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Presentación

Autoría:

Carlos Sánchez-Valverde Visus. Educador Social. Vocal Junta de Gobierno del Col·legi d’Educadores i Educadors Socials de Catalunya (CEESC)

La mediación como manifestación de la  “nueva cultura”

Los nuevos retos que se presentan en este comienzo de siglo pasan ineludiblemente por una renovación democrática que construya una nueva cultura, una nueva manera de hacer y de entender la política y lo social. Hemos de transitar desde la concepción selectiva, reactiva y asistencial actual, hacia otra articulación en la que las personas y sus organizaciones recuperen el protagonismo en la formulación y en la solución de sus necesidades, desde la participación. Un sistema en el que nadie interprete, ni siquiera patriarcalmente, lo que el otro necesita sino que facilite el acceso a su consecución, no como una concesión tecnocrática, sino como ejercicio de un derecho de ciudadanía inalienable.

Ese debe ser el signo de los nuevos tiempos: devolver a los ciudadanos la palabra y la capacidad de decidir sobre qué es lo que quieren, en un sistema de democracia más directa y participativa, menos diferida y representativa, así como la capacidad de resolver, en su caso, los conflictos que en ella se generan.

En esta dirección, hemos de avanzar hacia  la “desmercantilización” de muchas de las medidas sociales que ahora están en vigor (Hasta ahora relacionadas con la presencia o no de las personas en el mercado de trabajo y la facilitación de su acceso al mismo), hacia un nuevo modelo en el que la acción social se base en la garantía de la autonomía y en el respeto de los derechos individuales de ciudadanía. Entendamos como propuestas de ese nuevo modelo, planteamientos tan innovadores como la de la “Renta Básica Universal”, sobre los que deberemos tener una opinión, que conceden a los educadores y educadoras sociales, como agentes privilegiados, un claro contenido protagonista al accionar para tratar de estimular los procesos derivados de adquisición de recursos “de autonomía” individuales, grupales y sociales.

El papel de la mediación y de los mediadores (Y de los educadores sociales como primeros agente activos de esa función) en ese nuevo espacio comunicativo es primordial, porque la mediación encarna los valores de esa nueva cultura: protagonismo de los actores, intervención centrada en el proceso, actitudes empáticas, búsqueda del consenso… en un contexto relacional y social que se sabe investido por “el conflicto”.

Una cultura basada en la construcción colectiva del saber, en la que todas las opiniones son válidas y aportan… Una cultura de “código abierto”, participativa, sin apropiaciones de los resultados… Y en la que las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías son impresionantes, como vehículos comunicativos que posibilitan la participación.

Esperamos que este segundo número de RES, que ya sabemos “se ha hecho tardar”, sirva para dar una primera visión, que no quiere ser definitiva, de ese emergente mundo de la mediación y que os sirva a todas y a todos para visualizar algunas de las relaciones que tiene con la educación social.