Merche Pérez. Educadora Social. Kalidoscopi. Asociación de profesionales del ocio especializado en personas con discapacidad.
El tiempo es un concepto fundamental en la vida del ser humano. Tiempo que el hombre ha dividido en trabajo y tiempo libre. Un tiempo para trabajar y un tiempo para descansar, pero últimamente uno de los aspectos que más ha preocupado al hombre es la ocupación de este tiempo libre, un tiempo que hemos de ocupar con actividades lúdicas para mejorar nuestra calidad de vida.
En una sociedad donde los conceptos como cultura y mercado de ocio nos resultan cotidianos, aparece el tiempo libre como un espacio de intervención educativa mediante actividades de recreo.
Este deseo de ocupar el tiempo libre se ha ido consolidando a partir de la creación de empresas y recursos del sector del ocio. Kalidoscopi, asociación de profesionales del tiempo libre que trabaja con personas con discapacidad y problemas de salud mental, nació como una empresa de servicios del sector del ocio dirigida a resolver los déficits de este colectivo.
El año 2000, y frente a la preocupación y la demanda de una óptima ocupación del tiempo libre del enfermo mental del Ayuntamiento de Sant Boi y la red pública de salud mental del municipio, Kalidoscopi presentó el programa “Espai de Trobada”, dirigido a los usuarios de la red de salud mental que tienen afectadas sus capacidades de relación interpersonal y social.
Así nació un programa que ayuda a vincular al enfermo mental con lo social a partir de la relación y la participación en el medio comunitario. Un programa gestionado por Kalidoscopi y subvencionado para su mantenimiento por el Ayuntamiento de Sant Boi.
El objetivo del programa es conseguir que la persona con alguna problemática de salud mental que asista al programa pueda conseguir construir un vínculo con lo social con una metodología basada en la participación en las actividades propuestas por el equipo educativo de Kalidoscopi y en el entorno comunitario que la sociedad les ofrece. Conseguir, al fin, un medio donde la persona pueda ocupar y regular el uso de su tiempo libre.
Conocer otros modelos de funcionamiento de un Club de tiempo libre y la red pública de asistencia en salud mental de Sant Boi, poder hablar con sus profesionales y hacer un cuestionario de detección de intereses y necesidades de sus usuarios, fue un trabajo previo de todos para elegir y poner en funcionamiento las actividades más adecuadas para este colectivo. Finalmente propusimos dos actividades: deporte y Club Social.
Durante dos años este programa de actividades ha sido dirigido por tres educadores. Dos educadores en el Club Social y un educador deportivo. Nuestro trabajo ha sido dinamizar y analizar los intereses del grupo, y de las personas en particular, con la intención de adecuar las actividades y optimizar las relaciones interpersonales. Las reuniones de coordinación con los profesionales de referencia y las administraciones han sido claves para el desarrollo del programa.
La derivación de los usuarios se hace a través de la red asistencial de salud mental de Sant Boi y otras poblaciones, también por alumnos de cursos formativos dirigidos a enfermos mentales organizados por el Ayuntamiento y por la difusión propia de la entidad (trípticos, charlas en los Centros de Día y la realización de las I Jornadas de Salud Mental y Tiempo Libre).
El funcionamiento del programa consiste en ofrecer a los usuarios que se pasan por nuestra oficina la posibilidad de realizar una o las dos actividades. Han de pagar una cuota mensual y reciben un carné de socio. Para las personas que no tienen recursos suficientes para pagarse la cuota de las actividades, el Ayuntamiento ha establecido un sistema de becas.
Club Social: un día a la semana el Club se reúne en un Casal del barrio, un lugar de encuentro para poder hablar, tomar un café y poder planificar la salida del fin de semana. Una planificación conjunta donde los educadores potencian la participación de los usuarios en la elección de la actividad, haciendo hincapié en la oferta de las actividades comunitarias que ofrece el municipio de Sant Boi.
El horario del fin de semana es variable en función de la actividad; cine, teatro, tomar un café, visita a un museo, excursión a la montaña… Todas diferentes en función de los deseos de los usuarios. A veces no llegamos a un acuerdo, entonces la persona opta por no asistir, o quizá el día de la excursión no se presenta nadie. Hemos de contar siempre con un margen de no-asistencia.
Deporte: la actividad deportiva siempre ha sido una actividad más reglada. Con un horario y unos lugares concretos, tiene una dinámica de ejercicios: (baloncesto y piscina), que ayuda a que el usuario pueda encontrar un lugar de relaciones más estable donde poder crear un vínculo con las otras personas.
El grado de motivación y la asistencia a las actividades, el aumento de la autonomía, la actitud y el comportamiento dentro del grupo, las altas y las bajas, los ingresos hospitalarios, la capacidad crítica para tomar decisiones en grupo, la implicación en las actividades, la utilización de los recursos comunitarios… estos son algunos de los ítems que el equipo educativo, conjuntamente con los profesionales de la red asistencial en Salud Mental, valora periódicamente a todos los usuarios.
En el transcurso de los dos años de funcionamiento del programa, hemos comprobado que el objetivo -que la persona establezca un vínculo en lo social- no es fácil de conseguir, dada las particularidades inherentes de la persona con enfermedad mental. El equipo educativo realiza una valoración crítica de su funcionamiento y resultados.
El punto sobre el cual basamos nuestra reflexión es que el enfermo mental busca una regulación de su vida. Esta regulación, inherente a todo ser humano, nos llega a través del trabajo, los amigos, la familia, es decir, a través de las relaciones que establecemos con los demás. Éste es el punto débil del enfermo mental, su dificultad para establecer relaciones y, por lo tanto, la regulación del funcionamiento de su vida.
Frente a esta falta, el Club Social no ha funcionado. Después de dos años de actividades -cine, teatro, excursiones, cenas, y bailes- hemos podido comprobar que el grupo se ha ido reduciendo hasta quedar sólo tres usuarios. ¿El motivo? Los más autónomos se han ido; unos a otras entidades de la población, y otros han encontrado un trabajo que ha regulado su vida. Estos ya no nos necesitan y nos alegramos, porque han conseguido que la persona establezca un vínculo, con otras personas y grupos comunitarios.
Pero otros nos han dejado por el camino, les ha faltado motivación o quizá nosotros no les hemos motivado suficientemente. Los tres que han quedado son los mayores, los que tienen más dificultades de relación y motivación.
Otros dejaron el Club Social, pero continúan realizando la actividad de deporte. ¿Por qué? La respuesta la hemos encontrado en la palabra “regulación”, de la cual tanto hemos hablado. El deporte es una actividad muy diferente a la del Club Social, donde no hay reglas de funcionamiento, y tiene dos aliados: un horario y una actividad regular: el baloncesto.
Los educadores del programa “Espai de Trobada” pensamos en la necesidad que las actividades que se ofrecen desde un espacio de tiempo libre a la persona que sufre una enfermedad mental tengan un funcionamiento estable y regular.