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Un espacio natural abandonado se recuperará gracias a la colaboración de la Educación Social

Autoría:

Caridad García Saura. Educadora Social. Club de Deportes La Manga

 

Os hablo de ese paraíso que se encuentra en el sureste de la península “El Mar Menor”, la laguna salada más grande de Europa y concretamente de las salinas que se encuentran en el sur de esta.

La educación social tiene mucho trabajo por hacer con el medioambiente, en este caso, de la mano de esta, se diseñó, promovió y potencio un proyecto que une el medioambiente con la inserción laboral y la educación social.

Las Salinas de Marchamalo se sitúan en la ribera sur del Mar Menor, es un Espacio Natural Protegido, LIC (lugar de importancia comunitaria, ZEPA (Zona Especial de Protección para las aves), ZEPIM (Zona especialmente Protegida de Interés para el Mediterráneo.

Fotos de Google Maps

Antes del boom urbanizador que se inició en el territorio en los años sesenta, esta industria genero puestos de trabajo y sustento a muchas familias de la zona, teniendo un aumento de contratación en la época de extracción de sal.

Abandonadas en la década de los 80 (aún recuerdo las montañas de sal cuando iba al colegio, que está a escasos 500m), Marchamalo fue desatendida a conciencia por los dueños de las mismas, apenas desde esos años realizan trabajos para su manutención. Aunque no hemos podido comunicar con ninguno de los propietarios ya que nos argumentan que no tienen tiempo para concedernos una entrevista, siempre han defendido abiertamente que el fin que querían para este espacio natural era la de construir más viviendas en una hiperpoblada zona turística, con el fin último de conseguir el mayor rendimiento posible a los terrenos.

Debido a la desidia de los propietarios la situación de este humedal es lamentable, aunque debería de haber estado más vigilado por la Administración, máxime cuando estas salinas recibieron fondos europeos para desarrollar el proyecto LIFE del fartet,[1] parte de los cuales fueron entregados a los propietarios para que mantuvieran la actividad salinera, por lo que no entendemos en que gastaron ese dinero y porque nadie les ha obligado a justificarlo o devolverlo. Gracias a ANSE, una organización de protección del Medio ambiente y algunos vecinos implicados, se vigila el estado de las salinas para que estas no se sequen, aunque existe más de un estanque seco.

Las salinas son una zona estratégica para la migración e invernada de muchas especies acuáticas y marinas protegidas por la legislación española y europea, y algunas amenazadas de extinción, entre estas se encuentran: el tarro blanco, la avoceta, la cigüeñuela, chorlitejo patinegro, charrancito, charrán común, pagaza piconegra y alcaraván. La mayoría de estas ya solo van a las Salinas de San Pedro que están en la Ribera norte y que han tenido más suerte en la protección y atención por la Administración.

Tanto las Salinas de Marchamalo como las de San Pedro, eran las únicas en la Región de Murcia que presentaban una lámina de agua permanente acogiendo así a una gran cantidad de aves acuáticas. El resto de las salinas del litoral se encuentran abandonadas, están siendo urbanizadas o lo serán en breve.

El abandono de la actividad salinera está conduciendo a la desecación de los estanques y a una acumulación progresiva de sales y sedimentos, ya que estos no se retiran, acabando así con buena parte de las formas de vida que antes se encontraban en muchas de las charcas.

Desde el Club de Deportes La Manga, entidad gestora del Complejo Deportivo Playa Paraíso situado a escasos metros de las Salinas de Marchamalo nos propusimos presentar un proyecto para la recuperación de estas Salinas y dar más vida a esta zona. Ya que además de ser un club deportivo, pensamos que el medioambiente es cosa de todos y que no está reñido con la práctica del deporte.

