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La animación sociocultural en Euskadi en los 60-80

Autoría:

Felix Etxeberria. Universidad del País Vasco. Rafael Mendia, educador social (1)

Resumen

Hemos tomado como referencia inicial los años 60, porque es a partir de esas fechas cuando surgen una serie de movimientos populares que hasta entonces no habían levantado cabeza debido a las duras condiciones que el franquismo impuso tras su victoria en la guerra 1936-39. Estos movimientos maduran en la confluencia de varios factores que están ocurriendo dentro y fuera de nuestras fronteras y que de alguna manera tienen su incidencia en el País Vasco: la corriente social del «estado de Bienestar» proveniente de Europa y EEUU, la Pedagogía del Oprimido de Pablo Freire, el movimiento de recuperación del Euskara y finalmente una nueva perspectiva educativa que va de lo formal a lo no formal.

Mostramos también en el texto las principales realizaciones en materia de Animación Sociocultural en el País Vasco, ofreciendo la enorme riqueza del movimiento ciudadano existente en la época.

Finalmente, hacemos una reflexión sobre las diferencias existentes entre el periodo que nos ocupa y la realidad posterior.

1.-INTRODUCCIÓN

1.1.-La referencia de los años 60 y 80

Hemos tomado como referencia inicial los años 60, porque es a partir de esas fechas cuando surgen una serie de movimientos populares que hasta entonces no habían levantado cabeza debido a las duras condiciones que el franquismo impuso tras su victoria en la guerra 1936-39. Estos movimientos maduran en la confluencia de varios factores que están ocurriendo dentro y fuera de nuestras fronteras y que de alguna manera tienen su incidencia en el País Vasco.

PersonasCitamos, en primer lugar, el nacimiento de la lucha en el movimiento obrero, puesto que hasta los años 60 no se daba este tipo de luchas colectivas en los barrios. La represión y el carácter autoritario del régimen franquista ahogaban todo tipo de respuesta colectiva y las solas manifestaciones reivindicativas se gestan en el seno de organizaciones cercanas a los grupos católicos. Posteriormente se ampliará el marco con el surgimiento del movimiento obrero, el movimiento ciudadano y las organizaciones populares (Universidad Popular, barrios, etc.)

IkastolaOtro referente de esa época es el surgimiento y desarrollo de las ikastolas y del movimiento de recuperación del Euskara en el ámbito escolar. Durante los primeros años de los 60 se crean las primeras ikastolas, semiclandestinas en muchos casos, y rápidamente se propagan a toda la geografía de Euskadi. De modo paralelo, la recuperación y conquista de nuevos espacios extraescolares tomará un impulso impresionante, abarcando todos los aspectos del tiempo libre y de la cultura.

En los años 60 tienen lugar también un cambio de mentalidad, reflejada en el mayo francés, que se fue fraguando a partir de los movimientos de cultura popular y del desarrollo de las ideas nuevas sobre la sociedad de la postguerra. Autores como Dumazedier (1962) reflexionaban sobre aspectos inéditos en nuestro entorno, como el papel de la televisión, el ocio, el tiempo libre y la ciudad.

PersonasFinalmente, aunque no en último lugar, a finales de los 60 llegan a Euskadi los ecos de un nuevo planteamiento pedagógico, la Pedagogía de la Liberación de Paulo Freire (1969). Nuevos planteamiento que impulsan movimientos de alfabetización, concienciación y aunar esfuerzos en el terreno escolar y extraescolar.

La década de los 80 es una nueva referencia para el cierre de este trabajo, porque es a partir de esa fecha cuando las instituciones democráticas, tras la vuelta al régimen de partidos, la Constitución de 1978 y el Estatuto de Gernika de 1979, se hacen cargo en mayor medida de las iniciativas en el ámbito de la ASC, lo cual supone un punto de inflexión en el desarrollo de los movimientos populares. Ya en los inicios de los años 80, el Gobierno Vasco formula la Ley de la Escuela Pública Vasca y de modo paralelo se promueven múltiples iniciativas en el ámbito extraescolar.

1.2.-Antes y después de Franco

Ya hemos señalado que con la muerte del Dictador Franco, la transición democrática, el Estatuto de Autonomía, y en general todos los acontecimientos que se suceden de signo diverso, vienen a constituir un cambio de perspectiva en lo que a la Animación Socio Cultural se refiere. No sólo a la A.S.C., sino a todo el Movimiento asociativo, infantil, juvenil, adulto, ciudadano en general, que constituyeron una de las claves, junto a la acción de militancia política y el movimiento obrero, de la resistencia al franquismo.

El hito que esto supone conlleva una desaceleración del asociacionismo de todo tipo, la búsqueda de nuevos cauces asociativos, y la sensación de la población de poder delegar todos sus anhelos en la democracia de depositar el voto cada cierto tiempo, desentendiéndose de su protagonismo en la vida pública, lo que constituyó, probablemente, uno de los mayores errores de la transición política, entre otros muchos, en nuestro país.

PersonasDe una movilización social importante, cuyos pivotes eran el Movimiento Ciudadano, el Movimiento Obrero, la Acción Política, se pasó a la preponderancia de lo político sobre la llamada Sociedad Civil, que reclama su espacio a voces, para no quedar ahogada en un estilo de sociedad monocorde, y asfixiante de los anhelos de los ciudadanos de a pie.

Lo cierto es que parece existir un consenso en la apreciación de que las asociaciones de diversa índole constituyeron (normalmente a la sombra de quien se podía mover con un cierto margen de libertad -la Iglesia-) un soporte de gran relevancia en el mantenimiento de la conciencia nacional y la vertebración de la oposición política.

En lo que a A.S.C. se refiere, se originó un proceso de recuperación de las diversas Administraciones del liderazgo en la orientación e incluso el monopolio de la iniciativa, sustituyendo la iniciativa de la base y delimitando un concepto muy característico de la animación. Siendo curioso que este fenómeno se produzca, en mayor o menor grado, independientemente de soporte ideológico de los partidos en el poder, en las diversas parcelas de poder. Aunque hay que decirlo, cualitativamente son distintas las intervenciones. Desde el punto de vista cuantitativo habría que decir lo mismo.

Después de los profundos cambios de la transición, que algunos hemos vivido, la Sociedad Civil asiste perpleja ante un protagonismo que le ha sido arrebatado.

1.3.-El movimiento ciudadano, marco de referencia de la ASC.

Muchos coincidimos en señalar la importancia del Movimiento Ciudadano en Euskadi y en que en el marco de este movimiento se encuadran infinidad de iniciativas promovidas o encuadradas tanto en las llamadas Asociaciones de Vecinos como en otro tipo de asociacionismo ciudadano. Por otro lado, es de destacar igualmente que en el seno del Movimiento Ciudadano nacen y florecen infinidad de iniciativas socio-culturales de las más diversas características, la mayoría de ellas encuadradas en estos dos grandes conceptos: resistencia y reivindicación. Siendo más exactos, la resistencia y la reivindicación han sido a lo largo de la Historia de la A.S.C. conceptos inseparables y consustanciales al mismo concepto de A.S.C.

Víctor Urrutia (1985), en su texto sobre el Movimiento Ciudadano en el Área Metropolitana de Bilbao, señala que

«… las Asociaciones de Vecinos han sido importantes cauces de cohesión social en sus respectivas comunidades, creando nuevos espacios e interacción vecinal… Además, las asociaciones han actuado como elementos generadores de conciencia colectiva, especialmente en las zonas marginadas de los centros urbanos».

La vida social del País Vasco está caracterizada por la existencia de una múltiple gama de asociaciones voluntarias (deportivas, gastronómicas, folklórico-culturales, etc.). En esta sociedad marcada por un fuerte proceso de industrialización, tales asociaciones han jugado un importante papel en el mantenimiento de los códigos y símbolos de entidad colectiva que hunden sus raíces en una no remota sociedad.

Durante el periodo que estudiamos, los 60-80, la muy popular costumbre de «auzolan», por ejemplo, se inscribe en esta corriente asociativa destinada a ejecutar desinteresadamente los trabajos de vecindad mediante el esfuerzo común de los habitantes de un barrio o localidad. Las Asociaciones de Vecinos asumieron en cierta medida este espíritu en las zonas urbanas en las que se integraban tanto grupos de población autóctona como inmigrada. Este factor adquiere un carácter singular si tenemos en cuenta la gran segmentación social del País Vasco, sus códigos culturales diferenciados y los restos de intolerancia política heredados de una época de la que todavía se arrastran el recuerdo del hostigamiento y la represión política.

