La evaluación participativa es una estrategia metodológica que promueve la implicación de todos los agentes que se relacionan con un programa o proyecto, y no sólo los perfiles técnicos y profesionales, en la valoración y en la toma de decisiones conjuntas que permite la mejora de lo que se evalúa. Son ya diversas las investigaciones que señalan la evaluación participativa como un proceso formativo, en el que tanto las personas implicadas como las organizaciones en las que se lleva a cabo desarrollan aprendizajes. A través de un diseño de investigación cualitativo que permite monitorizar tres procesos de evaluación participativa de acciones comunitarias en tres planes de desarrollo Comunitario de Cataluña, se entrevista las técnicas comunitarias responsables de la gestión de estos planes comunitarios, que actúan como facilitadoras de la evaluación. El artículo presenta los elementos pedagógicos que emergen de la relación entre estas técnicas y los agentes implicados, principalmente vecinos y profesionales de las comunidades.
Este artículo describe la experiencia de la metodología de aprendizaje basada en la evaluación entre iguales aplicada a la profesionalización de los educadores/as sociales. Tanto a nivel escolar como universitario, existen numerosas experiencias publicadas en relación con la metodología de evaluación entre iguales. Además, existen numerosos apartados de los “Documentos profesionalizadores” donde se justifica el hecho de que entrenen algunas habilidades que deberían darse en la práctica profesional (como por ejemplo en la definición, en el código ético y en el catálogo de funciones y competencias del educador/a social). En estas páginas pretendemos dar a conocer la experiencia de entrenamiento de futuros educadores/as en aspectos que tienen una relación directa con la evaluación entre educadores/as sociales.
La presentación de un conjunto de herramientas que permitan recopilar y analizar datos que ayuden a implementar mejoras en las instituciones a partir de la evaluación realizada. La evaluación de la calidad implica medir cosas. Si no hay mediciones es imposible establecer comparaciones, y cualquier valoración posterior será muy imprecisa. El artículo explica las razones que lo justifican. Son los profesionales que intervienen en los procesos los que han de intervenir directamente en la definición de las medidas necesarias, los factores críticos de éxito y los puntos débiles del proceso. Las mediciones deben ayudar a ciertos requerimientos del usuario, midiendo todo lo relacionado con los efectos finales, con los objetivos de la intervención.
Cuando hablamos de programas de intervención social (socioeducativos, sociosanitarios, psicosociales) nos estamos refiriendo a situaciones que se dan en nuestra sociedad y que queremos mejorar. El punto de partida puede ser una situación considera negativa (no importa cómo la denominemos: problema social, necesidad social, marginación, inadaptación, etc.), o un riesgo de que suceda algo considerado no deseable (entonces hablamos de prevención), o simplemente una aspiración compartida para mejorar algo (entonces hablamos de “desarrollo” o de ” promoción de” , por ejemplo, comunitario, de la salud o de la calidad de vida) (Casas, 1996).
La Intervención Socioeducativa y la Educación Social se han centrado fundamentalmente en la intervención. Expuesto sintetizadamente podemos afirmar que intervenir supone actuar sobre una realidad, en nuestro caso, educativa. Dado que en los ámbitos de la educación no formal la realidad educativa acostumbra a ser cuestionadora, a menudo llena de demandas y necesidades, el educador o institución que interviene no puede dejar de preguntarse el sentido de la propia acción, la finalidad educativa está siempre presente. Además una parte esencial de la educación social es la continuada presencia de las demandas y urgencias del contexto educativo. Ésto ha potenciado, en genera l, la reflexión y la evaluación, que tiene un lugar natural importante y destacado en la intervención socioeducativa.
