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Presentación del Grupo SENIORS del Colegio de Educadoras y Educadores Sociales de Cataluña (CEESC)

Autoría:

Redacción

 

Sèniors es un proyecto del Colegio de Educadoras y Educadores Sociales de Cataluña (CEESC) abierto a colegiadas y colegiados jubilados o a punto de hacerlo, que pretende transmitir el legado y el saber de los y las protagonistas que construyeron la práctica y la teoría de la Educación Social en Cataluña. A través de Seniors, también se da respuesta a los interrogantes que se plantean en el ejercicio de la práctica profesional, construyendo discurso, resuelven dudas entre los estudiantes de Educación Social y asesorando aquellas y aquellos profesionales noveles o ” juniors”, siempre y a través de la experiencia y la experticia de los miembros que componen Seniors.

El grupo está teniendo una importante presencia social, de la cual queremos destacar aquí, compartiendola con vosotras y vosotros, la versión en castellano de una de sus participaciones en la plataforma social.cat, que es la primera comunidad online de la acción social en Catalunya, la referida a la Relevancia de la Educadora y del Educador Social en la Empresa Social.

La relevancia del educador/a en la empresa social

Partiendo de un espacio de reflexión del grupo “Sèniors” del Col·legi d’Educadores i Educadors Socials de Catalunya (CEESC), queremos compartir unas aportaciones sobre “la Economía y el Educador/a Social”. No está de más reflexionar sobre el “hacer” profesional del educador/a social y la economía como un espacio de oportunidades para la trayectoria profesional. Entendiendo que la práctica de la economía y sobre todo el enfoque perverso de la misma para la obtención del máximo beneficio, coloca a una buena parte de la ciudadanía fuera de los circuitos de decisión que le afectan a sus derechos fundamentales, colocándola en la exclusión social.

Entendemos que el mejor espacio donde el sujeto puede desarrollar sus competencias de forma transversal y “acordada” y en el que el educador social puede mediar en la construcción del sujeto económicamente adulto, es el espacio económico, es decir, el espacio empresarial. Espacio en el que se ponen en activo las competencias de la persona, con el objetivo de obtener un resultado individual y social o colectivo sostenible.

Una empresa no es sino un conjunto de personas que, ordenadas sus capacidades y competencias, obtienen unos resultados que “sostienen” a la organización y, por lo tanto, a los proyectos personales de los trabajadores. Si además esa empresa tiene la configuración de “Empresa Social” el resultado social es aún de mayor calado si cabe.

Jacques Defourny y Marthe Nyssens, miembros de la red internacional de investigación EMES, dedicada al estudio y construcción de con,ocimiento entorno a la economía social, ya en el 2008 definen a la empresa social como

“organizaciones privadas sin ánimo de lucro que proveen bienes y servicio directamente relacionados con su objetivo explícito de beneficio a la comunidad. Esta organización se apoya en dinámicas colectivas que incluyen diferentes tipos de grupos de interés en sus órganos de gobierno, tienen una fuerte autonomía y soportan riesgos económicos asociados a su actividad”.

La Comisión Europea sobre la Empresa Social

La Comisión Europea (CE) incorpora el concepto de Empresa Social el 25 de octubre del 2011 en su Comunicación COM (2011) 682, a favor del Emprendimiento Social. Define la Empresa Social como:

  • Agente de la economía social, es una empresa cuyo principal objetivo es tener una incidencia social, más que generar beneficios para sus propietarios o sus socios. 
  • Funciona en el mercado proporcionando bienes y servicios de manera empresarial e innovadora y utiliza sus excedentes principalmente para fines sociales. 
  • Está sometida a una gestión responsable y transparente, en concreto mediante la asociación de sus empleados, sus clientes y las partes interesadas en su actividad económica.
     

Por Empresa Social, la Comisión entiende las empresas:

  • Para las cuales el objetivo social de interés común, es la razón de ser de la acción comercial, que se traduce a menudo en un alto nivel de innovación social. 
  • Cuyos beneficios se reinvierten principalmente en la realización de este objetivo social. 
  • Son reflejo de su misión su organización o régimen de propiedad, basados en principios democráticos o participativos u orientados a la justicia social.
     