En similar sentido se pronuncia Jesús Omeñaca (1977), cuando incluye en el llamado Movimiento Ciudadano a otras entidades de gran relevancia en nuestro país. Según Omeñaca,

«El Movimiento Ciudadano„ no hay que identificarlo sólo y exclusivamente con las Asociaciones de Vecinos o de Familias. Los Centros Culturales, los Clubs Juveniles, las Asociaciones de Padres de Alumnos, las Peñas Deportivas, las Comisiones de Fiestas, los Clubs de danzas, las Asociaciones de Amas de Casa, etc. son entidades y grupos enraizados en el barrio o pueblo y que tienen un mismo carácter de gestión popular».

«No es rara sino muy lógica, la coincidencia de términos «Movimiento Obrero» y «Movimiento Ciudadano». Ambos son expresiones que recogen una historia de lucha del pueblo, que ha ido paralela en su nacimiento, evolución, crisis, momentos álgidos y que respondía a unas mismas causas políticas».

Asociaciones de barrio. Fotografía tomada de la revista GoitiberaHasta finales de 1960 -señala Omeñaca- no se daban luchas colectivas en los barrios. Los efectos de la guerra, el carácter autoritario y represivo del sistema político y el carácter individualista que marca a los emigrantes, los cuales afrontan la solución a sus problemas de manera personal (barraquismo, autoconstrucción, etc.) hacen que las aspiraciones populares tengan un bajo nivel de organización y de concienciación.

Suelen ser organizaciones o grupos católicos (HOAC, JOC…) así como la labor pastoral de algunas parroquias los primeros núcleos a partir de los cuales se empieza a plantear alguna reivindicación colectiva. Y de esos mismos grupos empiezan a surgir las primeras Comisiones de Vecinos que se unen para luchar por un problema concreto. Otras veces son Comunidades de propietarios o Agrupaciones de Comerciantes de una zona los núcleos de donde nacen los primeros brotes de organización ciudadana.

Pero es necesario aludir a esa frontera que marcan los años 60, porque es entonces cuando surge la lucha en el Movimiento Obrero, repercutiendo inmediatamente en el movimiento popular (Universidades, Barrios).

El estudio realizado por Juanjo de Andrés y José Antonio Maisuetxe (1980) viene a plantear similares constataciones:

«Las condiciones concretas -históricas, económicas, políticas o ideológicas- por las que ha atravesado Euskalherria han configurado una formación social que, aun siendo básicamente homogénea, presenta algunos perfiles específicos y diferenciados según la provincia de que se trate”.

Dentro del movimiento ciudadano se encuadran diversas entidades y organizaciones que, de forma más parcial y localizada en la mayoría de los casos (culturales, recreativas, de afectados, Clubs Juveniles, etc.) o muy especializada (por ejemplo, en la recuperación del euskera) han estado presentes a lo largo de diversos años y deben ser tenidas en cuenta. «Cuanto menos para la contabilización del extenso mosaico que componen las respuestas sociales a los problemas ciudadanos o a aquellos que se materializan en la ciudad».

A modo de ejemplo, a lo largo de toda la década del 60, la Asociación de Familias de Recaldeberri fue un punto de mira obligado para las diversas asociaciones de vecinos que fueron naciendo en toda Euskalherria tras la promulgación de la Ley de Asociaciones civiles de 1964.

Organizaciones y actividades de barrio. Fotografía tomada de la revista GoitiberaEn las restantes provincias, hasta los años 70 no puede hablarse de movimiento, en los términos referidos con anterioridad (De Andres y Maisuetxe, 1980). Gipuzkoa vio nacer sus primeras asociaciones en 1969-70 (por ejemplo Loyola de San Sebastián o Galtzaraborda en Renteria). En Navarra hasta 1970 (Beriozar) y en 1973 (Rochapea y Burlada) no comienzan a tener una cierta entidad numérica. En el caso de Álava todavía más tarde; en 1974 nace la A.V. de Arana y el 1976 otras dos (Zaramaga y Aranbizkarra)

En el estudio de IPES (1978), refiriéndose a los movimientos urbanos se viene a decir que

«En Euskadi estos movimientos han lanzado todo tipo de iniciativas: desde la difusión del idioma, potenciación de la cultura popular hasta la eterna reivindicación de la amnistía, junto a las otras parcelas estrictamente urbanas. Hay que destacar que aquí el cuerpo asociativo es más complejo que en otros lugares (grupos de folklore, peñas, centros culturales, etc.) y ello ha repercutido en una mayor diversidad organizativa y de poder de convocatoria que en otros lugares del estado. De todas formas no siempre se ha manifestado con la misma uniformidad en nuestro territorio. El nivel de industrialización, la evolución urbana, la especialización productiva, el carácter de la inmigración, la historia municipalista etc. han configurado distintos movimientos en Bizkaia, Gipuzkoa, Araba y Navarra».

Según Javier Angulo (1978) se comienza a hablar de movimiento ciudadano hacia 1975. De bastante tiempo antes databa la actividad de las asociaciones de vecinos. El nacimiento de las primeras coincidió, en el mismo año 1968, en Madrid, Barcelona y Bilbao.

2.-DIVERSAS PERSPECTIVAS DE LA ASC EN LA EUSKADI DE LOS 60-80

Fuentes de la Animación Sociocultural de Euskadi en las décadas de los 60-80

Freire

A la hora de buscar en el entramado de definiciones y planteamientos referidos a la Animación Sociocultural, podemos distinguir varias perspectivas que tienen su origen en otros tantos planteamientos de intervención social. Por un lado, se deja sentir la influencia de la corriente social del «estado de Bienestar» proveniente de Europa y EEUU, que sustentan la «Civilización del Ocio». Por otro, la importancia de las aportaciones del movimiento de desarrollo comunitario, enraizado en la Pedagogía del Oprimido de Pablo Freire, como elemento liberador de las opresiones del pueblo. Por otra parte, también en los años sesenta, surge un movimiento de recuperación del Euskara que va emparejado con las iniciativas para su presencia en la educación formal, el nacimiento de las ikastolas. Finalmente, hay también una ampliación de la perspectiva educativa que va de lo formal a lo no formal, con los movimientos scouts, club de tiempo libre, colonias de verano, etc.

Estos motores de la Animación Sociocultural en Euskadi actúan en muchos casos simultáneamente, de modo que las influencias de Freire, del movimiento europeo o el movimiento de recuperación del Euskara actúan al mismo tiempo en muchas ocasiones, si bien tienen sus especiales características dependiendo de las zonas en las que se desarrollan.

2.1. La Pedagogía del Oprimido. El Desarrollo Comunitario.

Hacia el año 1968-70 comenzaban a llegar de forma clandestina a nuestro país los primeros escritos de Pablo Freire. Nuevos conceptos aparecían en el trabajo educativo y en el trabajo social.

Conceptos como «Concientización», «Educación liberadora», «Cultura Popular», etc. se iban abriendo paso en la práctica diaria de los que trabajábamos en programas de Desarrollo Comunitario. Aprendimos en el trabajo diario y muchos dejaron lo mejor de sus vidas en este camino.

Pedagogía del oprimidoEstas ideas sonaban totalmente estimuladoras: «La misión de la lucha liberadora del pueblo oprimido: devolverle la situación de sujeto de su propio proceso histórico-cultural». En la alienación cultural es objeto. Al desalienarse, retoma reflexivamente, libremente, el movimiento de constitución de su conciencia como existencia: se concientiza. La concientización no es exigencia previa para la lucha de liberación; es esa misma lucha. El retomar de conciencia se identifica con la reconquista del mundo: es praxis liberadora.

La concientización es ese esfuerzo del pueblo por retomar su destino histórico, su cultura, en sus propias manos. Cultura del pueblo, pues, y no cultura para el pueblo: cultura popular.

De todo lo que antecede se desprende, inevitablemente, que cultura popular no es extensión de las sobras del sistema de enseñanza establecido a la multitud de los ignorantes y miserables que no vieron el «valor» suficiente para incorporarse a él. Sería, entonces, algo necesario al sistema educacional, que serviría a los objetivos de adoptar, uniformizar y mistificar, volviendo al dominado más funcional a la dominación.

