En este artículo se sintetizan las principales aportaciones de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) en el mundo de la educación y se identifican los cinco entornos tecnológicos de trabajo que puede encontrar el educador social en su desarrollo laboral. Para cada uno de estos entornos, se indican los recursos tecnológicos necesarios (ordenadores, Internet, pizarra digital, lector de documentos…) y las principales actividades que se llevan a cabo habitualmente. Finalmente, se presentan diversos modelos didácticos de uso de las TIC en estos entornos, con ejemplos concretos de aplicación a los diferentes ámbitos de actividad de la educación social.
El artículo que presentamos, fruto de un trabajo teoricopráctico, revisa las nuevas formas de exclusión en la sociedad de la información y elabora algunas hipótesis de reacción/uso/apropiación de las tecnologías por parte de los sujetos en situación de vulnerabilidad social, así como de los profesionales que trabajan con ellos. Se trata de la primera parte de un trabajo más amplio que estudia de forma específica la introducción de las nuevas tecnologías en la praxis de la educación social. El trabajo está organizado partiendo de la revisión de algunas lecturas sobre la sociedad de la información (Castells, Melucci, Woolgar, Latour, Breton, etc.), que nos conducen a analizar los procesos educativos en la sociedad red para poder interpretarla “más allá de la escuela” y, finalmente, concreta los aspectos que configuran las tecnologías en los servicios de las personas, y concretamente en la praxis de la educación social.
En este artículo se reflexiona en torno al papel que pueden asumir las tecnologías de la información y la comunicación en la acción social, entendidas como un medio para la comunicación, la participación y la interacción entre los miembros de un colectivo.
Todo ello se plantea desde un cuestionamiento en torno a lo que estas herramientas pueden aportar a la construcción de la sociedad, y desde una asunción crítica de las TIC y de sus prácticas.
Por último, el artículo aporta una idea de desarrollo social y comunitario en el que las TIC son el elemento catalizador; esta idea está basada en una experiencia realizada por los autores y que presentan como concreción a los interrogantes que exponen.
El presente artículo pretende reflexionar sobre algunas cuestiones que relacionan la educación social con el uso de las nuevas tecnologías. Señalamos la emergencia de un nuevo modelo socioeconómico: de la Sociedad Industrial a la Sociedad de la Información con las repercusiones sociales que conlleva, local y globalmente. Reflexionaremos sobre dos conceptos que ya son una realidad incuestionable: la brecha digital y la alfabetización digital. Señalaremos algunas de las características y ventajas que se le atribuyen a las Tecnologías de la Información y la Comunicación en su uso educativo. Comentaremos algunas de las posibilidades que se plantean para combatir las desigualdades con el uso de las TIC. Finalmente, reflexionaremos sobre el reto social que representa la alfabetización digital y el lugar a ocupar por la educación social en este ámbito.
La Sociedad de la Información nos presenta a los profesionales de la educación social unos retos sobre los cuales habrá que reflexionar. Retos como la formación, investigación o innovación… Retos como la brecha digital y su correspondiente exclusión social. Retos como la consolidación de la educación social en el amplísimo mundo de las TIC ante la necesidad de una multialfabetización digital para toda la ciudadanía en una sociedad competitiva de cambios continuos.
El objetivo de este texto es repensar el concepto de participación con medios digitales (a partir de ahora e-participación) desde la perspectiva de la inclusión social y la educación social. Hay toda una serie de lugares comunes que van apareciendo en textos y debates sin que la visión que allí se expone esté realmente justificada. He recopilado los mitos que me parecen más significativos comentándolos brevemente para después exponer en el formato de “realidades” mi posición con relación al tema.
Básicamente el texto advierte –en la sección de mitos- de cómo las visiones más extendidas actualmente sobre de qué sirve y como ha de organizarse la e-participación están demasiado hipnotizadas por las posibilidades de las tecnologías para darse cuenta de que, por encima de todo, estos procesos han de tener un sentido y ser útiles.
La sección de “realidades” ofrece la posibilidad de crear procesos de e-participación que estén centrados en los procesos de deliberación y que utilicen tecnologías que ofrezcan muchas más posibilidades, como las simulaciones informáticas.
La educación social (y especialmente el educador social) puede mejorar su actuación de intervención si hace uso de las posibilidades comunicativas que las TIC proporcionan en la sociedad actual. Conocer y utilizar los diferentes canales de comunicación inmediata, sincrónica y asíncrona (correo electrónico, videoconferenicas, blogs, etc.), para difundir información o contactar con otras personas facilita el trabajo y se hace imprescindible en la sociedad actual.
Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) están abriendo nuevas vías para propiciar la relación con personas conocidas o desconocidas. En este contexto, Internet y el teléfono móvil requieren una atención especial. El uso excesivo de Internet representa un trastorno psicológico, de tipo adictivo, que puede afectar especialmente a personas con necesidades emocionales especiales, jóvenes y adolescentes. Entre las aplicaciones específicas de Internet, la posibilidad de adicción se centra en el uso de aplicaciones comunicativas y sincrónicas como, por ejemplo, los chats y juegos de rol en línea, que permiten la comunicación hiperpersonal, el juego de identidades, las proyecciones y la disociación sin consecuencias en la vida real. Además, Internet podría tener un papel importante en el desarrollo y mantenimiento de otras adicciones como el juego patológico y la adicción al sexo. A diferencia de ello, el uso desadaptativo del móvil puede ser problemático pero no adictivo, porque las alteraciones que se producen no son tan graves ni de la misma índole que las que se derivan de Internet. Así pues, es necesario seguir explorando las características conductuales y emocionales del uso de Internet y del móvil para promover un uso adecuado y tratar a las personas afectadas mediante pautas educativas o atención psicoterapéutica.
