María Cristina Quintas Cid. Educadora Social
El Programa Intensivo para Jóvenes (Jugend-Intensiv-Programm) es un recurso pionero del Servicio de Menores de Vorarlberg (Austria) para la intervención psicosocioeducativa de menores entre 14 y 18 años, que se encuentran en una situación de inadaptación o exclusión social, con la finalidad de cambiar su situación. Este programa es llevado a cabo a través del Instituto de Servicios Sociales (IFS-Institut für Sozialdienste) que cuenta con una directora del programa, dos psicoterapeutas y seis educadores/as sociales.
El programa realiza seis proyectos anuales de 23 semanas de duración cada uno de ellos. En cada proyecto participa un/a educador/a social y dos menores. La intervención psicosocioeducativa se lleva a cabo mediante la terapia sistémica en el que se requiere una participación activa de la familia del menor; la pedagogía experiencial o vivencial (Erlebnispädagogik) y la psicología de la Gestalt.
El presente artículo pretende dar a conocer el Programa Intensivo para Jóvenes, que ha sido pionero en el campo de la pedagogía experiencial en Austria e imitado posteriormente en iniciativas pedagógicas similares (Tirol y Salzburgo).
Desde el año 1997, en el que se llevó a cabo el primer programa piloto, el Programa Intensivo para Jóvenes ha intervenido en más de 200 jóvenes y sus familias. Se realizan 6 proyectos por año con un total de 12 menores que se encuentran en situaciones de inadaptación social.
“El individuo inadaptado es aquel que no acepta las reglas de convivencia normales en la sociedad de forma continuada y evidente, adoptando posiciones que perjudican la convivencia con otros individuos y que pueden resultar peligrosas tanto para la sociedad como para el propio individuo” (González y Morales, 1996. p. 33).
Es un programa de presupuesto elevado, alrededor de 24.000 euros por menor, pero la valoración obtenida es positiva. Se han hecho estudios a posteriori para evaluar la intervención del programa cuyos resultados muestran que, entre un 75 y 80 por ciento de los/as menores han alcanzado sus objetivos y cambiado su comportamiento tras la participación en el programa. Un tercio de los/as menores no necesitan ningún tipo de intervención psicoeducativa tras su paso por el programa. (Gasser, 2007).
El marco teórico que fundamenta este programa se sustenta en tres pilares: la terapia sistémica, la pedagogía vivencial o experiencial y la psicología de la Gestalt.
La terapia sistémica, cuyos principales representantes son Haley, Hoffman, Madanes y Minuchin entre otros, tendría en común los siguientes postulados:
Las fuentes de la pedagogía experiencial se encuentra en la filosofía, psicología y pedagogía. El padre de esta pedagogía es Kurt Hahn, pedagogo y humanista alemán, que vivió entre 1886 y 1974. Las características principales de su concepto pedagógico son:
Finalmente la intervención psicosocioeducativa de este programa se apoya en la psicología de la Gestalt.
“El movimiento Gestalt, nació en Alemania bajo la autoría de los investigadores Wertheimer, Koffka y Köhler, durante las primeras décadas del siglo XX. Estos autores consideran la percepción como el proceso fundamental de la actividad mental, y suponen que las demás actividades psicológicas como el aprendizaje, la memoria, el pensamiento, entre otros, dependen del adecuado funcionamiento del proceso de organización perceptual”. (Oviedo, 2004: 89)
En las intervenciones psicosocioeducativas basadas en la psicología de la Gestalt, no se trabaja con el contenido, sino con el proceso, con la secuencia de hacer, retirarse del contacto y sus interrupciones en el aquí y ahora de la situación real en curso. El significado creativo de la situación, no es lo que se piensa por anticipado, sino lo que surge al traer al primer plano las situaciones inacabadas, cualesquiera que sean y al descubrir e inventar su pertinencia en la situación presente. (Vázquez Bandín, 2003).
El programa Intensivo para Jóvenes es una medida del servicio de menores que se lleva a cabo desde 1997 a través del Instituto de Servicios Sociales (IFS – Institut für Sozialdienste) situado en Vorarlberg, una región del oeste de Austria.
Este programa va dirigido a jóvenes de ambos sexos entre 14 y 18 años que se encuentran en una situación de inadaptación social, abuso de alcohol y/o drogas (sin llegar a presentar una dependencia), o presentan abandono de sus estudios o trabajo. Los requisitos para participar son:
El programa se lleva a cabo mediante un proyecto de 23 semanas de duración en el que el/la educador/a social acompañará a los/as dos menores durante tres fases diferenciadas: una fase de preparación (3 semanas), una estancia en un país extranjero en un campamento educativo (10 semanas) y una última fase de reorientación (10 semanas). (Gasser, 2007).
