Estamos asistiendo a un fenómeno de gran interés y trascendencia futura: La aparición y configuración de los Colegios Profesionales de Educadores Sociales. Personas que vienen de diferentes itinerarios (Animadores, educadores especializados, educadores de adultos…), de diversas formaciones (Diplomados y no diplomados) y de campos de experiencias muy diversas, intentan, en medio de la aparente heterogeneidad y dificultad que conlleva, organizarse, definir la profesión, mejorar su acción, dotarse de un código ético… Todo apunta a una utopía de difícil materialización. Una apuesta arriesgada, un reto de enorme trascendencia…, pero al mismo tiempo vemos que este esfuerzo va consolidándose. Podemos hablar de la existencia de Colegios Profesionales de Educadores Sociales. Este número monográfico intenta analizar este nuevo fenómeno asociativo y lo hace con los propios protagonistas. Al abrir estas páginas intuiremos deseos aún insatisfechos, aspiraciones, procesos en marcha, realidades y logros manifiestos. El latir de entidades y personas en su empeño y necesidad. Estas entidades son conscientes de la expectación que están causando y que muchos ojos miran este proceso, lo que acrecienta su esfuerzo, anhelo y responsabilidad, pero cuentan con una base muy importante: los educadores, personas acostumbradas a la dura realidad de su acción. Una apuesta, un reto, una realidad… a quien hemos querido dedicar este primer número de esta nueva Revista de Educación Social.