Educación popularPara nosotros, cultura popular es cultura del pueblo, del hombre que trabaja y humaniza al mundo y, al producirlo, se reproduce a si mismo libremente, en comunión con los demás… El más alto saber no sería el más distante, sino el más profundamente comprometido con una reflexión crítica, en la que la cultura debe continuamente reverse, promoverse, renovarse. Y de una cultura como proceso global, histórico, de que el pueblo debería ser el sujeto y el beneficiario (Freire, 1971)

Concientización es, por tanto, un proceso humano que se instaura precisamente cuando la conciencia se hace reflexiva. No es sólo la toma de conciencia, sino la profundización de la toma de conciencia, que lleva consigo un acercamiento critico al mundo, en cuanto objeto de búsqueda, para desvelarlo en su razón de ser. Consiste, por lo tanto en el desarrollo critico de la toma de conciencia.

Por otra parte, decir, pronunciar la palabra es transformar la realidad, transformar el mundo. Y como nadie puede decir solo la palabra, pronunciar la palabra exige un encuentro de los hombres en el mundo que debe ser transformado. Si pronunciar la palabra verdadera, que es trabajo, que es praxis, es transformar el mundo, decirla no es privilegio de algunos hombres, sino derecho de todos (Freire, 1970)

Sin embargo, en sintonía con Trilla (1985) en su libro «La educación fuera de la escuela»:

Libro "La educación fuera de la escuela..."

«La animación sociocultural nació y sigue creciendo íntimamente emparentada -a veces, incluso confundida- con la educación de adultos, la educación popular, la pedagogía del ocio, la educación extraescolar y, por supuesto, con la educación permanente. Es imposible establecer una delimitación estricta que permita situar a ciertas actividades, instituciones o medios concretos bajo uno solo de aquellos rótulos; son sectores educativos que se penetran mutuamente. La animación sociocultural, por ejemplo, se puede inscribir parcialmente en la educación de adultos, pero ni todas las formas de educación de adultos cabe considerarlas como de animación socio cultural (no lo serian, pongamos por caso, los medios instructivistas y los tendentes a la formación profesional estricta), ni la animación se agota en la educación de adultos (hay animación socio cultural dirigida a la infancia). Las relaciones entre animación socio cultural y la pedagogía del ocio son aún más estrechas; tanto es así que no dejaría de ser arbitrario el tratarlas separadas».

Dentro de esta corriente, sintetizando, cabria considerar a la ASC como proceso de toma de conciencia que una comunidad hace de cara a la resolución de sus propios problemas y se organiza para hacer frente a la solución de los mismos.

2.2. La animación socio cultural europea

En la década de los sesenta, al mismo tiempo, llega a nosotros una corriente europea, también denominada «Animación Socio Cultural». La animación socio-cultural europea descansará, necesariamente, sobre intercambios culturales de nuevo tipo.

Rótulo Animación SocioculturalLas razones de estos nuevos planteamientos hay que encontrarlas en la profunda transformación que estaba sufriendo Europa, tras la recuperación de la II Guerra Mundial y en las nuevas formas emergente de intervención educativa que pretenden ampliar el marco de actuación por encima de los muros de las escuelas. Este cambio de perspectiva o esta atención especial a lo que ocurre fuera de la escuela tiene su explicación atendiendo a múltiples factores, entre los que destacan los siguientes:

  • La crisis del sistema escolar, tras las fuertes críticas desde el campo del marxismo, de la desescolarización, de la pedagogía de la liberación, etc.
  • La recuperación económica, que permite nuevos campos de intervención.
  • La demanda social de nuevos servicios.
  • Los cambios socioeconómicos, como el aumento de la edad, la incorporación de la mujer al trabajo.
  • Los fenómenos de marginación emergentes que demandan nuevas formas de intervención educativa.
  • La progresiva democratización en todos los ámbitos sociales y culturales.
  • Los cambios en el mundo laboral, con la existencia de más tiempo libre, necesidad de especializarse en la profesión, etc.
  • El impulso de la educación popular, especialmente con las experiencias francesas.
  • Los cambios culturales y las transformaciones de los años 60.

Esta nueva perspectiva tuvo como foco de atención a nuevos campos de intervención educativa, como la educación de adultos, la formación laboral, la educación social especializada y la animación sociocultural y el tiempo libre. De este último campo nos ocupamos en el siguiente punto.

En contraste con el enfoque cultural tradicional, la novedad de los intercambios culturales que darán vida a la animación socio cultural europea se encontrará en su finalidad, en su destino y en sus objetivos.

  • Tratarán de provocar, más allá de la consumición pasiva de los productos culturales, una participación activa de la vida cultural.
  • No limitándose exclusivamente a la «élite» (es decir, a las personas que poseen ya una buena preparación cultural tal y como se concebía tiempo atrás) se obligarán a llegar al conjunto de la población: a todas las edades y a todas las categorías socio profesionales.
  • Deberán corresponder a la concepción moderna de una cultura abierta, elástica, diversificada, pluralista y además democrática. Anteriormente la cultura se reducía al conjunto de la literatura, música, artes plásticas o patrimonio cultural y a los géneros llamados elevados o nobles, pero de ahora en adelante va adoptando los géneros que hace años se consideraban minoritarios o populares; se sitúa en el presente como en el pasado y comprende -además del aspecto estético: literatura, música, artes plásticas- un aspecto científico (ciencias y tecnología), un aspecto físico (deportes, vida al aire libre) y un aspecto social: el hombre en su trabajo, en su medio de vida, en la economía, en la política.

La animación socio-cultural europea deberá recurrir a la cooperación que los mass media y en particular la radio y la televisión son capaces -o deberían de ser capaces a poco que se les ayude- de aportarles (Ministerio de Cultura, 1979).

Libro "Hacia la civilización del ocio"En general, las teorías aportadas por Dumazedier (1962, 1966) en sus trabajos pioneros sobre el papel de la televisión, el tiempo libre y la ciudad aportan una nueva luz sobre algo que está emergiendo en la Europa de los años 60 y que tendría su momento culminante con el cambio de mentalidad que se manifiesta en el ámbito social, cultural y político en Francia y posteriormente en toda Europa. «Hacia una civilización del Ocio», el planteamiento del Tiempo Libre como tiempo de desarrollo,, personal y social sostienen algunas de las aportaciones de singular interés en el desarrollo del concepto de «Animación Socio Cultural». Las famosas tres «D» (Descanso, Diversión, Desarrollo) subyacen en muchos de los planteamientos europeos de la Animación Socio Cultural.

Siguiendo a Dumazedier,

«El ocio es un conjunto de ocupaciones a las que el individuo puede dedicarse voluntariamente, sea para descansar o para divertirse, o para desarrollar su información o su formación desinteresada, su voluntaria participación social o su libre capacidad creadora, cuando se ha liberado de sus obligaciones profesionales, familiares y sociales”

2.3. El movimiento de recuperación del Euskara y la ASC

Desde los años 60 tiene lugar en Euskadi un formidable movimiento de recuperación del Euskara en el ámbito educativo formal que dará lugar al surgimiento de las ikastolas y a todo un desarrollo educativo que tiene su continuidad hoy y que ha dado como fruto una auténtica revolución en el tratamiento de la lengua vasca (Etxeberria, F., 1999). Lo que antes era escuela en castellano se fue transformando en enseñanza bilingüe y actualmente la mayoría de la enseñanza, pública y privada, tiene lugar en Euskara.

Paralelamente, conscientes de que el papel de la escuela tiene un efecto limitado, en Euskadi se impulsó un movimiento similar en el ámbito no formal, adquiriendo un sinfín de modalidades e iniciativas que llevaron la reivindicación de la lengua vasca hasta todos los terrenos imaginables de intervención formativa.

Revista Txirikilan

En el terreno de lo no formal, con implicaciones en la lengua vasca, encontramos una riqueza extraordinaria de actividades, programas, organizaciones, revistas locales,  grupos, clubes, fiestas y un largo etcétera que permiten afirmar que la Animación Sociocultural y el apoyo popular al euskara ha sido, y sigue siendo, algo siempre presente en nuestra sociedad. Estamos hablando de las campañas de euskara, de las colonias de verano, de los grupos de tiempo libre, de los grupos de dinamización del euskara, de los Euskal Txokos, de las fiestas relacionadas con el euskara, kilometroak, korrikak, etcétera. Cada verano, cada fin de semana, miles de niños y jóvenes del País Vasco participan en actividades de tiempo libre y programas que tienen como objetivo central el fomentar o estimular el uso del euskara. Muchas de estas actividades dependen de iniciativas de voluntariado y de otras entidades privadas, y en ellas participan gran número de jóvenes que desarrollan actividades en el mundo socio-educativo.