En la zona, muy cerca de las Salinas tenemos un colegio de educación primaria y otro de secundaria, en este último nos encontramos con unas estadísticas demoledoras ya que el 38,1% de los estudiantes de E.S.O y Bachillerato no promocionan. La mayoría de ellos empiezan a trabajar a temprana edad en la hostelería que hay en la zona en la temporada de verano, pero ¿Qué pasa después de esos 3 meses?

La mayoría va a la calle porque muchos comercios cierran en la temporada baja y debido a su precariedad formativa no consiguen encontrar otro empleo hasta el siguiente verano, lo que constituye un gran problema.

Desde el CD La Manga, vimos la necesidad de plantear este proyecto, uniendo así recuperación medioambiental y cualificación laboral y educativa.

Empezamos con la implantación del Área de naturaleza, aunque no recibimos ayuda de ninguna administración, decidimos iniciar la puesta en marcha de la misma aunque fuera con materiales escasos.

De esta manera, se crearon unas fichas con la fauna y la flora de las Salinas (imagen anterior), y tanto en la escuela de verano que tenemos en el centro como para las excursiones de colegios que se reciben durante el invierno, ofertamos esta opción. Durante la misma se hacía un paseo por las salinas y se explicaba como sacaban la sal de los estanques, les enseñábamos las fichas y buscábamos ese animal o planta. Entonces pensamos en el potencial que tenían las Salinas para poder llevar a cabo un buen proyecto de educación ambiental y así planteamos el proyecto inicial en 2012, el cual presentamos a una subvención de La Caixa.

No conseguimos la subvención solicitada, aunque si el apoyo del Director de Medioambiente de la Región de Murcia, por lo que seguimos trabajando para conseguir nuestro objetivo: Devolver la actividad a las Salinas, creando puestos de trabajo para todo el año y además poner nuestro grano de arena para evitar la temporalidad de la zona.

Después de 7 años y de haber ido modificando nuestro proyecto para adecuarlo en alguna ocasión a los cambios que nos han solicitado los agentes sociales, creemos que es un proyecto viable, porque además de ser auto sostenible puede generar un beneficio a la comunidad y al medioambiente que lo pide a gritos.

Estamos pendientes de reunirnos con los dueños de las Salinas, y con Fomento de la Región de Murcia, ya que existen unos fondos europeos EDUSI (Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado), en el que se marcan algunos objetivos temáticos en los que podemos encuadrar este proyecto:

OT6. Medioambiente. Recuperando un espacio natural donde vuelvan a venir las aves que antes anidaban y migraban a esta zona.

OT9. Inclusión social, dentro de este hemos sugerido varias ideas dentro de las estrategias planteadas, entre las que se encuentran la recuperación de las salinas, la restauración del edificio de Salinera Española SA obra del arquitecto modernista Lorenzo Ros[2] Así como del molino. Diversificar la oferta de comercio y poder crear nuevos nichos de clientes para el resto de la población y la creación de trabajo para todo el año.

Hemos marcado como objetivo general la inserción laboral de personas con dificultad para formar parte del mercado laboral, recuperando un espacio natural de una manera sostenible.

Entre los objetivos específicos queremos obtener la homologación de acciones formativas de Certificados de Profesionalidad, de la familia Seguridad – Medioambiente, para dar una cualificación a los usuarios del proyecto que les cualifique en un sector diferente al de la hostelería y los servicios, entre las que nos gustaría implantar esta: Gestión ambiental, Educador ambiental, Guía de itinerarios en bicicleta….

Desde un primer momento planteamos crear la sede del proyecto dentro del mismo Complejo Deportivo, pero una vez limpiadas y recuperadas las zonas propias de las Salinas, pretendemos crear el Centro de Interpretación y Museo de la Sal. Desde donde se podrán hacer visitas guiadas a las salinas y la realización de actividades relacionadas con la Sal y el Medioambiente. En los terrenos existe un edificio de SALINERA CATALANA, S.A, que debería ser rehabilitado para poder emplazar, también a cargo de los fondos EDUSI.

