El juego presenta una dualidad: por un lado es un recurso educativo con el que se puede trabajar cualquier concepto, pero a la vez es un contenido por sí mismo. Un objeto de estudio con numerosas ramas. Los juegos pueden clasificarse según el espacio, la tipología y el número de los jugadores o las dimensiones sociales, intelectuales o culturales que se ponen en marcha en el momento de jugar. Cada tipología se convierte en una nueva propuesta de estudio.
Jugar es una necesidad, un impulso primario y gratuito, que nos empuja desde la infancia a descubrir, conocer, dominar y amar al mundo y la vida. Es imposible hablar de ser humano sin hablar de juego. En palabras de F. Von Schiller, “el hombre, sólo es verdaderamente humano, cuando juega”. No es casualidad, por tanto, que los niños de todas las épocas y culturas jueguen. No es casual tampoco que en la Declaración de los Derechos del Niño, adoptada por Naciones Unidas en 1959 y ratificada posteriormente, en 1989, se reconozca el derecho del niño al juego.
Jugar, aprender, educar; relacionarse … son formas verbales que al conjugarse activan la parte más profunda del ser humano. A diferencia de los juegos inventados por una ocasión o los ejercicios impuestos en un entrenamiento deportivo, los juegos tradicionales están dotados de una especificidad asociada a un conjunto de procesos, relaciones y formas de organización social dignas de ser reconocidos y potenciados en cualquier propuesta pedagógica . Al tratarse de manifestaciones populares, generalmente el conocimiento se ha establecido mediante la palabra, la observación y sobre todo sobre la propia acción motriz de jugar.
¿Es posible tener una discapacitado y divertirse? ¿Es posible tener una discapacidad de cualquier tipo y jugar? Estas dos preguntas pueden parecer retóricas; de hecho lo son, pero es importante que nos las hagamos. Si socialmente se vive tener una discapacidad como algo negativo y que. además. se tiene 24 horas al día, ¿tiene sentido preguntarse por el juego? Sí, rotundamente sí. Jugar es comunicarse, es compartir unas reglas, es ser miembro de un colectivo, es participar con otros, es dejar las preocupaciones y pasar un buen rato, es experimentar, es aprender.
Los espacios de ludoteca, como servicios fundamentales para cubrir las necesidades del juego, son actualmente herramientas esenciales para poder ofrecer una intervención socioeducativa global, tanto en lo que se refiere a los niños como a sus familias. Desde AtZar trabajamos desde el año 1992 para la creación de ludotecas de calidad como espacios posibilitadores del derecho fundamental del niño al juego- tanto en lo que se refiere al servicio, como al equipo profesional- y para promoción del juego en la población en general.
El juego es el universo de los niños, es su oficio, su profesión, que abandonamos al crecer y hacernos adultos. Pero también es verdad que los adultos jugamos en ocasiones especiales con nuestras niñas, por ejemplo en las fiestas familiares. Aún nos queda por descubrir que podemos jugar entre adultos, al igual que leemos libros. Creemos que el juego es fundamental para ser persona, puesto que toca las fibras del placer y la felicidad. Cada persona busca la felicidad y la desea en su vida. A los adultos nos queda mucho por descubrir sobre la potencialidad del mundo del juego.
El origen de los juegos de rol lo encontramos en EE.UU. de la mano de los seguidores de las novelas de literatura fantástica. No contentos con ser meros espectadores quisieron interpretar y protagonizar las aventuras de sus personajes favoritos. Así cada uno de los participantes adaptaba por un rato el rol de alguno de los posibles personajes: elfos, orcos, enanos, humanos, etc. De esta forma y con la ayuda de un director de juego que los introducía en una trama fantástica iban creando colectivamente una historia, una aventura: su aventura.
Corría el año 1993, y una amiga, por mi cumpleaños, me regaló un tablero de aualé. Algunos del consejo de estudiantes nos aficionamos y pensamos la posibilidad de montar un tomeo; pero éramos pocos. Así, decidimos que lo que haríamos sería una exposición de juegos de mesa de todo el mundo. Medio en broma, se llamó: “Jomadas de juegos lúdicos para personas humanas”, y se fue repitiendo periódicamente. Y a partir de ahí viene una vida bastante dedicada al mundo de los juegos en general, a los juegos tradicionales y de tablero más en particular.
Un niño hospitalizado es, por encima de todo, un niño. Si bien es cierto que la hospitalización le confiere unos rasgos característicos que le convierten en paciente, no podemos olvidar que hablamos de un niño o una niña, sea cual sea su edad. A pesar de que el juego en el niño hospitalizado es un tema que despierta el interés y reconocimiento de profesionales de diferentes disciplinas (pediatría, psicología, pedagogía, medicina…), éste sigue sufriendo de un gran vacío en nuestros hospitales, sobre todo en cuanto a la vertiente más libre y placentera del juego. Se ha convertido en una herramienta metodológica que permite trabajar con el niño tanto a nivel psicológico como educativo, pero no es tratado como una necesidad básica del niño.
Jugar es una de las formas como puede explicarse la actividad de una entidad en un contexto festivo. El contexto puede estar enmarcado en un evento especial (una fiesta mayor, fiesta de barriada o muestra de entidades) o bien ser una finalidad en sí mismo (como forma de dar a conocer las actividades de la entidad). Cuando la organización de la fiesta supera unos límites de participantes o educadores implicados, puede resultar un problema de preparación y coordinación. Mi experiencia en la organización de diferentes actividades me lleva a tener sistematizados unos procedimientos y recursos que resultan de gran utilidad.
A la hora de diseñar una intervención social, la planificación es una condición que debería cumplir todo proyecto desde el momento de su concepción. Es algo tan simple como el hecho de que, antes de empezar a levantar las paredes de un edificio, hay que conocer el plano a seguir para hacerlo y los materia les que hay que utilizar. Saber primero hacia donde vamos, antes de definir como lo haremos.
El aprendizaje basado en problemas es un método de enseñanza-aprendizaje fundamentado en la perspectiva socioconstructivista del aprendizaje y aplicado, especialmente, en el ámbito universitario -aunque no de manera exclusiva-
El joc, una eina educativa (Original en catalán)
2006. Versiones en catalán y en castellano.
Educació Social. Revista d’intervenció socioeducativa. Revista editada por la Facultat d’Educació Social i Treball Social Pere Tarrrés. Universitat Ramon Llull.
Educación Social. Revista de Intervención Socioeducativa (Castellano)
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