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Conversaciones con Toni Julià

Autoría:

Iñaki Rodríguez Cueto. Miembro del Colegio de Educadores/as Sociales del País Vasco. Técnico Educador en el Departamento de Cultura del Ayuntamiento de Barakaldo.

Artículo preparado para su descarga en pdf 

Si algo ha distinguido mi relación con Toni ha sido, sin duda alguna, el placer que sentíamos por conversar plácidamente sobre las cuestiones que afectaban, dependiendo de los momentos, a la situación de la Educación Social y del educador/a social en particular.

Entonces no lo sabíamos, pero, sin darnos cuenta, estábamos abriendo caminos y sentando algunas de las bases que hoy en día se manejan entre los educadores/as. Desde la sencillez y sin ánimo de grandes logros, nos dábamos cuenta de la necesidad de unificar criterios, de acortar la distancia entre la práctica y la teoría y de tener en cuenta la calidad y la reflexión ética en nuestras intervenciones.

Despedida de ToniBien a través de e-mail, bien aprovechando los encuentros, nuestras conversaciones giraban en torno a los temas candentes del momento; pero, además y mucho más importante, disfrutábamos de la charla y de los pequeños detalles cotidianos: tomando vinos por la calle Franco, en Santiago de Compostela, con Pepín, aprovechando un descanso del Congreso Estatal; dando un paseo matutino en una playa, cerca de Cádiz, donde fuimos a hablar sobre Deontología Profesional o cenando en un restaurante cerca de la catedral, aquí en Barcelona o comiendo en Brescia (Italia), en un Congreso Internacional de Educadores/as Sociales, donde se decidió cambiar el nombre de dicha Asociación, pasándose a denominar “Asociación Internacional de Educadores/as Sociales”, abandonando, definitivamente, aquella otra de “Asociación Internacional de Educadores de Jóvenes Inadaptados”.

Momentos de vida, tiempos de pensar, de ilusionarse con proyectos, de dar el paso para participar más activamente en la Asociación Internacional, tiempos de coherencia y de la construcción de una profesión.

Despedida de ToniBien, Toni, objetivos conseguidos. Ahora llega el tiempo del descanso. El camino está abierto. Otros compañeros/as lo continuaremos, queda mucho por hacer, pensar y escribir. Esta historia merece la pena.

Ha sido un lujo, un regalo, contar con la amistad de Toni y su memoria perdurará siempre, depende de nosotros no perderla y me gustaría transmitiros el sentimiento de gratitud hacia él. No cabe duda de que si estamos donde estamos se debe a personas que, como él, supieron ofrecer lo mejor de sí mismos por esta profesión.

Bilbao, 15 de mayo de 2010