La sostenibilidad y viabilidad del proyecto se podrá llevar a cabo con el derecho de explotación, así como las subvenciones de los organismos públicos, creando una fundación para que los beneficios de la sal se inviertan en la formación de nuevas personas y el mantenimiento del ecosistema del humedal.

Haciendo visitas guiadas concertadas, creación y venta de merchandising, se podrían conseguir ingresos extras a los de la extracción de la sal, además de los logos y de su aplicación, ya que el siguiente reto seria colocar cabañas de madera para alquilar a grupos y convertir el espacio en un poblado rural en el que no existirá la estacionalidad que impera en estos momentos.

Según el mapa del satélite Google Maps que mostramos anteriormente, donde se diferencian varias zonas, nos gustaría ir aumentando el servicio de la zona y por lo tanto su continuidad en el tiempo, respetando el medioambiente, de esta manera, hemos pensado en dar servicios de bienestar a la zona y de alojamiento rural, promoviendo así el auto sostenimiento del proyecto.

En Europa ya existe un balneario de estas características, aunque nosotros tendríamos una ventaja debido a nuestro clima mediterráneo cálido seco, con temperaturas suaves en invierno y altas en verano, se trata de Lepa Vida.

Este Parque Natural de Sečovlje Salina, con una superficie de aproximadamente 750 ha, está situado en la parte más al sudoeste de Eslovenia, justo a lo largo de la frontera con la República de Croacia, en la parte sur del municipio de Piran.

En el que además de seguir extrayendo sal, le han dado una nueva vida a las salinas ofreciendo tratamientos en los que la sal y el lodo son los protagonistas, y todo ello con el respaldo del gobierno Esloveno.

Las casas de madera están pensadas para los usuarios del balneario, así como para hacer turismo rural, o para albergar grupos de estudiantes que busquen el contacto directo con la naturaleza o personas que quieran evadirse a un sitio de paz.

Estas casas estarán equipadas con lo esencial, pero no dispondrán de ningún avance tecnológico, aunque si dispondrán de agua potable y electricidad que se generara a través de placas solares que serán colocadas en los techos de cada una de ellas.

Para poder desplazarse por el complejo se espera contar con vehículos eléctricos evitando así los gases contaminantes y los ruidos que pueden espantar a las aves que esperamos que vuelvan a poblar este paraje natural.

Este es nuestro proyecto y esperamos que pronto deje de ser una utopía y se haga realidad.

Como dijo Gabriel García Márquez “Yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir una utopía que nos permita compartir la tierra.”

Y la Educación Social tiene mucho que hacer al respecto.

  • Fuentes de la referencias e imágenes: Anse, Diario de La Manga: José Luis Domínguez. Google Maps, Wikipedia, Lepa vida, Región de Murcia digital.

[1] El Aphanius iberus (fartet en castellano) es una especie de pez ciprinodontiforme de la familia Cyprinodontidae. Es una de las especies de vertebrados ibéricos en mayor peligro de extinción. Su carácter endémico y la drástica regresión que ha sufrido en las dos últimas décadas ha conducido a la catalogación de la especie en todas las listas de especies amenazadas, nacionales e internacionales. El estado de conservación de la especie en el sureste de la Península Ibérica se ha visto deteriorado notablemente). Tomado de Wikipedia

[2] Arquitecto español nacido en Cartagena. Inició sus estudios en la Escuela de Arquitectura de Barcelona en 1907, siéndole expedido el título en 1914, presentando como proyecto un Palacio para la embajada italiana. En 1916 fue nombrado arquitecto municipal de Cartagena, cargo que desempeñó durante décadas. En esta ciudad construyó las Escuelas de la Sociedad Española de Construcción Naval (1926), antiguo Museo Naval Casa Serrat y la Casa Portela (1931). Obras destacadas del autor son también, la Casa Geli (Figueres, 1915), el Teatro-Cine El Jardí (Figueres, 1916) y el Cine Monumental (Melilla, 1932). Tomado de Wikipedia.