Con motivo del X ANIVERSARIO DEL CONSEJO GENERAL DE COLEGIOS DE EDUCADORAS Y EDUCADORES SOCIALES, queremos compartir con vosotras y vosotros las opiniones de las diferentes opiniones de las Presidencias de los Colegios Autonómicos.
Que el CGCEES cumpla 10 años cobra importancia por la existencia de 17 colegios autonómicos que son los que dan sentidos al Consejo. Como dicen nuestros Principios Generales el CGCEES es el reflejo de los Colegios que lo forman y será el fruto de lo que ellos deseen a través de su fuerza e implicación.
Nos alegra sobremanera haber cumplido estos diez años, recoger la historia de las entidades que nos precedieron (ASEDES, FEAPES… ) y, sobre todo, tener retos de futuro, retos compartidos con el resto de los colegios, algunos tan importantes como la campaña que acabamos de empezar de impulso de la Ley de Educación Social. Una Ley que permita la tan necesaria regulación profesional. Esta campaña tendrá sentido si las Entidades, los colegiados y colegiadas, el estudiantado, se implican y luchan por nuestros derechos como profesión. Las personas y entidades con las que trabajamos, la calidad de los servicios que prestamos y la necesidad de una deontología profesional lo merecen.
Os dejamos pues con esta 10ª entrevista de la serie que iremos compartiendo con vosotras y vosotros a lo largo de este año en que celebramos nuestro X aniversario.
Acceso a las anteriores entrevistas
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ENTREVISTA A
LETICIA SÁNCHEZ
Colegio Profesional de Educadoras y Educadores Sociales de la Comunidad de Madrid
( CPEESM – Página Web CPEESM – Página Facebook)
¿Podrías presentarte brevemente?
Mi nombre es Leticia Sánchez, Soy la Presidenta del CPEESM desde hace 5 años. Trabajo como educadora social en una mancomunidad de servicios sociales desde el año 2002. Aterricé en AMES (Asociación Madrileña de Educadores Sociales) con la curiosidad de saber que se hacía en Madrid por nuestra profesión, y me encontré con un equipo humano que luchaba por que tuviéramos un colegio profesional y me cautivó. Comencé formando parte de la comisión de creación de Colegio Profesional y al poco tiempo logramos nuestro objetivo. Se aprobó la creación del CPEESM en la Asamblea de Madrid por unanimidad de todos los partidos políticos el 24 de marzo de 2009. Desde esa fecha no he dejado de luchar porque nuestra profesión se reconozca en nuestra comunidad.
¿Podrías darnos algún dato básico del colegio que presides?
En el año 2010 se crea oficialmente el CPEESM, por lo que llevamos 7 años de andadura, que en comparación con otros territorios, somos un colegio relativamente reciente. Por otro lado como fortaleza somos un equipo comprometido y unido, que cuando uno flaquea el de al lado le ayuda a levantarse y eso es primordial en esta labor voluntaria que realizamos.
¿Cuál crees que es la labor más importante que realiza tu colegio?
Siempre hemos tenido un compromiso importante respecto al CGCEES. Hemos ostentado la Secretaría en el anterior mandato y en este ostentamos la Vicepresidencia. Somos conscientes de la posición estratégica que tenemos a nivel geográfico, ya que en Madrid están los ministerios, los partidos políticos a nivel estatal, y podemos apoyar desde la cercanía. Por otro lado el estar en Consejo nos aporta una visión de conjunto y nos enriquece como junta.
Y como Colegio de Madrid creo que hay muchas cosas importantes que realizamos.
¿Qué crees que ha aportado el Consejo a la profesión en estos diez años?
En los diez años que lleva el consejo funcionando nos aporta a todos los colegios la fuerza de luchar por nuestra profesión desde un todo (el todo es más que la suma de las partes). Si cada uno pretendemos defender nuestros intereses desde nuestro territorio, tendremos mucha menos fuerza y visibilidad. El consejo es un interlocutor necesario para dirigirnos a la administración central, ya que de otro modo seríamos invisibles, además de ser útil como nexo de unión entre los colegios regionales.
¿Cuáles consideras que son los retos principales de la profesión en este momento?
Desde Madrid consideramos que uno de los retos que tenemos en este momento encima de la mesa es el reconocimiento de nuestra profesión de cara a la administración.
Que se nos reconozca como una profesión necesaria en el campo de la intervención socioeducativa. Que se nos nombre adecuadamente (Educadoras/es Sociales). Esto que parece banal hace que en los pliegos de condiciones técnicas no se tenga en cuenta nuestra profesionalidad y se soliciten educadores sin más, y las categorías profesionales sean de FP, con mucha suerte, con todo el respeto a los compañeros y compañeras, favoreciendo el intrusismo profesional.
Otro reto importante es la apertura de nichos de mercado, que no están asentados en todo el territorio nacional, tales como los edusos en Centros Educativos, o en el campo del Aprendizaje a lo Largo de la Vida o la inclusión en la enseñanza universitaria… En esto, no todos los territorios caminamos con el mismo paso, algunos ya han andado el camino y nos lo facilitan a los demás, pero queda mucho por recorrer. Es un camino apasionante y a la vez agotador, pero no por ello vamos a cesar en nuestro empeño de lograr que estemos más presentes.
Otro reto que tenemos desde hace tiempo, y que creo que estamos empezando a superar, es el de la literatura científica. Tenemos que escribir más desde nuestro saber hacer, desde nuestra intervención y nuestra profesionalidad, generando contenidos propios.
¿Qué aporta la Educación Social a la ciudadanía en una sociedad como la nuestra?
La Educación Social trabaja por la autonomía de las personas, reconociendo su derecho a la autodeterminación. Tenemos una visión pedagógica de la intervención social. Esto nos da un valor importante en los equipos interdisciplinares, ya que aportamos esta visión de la que hablamos. Estamos en contacto directo con el educando, acompañándole a lo largo de su proceso y respetando sus decisiones sin juzgarles.
Otra de nuestras funciones es velar porque la ciudadanía tenga reconocidos sus derechos sociales conquistados democráticamente durante años con el fin de evitar graves consecuencias en la vida diaria de las personas, aumentando el riesgo de exclusión social, generando injustas desigualdades sociales y, por tanto, fragilizando el sistema de sujeción de grupos y colectivos.
En una sociedad tan individualista y capitalista como la nuestra, la educación social trabaja para la creación de redes sociales, entendidas como la colaboración entre comunidades, la intervención comunitaria.
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