Como comenta Liria (2018:38):

“Que cuando yo era pequeña no había nada de estructura lo que había era la Parroquia (…) La parroquia lo que hacía era excursiones porque los curas que había lo que querían era un poco transmitir la cultura catalana, porque gente de la parroquia pues era inmigrante y entonces lo que hacían era (…) salida a Montserrat, salida a ver no sé qué (…) Entonces claro, íbamos todas las familias con los críos (…) era eso, o se hacían fiestas (…) se celebraban ahí”

Diversas organizaciones juveniles obreras-religiosas se concentran en torno al movimiento eclesiástico, como la JOC (Juventud Obrera Cristiana), la JOC-JOBAC (Jóvenes Cristianos de Barrios Obreros y Ambientes Populares) o el MIJAC (Movimiento Infantil de Acción Católica). En el barrio de Roquetes la parroquia es un referente, así como explica Antonio (2018:24),

“La única posibilidad que teníamos la mayoría, que teníamos de poder salir unos días a un precio muy muy económico, era… pero esto de 8 a los 12, 13 años más o menos, era con la parroquia que había en el barrio (…) Había toda una generación de jóvenes que íbamos moviendo cosas muy vinculados a la JOC JOBAC, a MIJAC (…) Sí que es cierto, que cuando tenemos los trece años que ya es el último año de colonias continúan trabajando con nosotros (…) Generan como un grupo de adolescentes que trabajan con nosotros durante un año, para luego poder entrar en el Casal de Jóvenes de Roquetes”

Como resultado de las movilizaciones, reivindicaciones, organización vecinal y de una necesidad sentida de falta de espacios culturales, deportivos o, en definitiva, un espacio donde los y las jóvenes pudieran pasar su tiempo libre y de ocio de una manera alternativa y asequible, surgió el primer Casal de Jóvenes de Roquetes. 

3.3. El Kasal de Jóvenes de Roquetes

En 1976 un grupo de jóvenes surgidos de las JOC, participantes de la vocalía de juventud de la Asociación de Vecinos y Vecinas de Roquetes (AVVR), constituyeron el grupo de jóvenes “La Casilla de Roquetas”.

Ilustración 3. Jóvenes de la Casilla 1 (1977-79). Fuente: Liria Roman.

Sin local donde poder ejercer sus actividades ocuparon durante tres años una barraca en la calle Flamarió, que denominarían La Casilla. Sin embargo, esta barraca debería ser destruida por la construcción de una nueva calle que pasaría por ahí, en este momento surgiría la necesidad de trabajar en red con la AVVR (Casal de Joves de Roquetes, 1985).[9] Finalmente, se tuvo que alquilar un nuevo local emplazado en la calle Vidal i Guash,[10] para que los y las jóvenes del barrio pudieran reunirse. Durante años, el Casal se financió a través de las actividades y de las aportaciones de los usuarios y usuarias (F. Villarrasa, comunicación personal, 30 de septiembre del 2015).

Sin embargo, el local comenzaba a quedarse pequeño y llegaban nuevas generaciones de jóvenes que quería organizarse para conseguir mejoras por y para los y las jóvenes del barrio. Esta necesidad, tanto de espacio como de gestión, hizo que surgiera el grupo de la Casilla 2.

“Algunos solo se veían en el lugar de reunión y otros, los que queríamos más organizarnos, pues entonces, los que dijimos bueno, vamos a reivindicar queremos un sitio digno. Entonces, había otra generación que era de mi edad que se llamaba el grupo de la Casilla 2 (…) La Casilla 2, bueno también era gente de otra generación que ya no cabíamos ahí” (Liria, 2018:37).



Ilustración 4: Casal de Joves de Roquetes en la calle Vidal i Gaush, 7-11 (s.f)
Fuente: Archivo documental del Kasal de Joves de Roquetes

En 1980, se organizó la primera semana de la juventud de Roquetes a partir de la participación de los grupos de la vocalía de juventud de la AVVR, en los que también participaban la Casilla 1 y 2 (F. Villarrasa, comunicación personal, 30 de septiembre del 2015).

Ilustración 5: Festival Jove Roquetes, 1980. Fuente: Liria Román.

