Educadores sociales reclaman ser referente socoieducativo menores inmigrantes. Comunicado del CEESC ¿Es cierto que no hay educadoras y educadores sociales para trabajar en centros de acogida?
El diario www.lavanguardia.com en su edición del 28 de septiembre de 2018, se hace eco, junto a otros medios, del Comunicado del Colegio de Educadoras y Educadores Sociales de Cataluña, Col·legi d’Educadores i Educadors Socials de Catalunya (CEESC) con motivo de declaraciones sobre la conveniencia de incluir otros profesionales, además de los educadores sociales, en la atención de menores inmigrantes.
Incluimos en estas páginas la publicación de este diario, entre otros, así como el Comunicado del CEESC
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Diario www.lavanguardia.com
“Educadores sociales reclaman ser referente socioeducativo menores inmigrantes
Barcelona, 28 sep (EFE).- Los educadores sociales han reivindicado su papel como “referente socioeducativo” con los menores de edad no acompañados que llegan a Cataluña y han criticado que la tarea de estos profesionales es “extremadamente compleja, muy poco valorada y con una condiciones de trabajo inadecuadas”.
Ante la afirmación de ayer de la directora de la Dirección General de Atención a la Infancia y a la Adolescencia, Georgina Oliva, según la cual “tenemos que ser flexibles a lo que este niño necesita y, además de los educadores sociales hemos de introducir otras figuras”, el Colegio de Educadores y Educadoras Sociales de Catalunya (CEESC) se ha mostrado “radicalmente en contra”.
En un comunicado, el CEESC afirma que quien tiene el “perfil adecuado” para atender a los menores son los educadores sociales y “no se puede aceptar ningún relato que diga lo contrario y que valide que la atención a un colectivo con unas necesidades de atención extremadamente delicadas pueda recaer en otros profesionales”.
Las consecuencias de este hecho “pone en riesgo unas personas que ya se encuentran en una situación de vulnerabilidad incuestionable” alertan en el comunicado.
El colegio profesional ha recordado que hace unos meses responsables de DGAIA les transmitieron la preocupación ante el hecho de que las entidades que se ofrecían para gestionar los nuevos centros de acogida de menores no encontraban profesionales y que se hacía necesario cubrir plazas de educador social con otros perfiles.
Para el CEESC, “cuesta creer que no haya profesionales para cubrir las necesidades”, ya que “hay muchas personas formadas en Educación Social” y en las últimas promociones se han titulado más de 600 profesionales cada curso en las universidades catalanas.
El CEESC ha cifrado en “más de 10.000 estos profesionales” y los ha multiplicado por 4 en toda España, y ha añadido que la bolsa de trabajo del CEESC cuenta con unos 400 profesionales activos,”que hemos puesto a disposición de la DGAIA sin que se haya producido un aumento en la inserción de ofertas en correspondencia a la apertura de nuevos centros”.
A juicio del CEESC, el motivo de la “supuesta falta de profesionales es que la tarea de estos profesionales es muy poco valorada, la precariedad laboral es muy elevada y las ofertas profesionales que hay no cumplen lo establecido en el ‘Convenio colectivo de trabajo de Cataluña de acción social con niños, jóvenes, familias y otros en situación de riesgo para los años 2013-2018’.
El CEESC también ha denunciado que algunas de las entidades gestoras se acojan a un convenio estatal o se rijan por convenios propios que “rebajan más estas condiciones y, concretan que pueden suponer un 20% menos de salario”.
A ello, suman que el día a día de los centros que acogen a estos menores “no está exento de conflictividad, violencia estructural y de agresiones tanto físicas como psicológicas a profesionales”.
Además, se pide a los educadores sociales que se incorporen a proyectos construidos de hoy para mañana, sin garantizarles el apoyo psicosocial necesario.
Por este conjunto de condiciones laborales, según el CEESC, “es posible que muchas personas no acepten las ofertas laborales” y ha reclamado el cumplimiento del Decreto de la Cartera de Servicios Sociales y que, antes de buscar otros profesionales para cubrir las plazas correspondientes al perfil de educadoras sociales se haga un debate entre todos los agentes implicados para consensuar un diagnóstico de la realidad y generar respuestas adecuadas. EFE”.
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COMUNICADO DEL CEESC
Acceso al Comunicado del CEESC
¿Es cierto que no hay educadoras y educadores sociales para trabajar en centros de acogida?
- La tarea de estos profesionales, extremadamente compleja, es muy poco valorada, la precariedad es muy grande y las condiciones que se ofrecen no son las adecuadas.
