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Padres brillantes, maestros fascinantes

Autoría:

M. ª Ángeles Hernández Prados. Universidad de Murcia

Palabras clave

Reseña de libro

TÍTULO Padres brillantes, maestros fascinantes
AUTORÍA Augusto Cury
EDITORIAL Planeta (Barcelona)
AÑO 2010

 

El director del centro de aprendizaje para profesores, Augusto Cury, psiquiatra y escritor brasileño, ha publicado diversos libros, de los cuales “Padres brillantes, maestros fascinantes”, cuenta con dos millones de copias vendidas. El libro reseñado es una reedición con el mismo título impactante del originario editado en 2007 en Buenos Aires en la colección Zenith. Se trata de un ejemplar ampliamente difundido en las redes y referenciado y reseñado en gran cantidad de blogs y páginas Web referidas tanto a la educación familiar como a la escolar. Así mismo ha sido citado, según google académico, en 32 ocasiones, en recientes artículos de revistas como Aletheia; Revista de educación, motricidad e investigación; Wanceulen: Educación física digital, etc. y en numerosas tesis final de grado y de maestría.

Se encuentra dividido en seis bloques, el primero referido a la realidad familiar, el segundo a la escolar, el tercero destinado a comentar los principales errores que comenten los educadores, de forma global y aplicado a ambos contextos, en el cuarto se exponen los cinco roles de la memoria humana; en el quinto se realiza una propuesta de escuela diferente y por último, realiza un análisis del funcionamiento de la sociedad y del papel de las profesiones vinculadas con la educación en la misma.

Con una narración sencilla que facilita su lectura y comprensión, aproxima las reflexiones adquiridas del análisis profesional que realiza del mundo familiar, a la totalidad de padres y madres con competencia lectora, independientemente del nivel educativo del que dispongan.  A lo largo del libro el autor realiza una comparativa entre el significado y comportamiento del buen padre y del padre brillante.

Así pues los buenos padres son aquellos que dan regalos, dicho de otro modo, cubren todas las necesidades materiales,  alimentan el cuerpo, enseñan higiene física, corrigen errores, apremia y felicita con aplausos, hablan del mundo que les rodea, transmiten información, dan oportunidades,… mientras que los padres fascinantes además de dar cobertura a los aspectos anteriores, proporcionan todo su ser, alimentan la personalidad, enseñan higiene psíquica (autoconfianza, autoestima, capacidad de superación, optimismo y entusiasmo por la vida,…), enseñan a pensar, a afrontar el fracaso, dialogan sobre el ser, cuentan historias y narraciones, no se rinden, etc.

Los padres brillantes son aquellos que prestan una mayor atención a los vínculos que establece con sus hijos centrándose en el diálogo narrativo, el perdón, la felicidad, solidaridad, compasión, y generan un clima de amor, de confianza y libertad de expresión, entre otros aspectos. En definitiva se persigue abandonar lo material por lo humanizador, el tener por el ser. Se trata de saber expresarse emocionalmente para conseguir que el otro, hijo/a, le conozca y reconozca, solo de este modo se puede actuar como modelo educativo.

Con esta forma de proceder los padres brillantes contribuyen al desarrollo de la capacidad comunicativa, de liderazgo y reflexiva-crítica, de la autoestima, estabilidad emocional, prevención de los conflictos, y aprenden valores como la fidelidad, honestidad, responsabilidad, confianza, felicidad-optimismo, entre otros. Para ello resulta fundamental disponer de tiempo compartido. Un tiempo sin prisas, gratuito, donado, en el que la escucha sea el ingrediente principal. Se trata de romper con los monólogos parentales para abrir la posibilidad al descubrimiento del otro como persona, de sus potencialidades y virtudes, pero también de su vulnerabilidad y necesidad.

Del mismo modo, opera en la comparación entre buenos maestros (elocuentes, metodólogos, usan la memoria como depósito de información, centrados en la inteligencia lógica, en corregir el comportamiento y en su profesión, lo que le concede una significación temporal en el otro) y maestros fascinantes (centrados en la mente, en la sensibilidad hacia el otro, en la inteligencia emocional, usan como apoyo el arte de pensar, tratan de resolver los conflictos vitales que se le presentan a los alumno, todo ello lo convierte en un maestro de la vida que lo hace inolvidable). 

También menciona algunos de los errores más comunes que suelen cometer los educadores. Su lectura permite resituarlos en la consciencia, despertando la capacidad crítica sobre el propio hacer. Concretamente son: corregir en público, expresar la autoridad con agresividad,  ser excesivamente crítico, castigar enojado y poner límites sin explicación, ser impaciente y renunciar a educar, no cumplir sus promesas, y destruir sueños y esperanzas.

Por otra parte, se hace un análisis del papel y funcionalidad de la memoria sobre el ser humano, concibiendo a la memoria como la caja secreta de la personalidad. El registro de la memoria es involuntario y la calidad y acceso al registro depende de las emociones. Es importante saber que la memoria no se puede borrar sino que se reedita, así mismo, las experiencias son evocadas y reconstruidas, produciéndose una deformación respecto a la vivencia primaria, por tanto no existen recuerdos puros.

La escuela de ensueño es aquella que se centra en el proyecto vital de los alumnos, educado en pensamientos pero especialmente en las emociones y autoestima (elogiar antes de criticar); con música de fondo en las clases para aliviar la ansiedad y mejorar la concentración; sentarse en círculo o semicírculo para favorecer la participación; partir de la pregunta favoreciendo la motivación y el pensamiento creativo; el maestro como experto en las relaciones sociales y comprometido con su sociedad, gran contador de historias y  favorecedor del aprendizaje dialógico. Todo ello promueve la humanización del conocimiento, despertando la pasión por asumir retos y buscar respuesta a nuevas inquietudes.

Se recomienda la lectura de este libro tanto a familiares como a docentes, por el valor educativo de las afirmaciones que en ella se presentan, catalogándolo de una guía indispensable para el buen hacer educativo, y un punto de reflexión importante de las acciones desempeñadas.