Guardamos las mochilas, los apuntes desperdigados, los bocadillos para el almuerzo que nadie se comió, los primeros periódicos del día que no se llegaron a leer… lo guardamos todo en el forro del alma.
Nos interesan menos las grandes cuestiones, nos interesan más las pequeñas cosas en este momento, tantas pequeñas cosas que también han muerto hoy, por eso, es preciso que las guardemos. Los últimos libros que leían, las palabras que no llegaron a decir. Lo guardamos.
Nos sentimos cada uno de ellos, cada uno de sus familiares, de sus conocidos, cada uno de los que alguna vez los disfrutaron. Sabemos que se han ido esas personas que cada día ponen en pié la vida.
Este cuerpo, que es la Asociación de Educadores Sociales, está dolorido e incompleto. Nosotros que creemos en la Educación, nosotros que creemos en la fuerza indestructible de la Sociedad, queremos guardar todo lo que nos dejan en forma de memoria. Una memoria que ahora es más grande y mejor porque la habitan ellos.
Solidaridad con las víctimas del atentado del 11 de Marzo en Madrid.
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