×

Crónica del Congreso de Servicios Sociales Básicos de Cataluña: hilando complicidades entre profesionales

Autoría:

Noelia Muñoz González, responsable del Área de Comunicación y del Área de Proyectos y Actividades del Col·legi d’Educadores i Educadors Socials de Catalunya (CEESC)

 

Hace 17 años los colegios profesionales de Educación SocialTrabajo SocialPsicología de Catalunya organizaron la que sería su primera Jornada de Servicios Sociales de Atención Primaria. Un espacio bianual de encuentro, formación y reflexión conjunta en el que, de un modo exitoso, se ha consolidado como un referente en los Servicios Sociales Básicos.

Estas tres figuras: educadores sociales, psicólogos y trabajadores sociales han sabido tomar el pulso al panorama profesional ofreciendo al resto de sus compañeros contenidos de interés en los que poder profundizar. Efectivamente, esta propuesta se ha hecho de un modo horizontal. Han sido unas Jornadas creadas por los profesionales  de estos servicios y para los profesionales de los mismos. Ofrecer propuestas útiles e innovadoras ha sido su objetivo desde el inicio y para ello se han sabido rodear de expertos en distintos ámbitos dotando de este modo a las Jornadas contenidos de calidad.

Trabajar con rigor y organizarse de manera consensuada entre los tres colegios, algo poco habitual en el Tercer Sector, ha sido clave para alcanzar la madurez suficiente como para plantearse el reto de un nuevo formato. Este año, el Congreso de Servicios Sociales Básicos, celebrado el 22, 23 y 24 de octubre de 2014, bajo lema: Vidas en crisis. Ética, investigación y creatividad. Transformamos el presente, construyendo el futuro da un paso al frente y se consolida como un espacio de encuentro e intercambio en el que  profundizar sobre la teoría y práctica.

La antigua fábrica de hilaturas Fabra y Coats en Barcelona ha sido el espacio escogido este año para tejer sinergias y complicidades entre los diferentes profesionales de los Servicios Sociales. Un recinto en el cual se ha dado valor a la tarea realizada hasta ahora y en el que se han compartido métodos de trabajo utilizados. También ha sido un lugar donde se han vivido momentos de reflexión sobre el actual contexto de crisis dando pie a la reivindicación y el replanteamiento de un modelo de bienestar distinto al actual, un ejercicio de creatividad en el que la equidad ha surgido como valor ético preeminente.

Ética: dilemas que surgen en nuestro día a día.

El primer día comienza con un auditorio lleno hasta los topes donde la ponencia marco de Maria Jesús Úriz Pemán nos plantea el tema de las cuestiones éticas en los servicios sociales. Esta es una cuestión presente en nuestro quehacer diario ya que si el objetivo de nuestra profesión es ayudar a las personas, a la ciudadanía, a desarrollar su proyecto de vida, ello exige una responsabilidad ética.

Frente a un dilema ético queda una sensación de desasosiego por no saber si he tomado la decisión correcta. Esto nos empuja a replantearnos nuestra manera de actuar, nos hace pensar si hemos actuado bien o deberíamos haberlo hecho de otra manera.

De esa sensación nace la necesidad de crear espacios de reflexión ética donde se planteen dilemas surgidos en el día a día con tal de mejorar nuestra intervención. Como bien apuntó la ponente principal “es muy difícil establecer una jerarquía universal de principios éticos” y por tanto establecer cuál es el camino óptimo en cada situación es complicado.

Pero la ética no surge sólo en la intervención directa con la ciudadanía sino que también podemos hablar de ética institucional y de una ética social, es decir, de la responsabilidad que tenemos como sociedad en la cual consideremos a la persona con sus derechos y sus obligaciones. Es preciso tener en cuenta estos tres aspectos de la ética para poder promover una sociedad mejor, aportar algo a un cambio desde nuestra profesión y trabajar en pro de la justicia social.

Y aquí os dónde nuevamente nos topamos con los dilemas morales ya que si en el ejercicio de nuestra profesión se hacen patentes políticas y acciones injustas, ¿qué haremos? Aplicaremos las normativas que nos vienen dadas, no haremos nada o intentaremos cambiarlas? Cómo veis hay mucho que hilar respecto al tema ya que estas reflexiones que os presento surgidas en dicho encuentro no dejan de ser el cabo de una madeja bien tupida y compleja. Es por ello que tanto en los diferentes espacios de encuentro entre los profesionales como en las relatorías visuales que los comisionados realizaron se evidenció esta premura de tejer complicidades frente a una cuestión en proceso de continua revisión.

Investigación: sistematizar el conocimiento para la intervención social.