La organización de los y las jóvenes y de los y las vecinas de Roquetes, dieron su fruto. A partir de 1980, con la entrada de la democracia y de los Ayuntamientos democráticos, se crea el Casal de Joves de la Casilla de Roquetes (Casal de Joves Roquetes, 1981).[11] El Ayuntamiento partió de los grupos organizados en el barrio de Roquetes para organizar el nuevo Casal de Jóvenes, en este caso serían los jóvenes de la JOC que ya se encontraban gestionando la Casilla 1 y 2, que lo impulsarían. Por ello, el primer Casal de Jóvenes se llamaría Casal de Joves la Casilla de Roquetes (F. Villarrasa, comunicación personal, 30 de septiembre del 2015).

En 1984, aparece la primera licitación pública para la gestión del Casal, en esta ocasión se la concederían a la sección de juventud de la Cruz Roja de Barcelona y pasaría a llamarse: Casal de Joves de Roquetes. Sería el fin de la Casilla como Casal de Joves, que existió desde 1980 a 1984 (F. Villarrasa, comunicación personal, 30 de septiembre del 2015). A finales de, 1989 entraría a trabajar Marcel·lí, en un momento de incertidumbres y conflictos.

“Yo entré al Casal, esto estaba cerrado porque se habían producido una serie de actos vandálicos, había llegado un momento de ingobernabilidad en el cual el conflicto era permanente días tras día y la Cruz Roja que era la entidad gestora con el Distrito acordaron cerrar el Casal, hacer reformas de obras, acondicionarlo de una manera mucho más digno de lo que estaba y después volverlo a abrir (…) Cuando yo entré el Casal estaba cerrado, estaba vacío, era una desolación tremenda, con mobiliario roto con obras que todavía no estaban haciéndose….” (Marcel·lí, 2018:12).[12]

Ilustración 6: Casal de Joves de Roquetes (1980). Fuente: Liria Román.

Como consecuencia, a partir del cierre el volumen de jóvenes que participaba en el Casal había menguado, así que uno de los primeros objetivos era volver a conseguir que retornase aquella actividad que había caracterizado al Casal. Asimismo, también Cruz Roja contrataría a otra figura técnica que formaría la pareja educativa junto con Marcel·lí: Tere.

“Tanto los objetivos (…) de la empresa, como por parte del Ayuntamiento, como por parte de los animadores, normalizar su funcionamiento. Abrirlo y generar una dinámica activa (…) unas actividades, y dónde se captará de entrada. Yo como objetivo, Tere y yo como primer objetivo nos planteamos captar a los antiguos usuarios que habían mostrado interés” (Marcel·lí, 2018:15).[13]

A partir de aquí, su planteamiento metodológico se centró en conseguir la autogestión del equipamiento por parte de los y las jóvenes.

“Ya desde el primer momento con Tere, que era la compañera del equipo, más algunos jóvenes vamos de entrada, diseñamos un planteamiento de autogestión (…) a espaldas, ahora lo puedo decir, claro (…) lo que generamos fue una estructura paralela donde había una comisión de economía, una comisión de programación y donde había una comisión estratégica que era la que, la que de alguna manera diseñaba la estrategia porque llegado el momento en el que acabará el convenio de gestión que tenía la Cruz Roja con el Distrito, se generara una asociación de jóvenes que pudiera optar a ganar el concurso. La empresa gestora sí que tenía un discurso de qué había que fomentar la participación como ahora, pero lo que ellos, no les dijimos que la participación se estaba trabajando hasta el punto, en el que el proceso tendía a desplazar a la entidad gestora para que fueran los propios jóvenes los que asumieran la gestión del equipamiento y esto se consiguió a los tres años” (Marcel·lí, 2018:12-13).13

Ilustración 7: Portada del proyecto de dinamización del Casal de Joves de Roquetes
1985-1987. Fuente: Archivo documental: Kasal de Joves de Roquetes.

No obstante, en ese momento no se pudo generar una entidad gestora juvenil expresamente para llevar a cabo la gestión del Casal de Joves, sino que se decidió que la Asociación Juvenil Sobreàtic tomará la gestión del equipamiento hasta la creación de una asociación juvenil constituida explícitamente para la gestión del Casal de Joves de Roquetes.

