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El confinamiento de niñas y niños en España en 2020 por la crisis del COVID-19: Propuestas desde la Educación Social Escolar para la vuelta al centro escolar

Autoría:

Marcos Álvarez Zarzuelo, Educador social. COPESPA, Asturias

 

Cuando se escriben estas palabras, en España llevamos más de 20 días de confinamiento domiciliario para así no contribuir al contagio masivo del Coronavirus, una nueva enfermedad infecciosa causada por un nuevo virus que no se había detectado en humanos hasta la fecha y que se detectó por primera vez en China a finales de diciembre de 2019, que hizo estragos en la militarmente cerrada Wuhan en enero y que en marzo ya azotaba el planeta en forma de pandemia, en especial a Italia y a España; un monstruo invisible que ha transformado las vidas de millones de personas de todo el globo.

Son las 19h de la tarde, un sábado, miro hacia el cielo y no hay nubes sino un sol que lo abarca todo, algo inusual en esta época del año y en la ciudad norteña en la que vivo, pero hay algo que es aún más inquietante, delante de mi edificio a estas horas y en cualquier época del año juegan alegres multitud de niñas y niños acompañados por sus padres, que apuran los últimos rayos del sol para retirarse luego a hacer la cena. Hoy apenas veo a lo lejos a una persona pasear a su perro, no hay ruido, no circulan coches, el silencio se adueña de mi barrio, hasta que, a las 20h, miles de personas asoman la cabeza a los balcones y aplauden, golpean con cacerolas o soplan silbatos para agradecer la labor de sanitarios, cuerpos de seguridad del estado, cajeros de supermercado, personal de los servicios sociales y de tantas profesiones esenciales que lo están dando todo en el frente contra la pandemia.

Desde que comenzó el confinamiento, las y los escolares de primaria y secundaria (también universitarias y universitarios) han sido probablemente el sector de la sociedad que más tiempo han pasado en casa encerrados, ya que no van a hacer la compra, acuden a un trabajo o sacan al perro tal y como marcan las directrices de los decretos de confinamiento del Estado de Alarma.

Psicólogos, pedagogos y maestros llevan semanas diciendo que el confinamiento no tendrá consecuencias psicológicas en las niñas y niños, siempre y cuando sigan rutinas o hagan una hora de deporte pero lo que no dicen es que apenas hay estudios sobre las consecuencias de un confinamiento que puede llegar a durar meses si la curva de la pandemia no empieza a descender y se continúa sin dejar salir a las calles a niñas/os y jóvenes, volver a los centros escolares o recuperar la socialización pre-Covid19 que todas y todos tenían con su grupo de iguales.

Como educador social y padre no dejo de hacerme preguntas sobre el “cómo van a salir de esta” muchas y muchos niñas, niños y adolescentes a los que el confinamiento les ha supuesto más complicaciones en su ya de por sí compleja situación vital:

Leo en la prensa artículos y declaraciones de la Ministra de Educación y también de las diferentes consejeras del ramo hablando dos semanas después de comenzar el confinamiento (y, por lo tanto, de las clases online) que muchas y muchos de estas chicas y chicos no tienen equipos informáticos para conectarse a las clases y que será algo que irán solventando a través de préstamos de tablets y acuerdos con telefónicas que les pondrán wifi haya donde falte. En caso de ser así y de que se cumplan dichas promesas, los y las escolares llevarán ya un retraso importante con respecto al conjunto de congéneres de su misma clase. ¿Saben utilizar los dispositivos? ¿Tienen las mismas oportunidades un niño o una niña que ni ellas/os ni sus padres saben utilizar que una familia nativa digital que domina a la perfección el uso de la informática doméstica, el uso del correo, la ofimática o todo tipo de herramientas de edición y/o conversión? ¿Repercutirá esta situación en un aumento del fracaso escolar? Son siempre las clases populares con más dificultades económicas las que sufren la desescolarización o el abandono temprano del sistema escolar por no haber atendido estas demandas sociales que son siempre tan evidentes. Hay algo que sí podemos confirmar, a mayor tiempo de aislamiento digital, mayor será la brecha académica en comparación con el resto del alumnado y también contribuirá a una mayor sensación de soledad y aislamiento del grupo de amigos del colegio/instituto.

