Gema Saura. Educadora del CEE Can Barriga, desde septiembre de 2002. Durante 15 años, educadora del Servicio de Vivienda. Josep Padrós (Pisos tutelados del Instituto Municipal de Servicios a la Persona, Ayuntamiento de Badalona).
La vivienda es un derecho constitucional, pero en el caso de los discapacitados psíquicos se convierte en una reivindicación, ya que significa vivir de una manera más autónoma y normalizada.
Lejos de las macroresidencias o de las instituciones cerradas donde el espacio de trabajo, ocio y vivienda queda comprendido en el mismo contexto, el modelo que propongo es un servicio de vivienda donde la opción de vida autónoma y la voluntariedad del usuario es la clave del éxito (Con el convencimiento institucional filosófico de normalización, integración, igualdad y derecho a la diferencia).
Estas unidades están en comunidades vecinales y utilizan la red comunitaria de la zona. Partiremos de un grupo reducido: seis personas adultas discapacitadas psíquicas con características homogéneas:
Los usuarios y usuarias deberán hacerse cargo de las tareas domésticas y, en función de sus posibilidades, se responsabilizarán de las actividades siguientes: comprar, fregar platos, cocinar, hacerse la cama, barrer, tirar la basura, lavandería, duchas, toma de mediación, control de visitas médicas, administración y gestión, etc.
Las personas atendidas en estos centros necesitan el apoyo de un educador o educadora. Según las limitaciones, se adaptará el tipo de apoyo y el grado de intensidad (intermitente, limitado, extenso, generalizado). Además de las responsabilidades de los educadores en cuanto a los aspectos funcionales y organizativos del servicio, su principal función es ayudar a conseguir el máximo desarrollo y bienestar de las personas atendidas, acompañándolas en el proceso educativo y contemplando sus necesidades individuales.
El educador o educadora trabaja hacia una atención global desde una óptica educativa, dotando a los usuarios de recursos de aprendizaje que les proporcionen un apoyo y capacidad de resolución en aspectos prácticos de la vida de su entorno. Así pues, el ámbito básico de atención es el cotidiano. El educador resuelve con su tarea aquellos aspectos que no puedan conseguir por sí mismo. La finalidad del educador es educar para conseguir, y no suplir lo que está al alcance del usuario.
A partir de esto obtenemos dos líneas de trabajo:
En el ámbito institucional: cubrir las necesidades de atención a personas adultas con discapacidad psíquica.
Hacia el sujeto: trabajar en la línea de potenciar la máxima autonomía personal y social, desde una perspectiva educativa, así como garantizar sus necesidades básicas, siempre desde una perspectiva biopsicosocial. Por tanto, el objetivo se plantea con la intención de educar en el sentido de provocar cambios en la población atendida y en su entorno.
En cuanto a la metodología, hay que diferenciarla en función de las dos vertientes de atención al sujeto: atención indirecta y atención directa.
Como atención indirecta se incluye todo el trabajo dirigido a planificar la intervención con el sujeto.
a) Equipo técnico de servicio (equipo educativo y dirección). Trabaja aspectos globales interdisciplinarios del servicio.
b) Equipo técnico de centro (equipo educativo, dirección y trabajadoras familiares). Trabaja aspectos específicos de cada unidad.
c) Reunión de educadores. Se lleva a cabo la coordinación de aspectos destacados del mundo cotidiano y coordinaciones con otras entidades, servicios, recursos comunitarios (centros de salud mental, taller, escuelas de adultos, centros cívicos, asociaciones de vecinos, departamento tutelar, etc.).
d) Supervisión a cargo del equipo educativo de centro y psicólogo externo al servicio.
Este documento sirve como base de elaboración del programa educativo individual en el que se hace un seguimiento lineal con una evaluación continua.