Fase de preparación
El servicio de menores facilita al/la educador/a social la información relevante del/la menor para el programa. A continuación, el/la educador/a social conoce a los/as jóvenes y se establecen los objetivos comunes y particulares a alcanzar en este proyecto. Será realizado un diagnóstico socioeducativo así como una valoración médica y psicológica o psiquiátrica confirmando la idoneidad de los/las jóvenes para el programa. Al mismo tiempo tanto el/la educador/a social como los dos psicoterapeutas comienzan el trabajo psicosocioeducativo con la familia de los menores.
Fase en el extranjero en un campamento educativo
La estancia en el campo educativo en un país extranjero (en la actualidad Marruecos, Portugal e India) comienza con una ruta de senderismo durante 3 semanas aproximadamente. Durante las 7 semanas siguientes trabajan en un campamento educativo a través del cual los/as menores obtienen una rutina diaria, reflexionan sobre su comportamiento en el desarrollo de este trabajo, adquieren una estructura, desarrollan nuevas habilidades y realizan los cambios necesarios para alcanzar sus objetivos.
Al regresar a Austria, los/as menores, el/la educador/a social y los dos psicoterapeutas permanecen durante dos días en un centro con sus respectivas familias. Durante estos días los/as menores contarán su experiencia y se sientan las bases de los cambios que desean realizar tanto los padres como los/as menores en sus respectivos hogares.
Fase de reorientación
En esta fase se produce la reintegración familiar o el/la menor es trasladado con el acuerdo de todos los implicados a un piso tutelado o familia de acogida. Es en este período en el que el/la menor acompañado/a por el/la educador/a social realiza los cambios para alcanzar sus objetivos, se reintegra en su familia o se busca otra alternativa que puede ser un piso tutelado o familia de acogida. (Gasser, 2007)
Este proyecto se basa en la intervención multidisciplinar realizada por un lado, por dos psicoterapeutas cuya intervención responde a la terapia sistémica y la terapia de la Gestalt y por otro lado, del/la educador/a social cuyo trabajo se basará en la pedagogía experiencial y las técnicas de intervención de la psicología de la Gestalt.
Los/as menores son agentes activos en este programa. Ellos/as y sus familias deben tomar conciencia de lo que les ocurre y se provoque buscar la solución más adecuada atendiendo a sus circunstancias. Ellos/as son los agentes de sus propios cambios. La metodología es flexible y se adapta a las necesidades de los/as menores y su sistema.
Este programa pertenece al área de Educación Social del Instituto de Servicios Sociales (IFS) y tiene una directora de programa como máxima responsable y coordinadora de los seis proyectos anuales. En el programa trabajan además dos terapeutas que intervienen cada uno de ellos con una familia de los menores participantes en cada una de las fases del programa, pero sobre todo durante la fase de estancia en el extranjero del menor. Atendiendo a los principios de la terapia sistémica, los terapeutas intentan modificar las relaciones familiares para evitar que la conducta desadaptativa del/la menor continúe. Finalmente el equipo se completa con un/a educador/a social para cada uno de los seis proyectos que se realizan anualmente.
El hecho de que se realice un proyecto cada seis meses hace que suelan coincidir tres proyectos en el tiempo en diferentes fases de desarrollo. Hay una reunión de equipo cada dos semanas en las que se tratan los temas que afectan a los tres proyectos en curso y en las que participan todos los miembros del equipo implicados en los proyectos.
La labor del/la educador/a social en este proyecto es el nexo de unión entre el menor, su familia y el equipo del programa. La estructura general del programa requiere una flexibilidad muy alta tanto a nivel personal como pedagógico por parte del educador/a social. Esta estructura demanda, especialmente durante la fase de estancia en el extranjero, un trabajo caracterizado por la responsabilidad y la independencia. El concepto de trabajo está unido a una intervención sistémica (mencionada anteriormente) y por ello la familia y amigos/as de los/as menores participarán en el proyecto con el fin de alcanzar los objetivos planteados. Finalmente, una parte importante del trabajo son los contactos con el Servicio de Menores, la escuela o empleador del menor y otras instituciones que cooperan de forma sincronizada para garantizar un trabajo coordinado. El/la educador/a social coordina los agentes implicados en este sistema.