A lo largo de los años 90, la asociación Sobreàtic continuaba manteniendo la gestión del equipamiento. El modelo asociativo de gestión tuvo repercusión en los medios de comunicación como referente juvenil en la gestión de equipamientos públicos. En aquel momento, el Ayuntamiento de Barcelona apostaba por la dinamización de los equipamientos a partir del tejido asociativo del barrio como herramienta para reducir conflictos (Conesa, 1993).[14]

En 1994 entraría a trabajar como animadora sociocultural Núria.

“Pues yo, ya estaba vinculada con la asociación Sobreàtic entonces hubo un cambio, una vacante y en aquel momento me propusieron que me presentase y se realizó una selección de personal (…) se hizo la selección de personal promovida por la propia entidad, la asociación Sobreàtic y con los jóvenes que estaban participando en el Casal, y me acuerdo que en esa entrevista estaba también Marcel·lí” (Núria, 2018:1).

Cabe señalar, que los y las jóvenes participantes en la entidad gestora eran también los que realizaban las entrevistas de trabajo a los futuros animadores y animadoras. Para los y las jóvenes realizar estas entrevistas proporcionaba cierta responsabilidad y protagonismo, haciéndose conscientes de la importancia que tenían en la entidad.

“Éramos unos niñatos y estábamos haciendo las entrevistas de trabajo para los futuros animadores que iban a entrar. Claro, tú imagínate, un niñato de 17 años sentado en una mesa, con el resto de la asociación haciendo una entrevista a la gente (…) teníamos ese protagonismo con 17 años igual estabas haciendo una entrevista, claro, acompañado de los que eran más mayores, pero era todo ese proceso de aprendizaje. Y estábamos con los más, pues eso, en una entrevista de trabajo o reuniones con Distrito, o visita de obras, o decidiendo presupuestos o… Claro, en el nivel de cada uno, en lo que te podías enterar y en lo que no, pero se provocaba eso, era así, era así” (Antonio, 2018:26)

Por otro lado, en el barrio de Roquetes se iniciaban nuevas gestas, la fusión de la Escuela Ton i Guida con la escuela Pla de Fornells en 1994 y su traslado, dejaría un edificio entero vacío. Durante años, las entidades del barrio lo utilizaron como almacén, para reuniones, etc., pero necesitaba una rehabilitación urgente. Los y las jóvenes del Casal de Joves también necesitaban y reivindicaban un nuevo espacio, así que en 1998 el Ayuntamiento hace una remodelación parcial del edificio y los y las jóvenes se trasladarían a las dos últimas plantas orientadas hacia la calle Vidal i Guash número 16 (Ton i Guida, s.f.). Los nuevos cambios, hicieron que el Casal de Joves de Roquetes pasará a denominarse Kasal de Joves de Roquetas (KJR), nombre que se decidió durante una asamblea (Toni, 2018, p. 33).

Ilustración 8: Sala de actos del nuevo Casal en el edificio Ton i Guida (1999).
Fuente: Archivo documental Kasal de Joves de Roquetes.

“Cuando se consiguió el local de Ton i Guida, se trasladó el Casal. De hecho, son los primeros que vinieron al edificio Ton i Guida (…) se ubicó en las dos plantas de abajo” (Marcel·lí, 2018:14).[15]

No obstante, el edificio se encontraba en un estado precario por lo que se iniciaron unas obras de remodelación integral de todo el edificio. Durante las obras el KJR, se instalaría en el actual edificio de la Biblioteca de Roquetes, donde en aquellos momentos se encontraba el Casal de Gent Gran de Roquetes.

Ilustración 9: Buc de ensayo del KJR en la actualidad.
Fuente: Blog Kasal de Joves de Roquetes.

La construcción de un nuevo local de encuentro para los y las jóvenes del barrio, supuso la petición de nuevos espacios de los que antes el KJR no disponía, como sería el caso del Buc de ensayo, el estudio de grabación, la sala de conciertos o la cocina.

En este momento, también se reabre el debate de la gestión, aquella idea inicial de la creación de una asociación de jóvenes específica para la gestión del KJR.

