Diego Gallardo, maestro del CEE L’Esperança. Maria Torres, educadora de educación especial del CEE L’Esperança.
Uno de los objetivos principales en nuestra escuela es que nuestros alumnos consigan el máximo de autonomía posible en los diferentes ámbitos de desarrollo, ya sea en el entorno escolar, familiar o social.
Durante el curso se trabajan, junto con las familias, diferentes actividades que les facilitarán la adaptación y su transición a la vida adulta.
La sociedad es un hecho y la necesidad de interactuar, una circunstancia a tener muy presente. Por lo tanto, la relación social de las escuelas de educación especial hacia el entorno no es fruto de una tendencia frívola, sino que es el resultado de una convicción profunda y de la tenacidad de los profesionales de la educación especial, lo que se traduce en propuestas ambiciosas y se refleja en acciones cotidianas como ir a comprar, asistencia a actos públicos, hacer un uso normalizado de los servicios comunitarios, etc.
La escuela fomenta los valores de relación y cooperación con el entorno y, por lo tanto, debe saber gestionar y fomentar los comportamientos normalizados de sus alumnos.
Consideramos que la escuela de educación especial potencia la inclusión del individuo, de la identidad propia, desde el respeto y la aceptación de los valores que permiten la convivencia y la tolerancia.
Entendemos que la escuela debe saber articular los dos ámbitos, el escolar y el social, con la finalidad de que los conocimientos adquiridos en el centro educativo tengan una aplicación real para los chicos y chicas. Es por ello que a la hora de planificar las actividades de intercambio con el entorno hacemos una valoración previa, siguiendo criterios de viabilidad y efectividad:
Nuestro grupo-clase está formado por siete alumnos de entre 15 y 18 años, tres de los cuales no tienen comunicación oral y utilizan sistemas alternativos y aumentativos de comunicación (SAAC). Estos alumnos utilizan paneles de comunicación personalizados, formados por diversos pictogramas que se estructuran siguiendo una normativa de distribución temática, complementados con la elaboración diaria de las noticias más significativas mediante el programa BoardMaker. Hay que decir que uno de estos tres alumnos durante este curso ha comenzado a utilizar un comunicador electrónico con voz digitalizada y que, paralelamente a la utilización del comunicador y de los paneles, también se utiliza el lenguaje gestual y/o manual.
Partiendo de estos planteamientos y consideraciones previas en nuestra clase, siempre que es posible, planificamos actividades funcionales que nos permitan no sólo trabajar de manera interdisciplinaria las principales áreas del currículum, sino también que nuestros alumnos se puedan desarrollar con un gran grado de autonomía en los diferentes entornos y situaciones de la vida cotidiana, así como asumir el mayor número de habilidades. Con este tipo de actividades pretendemos que progresivamente vayan realizando más correctamente las diferentes tareas de la vida diaria o, por lo menos, que mejoren la ejecución, de manera que cada vez las vayan haciendo con menos ayuda y, a la vez, vayan tomando consciencia de la importancia que tiene el hecho de llevarlas a cabo de manera más autónoma.
Como que nuestros alumnos están en plena etapa adolescente y cada vez van mostrando más interés por su imagen personal, es decir por sentirse y mostrarse bien guapos y presumidos, este curso hemos pensado que sería interesante planificar la actividad de ir a las tiendas a comprar alguna pieza de ropa, zapatos, complementos, etc., que los alumnos hayan escogido para ellos.
Tal como hemos señalado, con esta actividad trabajamos de manera conjunta y globalizada las diferentes áreas:
Esta actividad también nos permite reforzar dentro del área de lengua la parte escrita y muy especialmente la expresión oral, ya que se trabaja continuamente a lo largo de toda la actividad. Hemos aprovechado la expresión artística (teatro) para reforzar la parte oral y a la vez practicar la resolución de conflictos escenificando posibles situaciones que se pueden dar en una tienda cuando vamos a comprar. (Por ejemplo: “Me gusta mucho este jersey pero no encuentro mi talla”, “a la hora de pagar me doy cuenta de que me faltarán tres euros”…). A menudo se pueden encontrar con estos tipos de situaciones que aparentemente pueden parecer de fácil resolución, pero que en aquel momento les pueden bloquear, si previamente no se han ido trabajando.
Este programa de interrelación social se lleva a cabo a fin de desarrollar las competencias básicas para gozar de una vida más autónoma e independiente, y consideramos que es un proyecto de trabajo muy motivador y enriquecedor que estamos trabajando junto con las familias que, en todo momento, han mostrado su predisposición a colaborar activamente en la planificación y el desarrollo del trabajo.
Finalmente diremos que la valoración global que hacemos del resultado del desarrollo del trabajo es muy positiva, ya que la respuesta de los chicos y chicas ha sido altamente satisfactoria y en todo momento han mostrado una muy buena predisposición y motivación en su realización; y es que para nuestros alumnos la consecución de estos aprendizajes y el hecho de disponer de unas buenas competencias sociales son los elementos indispensables para conseguir una plena y satisfactoria integración social y a la vez imprescindible en su transición a la vida adulta.