Ana Carmen Biurrun Moreno, María Dolores Márquez Carrasco, Ana María Martín-Cuadrado, Susana María García-Vargas, Raúl González Fernández, Luis Vicente Pujalte Pérez, Begoña Mora Jaureguialde, María José Corral-Carrillo, Emilia López Martínez y Juan Salamé Sala, educadores sociales
¿Las prácticas favorecen la profesionalización? Es uno de los interrogantes que se puede desvelar analizando los diferentes roles que se plantean en la asignatura de Prácticas Profesionales III del Grado en Educación Social (UNED), compuesta por un cuarteto de personajes: estudiantes, tutores(as) profesionales, equipo docente y profesores(as) tutores(as) (Biurrun, 2019). Esta experiencia se basa principalmente en el desarrollo de dos premisas claves: (1) La identificación personal, social y profesional del estudiante, deconstruye su pensamiento tácito y construye un pensamiento práctico apoyado en la reflexión y en la acción; (2) El conocimiento de la profesión visibiliza a los profesionales y su trabajo en diferentes ámbitos, contribuyendo al desarrollo de la profesión.
Do the practices favour professionalization? It is one of the questions that can be revealed by analyzing the different roles that arise in the subject of Professional Practices III of the Degree in Social Education (UNED), made up by students, professional tutors, teaching staff and tutors. This experience is mainly based on the development of two key premises: 1 The personal, social and professional identification of the student that deconstructs his tacit thinking and builds practical thinking supported by reflection and action; 2. the knowledge of the profession makes professionals and their work visible in different fields, contributing to the development of the profession.
Contribución aceptada por el Comité Científico del VIII Congreso de Educación Social
Una prioridad estratégica que deben marcarse las universidades es mejorar el contenido práctico para adaptarse a los cambios del mercado laboral (Haug et al., 2018).
La profesionalización de los estudiantes del Grado en Educación social de la UNED es una cuestión que plantea esta experiencia.
A través de la asignatura de Prácticas III del Grado en Educación Social y la interrelación que plantea el cuarteto de personajes involucrados permite indagar sobre dos aspectos:
Debatir las posibilidades para mejorar la profesión de la educación social desde la perspectiva de las prácticas impulsa la posibilidad de un mayor conocimiento profesionalizante y una alianza entre universidades y empresas.
Sobre la primera premisa, se precisan algunas ideas. A la hora de llevar a cabo las distintas fases de la temporalización que exige la puesta en marcha del programa formativo en el centro de prácticas, se va mostrando al discente distintas herramientas y técnicas utilizadas en la intervención socioeducativa, teniendo siempre presente la importancia de la deontología profesional, puesto que la población-usuaria, así lo requiere. Un hecho destacable por los y las tutores/as de prácticas es que al demandar al alumnado la permanencia en un centro profesional, se exige la coordinación y trabajo colaborativo de todos los agentes implicados.
La identificación personal se inicia y desarrolla desde un análisis autobiográfico que realiza el estudiante antes de seleccionar el centro de prácticas (García-Vargas et al., 2019). De tal forma, que con su mirada ordena su propio bagaje, contextualizando su familia, el desarrollo escolar y universitario, los hechos más significativos de sus experiencias más importantes y las relaciones vividas en la amistad, entre otros aspectos. En este momento, comienza a profundizar sobre sí mismo y arranca la construcción del pensamiento práctico en el ámbito de la educación social, en el que es acogido. El pálpito siguiente del discente se resuelve con un plan de trabajo personalizado que le proporciona un primer conocimiento reflexivo sobre el lugar de intervención: analizando y conociendo por dónde va a caminar y experimentar esta vivencia. Vivencia que plasmará con la escritura, elaborando el diario de prácticas, quien le obligará a pensar y repensar, para rememorar más adelante las experiencias valiosas y relevantes. Nuestro gran protagonista, ahora, se encuentra con la pericia de observar. Un tipo de observación participante que le dotará para averiguar y detallar, más en profundidad, las necesidades de la institución, así como el reto de diseñar un Proyecto de Intervención, para más adelante ponerlo en práctica. De tal forma que se comparan los movimientos que se han construido y deconstruido en su identidad profesional. En este sentido, se accionan cambios en la propia autoimagen, la misión social de la profesión y la deontología, ya que las estas prácticas “…constituyen un momento clave en el proceso de desarrollo y afianzamiento de la identidad profesional” (García-Vargas et al., 2018, p.42). Se puede valorar de forma visual las experiencias de algunos de nuestros protagonistas quienes comparten cómo se enfrentan en un inicio a la incertidumbre para pasar a la tranquilidad; como se pone en praxis la escucha activa y la empatía; y, la apreciación de un compromiso ético.