V. tiene 14 años y decide participar el programa intensivo para jóvenes porque se encuentra en un estado de miedo crónico. Ha asistido a psicoterapia y ha recibido tratamiento psiquiátrico pero en el último año la situación ha empeorado y en la actualidad no puede asistir a clases porque el miedo la paraliza. Al abandonar el hogar familiar necesita estar siempre acompañada y su miedo sólo desaparece al estar en casa, preferentemente acompañada por un familiar.
En la fase de preparación se establecen los contactos con el Servicio de Menores que ve una necesidad en la intervención con la menor debido a su ausencia continuada (de ya tres meses) a las clases en el instituto. Las pruebas psicológicas y psiquiátricas determinaron que V. era adecuada para el programa y la familia accedió a su participación. Asimismo, la menor manifiesta su deseo de participar en él. El hecho de abandonar su hogar familiar sin estar acompañada por un familiar o persona de su entorno y volar por primera vez ya se considera un paso muy importante debido a su estado constante de miedo. Este fue el primer reto al que se enfrentó la menor lo que ocasionó varias crisis emocionales.
El objetivo principal a alcanzar es que V. retome sus clases, asista al instituto regularmente y lo haga sola.
La fase en el extranjero se realizó en un campamento educativo en Portugal. Durante estas 10 semanas la menor estará acompañada por otra joven de 16 años, una educadora social y en menor medida por la responsable del campamento educativo portugués. El trabajo educativo se basa en los principios de la pedagogía experiencial y la Gestalt.
Se realizó una ruta de senderismo durante una semana que se tuvo que interrumpir por un temporal. La educadora y las menores tienen que planear la ruta, organizar las comidas y montar la tienda de campaña. Mediante este reparto de tareas se fomenta la cooperación y la responsabilidad. Durante este período se crea un equipo que es una de las bases de la pedagogía experiencial.
El campamento educativo está bastante aislado y el pueblo más cercano está a 30 minutos caminando lo cual deja como marco pedagógico a la naturaleza, un nuevo entorno totalmente desconocido. Durante su estancia no se permite el uso de móviles y la comunicación con su familia y amigos tiene que ser por carta.
El trabajo realizado en este campamento es el cuidado de animales: perros, caballos y cobayas. Las menores son responsables de su cuidado y alimentación. Se establece una rutina diaria con el fin de que las menores adquieran una estructura, se reparten las tareas y se realizan sesiones de reflexión del trabajo realizado, y en caso de no realizarse, evaluar las consecuencias de ello en los animales.
La menor estuvo en un principio siempre acompañada por la educadora social debido al estado de miedo constante en el que se encontraba para posteriormente tras las tres primeras semanas recibir pequeños encargos que tenía que realizar de forma independiente. Uno de sus primeros logros fue pasear sola al perro durante 30 minutos. El adquirir una responsabilidad y sentirse acompañada por los animales hizo que pudiese realizar en las últimas semanas sus tareas totalmente sola.
Al mismo tiempo se intentó averiguar el origen de su estado de miedo y en que situaciones se incrementa. Para ello se realiza el trabajo biográfico que se apoya en la psicología de la Gestalt. Un símbolo es un objeto que representa algo diferente, por ejemplo una piedra representa a una persona. Los símbolos posibilitan actividades y con ello procesos que en el día a día no tienen lugar. Mediante el trabajo de la propia biografía las personas representan la historia de su vida de un modo gestáltico lo que les lleva a reflexionar de forma consciente sobre ella (Hufenus y Kreszmeier, 2000). Una técnica usada fue Cosmos en la cual la menor tiene que representar mediante símbolos su situación actual. En medio del cosmos tiene que buscar un símbolo que la representa a ella. Para ello tiene que reflexionar sobre cómo se encuentra en este momento, que es importante para ella y como puede representarlo. Una vez hecho esto puede representar libremente su “cosmos” que puede ser su familia, amigos, su instituto o lo que ella considere oportuno. El hecho de no tener que usar palabras hizo que se mostrase más receptiva hacia su trabajo biográfico.
El dibujo y la expresión a través del papel fue uno de los recursos que más utilizó durante su estancia en Portugal. Escribió un diario personal y su correspondencia con su familia y amigos/as fue semanal. Otro de los recursos utilizados fue la fotografía, ver sus imágenes a través de las semanas y como han ido evolucionando.
