Carlos Sánchez-Valverde. Educador Social. Secretario de la Junta de Gobierno del Col·legi d’Educadores i Educadors Socials de Catalunya.
Lectura para la reflexión…
Tenéis en vuestras manos una nueva entrega de RES. Esta vez, un poco más teórica que otras. Pero de una importancia no desdeñable: os acercamos diferentes reflexiones sobre la relación entre ética y educación social. Y alguna de ellas, también relacionada con la aplicación y traslación a nuestra práctica de esos principios inspiradores.
La ética ha sido una de nuestras preocupaciones “históricas” como colectivo profesional. Y por ello dedicamos parte de los debates del Congreso de Toledo a poder llegar a un encuentro sobre este tema, que actúe como referente colectivo. Y así, la Asociación Estatal de Educación Social (ASEDES), entidad que agrupaba en aquel momento a los colegios profesionales de educadores sociales, a las asociaciones profesionales de educadores sociales y a las asociaciones de estudiantes y diplomados en Educación Social, en su Asamblea General celebrada en Toledo el 28 de febrero de 2004, aprobó nuestro Código Deontológico (ver http://www.eduso.net/red/codigo.htm).
Quizás, esta preocupación venga derivada de la naturaleza de nuestra labor, que se incardina en ese difuso espacio entre lo profesional y lo político, escenificando como ninguna otra dedicación profesional, lo que Weber dibuja como las dos éticas: la de la convicción y la de la responsabilidad, que “no se pueden fusionar completamente, la ética y la política constituyen dos esferas distintas, aun cuando estén en intersección”. En una interacción, desde la tensión entre uno y otro polo, en la que no podemos reducir la ética de la convicción a la moral de la responsabilidad, porque así caeríamos en “el realismo político, en el maquiavelismo, que es el resultado de la confusión constante entre los medios y los fines”.