Las organizaciones residenciales de atención socioeducativa forman organizaciones específicas que precisan ser tratadas como tales. Los centros atienden, durante un determinado periodo de tiempo, a niños o jóvenes con problemas y/o dificultades socio-familiares que, por determinadas circunstancias, no pueden vivir con su familia. El internamiento se produce al no ser posibles otras soluciones. Se entiende al centro como recurso (DGAI, 1992) donde niños y jóvenes encontrarán un contexto que les ofrecerá, entre otras cosas, acogida, seguridad, estima, convivencia y una educación integral y compensadora. La configuración y el desarrollo de una intervención social en la mayoría de los países democráticos, especialmente en las sociedades democráticas europeas, gira entorno a la consecución de un desarrollo integral de las personas. Para conseguirlo desde los poderes públicos se tiene que entender a la persona como un sujeto de derecho y es preciso potenciar los recursos que posibiliten las actuaciones, con e l fin de mejorar tanto las situaciones en dificultad social como la situación del conjunto de los ciudadanos.
El interés y preocupación que va surgiendo en España por l a calidad de los servicios sociales que se desarrollan, así como por la disposición a medir la eficacia institucional en las prestaciones, ha motivado y en cierta medida impulsado la existencia de tímidos proyectos evaluadores que a pesar de todas las dificultades están dando los primeros frutos. Ya nadie niega la importancia de las evaluaciones y se reconoce su actual función socia l para quienes desempeñan papeles políticos o ejecutivos. La evaluación empieza a ser algo más que un asunto académico aislado ya que ha tenido éxito en las actividades de la política social y la administración pública.
El término evaluación se ha puesto de moda en todas partes y en muchos ámbitos. Incluso hasta el extremo de que no hablar de evaluación en una conversación técnica, en un curso, en una planificación o en una acción a emprender, significa correr el riesgo de ser catalogado de poco riguroso, de poco conocedor del proceso que debe seguirse obligatoriamente. Parece que, invocando e l término, llenándose la boca de la importancia de la evaluación, señalando en qué momentos, quién y cómo la hará, como si se tratara de un conjuro mágico, ya nos revestimos de gracia pedagógica y de virtud docente.
La evaluación debe demostrar sin ambigüedad la eficacia de la enseñanza y los medios de evaluación seleccionados deben ayudar a la recopilación de datos que permitan un análisis sólido y completo. La evaluación debe ser, antes que nada, una plataforma para la argumentación, la crítica y la participación del profesor y estudiantes en su propio progreso y desarrollo. Según Lamo (1975), toda opció n metodológica es también una opción ética. Conforme a esta afirmación y después de haber elegido un modelo de intervención basado en la mezcla que pone en relación diferentes campos de aprendizaje (afectivo, cognitivo, perceptual, psicomotor, social y verbal), hemos optado por medios de evaluación que también se refieran a nuestra opción ética.
Avaluar la intervenció (Original en catalán)
1997. Versiones en catalán y en castellano.
Educació Social. Revista d’intervenció socioeducativa. Revista editada por la Facultat d’Educació Social i Treball Social Pere Tarrrés. Universitat Ramon Llull.
Educación Social. Revista de Intervención Socioeducativa (Castellano)
Cap a una tipologia d’avaluació de projectes socioeducatius. Elsindicadors d’avaluació (Original en catalán)
Comunicación 4. III Congreso Estatal de Educación Social y XV Congreso Mundial AIEJI. Barcelona 6-9 de junio de 2001.
Autoría: Miquel F. Oliver Trobat.
Castellano: Con la presente comunicación se pretende analizar de una forma sistematizada y concisa qué, cuando y cómo evaluar un proyecto, es por eso que proponemos una tipología útil para evaluar proyectos, acercamos a las principales metodologías de recogida de información y finalmente hacemos una propuesta de indicadores de evaluación.
Catalán: Amb la present comunicació es pretén analitzar d’una forma sistematitzada i concisa què, quan i com avaluar un projecte, és per això que proposam una tipologia útil per avaluar projectes, ens aproximam a les principals metodologies de recollida d’informació i finalment fem una proposta d’indicadors d’avaluació.
Comunicaciones Eje III en el V Congreso Estatal de Educación Social celebrado en Toledo el 27, 28, 29 de septiembre de 2007.
Autoría: Guillermo Domínguez Fernández. Luz Lozano Pérez. Macarena Esteban Ibáñez.
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