“La gente más implicada con Sobreàtic como asociación, se fue haciendo mayor y cada vez se fue generando más distancia entre, digamos, la junta de Sobreàtic y la gente que utilizaba el Casal, y aquí fue uno de los momentos oscuros (…) Entonces ante (…) este punto en que se llegó, en que la distancia entre la junta de Sobreàtic y los jóvenes del Casal era tan grande. Sobreàtic dijo, sí o sí, nosotros no volvemos a optar a la gestión del Casal porque no tiene sentido. Con lo cual, esto generó aquí un tiempo, unos tiempos de oscuridad en los cuales el Casal cayó, en caída libre y pasaron cosas muy extrañas, muy raras, bueno extrañas y raras (…) cosas que pasan en el proceso, y que está muy bien que pasen. Sobre todo en los Casales de Jóvenes, porque esto es precisamente lo que hace que ante las dificultades, de las adversidades y ante el conflicto, los propios jóvenes tienen que ser capaces de resolver todo esto y salirse de este laberinto, como ha pasado en el Casal de Jóvenes. Quiero decir, que a resultado de todo aquello, el Casal se tuvo que volver a cerrar, en este caso, no por gamberrismo sino por otras circunstancias, de conflicto de aquello (…) Se tuvo que volver a generar un movimiento de reestructuración organizativa y fue como resultado de todo este proceso caótico que nació Rocket Project” (Marcel·lí, 2018:13).[16]

A consecuencia de estos acontecimientos surgiría en el 2003 la Asociación Juvenil Sociocultural Rocket Project, una entidad creada exclusivamente para la gestión del Casal. Finalmente, entre los años 2004 y 2005 el KJR se ubica definitivamente en el nuevo local en la calle Vidal i Guash, 16.

A lo largo de los siguientes años, el KJR fue generando un proceso de relevo generacional y fue aproximando a nuevos jóvenes al modelo asociativo juvenil del barrio. Un importante colectivo que se implicó en la gestión del equipamiento fueron los grupos musicales que ensayaban en el KJR. Asimismo, las actividades del KJR se han centrado en los últimos años en la programación de conciertos, actividades y talleres para adolescentes y jóvenes, formaciones profesionales de monitor y director de tiempo libre y deportivo, así como talleres de iniciación en técnico/a de sonido.

Hoy en día en el KJR participan alrededor de 100 jóvenes de manera continua y en la gestión directa del equipamiento encontramos un núcleo de unos 15 a 20 jóvenes.

Ilustración 10: Graffiti en la fachada del KJR (2015).
Fuente: Archivo digital Kasal de Joves de Roquetes.

“Talleres que son más jóvenes y tal, en general la mayoría de gente que está en los talleres no participa a la gestora, pues podríamos tener, 50-60 chavales (…) espacio de encuentro pues unos 20-25 chavales, iban viniendo cada semana. Y después en gestora podrías hablar de unos 15-20 jóvenes, más tirando hacía, 15-20 jóvenes que de una manera u otra participan” (Albert, 2018:10).[17]

Y de nuevo, como en aquellas primeras décadas, los y las jóvenes reivindican un nuevo local acorde a sus necesidades. El espacio del KJR se está quedando pequeño y las quejas de los vecinos y vecinas por las molestias sonoras que se pueden generar, hacen que la situación sea insostenible para la consecución de las actividades y objetivos del KJR. Como explica Paula, participante del KJR:

“Creo que el cambio que debería haber, que es muy necesario, es el cambio de espacio porque eso también limita a cómo se gestiona el Casal y a qué actividades puede ofrecer y la gente que pueda venir. Y ahora estamos pues muy jodida, no tenemos un buen espacio para ofrecer, lo que todo lo que podemos o queremos ofrecer” (Paula, 2018:35).

3.4. El Kasal de Joves de Roquetes: escuela de participación

Como ha quedado reflejado, ofrecer actividades de tiempo libre y ocio, espacios de organización y participación, así como formaciones, orientación o tan solo, puntos de encuentro de jóvenes ha permitido desarrollar una escuela de participación democrática. Un espacio que ha posibilitado a los y las jóvenes desarrollarse, crecer y aprender de forma individual y colectiva.