La fase de reorientación fue bastante complicada debido a su integración en el ámbito familiar. La menor consiguió ser independiente y acudió con regularidad sola a su centro educativo utilizando el transporte urbano de forma autónoma (que era el objetivo del programa). Estableció nuevas relaciones de amistad en el centro educativo, empezó a manifestar su deseo de compartir actividades de ocio con sus iguales de forma regular, pero se inició en el consumo de alcohol y tabaco e incluso marihuana lo que provocó muchos conflictos en el seno familiar.
El Programa I
ntensivo para Jóvenes es un programa innovador con una trayectoria de casi 20 años, en los que sufrió muchas modificaciones, tanto a nivel de recursos humanos (ha habido dos directoras de programa), los psicoterapeutas que siempre han sido dos, también han cambiado. Pero, sobre todo los/as educadores/as, suelen participar en dos proyectos aunque ha habido educadores/as que han realizado seis proyectos. Los destinos fueron en un principio Rumanía, Polonia y Turquía y España. Los tipos de los proyectos educativos realizados en el extranjero varían también. Algunos proyectos son de desarrollo comunitario, otros son de carácter agrícola.
El programa es un reto profesional para el/la educador/a social, sobre todo en la fase intermedia de estancia en el extranjero, puesto que es un trabajo socioeducativo de 24 horas en el que el/la profesional se tiene que enfrentar a nuevas situaciones y crisis. A su disposición tiene los recursos que la naturaleza brinda y el contacto con el equipo que es semanal y telefónico. En estas llamadas se informa de lo acontecido durante la semana y se intercambian las informaciones referentes a los/as jóvenes y sus familias.
Ha sido en el año 2015 cuando el programa se ha enfrentado a la mayor reforma; el programa en sí desaparece y se fusiona con otro programa de atención a jóvenes del Instituto para Servicios Sociales (IFS) llamado Flex que se ocupa de la atención sociopedagógica de forma flexible e intensiva.
El equipo multidisciplinar permanece y los/as educadores/as sociales intervienen de forma continuada e intensiva en un/a menor entre 14 y 18 años. El programa sigue contando con dos psicoterapeutas que intervienen en las familias de los/as menores. En este nuevo programa se asume la estructura del Programa Intensivo para Jóvenes pero siendo modificada, sobre todo la fase de estancia en el extranjero. Esta fase ya no se realiza en un país extranjero sino que se lleva a cabo en Austria en casos puntuales y de corta duración. La intervención en el/la menor no está limitada en el tiempo, sino que está condicionada a las necesidades del/la menor. Una vez se alcanzan los objetivos fijados se finaliza la intervención.
FISCHER, T., ZIEGENSPECK, J. (2008). Erlebnispädagogik: Grundlagen des Erfahrungslernens. Erfahrungslernen in der Kontinuität der historischen Erziehungsbewegung: Julius Kinkhardt.
GASSER, M. (2007). 1000 Meilen gegen den Strom: Neue Wege im Umgang mit Jugendlichen und deren Eltern in chronifizierten Krisen: Gebundene Ausgabe.
GONZÁLEZ, E. y MORALES, J. (1996). Análisis del Desamparo y Conflicto Social. En E. Morales (Ed.), Menores en Desamparo y Conflicto Social. Madrid: CCS.
HECKMEIER, B., MICHL, W. (1993). Erleben und Lernen – Einstieg in die Erlebnispädagogik: Luchterhand.
HUFENUS, H., KRESZMEIER, A. (2000). Wagnisse des Lernens Taschenbusch: Paul Haupt
MADANES, C. (1981). Strategic family therapy. San Francisco: Jossey-Bass.
MARTÍNEZ TÁBOAS, A. (1986). Terapia sistémica de familia: evaluación crítica de algunos postulados. Revista Latinoamericana de Psicología, 18(1), 43-56. Colombia: Fundación Universitaria Konrad Lorenz
OVIEDO, G. L. (2004). La definición del concepto de percepción en psicología con base en la teoría Gestalt. Revista de estudios sociales, (18), 89-96.
VÁZQUEZ BANDÍN, C. (2003). Apuntes sobre terapia Gestalt. Revista Figura-fondo, (13) 69-76. México: Instituto de Psicoterapia Gestalt.
María Cristina Quintas Cid. Dirección: 718 Old San Francisco Road # 352. CA-94086 Sunnyvale (Estados Unidos) Teléfono: +16692462548 E-mail: cqcquintas@gmail.com