Consta de diferentes ámbitos de actuación:
Con la aparición del nuevo concepto de retraso mental se detectaron las limitaciones siguientes de trabajo:
El programa intenta diseñar los aspectos prioritarios a trabajar. Para su realización cada educador-tutor elabora la propuesta de cada uno de los usuarios que tiene asignados partiendo de las demandas hechas por los usuarios y las necesidades que se presentan. Esta propuesta se consensúa en el equipo técnico de centro y posteriormente es una reunión con el usuario y la familia y/o tutores. En esta reunión se valoran conjuntamente los objetivos del año anterior. Es importante presentarla y consensuarla con la familia/tutores y, evidentemente, con el usuario para que exista un conocimiento y un consentimiento de lo que se quiere trabajar y, además, se vea necesario para el desarrollo de la persona. De esta manera se garantiza la participación y colaboración de las partes implicadas, y se determina una línea de actuación conjunta.
Atención directa se refiere a todo el trabajo con el sujeto en sus dos vertientes: educativa y asistencial. Hay que matizar que estas dos vertientes no son excluyentes y que siempre cualquier intervención asistencial es tratada desde una perspectiva educativa, que tiende a maximizar la autonomía personal del sujeto. El educador/a acompaña al usuario en todo el proceso de aprendizaje y adaptación, nunca suplirá a la persona atendida en su desarrollo.
Un recurso fundamental en la atención directa es la relación. No debemos olvidar que en la atención directa es donde se hace efectivo el PEI de cada usuario dentro y fuera del centro: conocimiento del barrio, saber utilizar de manera adecuada los recursos sociales, de ocio, participación en las actividades realizadas en el barrio donde está ubicado el centro, relación con el resto de centros, visitas médicas, trabajo de tareas cotidianas de una casa, relación con los compañeros y educadores… Por tanto, en atención directa se hace todo el trabajo de adaptación no sólo en el piso sino también en el resto de recursos.
Como instrumento para motivar la participación de los usuarios en los centros se lleva a cabo una asamblea mensual donde deciden qué tarea doméstica quieren hacer durante un mes y las actividades que quieren llevar a cabo de manera grupal o individual. Estas asambleas tienen las siguientes finalidades:
El acta, extendida por uno de los usuarios, la firman todos para verificar los acuerdos. No olvidemos que la convivencia es una cosa difícil y que son diferentes personas, cada una con una historia personal, con sus manías, hábitos, miedos, deseos…, que comparten una vivienda, unos metros cuadrados durante muchas horas, y que siempre aparecen problemas de intolerancia. La figura del educador como mediador es importante para encontrar la estabilidad en el grupo, ya que es esencial para el crecimiento individual y grupal.
En estas líneas no se expone un modelo innovador ya que se creó en 1981, por iniciativa de la asociación de padres ASPANIN, que dispuso de un piso de autónomos. En 1982 se creó una residencia de paso, cuya filosofía era fomentar y conseguir aprendizajes para ser incorporados en unidades más pequeñas (de 6 personas) en un contexto comunitario. En 1988 es asumido por el Ayuntamiento de Barcelona hasta la actualidad y cuenta con la residencia y cinco pisos.
En este modelo se valora a la persona de manera integral y se apuesta por intervenciones consensuadas por los profesionales de los diferentes contextos en que se debe desarrollar el usuario, y con él mismo como protagonista de su propia vida. La persona discapacitada puede y debe dar su opinión, mostrar su percepción, su deseo; debe ser escuchada de manera activa y contemplada de acuerdo con el desarrollo biopsicosocial.
En aquellos primeros momentos la política social asumía los riesgos y los gastos. Desde septiembre de 2002 el modelo se ha transformado desde otra manera de trabajar, caracterizada por un organigrama piramidal. Ha desaparecido el equipo educativo de atención directa e indirecta y se ha sustituido por la incorporación de cuidadores en atención directa y sólo dos educadoras de atención directa e indirecta (cuando había doce educadores), y de manera indirecta un psicólogo, una trabajadora social, una enfermera a tiempo parcial y el director, que también se comparte con otros servicios.