Las Consejerías de Educación no pueden permanecer inanes frente a estas demandas de una parte del alumnado que no son atendidas por el personal docente de los centros (profesores, orientadores, ptsc…) y deben escuchar las recomendaciones que les hacemos las y los profesionales de la Educación Social.

A modo de ejemplo, voy a señalar 12 necesidades detectadas en la infancia confinada y las respuestas socioeducativas que podríamos aportar las educadoras y educadores sociales en el entorno escolar una vez pase el período de confinamiento y el alumnado retorne al centro escolar:

 

NECESIDADES DETECTADAS

PROPUESTAS DESDE LA EDUCACIÓN SOCIAL

PROYECTO SOCIOEDUCATIVO

Tiempo de confinación largo.

Niñ@s aislados digitalmente, que no tienen acceso a internet, ordenador, impresora, etc

Sensación de soledad

Educar para la cooperación

Educar para la solidaridad

Fomentar el trabajo en equipo

Atención a la visión de grupo, pero sobre todo a casos individuales a los que prestar especial atención.

La clase es una tribu

Todos nos cuidamos

Violencia intrafamiliar y violencia machista en los hogares implementada posiblemente en el periodo de confinamiento.

 

Detección de posibles casos de violencia intrafamiliar y de violencia machista en el hogar.

Entrevistas con niñas/os y adolescentes para evaluar posibles casos de maltrato.

En caso de ver indicadores de maltrato derivar a servicios sociales y recursos especializados.

Trabajar en el aula con el grupo un proyecto de prevención de violencia intrafamiliar y machista.

Elaborar una guía dirigida a estudiantes.

No más miedo

Posibles situaciones de abuso sexual

Elaboración de protocolos para la detección de señales indicativas de abuso sexual (indicadores físicos, indicadores de la esfera sexual e indicadores inespecíficos). En caso de ser positivos, urgente derivación a recursos especializados de la administración.

Mi cuerpo es sólo mío

Puesta en marcha de acciones sociodecuativas adaptadas por edades y cursos de identificación de indicadores para escolares.

Convivencia Escolar (casos de acoso escolar y ciberbullying)

Pánico a volver al centro.

Dificultades de convivencia vividas en el confinamiento en muchos casos sin que las familias tengan conocimiento de ello.

Elaboración de un nuevo programa socioeducativo de convivencia (dirigido por un/a educador/a social y no por el grupo de iguales).

El/La Educador/a Social como referente de convivencia en el centro tanto para el alumnado, como para el personal docente, como para las familias y la comunidad.

Puesta en marcha de una acción de Educación emocional grupal.

Escuela sin violencia

3 posibles líneas a desarrollar:

Una de carácter grupal de “educación para la convivencia” y el bienestar grupal en el centro y en la comunidad.

Otra de “trabajo con la víctima” para ayudarla a salir de la situación en la que vive (combo de habilidades sociales y de resolución de conflictos)

y otra “con el maltratador” e incluso el grupo de iguales que le refuerzan para evitar que sigan llevando a cabo ese tipo de conductas.

Educación para la Salud (Eps)

Cómo afrontar una nueva etapa vital tras el periodo de confinamiento del Coronavirus.

Cómo superar el duelo (niñas/os y adolescentes que han perdido a un ser querido y no se han podido despedir de él o ella).

Fobias causadas por el confinamiento (viviendas pequeñas, sin apenas luz natural, sin espacios para el juego): posibles casos de claustrofobia e incluso de agorafobia al salir del domicilio y enfrentarse al mundo abierto.

Ansiedad creada por la crisis causada por el virus, los efectos del miedo ante la pandemia.