“Y teníamos clarísimo que el Casal de Jóvenes tenía una función pedagógica, pero sobre todo, y esta función pedagógica la principal (…) que tenía que facilitar era la de aprender a organizarse a compartir, y a ser capaces de generar procesos organizativos que hicieran posible, que se quería se pudiera conseguir. Por lo tanto, escuela de participación” (Marcel·lí, 2018:18).

En este sentido, la organización y gestión se ha mantenido a través de un grupo de jóvenes gestores y gestoras, es decir, personas implicadas en los proyectos que han mantenido el cometido y el liderazgo del equipamiento. A través de una organización asamblearia, esta ha sido la tónica de la gestión y organización del KJR.

“Pues actualmente está la gestora que es donde participan todos los grupos que hacen una actividad en el Casal, en plan programación, y buc y tal. Y luego hay una junta que se llama La Cúpula que es donde se gestiona más las cosas a nivel Casal interno, no es tanto tomar decisiones que bajan a los diferentes colectivos, sino son cosas de Casal cómo gestionar que queremos un Casal nuevo ahora o coordinación con los “currelas” y cosas así” (Paula, 2018:35).

Esta metodología otorga a los y las jóvenes el máximo protagonismo, que van desarrollando con el tiempo diferentes tipos de compromisos, pasando de espectadores/as o consumidores/as a actores/as o protagonistas.

“Ofrecer sin tener que tener un compromiso, adquirir un compromiso en función también de la experiencia que se va adquiriendo y la experiencia es que las personas pues a medida que se van comprometiendo pues con las actividades, van asumiendo responsabilidades” (Núria, 2018, p. 5).

Ilustración 11: Jóvenes del taller de cocina en el Festival de Sopas del
Mundo (2017). Fuente: Archivo digital del Kasal de Joves d Roquetes.

En relación con las actividades, el KJR utiliza una metodología basada en la organización de actividades culturales con el propósito de fomentar la organización y participación juvenil (Giner, López, Maín y Murgui, 2013). Es decir, hay actividades planificadas, ejecutadas y evaluadas por los y las propias jóvenes y otras propuestas desde los profesionales, pero todas ellas tienen un mismo objetivo, vincular y promover la participación social de los y las jóvenes.

“La actividad es un reclamo para el joven y luego está, a partir del reclamo en cómo puedes también construir tus propias actividades pero que sean unas actividades compartidas con los demás jóvenes, por lo tanto, esta parte de creación muy importante desde la animación sociocultural es muy importante, de socialización y de compartir” (Núria, 2018:5).

Como resultado de participar en los talleres o actividades, el equipo de profesionales trabaja por implicar a otro nivel de participación social a los consumidores/as de estas actividades.

3.5. El trabajo en red

Una labor fundamental para el KJR es el trabajo en red con otras entidades y servicios, del barrio o del distrito de Nou Barris.

“Es una parte importante y no se entiende Kasal de Jóvenes sin la mirada esta comunitaria, que también creo que es uno de los puntos fuertes de, de esto que no cada entidad va por su camino, sino que se intenta, bueno, con las entidades entre comillas, que puedas tener más similitudes o que tengas un perfil de población pues, te juntas para crear proyectos conjuntos” (Albert, 2018:8).

Por otro lado, el KJR mantiene un trabajo en red intercasalero con la Federación de Casales y grupos de Jóvenes que agrupa alrededor de 33 Casales y grupos juveniles de toda Cataluña. Estos espacios permiten un intercambio de experiencias, realización de actividades conjuntas y optimización de recursos (L’espai Casalero, 2018).

Respecto al trabajo en red con el barrio de Roquetes, el KJR colabora en la organización de las fiestas mayores, el Día de la Piña, así como en las fiestas culturalmente tradicionales, como Carnaval. Por otro lado, también es partícipe de las mesas de trabajo temáticas, juntamente con entidades y servicios del barrio, como la Taula socioeducativa o la Taula de Franja. De esta manera, se mantiene una estrecha relación con la AVVR, el Plan Comunitario de Roquetes o la Plataforma de Entitats de Roquetes, entre otras. La posibilidad de crear una red de trabajo entre las entidades y servicios del barrio favorece el desarrollo comunitario y la eficiencia y efectividad de las acciones. Y es uno de los principios básicos de la acción socioeducativa del educador/a social (ASEDES y CGCEES, 2007).