El segundo día los participantes del Congreso seguíamos con ganas de aprender así que fue un lujo y un placer poder empezar una segunda jornada, dedicada a la Investigación, con Fernando Fantova. Este educador y consultor social nos incitó desde un inicio a traicionar las tradiciones, es decir, a replantearnos nuestras máximas profesionales con tal de “avanzar en lo que tiene que ver con la investigación y el conocimiento para la intervención social”.  En esta disertación expuso algunas claves de lo que pueden ser buenas prácticas en investigación y conocimiento en cualquier sector de actividad para poder analizar posteriormente la situación en el ámbito de los servicios sociales. 

Fue muy interesante ver la reacción del público en relación a las propuestas estratégicas que planteaba sobre la intervención social en nuestros servicios. Nos habló de innovación, de nuevas soluciones creativas basadas en el conocimiento científico y en la experiencia práctica. También de la importancia de la investigación basada en la evidencia y en la aplicabilidad y la necesidad de evaluar los proyectos y el trabajo realizado en los servicios sociales.

Destacó el saber hacer práctico de los educadores sociales, trabajadores sociales y psicólogos a la hora de acoger, saber estar y relacionarnos con la ciudadanía. Y sobre todo apeló a nuestro sentido de la responsabilidad poniendo el acento en la trazabilidad de nuestras acciones, es decir, en la finalidad última de lo que hacemos.

En los espacios y talleres que hubo posteriormente la gente se reunió en torno a aquellos temas que suscitaron su interés y dando una vuelta por los diferentes lugares de encuentro y exposición podías ver un clima de entendimiento entre profesionales de tres campos diferentes abiertos al debate de la comunidad de aprendizaje que representó este Congreso. El hecho de que fuera un Congreso creativo e innovador ayudó a crear este clima de intercambio de conocimiento en el cual los ponentes no sólo expusieron sus experiencias sobre investigación sino que nos hicieron partícipes de que lo que nos querían exponer de un modo vivencial.

Creatividad: cómo crear nuevas realidades en este cambio de época.

El tercer día explotó la creatividad. Utilizo este verbo porque uno de los hilos conductores de este Congreso a lo largo de estos tres días fue la inventiva, la creación, lo visual, la imaginación. Teatro, poesía, cuentos y circo se entretejieron durante las tres jornadas ofreciendo a los asistentes otra manera de reflexionar sobre la realidad cotidiana de los Servicios Sociales.

La ponencia marco de este día fue a cargo de Begoña Román que comenzó su disertación destacando una observación de Zygmunt Bauman sobre el hecho de que no estamos en una época de cambios sino en un cambio de época. Un cambio de época que también afecta a los Servicios Sociales.

La individualización de la sociedad, la disonancia entre derechos y capacidades y la realidad de unos servicios sociales asistencialistas hacen que exista una descoordinación y burocratización de los servicios sociales en la que los derechos sociales de la ciudadanía no se aplican. Ello unido a un aumento de la injusticia global, a unas clases sociales cada vez están más polarizadas y a una riqueza concentrada cada vez en menos manos hace que el sufrimiento de la población nos muestre que somos vulnerables y que hay personas no tienen recursos para afrontar esta realidad cotidiana.

“Somos individuos en relación y nuestros vínculos son necesarios para crear capacidad y estabilidad” decía Begoña Román. Si hablamos de vínculo, surge el interrogante de nuestro papel y posicionamiento como profesionales vinculados a la ciudadanía, es decir al individuo, y a los movimientos sociales, es decir, al colectivo: ¿Hay una verdadera tríada entre la población, los movimientos sociales y los profesionales?

Mientras educadoras/es, trabajadoras/es y psicólogas/os sociales reflexionábamos sobre esta cuestión, en Ciudad Meridiana, 40 vecinos habían asaltado una oficina de Servicios Sociales destruyendo parte del mobiliario y atemorizando al personal que allí se encontraba.

Frente a estos hechos la ponente aludió a los riesgos de los profesionales y también a otros: el miedo a la persona atendida, el miedo a la propia organización a que no me renueven el contrato o la subvención, el burn out, la fatiga por compasión, es decir, estar tanto por el otro que ni nos cuidamos a nosotros.

También surgió la duda sobre qué debemos asumir como profesionales y cuál es nuestro papel dentro de esta realidad. El reto podría ser encontrar una zona donde converjan nuestras capacidades y deseos con la realidad existente.

Como veis, poder compartir puntos de vista a lo cotidiano dentro de los Servicios Sociales fue interesante para poder esbozar un futuro en el que trabajar. Crear redes, compartir conocimiento y comprobar que tenemos un tejido tupido de profesionales implicados en su trabajo ayudó a que la gente se fuera con ganas de hacer mejor su faena, con energía.Finalmente el día acabó con un espacio de conclusiones sobre el Congreso en el que también se emitió un Manifiesto con el posicionamiento a raíz de los hechos sucedidos en Ciudad Meridiana de los tres colegios profesionales organizadores del Congreso.

Podéis ampliar contenidos en los siguientes enlaces: