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El Educador Social en el proceso de Rehabilitación Psicosocial en Salud Mental

Autoría:

Juan de Dios García Herrero y Montse Rigol Fabra. Coordinadores del Grupo de Salud Mental del CEESC.

Resumen

Este artículo es una compilación de la experiencia de los educadores de diferentes centros, que forman parte del grupo de trabajo de Salud Mental del CEESC. Una breve historia conceptual del mundo de la rehabilitación de las personas afectadas de un trastorno mental severo. Un recorrido por las funciones que realiza el educador social en diferentes recursos rehabilitadores del sistema público.

 

El concepto de rehabilitación, dentro del ámbito de Salud Mental, aparece en la década de los sesenta, aunque en nuestro país no empieza a tener relevancia hasta los años ochenta. Las teorías y las prácticas de rehabilitación se configuran como una nueva respuesta a la comprensión y el tratamiento de la Salud Mental existente en aquella época.

Necesidades de orden rehabilitador

Las personas afectadas de un trastorno psicótico, y específicamente esquizofrénico, atendidos en sistema de salud mental con posterioridad al año 1981 (año de la ampliación e integración del circuito asistencial), son personas que tienden a evolucionar hacia un funcionamiento psicótico permanentemente deteriorado. Ciertamente, los tratamientos psiquiátricos y psicoterapéuticos convencionales no consiguen en muchos de estos casos una compensación suficiente. La atención asistencial proporcionada en estos momentos desde la red de uso público ha permitido una permanencia de estas personas en la comunidad, como usuarias a diferentes niveles y recursos del circuito, y se han superado en gran parte las configuraciones clínicas de tipo demencial de la psiquiatría clásica.

Desde la desinstitucionalización psiquiátrica se ha ido atendiendo al enfermo mental en la comunidad. La rehabilitación psicosocial está basada en las diferentes teorías psicológicas. Realmente no existe un modelo de rehabilitación psicosocial para la rehabilitación de la persona afectada de trastorno mental severo que actúe con una sola visión.

Sí que hay una serie de elementos esenciales en el abordaje característico de la rehabilitación, que mantiene una visión globalizadora de la persona que sufre un trastorno mental severo, que cree posible, respeta y refuerza, el potencial de mejora que tiene. Éste sería el primer paso para que la intervención sea operativa: creer en el potencial de mejora de los usuarios de los servicios desde una perspectiva biopsicosocial de la persona.

El Educador Social

La figura del educador social es un elemento muy reciente en el ámbito de la rehabilitación en salud mental. Esto es fruto, sin duda, del modelo hospitalario tradicional, donde todavía se potencian los profesionales de tipo asistencial médico, como auxiliares, enfermeros, cuidadores, que se caracterizan por realizar, generalmente, funciones de control y contención.

Es ahora cuando, de una manera “tímida”, se da relevancia al entorno comunitario, y los profesionales que trabajamos en el ámbito, como educadores sociales, trabajadores sociales, trabajadores familiares, psicólogos, integradores sociales, etc. lo hacemos desde roles más rehabilitadores y preventivos.

El educador es, en estos momentos, una de las figuras clave en las nuevas perspectivas del modelo de atención en salud mental, con un perfil que tiende hacia atenciones más integradoras, reformistas, rehabilitadoras y comunitarias, que darían paso a la atención biopsicosocial e interdisciplinaria. Todo ello con la finalidad de colaborar de manera significativa en la potenciación de la autonomía y la rehabilitación de las personas con trastorno mental.

Seguidamente veremos algunas de las funciones que el educador realiza en los Servicios de Rehabilitación en Salud Mental.

En la atención a personas que sufren un trastorno mental severo, el educador social interviene en el proceso de recuperación de las capacidades más sanas y en la incorporación de nuevas capacidades, evitando así el proceso de cronificación, con tal de mantener y rehabilitar la persona afectada en su entorno social, mediante técnicas y métodos, tanto psicopedagógicos como psicológicos y sociales.

El educador social es el profesional de referencia, quien hace el acompañamiento, la comprensión de manera más próxima al usuario; es también el elemento armonizador de las relaciones entre paciente y equipo asistencial. A la vez es corresponsable con el propio usuario y el resto del equipo, del seguimiento y de la vinculación del paciente a las diferentes estrategias y del cumplimiento de los objetivos del PIRR (Programa Individual de Rehabilitación e Inserción).

1. Funciones generales

1.1. Diagnosticar las dificultades desde un punto de vista “educativo”.

1.2. Contribuir a la superación de las dificultades con métodos psicopedagógicos.

1.3. Acompañar en el proceso rehabilitador.

1.4. Ser el mediador entre el usuario y los Servicios.

1.5. Fomentar el cumplimiento de los objetivos generales del Servicio General de Rehabilitación.

2. Funciones especificas

Atención directa

2.1. Realizar entrevistas de acogida, seguimiento, soporte-contención, valoración durante el proceso del usuario.

2.2. Dinamizar actividades y talleres constituyéndose como referente / escolta.

2.3. Reforzar la autonomía personal, dinamizar el fomento de la relación social y la inserción comunitaria, en los diferentes espacios descritos en el proyecto rehabilitador del centro.

2.4. Observar e intervenir dando prioridad a las necesidades que el usuario muestre en cada momento.

Tareas no asistenciales

De relación con el equipo interdisciplinario

2.5. Aportar e intercambiar la observación obtenida en la atención directa.

2.6. Participar en la elaboración, seguimiento, revisión y evaluación del PIRR y de los diferentes espacios de intervención.

2.7. Intervenir en todo el trabajo de equipo: reuniones, supervisiones clínicas, supervisiones del propio equipo, docencia, investigación.

2.8. Coordinación con otros servicios (sanitarios, sociales normalizados, recursos educativos, de tiempo libre…), trabajo en red.

De preparación al marco donde se desarrolla la intervención

2.9. Pensar, programar y evaluar las actividades individuales o grupales y los objetivos que se plantean en el proyecto psicoeducativo del centro de manera dinámica.

2.10. Realizar las gestiones necesarias para organizar y llevar a cabo las actividades.

2.11. Transcribir de cada espacio de intervención lo que ha sido significativo para hacer un seguimiento del proceso del usuario y el grupo, y que se pueda utilizar para realizar las evaluaciones pertinentes.

2.12. Transcribir las diferentes entrevistas con el usuario o la familia.

2.13. Controlar la asistencia de los usuarios en las actividades.

2.14. Participar en las reuniones de coordinación con servicios colaboradores en diferentes espacios.

2.15. Tareas de acompañamiento o de ayuda domiciliaria PSI.

2.16. Llevar o tutelar pisos asistidos.

Elementos esenciales en el abordaje de la rehabilitación psicosocial

1. Orientación individual: dar las respuestas a las necesidades específicas de cada individuo y mostrar una visión global integradora del mismo.

2. Apoyo social: el punto de partida en el proceso rehabilitador es la interacción del sujeto en el medio donde vive habitualmente, en la medida de lo que sea posible. Si éste no es adecuado, se deberá modificar. Facilitando la relación usuario-equipo en un principio y pasando de lo individual hacia lo grupal. Trabajando la inserción comunitaria y estimulando las capacidades y favoreciendo la autonomía.

3. Desarrollar las propias potencialidades como parte del tratamiento del usuario.

4. Recuperación de la esperanza: mediante la consecución de pequeñas mejoras que faciliten la motivación por el cambio. Planteando metas dentro de sus posibilidades.

5. Desarrollar actividades de tiempo libre: dar apoyo en su acercamiento hacia los recursos del entorno y como relacionarse con la comunidad.

6. Participación activa del mismo usuario en su plan de rehabilitación.

      6.1. Potenciar los cambios en la situación del individuo.

      6.2. Responsabilizando e incluyendo al usuario en su proceso terapéutico.

7. Flexibilidad: el proceso de rehabilitación es un proceso dinámico que hay que ir acomodando y adaptando a las circunstancias y a los cambios que se vayan produciendo a lo largo del proceso.

      7.1. Comprendiendo – escuchando la realidad del usuario.

      7.2. Planificando los programas individuales o grupales de manera dinámica.

Servicios donde el Educador Social está presente

  • Servicios de hospitalización de subagudos
  • Servicios de internamiento en la comunidad
  • Servicios de hospitalización de larga estancia psiquiátrica
  • Servicios de atención específica
  • Unidad de Crisis de la Adolescencia
  • Unidad de trastornos alimentarios
  • Unidad de patología dual
  • Unidades de Referencia Psiquiátrica Infantil (URPI)
  • Servicios de rehabilitación infantil y juvenil
  • Servicios de hospitalización parcial
  • Servicios de Rehabilitación comunitaria
  • Servicios de atención en unidades polivalentes en la comunidad:
  • Centros Sociales – Club Social
  • Residencias
  • Pisos protegidos
  • Centros prelaborales – formativos: habilidades sociales y laborales
  • Centros laborales y de integración a puestos de trabajo normalizados