Podemos afirmar que Roquetes es un barrio que ha forjado una fuerte red asociativa y comunitaria de trabajo colaborativo y de coordinación, que ha partido de aquellos principios de autogestión y construcción del barrio.

3.6. Del voluntariado a la figura profesional

Existe una larga tradición del voluntariado y el activismo social en el barrio de Roquetes, esta tradición en ocasiones se ha transmitido entre generaciones familiares y otras han surgido por iniciativa propia.

“A través de organizarnos y tal, hemos ido consiguiendo una vida mejor, consiguiendo instalaciones y consiguiendo que haya formación y bueno todo lo que se ha conseguido ahora, pues la base es esa, de ir reivindicando y de ir movilizando y de ir asociándonos” (Liria, 2018: 39).

Por otro lado, se ha pasado de la organización voluntaria de jóvenes responsables de la gestión y dinamización del Kasal, hasta la figura del técnico/a profesional encargado del día a día. Esto ha sido debido a la cantidad de trabajo que se ha generado en el Kasal y a las complejidades del entorno, que finalmente no pueden ser asumidas de forma altruista. Por ello, en su momento, surgió la necesidad de una figura que tuviera las herramientas para llevar a cabo dichas tareas y que se dedicará a ello a tiempo completo y de forma remunerada. Así, en un primer momento solo había una figura profesionalizada, pero con el paso de los años, las necesidades y demandas, impulsaron la contratación de más profesionales llegando a la actualidad a un equipo de tres figuras técnicas.
En este sentido, el equipo actualmente está formado por diferentes perfiles profesionales, lo que favorece a la construcción de diferentes visiones y hace más eficiente el trabajo. Respecto al perfil del educador/a social, aporta un acompañamiento socioeducativo más integral a los y las jóvenes, es decir, tiene la formación y herramientas para acompañar a las personas en diferentes procesos de su vida, “La educación social busca principalmente el logro de la madurez social del individuo. Por lo tanto, su actividad va más dirigida a la persona individual.” (Merino, 1997:128).

“La figura del educador social para mí es esa figura que puede acompañar más desde lo emocional (…) para mí es prescindible en un Casal por qué, porque llega a aquello que no llegan los otros (…) yo, con muchos años de experiencia puedo acompañar de una manera, pero evidentemente no tengo esa formación que tiene un educador social, tampoco la experiencia. Entonces, quien acaba haciendo el buen acompañamiento a algo que yo igual he iniciado, el educador social, porque yo soy monitora de “lleure” [tiempo libre] y llegó hasta donde llego (…) Para complementar ese trabajo que yo he podido hacer que es vincular a un joven a un espacio musical, necesito que el educador social lo empodere, lo acompañe, le haga ver la realidad, que aunque yo quiera, ojala, llegáramos a todo, pero aunque yo quiera no le puedo dar respuesta” (Vanessa, 2018:22).

4. Conclusiones

A partir de esta construcción histórica, hemos visto como el KJR ha sido un punto de encuentro para los y las jóvenes del barrio, y les ha dado la oportunidad de organizarse, participar socialmente, crear, debatir, gestionar… en definitiva de apropiarse de su vida y ser los y las protagonistas de su realidad. En este sentido, también ha sido una escuela de participación, pues ha ofrecido herramientas para entender la realidad político-social y cultural.

La ejecución y elaboración del trabajo de final del Grado de Educación Social, ha sido una experiencia de por sí, socioeducativa tanto para las personas que han participado en la investigación, pues se ha podido generar un espacio de reflexión en la distancia de los aprendizajes, prácticas, experiencias, actividades, objetivos… en general, sobre el proceso vivido en el KJR. Así como, para la investigadora que ha podido indagar en un ámbito (el histórico) desconocido para ella, también ha servido para hacernos conscientes de las experiencias vividas en el KJR y todo lo que ha supuesto esta etapa en nuestras vidas.

“El plantear todo esto hace (…) que también vaya aprendiendo porque no hay nada absoluto en lo social, constantemente tenemos que formar, reformar, como lo queramos llamar, y caminar” (Vanessa, 2018:23).