Se trataba de estimular el aprendizaje y utilización del euskara y reforzar la motivación, creando situaciones vivenciales interesantes a niños y jóvenes, con el fin de ofrecer espacios “naturales” para el empleo de la lengua vasca. Estas experiencias vienen desarrollándose desde hace muchos años y continúan extendiéndose tanto por promotores particulares como por las instituciones locales, Ayuntamientos, Diputaciones, etc.

2.4.-La educación en el tiempo libre, el tiempo libre como ámbito educativo.

Pedagogía Liberadora del Tiempo LibreTrata de casar un planteamiento liberador de la educación y una consideración del ocio, del tiempo libre, como ambiente propicio para hacer posible el desarrollo de las personas y de las colectividades.

Libro "Educar en el Tiempo Libre"Nace como una alternativa a la posibilidad real de intervenir en la escuela, para el desarrollo de personas libres, creadoras, que aporten su palabra, su acción transformadora sobre su entorno inmediato, sobre la sociedad.

Este Movimiento es de singular importancia en Euskadi sobre todo en el trabajo con niños y jóvenes, en el tiempo libre, en un proceso de desarrollo comunitario. Los grupos de tiempo libre que se movieron en torno a los Servicios de Colonias y Tiempo Libre y el Escultismo tienen mucho que decir de este proceso.

3. PRINCIPALES REALIZACIONES DE LA ASC EN EUSKADI DURANTE LOS 60-80

Dentro de la primigenia pertenencia al Movimiento Ciudadano, en sus diversas fases y características, cabe señalar algunos núcleos asociativos de especial relevancia en Euskadi. Si bien es preciso distinguir la preponderancia de algunos de ellos en fases predemocráticas, otros en periodo de transición y algunos que permanecen vivos, con las limitaciones correspondientes.

3.1. Los centros sociales

Centro social AdutzaAparecen en la década de los 60, en su segunda mitad, y se sitúan en los medios de la Iglesia, dentro de una Pastoral en medio obrero y urbano, aunque también es típica de medios rurales.

En esta década por la mayoría de los barrios obreros se levantan o habilitan locales como centros sociales. Cuando el Centro Social se implanta en Euskadi es necesario ver claros algunos supuestos previos de la vida social. De boletines de difusión interna de estos años recogemos algunas características de los Centros Sociales:

  • 1.-Los Centros Sociales son promovidos e implantados por la Iglesia o por iniciativa privada, como instrumentos básicos de integración social y comunitaria, y no por la Administración Pública. La razón de esta exigencia la encontramos en el hecho de que dada la situación social que presentaban muchos de los suburbios y pueblos, difícilmente será posible promover comunidad cristiana sin que se promueva la comunidad social.
  • 2. El Centro Social de los demás países europeos representa esencialmente una reunión de servicios, precisamente porque la canalización de la vida social de la población se instrumenta ampliamente a través de la rica gama de instituciones de toda índole allí existentes (Centros Culturales, casas de Juventud, casas de Cultura, asociaciones de Familia, de Consumidores, Sindicatos, Partidos Políticos, etc.). En nuestro país la situación institucional es muy diferente.
  • 3. Además de la falta de equipamiento social, las unidades vecinales de nuestro país carecían principalmente de vida social precisamente por los escasos ámbitos de convivencia que en ellas existen. De donde se infiere que el Centro Social debe tener más un carácter asociativo, cultural y de convivencia que de mera agrupación de servicios.
  • 4. La creación del equipamiento social necesario para la comunidad implica una gran parte de responsabilidad de la Administración Pública, por lo que el Centro Social de nuestro-país debe plantearse más como instrumento promotor que como creador por si mismo de dichos servicios. Máxime si tenemos en cuenta que los ser vicios que puede crear por si mismo el Centro Social son aquellos que pueden desprenderse del espíritu cooperativo de la vecindad: economato, cooperativa de consumo y ahorro, etc.
  • 5. Hay otro tipo de servicios a los que se tiende con facilidad en un planteamiento de Centro Social de servicios -actuales son los de tipo asistencial (dispensario, consultorios, etc.)- pero que precisan un estudio sereno, de modo que permita conocer hasta qué punto pueden presentar una ventaja para la comunidad, habida cuenta de los escasos medios con que lógicamente siempre contarán.

Parece que la promoción de servicios es una de las actividades típicas que se han de asignar al Centro Social. Los servicios objeto del Centro Social pueden ser los siguientes: Cooperativismo (consumo, alimentación, peluquería, lavandería, producción, confección, trabajos artesanos, etc.); Sanitarios (dispensarios, consultorios, clínica de urgencia); de enseñanza (escuelas primarias y secundarias, escuela de hogar, guarderías, escuelas profesionales); Diversiones (cine, teatro, baile, deportes, etc.); Comerciales (mercado,  comercios, etc.); transportes…

La comunidad será un hecho cuando, además de lo anterior, conviva, se relacione, tenga unos intereses comunes, posea unos valores socio-culturales similares y manifiesta su dinamismo social en la vida asociativa e institucional.

Un Centro Social es la organización que, con la colaboración de los beneficiarios, se esfuerza en resolver los problemas propios de los habitantes de un barrio o sector geográfico determinado.

Un Centro Social es una agrupación voluntaria y consciente, por tanto representativa, instalado como instrumento vecinal en un barrio o sector geográfico determinado.

El Centro Social es la solución específica a un problema social concreto, a causa del cual una multitud de hombres sufren sin conocer la causa de su mal y, en consecuencia, sin posibilidades de solución personal de su sufrimiento.

Es decir: un Centro Social seria un instrumento comunitario polivalente compuesto por una asociación de vecinos, una entidad promotora de servicios comunitarios, un centro de educación popular y un Club de convivencia.

3.2. Las corrientes y Movimientos de educación en el Tiempo Libre

Los primeros movimientos de agrupación juvenil se originaron con el comienzo de los procesos industrializadores que irán creando grandes núcleos de población. Alemania, Inglaterra y Francia se colocaron a la cabeza de este proceso asociativo. Para hablar de esta historia en Euskadi tendremos que decir que en el año 1940 quedan suspendidas todas las organizaciones juveniles y se crea el Frente de Juventudes, inmerso en la mística nacional e imperial del momento. Se trata de una organización neta y claramente política que pretende englobar a toda la juventud en el espíritu del nuevo estado. Paralelamente subsistirán al amparo de la Iglesia asociaciones infantiles y juveniles con un carácter netamente religioso, pero dando cabida a actividades recreativas.

La llamada Delegación Nacional de Juventud será la que recoja la antorcha de «velar» por el tiempo libre de los jóvenes. Entre sus cometidos estará el «orientar, coordinar y proteger las iniciativas y actividades extraescolares de la juventud, en orden al mejor servicio de la patria». Dentro de esta Delegación seguirá subsistiendo el Frente de Juventudes, que engloba a la Organización Juvenil Española (sobre la que recae fundamentalmente el protagonismo del tiempo libre, especialmente en su vertiente de actividades de aire libre), las Falanges Juveniles de Franco y las Asociaciones Filiales y Colaboradoras.

Una Orden del 18 de Noviembre de 1970, vuelve a reorganizar la Delegación Nacional. Se crea un Departamento de Participación del que dependerán: la OJE, la Sección de Asociaciones (en cargada del reconocimiento legal de agrupaciones juveniles) y la Sección de Centros de Convivencia a la que, de acuerdo con el artículo 19a, compete «estimular, promover, crear y, en su caso, dirigir los centros de convivencia para la juventud, tales como Casas de la Juventud, Hogares Juveniles o cualquiera otras instalaciones de esta índole».

Normas posteriores dieron mayor autonomía a la OJE respecto a la Delegación Nacional de la Juventud, en un proceso que lleva a su desaparición, hasta que, con la disolución del Movimiento, se constituye en una Asociación de tipo privado. La progresiva liberalización del control estatal y político sobre el tiempo libre tiene sus ramalazos restrictivos como el célebre Decreto de la Presidencia del Gobierno del 20 de Julio de 1974 sobre «organización e inspección de campamentos, albergues, colonias y marchas juveniles» que provocó una fuerte reacción, especialmente en ambientes eclesiásticos.