- Quien ha de desempeñar el papel de referente socioeducativo con los MENA son las educadoras y los educadores sociales.
Las educadoras y los educadores sociales son los profesionales con responsabilidad educativa en los centros de acogida que tienen que atender en primera instancia los niños y adolescentes extranjeros sin acompañamiento adulto, tal como queda definido por la Cartera de Servicios Sociales del Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias.
La llegada masiva de menores de edad inmigrantes sin acompañamiento ha venido de la mano de afirmaciones que hablan de la falta de educadoras y educadores sociales para formar parte de los equipos educativos que se están construyendo para atender los nuevos servicios. Ya hace unos meses, responsables de DGAIA transmitieron el Colegio de Educadoras y Educadores Sociales de Cataluña la preocupación ante el hecho de que las entidades que se ofrecían para gestionar los nuevos centros no encontraban profesionales y que se hacía necesario cubrir plazas de educador / a social con otros perfiles. De hecho, ya hay entidades que gestionan este tipo de centros que están ofreciendo plazas a un perfil tan abierto como “otros profesionales del sector social”. Ayer mismo, Georgina Oliva, directora de la DGAIA, declaraba a TV3: “Tenemos que ser flexibles a lo que este niño necesita. Además de los educadores sociales, hemos de introducir otras figuras “.
El CEESC nos pronunciamos radicalmente en contra. Quien ha de desempeñar el papel de referente socioeducativo, quien tiene el perfil adecuado, son las educadoras y los educadores sociales. No se puede aceptar ningún relato que diga lo contrario y que valide que la atención a un colectivo con unas necesidades de atención extremadamente delicadas pueda recaer en otros profesionales, un hecho que pone en riesgo unas personas que ya se encuentran en una situación de vulnerabilidad incuestionable. Aceptar esta opción genera un doble circuito en el que, en Cataluña, hay unos niños y jóvenes que están siendo atendidos de manera diferente, ya menudo más económica, que otros.
Además, cuesta creer que no haya profesionales para cubrir las necesidades. Hay muchas personas formadas en Educación Social. Con las últimas promociones se han titulado más de 600 profesionales cada curso en las universidades catalanas. El conjunto de profesionales de la educación social en activo es muy probable que supere los 10.000. Asimismo, a nivel del resto del estado, se puede calcular que el volumen de educadoras y educadores sociales multiplicaría por 4 el número total.
Cabe decir que, a pesar de haber puesto a disposición de la DGAIA la Bolsa de Trabajo del CEESC, que cuenta alrededor de 400 profesionales activos, no se ha producido un aumento en la inserción de ofertas en correspondencia a la apertura de nuevos centros.
A juicio del CEESC, el motivo de la supuesta falta de profesionales es otro. La tarea de estos profesionales es muy poco valorada a todos los niveles, la precariedad es muy grande, y las ofertas que hay no cumplen lo establecido en el convenio. El convenio bajo el cual se deberían regular estos recursos, el Convenio colectivo de trabajo de Cataluña de acción social con niños, jóvenes, familias y otros en situación de riesgo para los años 2013-2018, apunta unas condiciones que seguramente no se corresponden bastante con el grado de responsabilidad y que deben asumir estos profesionales ni con el grado de especialización que los requiere trabajar con estos niños. Además, algunas de las entidades gestoras se acogen a un convenio estatal o en convenios propios que rebajan aún más estas condiciones (y, en concreto pueden suponer un 20% menos de salario).
El día a día de estos centros no está exento de una conflictividad que se ha ido convirtiendo violencia estructural, con agresiones, tanto físicas como psicológicas, a profesionales. Ahora, además, se les pide que se incorporen a proyectos construidos de hoy para mañana, sin garantizar un apoyo o vela psicosocial necesaria para los profesionales.
Desde el rigor y respeto a la profesión y en las personas, con las condiciones que se están ofreciendo, son muchos los que no aceptan estas ofertas de trabajo.
Desde el CEESC reclamamos que se cumpla lo que queda establecido en el Decreto de la Cartera de Servicios sociales (1) y que antes de buscar otros profesionales para cubrir las plazas correspondientes al perfil de educadoras y educadores sociales, se haga un debate entre todos los agentes implicados para consensuar un diagnóstico de la realidad y generar respuestas adecuadas.
Junta de Gobierno
Colegio de Educadoras y Educadores Sociales de Cataluña
Barcelona, 28 de septiembre de 2018
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(1) Exactamente, reclamamos que se cumpla el punto 1.2.1.3. Servicio de centro de acogida, regulado por el Decreto de la Cartera de Servicios Sociales.
Acceso al Comunicado del CEESC