Respecto a lo que aquí nos incumbe, la reflexión en torno al papel de la Educación Social en la construcción del asociacionismo juvenil en el barrio de Roquetes, hemos podido llegar a varias conclusiones:

  • El movimiento juvenil de Roquetes, y en general los movimientos y organizaciones juveniles, han aportado un conocimiento pedagógico y estratégico a la Educación Social a través de sus ideales y objetivos, como el tiempo libre educativo, la participación democrática, el respeto y la cooperación, la sensibilización y movilización hacia problemas sociales, la adquisición de responsabilidades, etc. Así, las primeras inquietudes del grupo de jóvenes de la JOC por ofrecer una alternativa de tiempo libre y ocio a los y las jóvenes del barrio, es una experiencia que aporta conocimiento estratégico para la práctica de la Educación Social, pues parte de la idea de la transformación social e individual. Estas prácticas socioeducativas son precursoras de la figura profesional del educador/a social, “Las agrupaciones juveniles han generado intuitivamente prácticas socioeducativas que años más tarde cobrarían plena vigencia, han proporcionado la primera formación algunos educadores y han forjado procesos de sensibilización social.” (Tejedor, 2008:86)
  • La Educación Social ha evolucionado a lo largo de los años, es decir, como bien se ha comentado en apartados anteriores, a partido de los conocimientos de la Educación de Adultos, la Educación Especializada y la ASC. Esta última, forma parte de la Educación Social como metodología participativa y herramienta transversal en la intervención grupal, por ello se ha integrado como una asignatura obligatoria en muchos centros universitarios (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación [ANECA], 2004), como también la Educación de Adultos. A lo largo de la historia del KJR se ha contratado a profesionales de la ASC, en esos primeros momentos en los que la Educación Social aún no estaba establecida como formación universitaria. En este sentido, han existido educadores sociales desde los tiempos antiguos “Recuérdense, por ejemplo, los egipcios con sus obras a «los hijos» y a «los gobernantes», o la reacción en Grecia que, frente a las tendencias individualistas, desarrolla una pedagogía socialista con Platón y Aristóteles como máximos representantes.” (Merino, 1997:132). En Roquetes, podríamos hablar del padre Thío como uno de los primeros educadores sociales.
  • A partir de 1982, la municipalización de los equipamientos públicos supuso una visión paternalista y direccionalista. Sin embargo, la importancia de las ideologías y personalidades de los y las profesionales de aquellos momentos en el KJR, serían un mecanismo para lograr la formación de una asociación juvenil que pudiera gestionar aquel equipamiento público. Es decir, las ideologías y personalidad de los y las educadoras sociales tiene un impacto en las personas con las que trabajamos, pudiendo generar procesos de autogestión o por el contrario trabajar desde una perspectiva asistencialista y paternalista.
  • La Educación Social ha facilitado diversos procesos de organización y participación social, pues una de sus funciones es la “Generación de redes sociales, contextos, procesos y recursos educativos y sociales” (ASEDES y CGCEES, 2007:40). Asimismo, ha ofrecido herramientas de carácter formativo, educativo o personales para afrontar la realidad social de los y las jóvenes.
  • El KJR, ha evolucionado respecto a las figuras profesionales que han trabajado en él, desde la gestión del voluntariado o activismo de algunos jóvenes hasta la implementación de la figura del educador/a social, con el objetivo de trabajar sobre los procesos socioeducativos. En este caso, se ha contemplado la necesidad de establecer este perfil profesional, por las circunstancias que se han dado a lo largo de los años. Esto no quiere decir, que la figura del educador/a social sea la figura hegemónica de un Casal de Jóvenes. En el KJR encontramos diferentes perfiles profesionales lo que enriquece los puntos de vista y las metodologías de trabajo. No obstante, el educador/a social por su formación o experiencia, puede tener más facilidad a la hora de realizar unas funciones concretas en relación con la participación y la transformación individual y colectiva.
  • El educador/a social está formado en todas aquellas labores que demanda un equipamiento sociocultural y comunitario, pues como Dapía (2014:167) indica “El educador/a social es un profesional del ámbito socioeducativo que pretende el desarrollo personal y sociocultural, la promoción, la integración y la participación de los sujetos en/con la comunidad.”. La ASC es una herramienta metodológica que usa para la consecución de sus objetivos, sin desvalorizar la figura profesional del animador/a sociocultural (Soler, 1995). Estas se pueden complementar enriqueciéndose mutuamente, pues cada una aporta unos conocimientos y experiencias diferentes.

