Flor Hoyos Alarte, Coordinadora del Jurado Premio “Memorial Toni Julià”. Vocal Junta de Gobierno del COEESCV
El premio Toni Julià mantiene vivo el recuerdo de Toni, de eso se trata, como una llama o un rescoldo que persistentemente nos anima, nos orienta.
El premio, te reconcilia con la memoria de lo que fuimos y lo que somos, con la identidad de la profesión, con sus raíces y su pureza. Te obliga, necesariamente, a la autocrítica y a la revisión. Porque si algo tuvo Toni, sobre todas las cosas, fue su integridad y su exigencia. Cualquier cosa relacionada con su memoria, exige el máximo rigor y la máxima entrega. Es desde aquí con cierto temor y alegría que arrancamos el pasado año esta 1ª Edición del premio. Ahora hacemos memoria y presentamos resultados.
Queríamos que esta 1ª convocatoria retara a la profesión a escribir y a reivindicarse, a reflexionar y a mostrarse más allá de sus “micro mundos”, con la valentía del que sabe y sabe decir, del que quiere compartir y acepta miradas, cuestionamientos y sugerencias; y en definitiva entender su profesión como proceso de perpetua mejora, de continua formación.
Las entidades estatales de Educación Social, con esta intención, desarrollaron la ini-ciativa, difundiéndola en sus territorios, presentando y dando soporte a sus candidatos, haciéndolos protagonistas. Dando palabra a un colectivo más acostumbrado a buscar el saber fuera de la profesión que en la propia profesión.
Finalmente presentaron proyectos:
El Consejo General de Colegio de Educadores y Educadoras Sociales eligió cuidadosamente a los miembros de su primer jurado, que simbolizaban de algún modo, cimientos fundamentales y necesarios para la profesión: formaban parte de instituciones responsables de implementar las políticas sociales, del mundo universitario y del saber, del ámbito de la participación comunitaria, del asociacionismo profesional… En lo concreto, los miembros del jurado han sido compañeros de gran altura y seriedad. Ellos fueron en esta edición:
Al jurado, le hubiera gustado disponer de medios y más tiempo, en esta primera edición, para compartir y debatir sobre los trabajos con los compañeros. No hemos podido reunirnos físicamente y hemos echado en falta ese contacto más cercano, ese calor de la proximidad… El forzado aislamiento, tuvo de positivo que nuestros trabajos individuales, leyendo, reflexionando sobre los proyectos presentados, se desarrollaron de un modo muy imparcial. De este modo, aportamos muy abiertamente nuestras valoraciones, a veces absolutamente discordantes y solo al final del proceso contrastamos y consensuamos un veredicto.
Ha sido interesante ver cuántas y qué distintas experiencias se desarrollan a lo largo del estado, cómo de ricos pueden ser los enfoques de abordaje. Ninguno de los trabajos presentados incidía sobre el mismo colectivo. Y los enfoques teóricos, la metodología empleada, los recursos utilizados han sido bien distintos…
Fue difícil no tanto elegir como descartar, ya que todos los proyectos presentaban aspectos destacables. Finalmente se fallo como ganador al “Programa Socioeducativo de carácter comunitario para la recuperación de “El Ingenio-El Puche”, cuya autoría es de la Mesa Comunitaria del Puche.
De este proyecto, entre otras cosas, el jurado destacó:“
Muy buena estructura y coherencia del programa…”,
“Buenas perspectivas de futuro al estar todos los agentes implicados en el proceso. Buenas sensaciones, extrapolable a otros contextos.”
“Aunque la intervención comunitaria parece ser el santo y seña de nuestra metodología, en los últimos tiempos parece un bien cada vez más escaso. Por eso es de valorar especialmente bien este trabajo, por eso y por la implicación de estudiantes en este proyecto lo que asegura que tengan una formación de base en comunitaria y sean receptivos posteriormente al trabajo comunitario y en red.”
“Muy bien documentado, incorpora indicadores de resultados (es decir que la formulación es completa…) y aporta el concepto de aprendizaje-servicio”.
Además del galardonado se concedieron 5 accésits, que junto con el proyecto premiado tenemos el placer de presentaros en esta publicación: http://www.eduso.net/res/pdf/16/memorialtj.pdf
Escribir, obliga sin duda a reflexionar sobre lo que se hace, a fundamentarlo, sistematizarlo y explicarlo de forma entendible. Ayuda a distanciarse de la realidad y a ver la acción desde la distancia. Escribir desde la propia práctica para los educadores y educadoras sociales es una experiencia necesaria y todavía poco explorada. Este premio, nos da esa oportunidad. Permite también compartir esta experiencia con el colectivo, soñamos para él una larga vida.