Las tecnologías del conocimiento son recursos que ayudan a la visibilidad de las organizaciones: ayudan a realizar actividades diversas (solución de conflictos, negociaciones, coordinación horizontal, gestión, etc.), facilitar las interacciones entre diferentes grupos a distancia, crear estructuras de relaciones sociales de cooperación y colaboración, mejorar la información disponible en cada organización y ampliar la capacidad de expresión de las personas.
Con el presente artículo pretendemos acercar al educador social algunas reflexiones, todavía inconclusas, debido a la novedad del asunto, sobre la cibersocialización de los adolescentes actuales. Nos centramos en las enormes posibilidades de las comunidades virtuales, donde aspectos como la intimidad y la identidad revelan distintos significados a los tradicionales y donde el propio ensamblaje de identidades resulta un juego de niños. Pero, por otro lado, los adolescentes no están exentos de riesgos, ejerciendo o padeciendo nuevos acosos: ciberbullying, grooming o sexting. En definitiva, intentamos mostrar la cara y la cruz de la cibersocialización ofreciendo una modesta visión integral de la realidad en la que tarde o temprano tendrá que intervenir el educador social, pues el ciberespacio es ya un ámbito de educación informal.
Este artículo presenta la experiencia educativa que, mediante las TIC, desarrolla el proyecto Òmnia (Generalitat de Catalunya – Departamento de Gobernación con la participación del Departamento de Justicia) a través de la Fundación FIAS en su implantación específica en los centros penitenciarios de Catalunya. El texto expone el proceso seguido en la aplicación de esta innovadora iniciativa y describe, sobre el caso concreto del punto Òmnia del Centro Penitenciario de Jóvenes de Barcelona, cómo las tecnologías de la información y la comunicación, con especial énfasis en el acceso y uso de Internet, complementan los procesos educativos y proponen, en cierto modo, anticipar los procesos de reinserción en sociedad desde el régimen de reclusión en el que se encuentran los jóvenes internos.
Con este artículo queremos hacer extensible y compartir con vosotros nuestra experiencia con el proyecto Òmnia y con la figura del dinamizador/a, el profesional que trabaja en cada punto Òmnia.
Actualmente la Xarxa Òmnia (Red Òmnia) cuenta con 121 puntos Òmnia y más de 121 dinamizadores y dinamizadoras que, junto con una serie de entidades, instituciones y profesionales, así como las personas usuarias del proyecto, formamos la Comunidad Òmnia.
En primer lugar, hablaremos de qué es un punto Òmnia, después analizaremos los conceptos clave que nos permiten entender el proyecto y, por último, expondremos lo que para nosotras es más importante, el perfil profesional que a lo largo de estos diez años de existencia del proyecto se ha ido dibujando y consolidando.
Las tecnologías de la información y comunicación han sido asimiladas por un sector de la población de manera rápida y sin apenas un aprendizaje estructurado de las mismas. Es frecuente encontrarnos a muchos niños/as y jóvenes consumidores de alta tecnología que no han sido preparados/as para ella ya que muchas veces los padres y madres desconocen el uso de la misma. La escuela y la sociedad, cada vez más, deben ir asimilando un papel fundamental en el acceso a las TIC, dado que la familia se ve desprovista de herramientas para ello. El presente artículo pretende dar a conocer una iniciativa de aprendizaje en las TIC realizado con padres, maestros, alumnos y asociaciones juveniles, buscando el objetivo de desarrollar un proyecto de alfabetización y acceso a las TIC de estos colectivos.
El ingreso hospitalario conlleva muchas veces una disminución de la actividad de nuestros usuarios y en muchos casos un aumento del sentimiento de inutilidad, que precipita a algunos usuarios a un estado de apatía que no contribuye a su mejora o al mantenimiento de sus capacidades.
En este artículo presento una de las actividades que hemos propuesto desde Zona Jove, un servicio del Consorcio del Barrio de la Mina gestionado por Lúdic 3.
Este escrito pretende reflexionar sobre el uso de las nuevas tecnologías en nuestro ámbito educativo y social. El punto de partida es la experiencia de una actividad realizada con un grupo de jóvenes del barrio de la Mina en el que la fotografía sirve y ha servido para aprender, reflexionar, comunicarse y conocerse.
Mayo 2010.
RES, Revista de Educación Social, es una publicación digital editada por el Consejo General de Colegios Oficiales de Educadoras y Educadores Sociales (CGCEES)
Uno de los objetivos de nuestro colectivo es llegar a una idea de empoderamiento que haga posible extender un uso crítico y responsable de la tecnología para que ésta se convierta en una experiencia transformadora y liberadora, en consonancia con los objetivos de la educación social.
Así pues, queremos iniciar un proceso de reflexión en torno a una temática que a menudo vemos alejada de nuestra práctica diaria.
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