Si éste es el panorama oficial, hay otra vía por la que se desarrolla fundamentalmente el tiempo libre organizado: la de la Iglesia. Desde su preocupación pastoral, colegios y parroquias han ido montando a su alrededor un entramado que permite a los jóvenes desarrollar una serie de actividades formativas y recreativas. El Movimiento Scout, suprimido en 1940, va resurgiendo por este camino; las organizaciones oficiales (Acción Católica) tienden a cristalizar en el Movimiento Junior, y se da una auténtica floración de Clubs Juveniles, de nueva creación o como sucesores de los tradicionales patronatos y congregaciones (Lorenzo, F.J. 1977).

El Tiempo Libre Organizado, antes del Estatuto de Autonomía, estaba potenciado ya sea por entidades vinculadas a la Iglesia o al Movimiento vecinal.

Clus de tiempo libre. Fotografía tomada de la revista TxirikilanAl final de la década de los sesenta acudimos a un auge de los «Clubs Juveniles» que cubren un hueco que produce la crisis de los Movimientos Apostólicos en la Iglesia, a partir del año 1968 aproximadamente. En este contexto nacen infinidad de Clubs parroquiales, Clubs de barrio, amparados por asociaciones de vecinos que, a su vez, en muchos casos, estaban amparados por la iglesia en barrios, como los Clubs de Asociaciones de Antiguos Alumnos de los Colegios de la Iglesia, La Salle, Círculos DOSA, etc.

3.3.-El tiempo libre y el euskara

Casi desde el inicio de las ikastolas, se toma conciencia de la necesidad de reforzar el aprendizaje del euskara y de motivar a los alumnos y alumnas con actividades que superen el marco convencional de la enseñanza escolar. Cualquier tema, fiesta, celebración, tradición, será aprovechado para incorporar una mayor dosis de motivación hacia el euskara, y para convertirse en una actividad viva a través de la cual practicar el euskara y mantener al mismo tiempo una serie de costumbres y de pautas culturales tradicionales. En este planteamiento entran las diferentes fiestas que tienen lugar a lo largo del año, “olentzero” (navidades), carnavales, la feria de Santo Tomás, la tamborrada, fiesta de San Sebastián, y un largo etcétera.

EscursionesA este refuerzo festivo hacia la lengua se le incorpora también la actividad deportiva, que se convierte poco a poco en otra manera de mantener o de prolongar la vida escolar y poder seguir utilizando el euskara como medio de comunicación. La cuestión es encontrar situaciones, actividades,  aprendizajes que puedan intensificar la vida en euskara, en una sociedad en la que mayoritariamente se vive en castellano.

Estas actividades, nacidas como una mera prolongación o ampliación de la vida escolar, van tomando cuerpo y consolidándose como actividades extraescolares al comenzar a organizarse excursiones, salidas de fin de semana, festivales con los padres en los que el teatro y la música ocupan un lugar importante. Todo ello, por supuesto, se constituye en una manera más de vivir en euskara. La vida en la ikastola está saliendo de los muros escolares para adueñarse de algunas parcelas de la  sociedad y del tiempo libre.

CampamentosPor propia tendencia al desarrollo, las actividades extraescolares se van ampliando de modo que lo que antes eran excursiones de fin de semana se convierten en salidas de una semana, acampadas, estancias en refugios o casas de juventud, etc. Las Colonias de Verano (Udalekuak) continúan con la fórmula tradicional, pero tienen la novedad de que se planifican fundamentalmente con el objetivo de intensificar el aprendizaje y el uso del Euskara así como del sentimiento de pertenencia a la patria vasca. La importancia de estos movimientos se integra en el movimiento de construcción de la patria vasca, de la recuperación del idioma, de una escuela vasca… y lo que ello ha supuesto en el mantenimiento vivo de la conciencia de Euskadi como nación.

En esta constante tendencia a la expansión de la ASC, se pasa de las colonias de verano a las de invierno, los viajes de estudios, los viajes de fin de curso, etc. En concreto, las actividades de invierno, especialmente centradas en la nieve, conocen un reforzamiento importante, con la incorporación de monitores propios, preparados en euskara, que cumplen la doble función de iniciar o promover los deportes de invierno y al mismo tiempo servir como refuerzo de la comunicación y la práctica de la lengua vasca.

Al principio juegan un papel muy importante los profesores, que son quienes toman la iniciativa y asumen la tarea de organizar, programar y responsabilizarse de las actividades extraescolares en favor del euskara. Posteriormente se pasó al trabajo de los monitores y profesionales de la Animación Sociocultural y del tiempo libre. Esto exigió preparación cualificada, titulación y al igual que en el resto de la sociedad, la ASC fue tomando cuerpo propio y constituyéndose en una parcela específica de la formación de los niños y jóvenes.

kilometroakLas manifestaciones y campañas populares en torno a la educación y el euskara merecen un apartado especial. La primera gran manifestación de apoyo a la educación en euskara, entonces únicamente en las Ikastolas, tuvo lugar en el año 1977, en Beasain, en donde se celebró el primer Kilometroak, o fiesta de las Ikastolas de Gipuzkoa. Esta celebración, inspirada en otro tipo de fiestas similares que se llevan a cabo en Estados Unidos, fue importada por un antiguo alumno que, tras su estancia en USA, creyó trasplantable la idea con el fin de brindar apoyo popular y recaudar fondos para la compra de terrenos o para la construcción de una nueva Ikastola. Tras algunos años de lucha para sacar adelante su idea, por fin consiguió hacer realidad su propósito siendo el año 1977 el primero de una larga serie. Se reunieron unas 15.000 personas y se recaudó una cantidad no determinada de dinero. Muchos años después, estas manifestaciones populares se siguen celebrando con un interés y una participación constante.

Tras el éxito de Gipuzkoa (“Kilometroak”), se copió la experiencia en Bizkaia (“Ibilaldia”), Araba (“Araba euskaraz”), Nafarroa (“Nafarroa Oinez”) y en el País Vasco Norte (“Herri Urrats”).

También los centros públicos se han incorporado a este tipo de fiestas, bajo el  lema de la defensa de la “Escuela Pública Vasca”, pero hubo que esperar al año 1993 para que se extendiera la idea a los centros públicos.

3.4.-Alfabetización y euskaldunización de adultos.

Otro de los caminos utilizados para la recuperación lingüística del euskara ha sido la enseñanza de la lengua a los adultos, que ha ido conociendo un proceso desde una organización espontánea y popular hasta una mayor profesionalización e institucionalización.

El doble proceso de alfabetización y euskaldunización (aprendizaje del euskara por los castellanoparlantes) de la población adulta ha experimentado durante la segunda mitad de este siglo una serie de fases que merece la pena tener en consideración (Dávila, P. 1995)

Alfabetización restringida (1940-1969)

Grupo de alfabetización

Este primer periodo, dominado en gran parte por el régimen franquista, tiene unas serias limitaciones en cuanto a la enseñanza y aprendizaje del euskara en todos los niveles, escolares y extraescolares. Sin embargo, la euskaldunización de adultos conoció un gran impulso de modo paralelo al surgimiento de las ikastolas en los años 60. Al amparo de Euskaltzaindia (Academia de la Lengua Vasca), se desarrolló una Campaña de Alfabetización institucional y se comenzó impartiendo clases de modo no formal, para convertirse con el tiempo en centros profesionales, como los Euskaltegis. Esta iniciativa supone un cambio cualitativo respecto a la práctica anterior de alfabetización porque implica un plan coordinado para todo el País Vasco Sur y porque se crea en Euskaltzaindia una Comisión que se ocupa de los aspectos pedagógicos de la alfabetización en euskara. A los 10 años ya contaban con más de 40.000 alumnos y cerca de 2.000 profesores (Siadeco, 1979)

Alfabetización expansiva (1970-1979)

Las diferencias pedagógicas e ideológicas provocaron una escisión en el movimiento de alfabetización en euskara y posteriormente se creó una nueva asociación (1975) que se proponía continuar la labor anterior. Se trataba de la Coordinadora de Alfabetización y Euskaldunización, AEK, que además de la defensa de la recuperación del euskara por parte de los adultos, subrayaba la necesidad de los cambios pedagógicos y metodológicos, así como una mayor implicación del movimiento en la concienciación popular y cambio de actitudes, a través de iniciativas como las campañas de euskara o las manifestaciones de sensibilización, denominadas “Korrika”.

