Col•legi d’Educadores i Educadors Socials de Catalunya (CEESC)
El pasado sábado 15 de mayo, tuvo lugar el acto de homenaje a Toni Julià en la Escuela Bàrkeno de Barcelona, el edificio donde se ubicaba el Asilo del Port. Se trata de un edificio simbólico puesto que durante los años 70 Toni lideró el proceso para cerrar este y otros asilos y crear los colectivos infantiles.
Nos reunimos un centenar de personas, entre familiares, amigos, compañeros de profesión y antiguos alumnos, con el objetivo de agradecerle su amistad, compañía y de reconocerle valiosas aportaciones. En el ámbito profesional, las reflexiones de y desde la práctica educativa, la estructuración del colectivo profesional y la formación de los educadores especializados y sociales fueron estrategias clave en las cuales tuvo un papel muy relevante y referente; sus aportaciones permitieron un avance significativo en la figura del educador social entre nosotros y a nivel internacional.
El acto de homenaje quiso, también, hacer un recorrido histórico por su vida, especialmente en las vertientes profesional y asociativa. Así, en un primer espacio, una vitrina con materiales inéditos, publicaciones y correspondencia institucional, nos presentaba la figura de Toni. En el gimnasio de la Escuela Bàrkeno, el visitante podía hacer un recorrido por su vida profesional, a través de tres paneles diferentes que ilustraban tres de sus facetas más importantes: el proyecto de desmantelamiento de los asilos convertidos en colectivos infantiles; su tarea en el asociacionismo autonómico, estatal e internacional que fue muy importante en la construcción del colectivo profesional, y su faceta como maestro de educadores y supervisor de equipos. En este tercer panel se daban cuatro pinceladas sobre la creación de las escuelas de educadores especializados en Barcelona y en Girona, y sobre su importante tarea como supervisor de equipos de educadores.
Así mismo, se pudo ver y escuchar la entrevista sobre supervisión que el año 2004 le concedió a Enric Lletjós, y un pase de fotografías, con música francesa de fondo, hacía un recorrido por su vida.
Hacia las 12 del mediodía, los asistentes nos reunimos en el patio de la Escuela Bàrkeno para dar palabra a todas las personas que quisieron rendir su homenaje personal y su testimonio a en Toni. Así pudimos sentir a sus amigos, compañeros y antiguos alumnos explicar anécdotas, agradecerle el trabajo y compartir con el resto de asistentes sus vivencias de Toni. También se pudieron leer los textos que habían llegado al CEESC desde diferentes lugares del mundo, de aquellas personas que no pudieron ser presentes en el mismo, pero que no querían dejar pasar la oportunidad de hacer constar su recuerdo.
Para finalizar acto, se sirvió un piscolabis y brindamos por Toni, “con vino rosado”, como a él le hubiera gustado.