Anexos

1.- Historia del Casal de Joves de Roquetes en el proyecto de dinamización de 1985 – 1987

2.- Contrato de Arrendamiento (1982)

Ilustración 8: Contrato de arrendamiento del local en la calle Vidal y Guash (1982). Fuente: Archivo documental Kasal de Joves de Roquetes.

3.- Historia del Casal escrita en 1981

Ilustración 9: Historia del Casal escrita por un o una participante (1981). Fuente: Archivo documental Kasal de Joves de Roquetes.

4.- Barcelona inicia la gestión de sus equipamientos juveniles

Ilustración 10: Artículo de diario sobre la gestión de los equipamientos juveniles (1993). Fuente: El Periódico.

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Toni. (2018) Entrevista realizada por correo electrónico para el TFG Arévalo, J. (2018). El papel de la educación social en la construcción del asociacionismo juvenil en el barrio de Roquetes, Barcelona. Que consta en el siguiente [Enlace]

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Vanessa. (2018). Entrevista que consta en el Anexo 9.4 apartado A-7 del TFG Arévalo, J. (2018). El papel de la educación social en la construcción del asociacionismo juvenil en el barrio de Roquetes, Barcelona.

Para contactar

Judith Arévalo. Email: jappingbcn@gmail.com

[1] Traducción hecha por la autora, texto original en catalán.

[2] Traducción hecha por la autora, texto original en catalán.

[3] Traducción hecha por la autora, texto original en catalán.

[4] Traducción hecha por la autora, texto original en catalán.

[5] Para ampliar información véase el reportaje realizado por Barcelona Televisión en 2015, en el que podemos ver a Santi Thió relatando la experiencia de la “urbanización en domingo”. Se puede ver en el siguiente [Enlace]

Por otro lado, Ricardo Figueras junto a Televisió de Catalunya produjo en 2010 la miniserie “La Mari” donde podemos contemplar las venturas y desventuras de una mujer andaluza que llega a Barcelona. Inspirada en el barrio de Roquetes-Verdum. Se puede ver en el siguiente [Enlace]

[6] Para ampliar información véase el documental “Casitas de papel”: Historia del barrio de Verdum – 9 Barris donde María Antonia Canals explica su experiencia en la construcción de la escuela Ton i Guida, en el siguiente [Enlace]

[7] Primeramente, es necesario recalcar que el reconocimiento de la juventud, como tal en España se ha ido modificando a lo largo de los años. Como comenta Arnaldo, “joven no eras de 14 a 25 porque cuando venias de la mili ya no eras joven, ya eras un yayo” (Arnaldo, 2018:40). De esta manera, se ha ido modificando el estatus de joven al largo de los años, actualmente la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura [UNESCO] (2017) encuadra a la juventud entre los 15 y 24 años, sin embargo, como bien indican “ser joven” es una experiencia que varía y cambia según la región y cultura

[8] Para ampliar información sobre la historia de la parroquia de Santa María Magdalena, Barcelona Televisión realizó un pequeño reportaje conmemorando los 50 años de su fundación. Véase [Enlace]

[9] Ver anexo: 1.- Historia del Casal de Joves de Roquetes en el proyecto de dinamización de 1985 – 1987.

[10] Ver anexo: 2.- Contrato de Arrendamiento (1982)

[11] Ver anexo: 3.- Historia del Casal escrita en 1981

[12] Traducción hecha por la autora, texto original en catalán.

[13] Traducción hecha por la autora, texto original en catalán.

[14] Ver Anexo: 4.- Barcelona inicia la gestión de sus equipamientos juveniles

[15] Traducción hecha por la autora, texto original en catalán.

[16] Traducción hecha por la autora, texto original en catalán.

[17] Traducción hecha por la autora, texto original en catalán.

Fecha de recepción del artículo: 13/11/2018
Fecha de aceptación del artículo: 20/02/2020