Alfabetización institucional (1980-1992)

El paso del régimen franquista a las nuevas formas de gobierno originan a partir de 1980 una serie de contactos y negociaciones entre el Gobierno Vasco y AEK que, finalmente, no llegarán a producir acuerdos. Como resultado de estas desavenencias, la Administración vasca crea un nuevo organismo denominado HABE (Helduen Alfabetatze Berreuskalduntze, o Alfabetización y Reeuskaldunización de Adultos).

HABE surge en 1981, aunque será en 1983 cuando conozca su nacimiento con una ley reguladora del servicio. A partir de entonces funciona como una institución pública, responsable de coordinar y asesorar los centros que imparten euskara a los adultos.

3.5-Clubs Juveniles

En el libro «Clubs Juveniles en acción» (Mendia, R. 1974), tratamos de recoger un planteamiento común en muchos de los Clubs Juveniles con los que habíamos tomado contacto en Euskadi y resto del estado, haciendo labores de formación y asesoramiento en algunos de ellos.

  • Toda acción educativa, y el Club Juvenil lo es, para ser valedera debe necesariamente estar precedida de una reflexión sobre el hombre y un análisis de su medio de vida.
  • Libro Clubs Juveniles en AcciónA partir de esta base, conocidas las inquietudes y los objetivos, se ha de buscar, entre todos, el contenido programático de la acción.
  • No se pueden llevar esquemas hechos. Todo lo que se haga ha de partir de los miembros del Club, de todos los miembros del Club.
  • Tomando como punto de partida la acción, es necesario que trabajen en actitud igualitaria.
  • No sólo es preciso reflexionar sino que se ha de reflexionar desde una acción.
  • No hay que caer en la tentación de estancarse y conformarse con lo que se posee. Tiene que haber una búsqueda permanente de nuevas fórmulas. Hay que ejercitar constantemente la creatividad.
  • La acción, los problemas que plantea, las nuevas vías y caminos a seguir deben ser sometidos a crítica en permanente diálogo.
  • Tres características de esta acción son: Colaboración, unión y organización.
  • El equipo de responsables o educadores debe colocarse en postura de revisión. Criticarse entre si, comunicarse.
  • Los educadores deben tener mucho cuidado de que no se cree una situación de dependencia de los otros miembros del Club hacia ellos.
  • El educador nunca debe imponer sino dialogar sobre la acción.
  • No es el educador quien educa y el educado quien aprende sino que el educador se va educando a medida que educa, es decir, no hay un responsable que “forma” a los demás miembros del Club, sino que todos juntos se van formando y madurando en diálogo constante sobre su acción o actividad.
  • Esta acción con su reflexión no puede alejarse de la realidad ni del mundo sino que debe ser elegida a partir de la situación concreta.

En ese mismo texto añadíamos:

«Así todo trabajo con jóvenes debe tender a una agrupación de jóvenes, interrelaciones y frecuentes comunicaciones, que tomen conciencia crítica de su propia realidad y de la realidad circundante, inserta en otras comunidades humanas y que actúen sobre esta realidad con objeto de transformarla: mediante denuncia, acciones concretas y constructivas, formación y toma de conciencia, maduración social y humana»

3.6.- Otros grupos de jóvenes

Junto a la experiencia de los Clubs Juveniles, y coexistiendo con ellos, se había producido una evolución de los antiguos locales de las Juventudes de Acción Católica, a lo largo de la década de los sesenta (Las Juventudes de A.C. transformadas en Movimientos especializados constituyeron un poderoso instrumento de concienciación nacional, social y política).

Las O.A.R. (Organizaciones Atlético/Apostólico Recreativas), venían a constituir una organización que por medio del deporte, el montañismo, el cultivo del folklore y la cultura vasca y las actividades de tiempo libre, se hacían presentes en un sector de la juventud.

Grupos de jóvenes

Entremezclado con todo ello, formando un todo complejo, un fenómeno digno de ser estudiado con más detenimiento, se constituían grupos de danzas, de cultura vasca, de estudio del euskera, de excursionismo, de montañismo… que a la sombra de todo este tipo de Asociaciones iban surgiendo.

Es de destacar la iniciativa de estos grupos de jóvenes al organizar excursiones al monte, salidas de día y de tarde a zonas rurales constituyendo una fiesta, una concienciación del sentimiento nacional, tanto para ellos como para aquellos que les veían pasar por las calles de los pueblos, a los que llegaban a los bailes públicos de las plazas de los pueblos. No podemos olvidar las salidas de grupos de jóvenes desde el casco Viejo de Bilbao, por el tren de Lezama a los pueblos del Txoriherri, y el retorno en la Plaza Nueva a la noche, con bailes, canciones… y en ocasiones cargas de los «grises».

3.7.- Euskalerriko Eskautak. Movimiento Scout Católico

Las actividades scouts quedaron suspendidas al final de la Guerra Civil, al crear el nuevo régimen la necesidad de monopolizar todas las actividades de formación de la juventud. Desaparece el escultismo, por decreto, como organización estatal, ya que hasta esta fecha había estado promovido por iniciativa de la dictadura de Primo de Rivera y surge una nueva y única organización estatal: el Frente de Juventudes. El decreto no se aplicó al “guidismo”, el cual, sin embargo, suspendió sus actividades, si bien parece que quedaban restos de “guidismo” en Donostia.

De estos grupos se sabe que tenían un cierto aire paramilitar formando un pequeño ejército de jóvenes y muchachos. Sin embargo y pese a que durante los años que van después de la Guerra Civil el escultismo sufre un gran retroceso, es a partir de 1940-45 cuando empieza a resurgir al amparo de instituciones como parroquias, colegios, clubs o excursionismo.

En cada Territorio Histórico tiene origen diverso, siempre vinculado a la Iglesia, constituyendo en diversos momentos Delegaciones Diocesanas (en Bizkaia 1966), fuertemente influenciado por las Delegaciones Diocesanas de escultismos de Minyos Escoltes, se toman contactos con Gipuzkoa, Vitoria y Pamplona…

Revista Euskalherriko EskautakLas Guías de Donostia fueron las que mantuvieron las Guías de España funcionando prácticamente después de la Guerra. Desgajándose de las Guías de España nació un equipo de Akelas, de chicas para llevar lobatos, con bastante autonomía con respecto al escultismo de las guías y al diocesano.

La relación con los Minyons Escoltes ayudó a ver claro que la opción en la educación tenía que ser de país. Con ellos se promovió una organización de tipo federal, siempre hablando en el ámbito eclesial. Las organizaciones supradiocesanas era un modo del que entonces se podía hablar, de lo que es un país y tener relaciones a nivel de país. Y con gran tensión, con gran dificultad y con grandes problemas, se logró imponer esta ideología en los años sesenta, cuando en ningún lado se hablaba de federalismo. Entonces se logró imponer en el escultismo; la supradiocesana vasca, junto con los catalanes, fundaron el M.S.C.

Los principios pedagógicos de los primeros años estaban basados en la Ley y la Promesa scout. Así todas las actividades que se realizan tendrían como objeto desarrollar cada una de las consignas de la Ley, al mismo tiempo que se potencia la buena acción del día.

En 1966 se crea el Movimiento Scout Católico, en cuya constitución colaboran entre otros las Delegaciones Diocesanas de Bilbao y San Sebastián, no incorporándose Vitoria hasta el año siguiente, 1967.

Esta Asociación supuso un gran paso adelante para el escultismo español, ya que por primera vez hay una asociación estatal de escultismo, lo que trae consigo un mayor respaldo y que por primera vez puede plantearse una alternativa a los grupos promocionados por el estado (OJE), por la Iglesia (la Acción Católica)… además de la potenciación de nuevos grupos. La estructura Federal o Confederal asegura la autonomía de cada una de ellas.

A la par del Movimiento Scout Católico se fue creando la Asociación de Scout de España, conocido como las siglas de ASDE. Esta asociación es la continuadora de los exploradores de España fundados en Vitoria y Madrid en 1912. La gran diferencia que existe y por la cual se mantenían separados es que no veían que el escultismo tuviera que ser necesariamente cristiano. Si entendían que debía ser un movimiento religioso pero en ningún momento cristiano y al amparo de la Iglesia.