Criterios económicos:                                                                

  • Desarrollo de una actividad continua productora de bienes o servicios.                                                                                         
  • Asunción de un nivel significativo de riesgo económico.                       
  • Ajuste de los horarios y garantía de, como mínimo, el salario mínimo interprofesional y la aplicación de los convenios colectivos según la actividad. 
  • Distribución los beneficios de manera limitada y revirtiendo en la propia empresa.
     

Criterios sociales:

  • Alto nivel de autonomía respecto de terceros. 
  • Poder de toma de decisiones no basado en la propiedad del capital. 
  • Naturaleza participativa, que incluya a las diferentes partes implicadas. 
  • Objetivo explícito de beneficio comunitario. 
  • Iniciativa puesta en marcha por un colectivo. 

Ámbitos en que las Empresas Sociales pueden desarrollar sus servicios:

  • Empresas que prestan servicios sociales o suministran bienes y servicios destinados a un público vulnerable, como el acceso a la vivienda, ayuda a las personas de edad avanzada o con discapacidad, inclusión de grupos vulnerables, guardería infantil, acceso al empleo y a la formación, gestión de la dependencia, etc. 
  • Empresas cuyo modo de producción de los bienes o servicios persigue un objetivo de tipo social (integración social y profesional mediante el acceso al trabajo de personas con discapacidad física y/o psíquica, con problemática mental, o en riesgo sobre todo por razón de su escasa calificación o de problemas sociales que provocan exclusión y marginación), pero cuya actividad puede incluir bienes o servicios que no sean sociales.

Casi todas las empresas sociales, debido a los diferentes elementos que las caracterizan, manifiestan un grado especialmente elevado de responsabilidad social y medioambiental.

Tienen, ante todo y como tema relevante, dificultades para encontrar la financiación que necesitan para su desarrollo. Las limitaciones en lo que respecta a la redistribución de los beneficios o al empleo de trabajadores vulnerables dan a menudo a los acreedores o a los inversores potenciales la sensación de que son empresas de mayor riesgo financiero y de menor rentabilidad que otras empresas “no sociales”.

La Empresa Social y el Educador/a Social

Desde nuestra mirada profesional entendemos que el educador/a social en un entorno de Empresa Social tiene una función muy importante en la Empresa Social, ocupe la responsabilidad que ocupe. Seguramente incorporarse a una actividad empresarial requiera una formación complementaria en diferentes materias como la gestión de recursos económicos, humanos, técnicos, de marketing, etc. Esta cuestión permanece abierta a consideraciones futuras.

El educador en su función profesional, orienta, acompaña y crea condiciones para que las personas, la mayoría en riesgo o exclusión social con las que trabaja, puedan tener una calidad de vida y un  nivel de autonomía lo más elevada posible. Es pues, en este campo de la inserción a través de la economía, mediante las empresas sociales, donde hay un largo camino para compartir y desarrollar.

Las educadoras/es sociales tienen diferentes tareas a desarrollar en dichas empresas:

  • Acompañar al trabajador “frágil” en su lugar concreto de trabajo, ya sea en una empresa de inserción, en un centro especial de trabajo o en el entorno de una empresa “no social”, y en su entorno familiar y/o social. 
  • Siendo miembro de los equipos psicosociales que tienen las empresas. 
  • Formando parte de los equipos  de  gestión y dirección, o de la propia creación de la empresa,  para  dar oportunidades a los colectivos con más dificultades para entrar en el mundo laboral.

El educador/a puede ser también un emprendedor social. La creatividad, la iniciativa, la innovación, son habilidades a potenciar. Para estas funciones de gestión y para emprender o activar empresas, el educador debe ser muy consciente de las dificultades y riesgos que este hecho conlleva y de que, seguramente, tendrá que ir acompañado de otros profesionales expertos.
 

Posibles ámbitos profesionales donde el Educador/a Social puede desarrollar su tarea en una Empresa Social:

  • Programas de Capacitación y de formación. 
  • Asistencia directa en la actividad laboral. 
  • Unidad de Soporte a la actividad profesional y social. 
  • Servicio de Vinculación pre y post laboral. 
  • Club Social de la institución. 
  • Servicio de atención a la vivienda. 
  • Servicio de atención a las familias. 
  • Miembro del Consejo de decisiones.

El origen de este sector nace en los años setenta, con los primeros modelos de cooperativismo y empresa social. En estos últimos años el término suena con más fuerza y el mundo de la economía social abre un abanico amplio de intervenciones profesionales para el educador/a social.

                     Grup Sèniors del CEESC