En cuanto a la segunda premisa, se precisan las siguientes ideas. Las técnicas e instrumentos, utilizados durante este periodo para favorecer el autoanálisis y reflexión de los actores implicados, recogen las competencias propias, habilidades, conocimientos y actitudes que constituyen la base de una efectiva práctica profesional a tres niveles: humanas (el saber ser), técnicas y científicas (el saber hacer) y sociales (el saber estar) (Cataño et al., 2018). Desde la perspectiva de los y las tutores(as) de prácticas se destaca la línea de colaboración entre universidad y empresa, así como los efectos positivos que conlleva esta relación en cuanto al crecimiento profesional de los estudiantes y la visibilidad de la profesión (Martín-Cuadrado et al., 2020).
Los estudiantes llegan a los centros de prácticas, y comparten conocimientos teóricos, facilitando que los profesionales refresquen conocimientos y realicen el trabajo con mayor rigor científico y, sobre todo, a actualizar “el saber” desde un paradigma global y avalado por investigaciones científicas. Las palabras de una de estas estudiantes nos indica que la experiencia es muy positiva en aspectos como: el respecto que se siente al enfrentarse a una primera experiencia, el poder reflexionar sobre sí mismos como figura profesional y personal mirando de frente las propias carencias y habilidades que se desarrollan, para concretar las fortalezas y debilidades con el fin de poder mejorar y potenciar dichas habilidades (González, 2020).
Disponer de alumnado con perfil de educación social permite la divulgación de la trayectoria profesional en ámbitos de actuación diversos; lo cual, supone todo un orgullo para las profesionales que sienten la Educación social como una profesión de vocación. La profesora tutora Eva Cataño nos ofrece una experiencia visual muy interesante que recoge la experiencia de una diversidad de estudiantes en tres minutos (Cataño, 2019).
Participar en experiencias de indagación e innovación para el desarrollo de la mejora de profesionales de la educación social ofrece validez constructiva. Las tareas formativas que componen el cuarteto de personajes en su día a día, deben reflexionar sobre la búsqueda de mejorar la profesión de la educación social. En este sentido, parece que adquirir un compromiso en este tipo de iniciativas facilita los medios para construir la educación social y a sus agentes implicados. El debate entre las empresas sociales y las universidades permiten generar de forma más próspera los servicios de intervención socioeducativa; y, por ende, mejorar la sociedad en la que nos encontramos.
Biurrun Moreno, A.C. (20 de diciembre de2019). Cuarteto de cuerdas para profesionales. Prácticum y Prácticas Profesionales. [Blog]. Enlace
Cataño García, E. (8 de junio de 2019). Imagino, vibro, crezco! Prácticum y Prácticas Profesionales. [Blog]. Enlace
Cataño, E., Castellano, P.J, Márquez, M.D., García E., López, E., Pujalte, L.V., Abellán, T., Beltrán, A., López, E., Nieto, M.C., Rodríguez, J., Biurrun, A.C., Abril, N., Iturralde, A.I. (2018). Utilidad de los instrumentos de evaluación del aprendizaje y el desarrollo de la identidad profesional de los estudiantes en la asignatura de Prácticas Profesionales III, desde la perspectiva de los centros asociados a través de los profesores tutores, tutores profesionales y los estudiantes (2ª parte). En J. Quintanal, M. Ruiz Corbella y M.L. Sevillano (Ed..). Las prácticas profesionales en titulaciones de educación, 263-290. Madrid, España: UNED.
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Ana C. Biurrun Moreno, email: abiurrun@pamplona.uned.es
María Dolores Márquez Carrasco, email: lolymarquez@gmail.com
Ana María Martín-Cuadrado, email: amartin@edu.uned.es