Sin duda el hecho más significativo es la constitución de Euskalherriko Eskautak en 1983 formada con las Supradiocesanas de Bizkaia, Guipúzcoa, Álava y Navarra, que tenía como objetivo prioritario coordinar las diferentes delegaciones y crear un proyecto común que sirva de situación en cada una de las diferentes provincias.

Noticia sobre la constitución de Euskalherriko EskautatLeer su proyecto educativo supone vincular cuatro líneas fuerza, asumidas de los distintos movimientos: La educación en el tiempo libre, la educación liberadora, la educación de país, la educación de la fe. Recuperar un espacio educativo. El tiempo libre como espacio educativo. Recuperar una antigua aspiración scout: formar ciudadanos conscientes en un espacio y en un tiempo concreto: Euskal Herria aquí y ahora.

Los frutos, a pesar de sus lagunas metodológicas sobre todo en la edad juvenil adolescente, son evidentes, y constituyen una significativa contribución al proceso de construcción de Euskadi y puntales de muchos de los procesos de animación sociocultural. (Alarcón, J.C.; Santiago, M.J. 1985).

3.8.-Otros movimientos de Iglesia

Otros movimientos en el tiempo libre son el Movimiento Junior, que nace del Aspirantado de Acción Católica. Los grupos apostólicos, que en la crisis de la última parte de los sesenta también constituyeron elementos creadores de animación sociocultural en distintos ámbitos y realidades (HOAC, JOC, JEC, JIC, VANGUARDIA OBRERA, etc.) mantuvieron un componente de compromiso cristiano y  desarrollaron un fuerte esfuerzo de implicarse en la lucha de los barrios y sectores en el proceso de liberación…

3.9.-Las Colonias de Verano

Campamentos de verano

En el campo de las iniciativas de Tiempo Libre, cabe destacar las iniciativas de «Aire Libre». Este tipo de iniciativas no solo movilizaban niños en vacaciones, sino que eran realidades vinculadas a grupos parroquiales o vecinales, en donde tenían una fuerte participación de los padres, los adultos, en la creación de la infraestructura material como de servicios.

Nacidas muchas de ellas de los antiguos campamentos de «Aspirantes de Acción Católica» fueron pasando a iniciativas de tiempo libre como servicio a la población, aglutinaban a muchos adultos, monitores voluntarios y niños.

Hablando de Colonias debemos distinguir las de aquellas que fueron promovidas por entidades de ahorro, como obra social y que daban respuesta a situaciones de salud y malnutrición. Eran más bien preventorios, que funcionaban en turnos de tres meses.

Colonia Pedernales (Obra social de caja de Ahorros)Estas iniciativas, que nacen en Europa en el último tercio del siglo XIX, aparecen en Euskadi en el segundo tercio del siglo XX, entrando en crisis a partir de la Ley de Educación del 1970, convirtiéndose en internados, y de hecho llamados a desaparecer por haber finalizado el cumplimiento de su función social. Es de destacar la reconversión de la Colonia Infantil de Pedernales, en un valioso instrumento de renovación de la vida de la escuela, mediante la transformación en un «Centro de Experimentación Escolar».

Una experiencia singular era la mantenida por el Ayuntamiento de Bilbao, mediante las colonias abiertas de Archanda, una especie de «Casas de Verano» desarrolladas en un equipamiento al aire libre. Los niños acudían acompañados de sus maestros, en el funicular de Archanda, a pasar el día, durante la primera quincena de Julio.

Esta iniciativa desaparece con la Ley de Educación al desaparecer las jornadas de verano en las escuelas públicas. Iniciativa a su vez recuperada los últimos años por el Ayuntamiento de Bilbao, no ya con maestros sino con monitores contratados.

Es de destacar también el papel de Cáritas, otra institución de Iglesia, como promotora de iniciativas de Colonias. De la leche en polvo, el queso americano, los colchones y mantas… a las subvenciones… a la formación de monitores… Servicio de Colonias que en cada provincia dio lugar a un estilo concreto y a una forma concreta de organización, de ahí nace «Atseden Taldeak», «Hezkide», «EDEX» y la «Escuela Diocesana de Bilbao».

3.10.- Cáritas, de la beneficencia a la promoción

Es de destacar la iniciativa que, dentro de la Animación Socio Cultural, tuvo Cáritas Diocesana, manifestada en tres formas diversas en cualquiera de las tres provincias, organización que se encontraba inserta en un proceso de Desarrollo Comunitario, promovido por la Organización a nivel estatal y que contribuía fuertemente en el movimiento de resistencia al franquismo mediante el desarrollo de la conciencia crítica de los ciudadanos a quienes llegaba su acción.

Junto a Cáritas Diocesana de Bilbao se aglutina un grupo de personas que hacen posible el funcionamiento a partir del año 1969 de un Servicio de Colonias y Tiempo Libre, nacido, justo es decirlo, de contactos mantenidos con el «Servei de Colonies de Barcelona». Es en el año 1972 cuando se constituye el Departamento de Educación de Cáritas que estaba formado por: EDEX, Servicio de Colonias y Tiempo Libre, Desarrollo Comunitario, Servicio de Juventud, Servicio de Información y Documentación. De ese trabajo inicial son herederos en diversa medida tanto la Escuela Diocesana de Educadores de Juventud, como el actual Colectivo EDEX (versión no confesional de los principios que inspiraron el Dto. de Educación de Cáritas)… Nace de esta acción HAURRAK, la fiesta de la TXAPEL TXIKI, los diversos proyectos educativos de muchos movimientos, grupos, Clubs Juveniles, etc.

3.11.- La integración de Minusválidos en los procesos de animación socio cultural

En el año 1972 nace en Bilbao el primer Servicio de Tiempo Libre de Deficientes Mentales, dependiente de la Asociación Vizcaína pro Subnormales.

Como primera intuición viene a tratar de dar una respuesta tanto al ocio liberador de los deficientes, como al inicio de un proceso de integración en la sociedad civil. Lo que nace como un Servicio de Colonias, con las características propias de tal servicio se va convirtiendo poco a poco en un movimiento asociativo de deficientes y voluntarios para desarrollar un proceso de animación de las personas minusválidas.

La red de Clubs de Deficientes que se estableció tanto en Vizcaya, como en Guipúzcoa, Álava o Navarra da una idea de la envergadura del empeño, que culminó con las Primeras Jornadas de Clubs de Deficientes tenidas lugar en San Sebastián los años 73 y 74.

3.12.-La lucha antinuclear en Euskadi

La lucha antinuclear en Euskadi en los últimos años fue apoyada con gran intensidad por la participación de las AAVV en el movimiento anti Lemoniz, Deba, etc.

En mayo de 1972, la Dirección General de Energía concedía autorización previa a la empresa Iberduero para la construcción de la central nuclear de Lemoniz. Puede decirse que desde ese mismo momento comenzó de alguna forma la oposición al proyecto, oposición que con el tiempo iría creciendo más y más, alcanzando cotas de masificación no conocidas aún en ningún país de Europa.

Pero el movimiento antinuclear en Euskadi tendría en sus primeros años que enfrentarse a otro proyecto: el de punta Endata en Deba (Guipuzkoa). La fuerte contestación que originó este proyecto nuclear logró que la Diputación de Guipúzcoa, tras el estudio realizado por Dames and Moore, denegara autorización para llevarlo adelante.

No sucedió así con la Diputación de Vizcaya que, a pesar de la gravedad del emplazamiento de Lemoniz, daba su beneplácito para llevar a cabo el proyecto.

La oposición a la central nuclear de Lemoniz contó desde el comienzo con todo tipo de trabas, prohibiciones, cuando no con la represión más brutal.

Tras una primera etapa de información al pueblo de Euskadi, de charlas, debates y mesas redondas a lo largo y ancho de la geografía vasca, la oposición de Lemoniz se convirtió poco a poco en una masiva movilización popular. El 29 de agosto de 1976 marcó el inicio de esta movilización masiva. Ese día más de 50.000 personas se concentraban en Plencia. (1ª Asamblea de AA.VV. de Euskadi 1979).

3.13.-Las fiestas populares

Tras la guerra de 1936, derrotadas las fuerzas populares, la dictadura se cebó no sólo sobre las personas que integraban éstas, sino también sobre todas aquellas manifestaciones que estuvieran marcadas por el sello de lo popular, comunitario o democrático.