Búsqueda de actividades y salidas al exterior, tanto a nivel comunitario (comercios del barrio) como a la zona rural (reencontrarse con la naturaleza).

Tratamiento de posibles fobias, claustrofobia, agarafobia o de la ansiedad en colaboración con expertos de la psicología infantil.

Me siento seguro

3 posibles acciones socioeducativas:

Acción socioeducativa sobre “cómo afrontar el duelo” para escolares de primaria y secundaria (escolares que han perdido a un/a familiar del que además no han podido despedirse).

Acción socioeducativa de Educación para la salud orientado a “una alimentación saludable”, tanto en el centro, como dirigido a familias.

Acción socioeducativa  “Hablemos del Coronavirus”, hablar en clase de la pandemia y de cómo afectó a nuestras vidas. Como lo hizo cada uno, como se sintió, gestión y educación de las emociones.

Situación económica familiar

Padres e hijos preocupados por la economía familiar, por perder la vivienda o el negocio familiar.

Puede afectar al nivel de rendimiento escolar algo a tener en cuenta.

Junto con administraciones locales se puede organizar reuniones para padres afectados que quieran hablar de esta situación y buscar soluciones (intervención comunitaria/medio abierto, prestaciones sociales de urgencia, etc…).

Todo saldrá bien

Niños que pueden ser ayudados por el/la Educador/a Social (trabajar la autoestima, el control de la ira, tensiones, etc.)

Población inmigrante/ Colectivo gitano

Bajos recursos, economía sumergida (venta ambulante, trabajo en domicilios, limpieza de inmuebles…), sin medios digitales, bajo nivel educativo familiar.

Oobligar a adolescentes a dejar el instituto para ayudar económicamente en casa y producirse absentismo y/o fracaso escolar.

Posibles embarazos durante el confinamiento y matrimonios de menores de edad.

Adaptaciones curriculares el para alumnado.

Talleres de inmersión lingüística y de alfabetización digital.

Visita a los domicilios familiares en compañía de la educadora social de servicios sociales.

Colaboración con entidades.

Docambé.

A donde quiera

Desarrollo también de una acción socioeducativa para el último semestre de integración escolar que consiga disminuir la tasa de abandono escolar.

Niñas, niños y adolescentes con necesidades educativas especiales (Tea, Asperger, Síndrome de Down, Síndrome de Tourette, TDH, etc.).

Adaptaciones curriculares.

Refuerzos de plantilla (Educadores Sociales y auxiliares educadores) que consigan que las niñas y niños pasen de curso y se vuelvan a integrar en el aula).

Sin exclusiones

Puesta en marcha de “patios inclusivos” donde promover juegos en los que participen. (coeducativos y no competitivos).

Niñas y niños que ya se sentían solos antes del confinamiento y que ahora se sienten más aislados por su grupo de iguales.

Elaboración de combos formativos en habilidades sociales

 

No estás solo

Acciones socioeducativas de “Aprendizaje Servicio”.

Acciones socioeducativas de “trabajo y juegos en equipos” bajo la atenta mirada del educador/a social.

Proyección de “cine social” en el que se vea las ventajas del bienestar colectivo y de la integración de todo el grupo

Servicios Sociales

EL/la Educador/a Social Escolar será la figura PUENTE entre el centro escolar (de primaria y de secundaria) y los servicios sociales y la comunidad

La comunidad importa

 

Intervención Familiar

Dinamización de las AMPAS.

EL papel del Educador/a Social Escolar como dinamizador y Educador/a Social de familias.

Necesitamos recuperar los barrios como motores económicos, pedagógicos y sociales de la ciudad.

El centro escolar como epicentro de dicha transformación social y educativa.

Juntas/os educamos

“Escuela de padres”. Organización de todo tipo de eventos en el centro escolar contando con padres y con los comercios de proximidad con los que habrá que colaborar para que puedan salir de la difícil situación económica que debemos afrontar.