Descripción: |
Cuando hemos tomado conciencia de que las nuevas metodologías, palabras y pedagogías modernas, así como las políticas educativas, sociales y culturales, no son exitosas o transformadoras en sí mismas, sino que dependen, en gran medida, del profesional o colectivo que las encarna, hemos empezado a mirarnos a nosotros mismos de forma radical.
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Programa: |
I. Revisión del rol profesional
• La politicidad o la direccionalidad educativa.
• Fundamentos de las pedagogías críticas, feministas, descolonials, sistémica y la antipedagogía.
• Para qué o exigencias de nuestra labor.
• Qué encarno como profesional: la cripticidad, la artificialidad de la mía identidad, desviarme de la norma…
• Performar la ambigüedad, el género, la heteronomia y el bufón.
• Identificación de las tendencias formateadoras del lenguaje.
• Despersonificación de la institución.
II. Herramientas y estrategias para la facilitación de grupos
• El espacio pedagógico-educativo-social como lugar de acción/reflexión. El grupo como espacio y estrategia para el acompañamiento socioeducativo.
• La invención pedagógica del training group y sus características: cuidado, atribución de significado, funciones ejecutivas y estimulación emocional.
• Una propuesta metodológica: Identificación, visibilización/negociación y transferencia.
• Técnicas y procedimientos: la “no acción”, la observación, el silencio, las ayudas cognitivas, el feedback, el unfreezing, la pregunta, el cambio de sitio, la celebración, la escala de la directividad, el movimiento del vaivén, la deriva, la improvisación.
Sesiones
1. Contra el régimen escópico, miramos a otros sitios. Nuestra mirada está preconcebida así como captada por la disciplina-ideología de la profesión, la colonialidad y el capitalismo. Practicamos el dominio de la nuestra mirada o, incluso, practicamos una mirada imbécil o inútil que nos lleve a otros lugares y territorios.
2. Posicionamientos políticos: de las pedagogías críticas a las pedagogías queer y crip. Aunque hemos estudiado la escuela nueva y las pedagogías críticas capitaneadas por Freire, es necesario incorporar nuevas inspiraciones así cómo hacer una pausa para preguntarnos por qué hacemos nuestro trabajo. ¿Cuál es nuestro fuego? ¿Cuál es nuestra politicidad?
3. El grupo como espacio y estrategia para el acompañamiento socioeducativo. El cuerpo es nuestro instrumento principal, pero sin hacer nada, podemos reconocer que el grupo está lleno de saberes así como situaciones que podemos utilizar para ampliar nuestra perspectiva así como confrontar la de los otros.
4. La performance como propuesta de intervención socioeducativa. Al igual que la performatividad de género de la que habla Butler, nuestra performatividad como profesionales es clara, repetida y obligatoria. La pregunta que nos hacemos es: podemos performar otros cuerpos, lenguajes o situaciones que puedan ampliar nuestra forma de hacer así como las relaciones o posibilidades con las personas que acompañamos?
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