Con el afianzamiento del régimen, la fiesta era utilizada como un mecanismo legitimador más, justificándose su celebración a partir de su significado religioso.

FiestaEn Euskadi esta tónica general adquiría matices particulares. Para el movimiento ciudadano, la fiesta ha significado un excelente instrumento de unión y movilización de los vecinos. Con ella se ha conseguido integrar a sectores emigrantes en las tradiciones y cultura del pueblo vasco (Sanjuanes, Coros de Santa Agueda, Olentzero…) introduciendo y difundiendo paralelamente el euskera. La fiesta ha servido de vehículo para una labor más amplia de afirmación y renovación cultural, y a través de ella se han afianzado la música y el teatro independiente vascos.

La fiesta es considerada por el movimiento ciudadano como un bien en sí misma, como una manifestación más de la libertad de expresión y se utiliza en ejercicio de dicha libertad sin atenerse demasiado a los calendarios tradicionales. La diversión es entendida no en su sentido alienante, sino como «paréntesis de normalidad en el «caos cotidiano» y como instrumento de protesta contra una situación determinada.

Las reivindicaciones de los barrios encuentran de esta forma un nuevo medio de expresión a través de todo tipo de festejos, ya se trate de charangas, teatros en la calle o maratones-denuncia del fraude urbanístico (De Andrés, J.; Maisuetxe, J.A. 1980).

3.14.-Las Universidades Populares. La Universidad Popular de Recaldeberri

En los años 70 se ponía en marcha en Recaldeberri la Universidad Popular. Su origen es el Movimiento Ciudadano, la Asociación de Vecinos de Recaldeberri, una de las primeras del Estado. Luchas significativas de esta Asociación son la de las Escuelas, la Escuela Nocturna Batasuna que atendía fundamentalmente a la educación permanente de adultos, compaginando con la enseñanza de baile, de guitarra, de euskera y de Formación Profesional Administrativa. Son también iniciativas de la Universidad Popular la escuela de la Mujer del centro Batasuna, donde se compaginaban enseñanzas practicas del hogar con temas culturales, sociológicos y políticos, las ikastolas de barrio… y la Universidad Popular, que nace de la Academia de la Asociación de Familias, en plena lucha reivindicativa del instituto… La Biblioteca Popular, etc. (Universidad Popular de Recaldeberri, 1977).

Hay que añadir a esto la nefasta acción del Ayuntamiento de Bilbao, que en su intento de yugular, en el mandato de su alcalde Castañares, todo movimiento organizativo popular, quiso aplicar las tasas municipales por la utilización de locales públicos a las organizaciones de vecinos y de otro tipo… cobrando ya entonces de 1979 a 1983 la tasa de 4.000 pesetas por acto realizado.

4. LA ANIMACION SOCIO CULTURAL EN LA TRANSICION. TRAS EL ESTATUTO DE AUTONOMIA DE EUSKADI

Javier Angulo (1978), hablando de las asociaciones afirmaba que

“nos encontramos hoy con un movimiento asociativo formado por organizaciones mucho más heterogéneas y diversas entre si que lo que fueron anteriormente”…  «No solo porque la naciente democracia ha traído consigo más posibilidades de asociación para fines específicos, sino en razón de la exigencia de planteamientos de alternativas, que deben ofrecer las asociaciones».

Hasta no hace mucho, las asociaciones de vecinos eran las únicas organizaciones de masas en los barrios. Ahora se conoce una floración de entidades asociativas de todo tipo, de fines específicos, que llevan a cabo actividades que antes eran realizadas por las organizaciones vecinales. Además de que partidos y centrales sindicales han abierto sus sedes locales.

Antes, la asociación de vecinos era la instancia en la que concluían una serie de actividades dispersas. En el variopinto panorama asociativo del país, algunas asociaciones de fines específicos -de consumidores, de padres de alumnos, de mujeres, de jóvenes, culturales, recreativas y otras- nacieron a iniciativa y con dependencia inicial de las asociaciones vecinales, y ahora caminan por si mismas, como organizaciones autónomas.

Por otra parte, es de destacar el papel significativo que en la promoción de iniciativas socioculturales han jugado las Escuelas de Tiempo Libre: EDEX, EDEJ, ATSEDEN TALDEAK, HEZKIDE, etc.

Encuentro sobre Animación sociocultural. BilbaoSin embargo, como antes se ha dicho, desde la perspectiva de finales de los años 80, las distintas Administraciones, remolonamente, han ido tomando iniciativas, tratando de recuperar iniciativas socioculturales. De todas formas, desde nuestro particular punto de vista, se han tomado iniciativas muchas de ellas con más voluntad que acierto y la constatación es que el asociacionismo sociocultural no ha avanzado al ritmo que se hubiese deseado y no se ha desarrollado una labor de promoción con la eficacia requerida. Las administraciones locales, ámbito idóneo para desarrollo de programas de animación socio cultural, no han asumido sus responsabilidades, dejando en la mayoría de los casos en manos de las administraciones nacionales o forales la iniciativa, competencia inequívocamente municipal.

Encuentro Animación Sociocultural. BilbaoLos programas de apoyo a la iniciativa municipal se han quedado cortos por un lado y por otro los recursos disponibles han sido poco aprovechados, debido a la poca sensibilización de los entes locales.

Los programas culturales municipales han suplantado a la iniciativa de la Sociedad Civil, ignorando el dinamismo de las bases en la mayoría de los casos. Han sido programas de ocupación del tiempo y poco promotores de asociacionismo.

Se han desaprovechado, por enfoque no adecuado, la formación institucional de los Animadores Socioculturales, pudiendo haberse constituido en un poderoso potencial de promoción de programas socioculturales, de vida ciudadana en definitiva.

Podríamos decir que el tiempo transcurrido desde la aprobación del Estatuto de Autonomía de Gernika se ha caracterizado por una sucesión de claroscuros, con predominancia de los grises, siendo ésta la tónica tanto institucional como asociativa en el ámbito de la animación socio cultural. Por otra parte un nuevo tipo de asociacionismo apunta tímidamente en nuestra sociedad que denota la necesidad que el cuerpo social tiene de recuperar su protagonismo y su iniciativa, una vez comprobado lo que da de si un hiperdesarrollo de lo político sobre lo cívico. Pensamos que la sociedad comienza a resituar cada cosa en su sitio, siendo la conjunción de todas las fuerzas sociales, políticas, sindicales, culturales las que hagan posible una convivencia en paz en Euskalherria. Cada una en su sitio y en su lugar. Cada una con su parte correspondiente de responsabilidad dentro del cuerpo total de la sociedad.

En lo que respecta al tema de la ASC y el Euskara (Etxeberria, F., 1999), las iniciativas populares encuentra su relevo y continuación en el impulso que el Gobierno Vasco transmite a través de la normativa de 1983  sobre regulación del uso del Euskara, en la que se recoge y regula la necesidad de que el euskara esté presente dentro y fuera del aula, con el fin de que la situación de normalización se refleje en todo el entorno del alumno.  El compromiso de la normativa de 1983 se concreta afirmando que “El Departamento de Educación y Cultura tomará las medidas necesarias para reforzar el uso del euskara en el entorno de la escuela, tanto en las actividades de dentro como fuera de clase, para que el euskara sea la lengua de comunicación habitual”. Fruto de este espíritu es el programa NOLEGA que recoge multitud de iniciativas de apoyo al Euskara en el ámbito no formal. En este terreno la confluencia entre actividades populares e institucionales ha sido más enriquecedora.

Hasta aquí hemos ofrecido algunas claves de la ASC en los años 60-80. La evolución a partir de los 90 es …. otra historia.

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Para contactar

Félix Etxeberria Balerdi. Email: fetxeberria@ehu.es , tel.  943018250.

Rafa Mendia. Email: rmendia@mac.com , tel.  670316274.

1.- Félix Etxeberria Balerdi, es  Doctor en Ciencias de la Educación. Profesor Catedrático de la Universidad del País Vasco. Investigaciones en temas de plurilingüismo, educación e inmigración. Miembro investigador del Grupo DREAM (Donostia Research on Education and Multilingualism).

Rafa Mendia tiene una larga experiencia como educador social, creador de grupos, animador de clubs, etc. y es colaborador con el Gobierno Vasco en material de ASC.