×

Mujeres migrantes con voz propia en el medio rural: integración en lo real desde la radio

Autoría:

Isabel Galeote Marhuenda, Educadora Social

Resumen

Este artículo tiene por objeto explicar, mediante la presentación del proyecto de un Taller de Radio e Interculturalidad para Mujeres, cómo la cohesión social entre mujeres de distintas nacionalidades de procedencia, pone de manifiesto su capacidad de agencia, así como su talento y competencia para comunicar y comunicarse a través de la radio, visibilizando su realidad y visibilizándose ellas mismas.

Isabel Galeote Marhuenda.1

Así que, aquí estás,

demasiado extranjera para casa y

demasiado extranjera para aquí.

Nunca es suficiente para los dos.

(Poema “Blues de la diáspora”, Ijeoma Umebinyuo, Nigeria)

Introducción

Definitivamente, a las mujeres migrantes en España no les damos voz. No es que no la posean, es que no se les permite tenerla, por lo que a poco que se les ofrece la mínima oportunidad, hablan claro. Hay veces que lo hacen en voz alta y otras entremezclando susurros y silencios; pero en todas las ocasiones, siendo, estando y haciendo. Tratan de ocupar espacios vetados para, sencillamente, hacerse oír. Tienen un torrente de voz suficiente, propio y personal, como para que las podamos escuchar diciendo: “aquí estamos, porque aquí hemos venido para quedarnos y no ser un simple acontecimiento en los pueblos”.

Reivindicar su voz

Alguien me dirá que esta singularidad, la de tener que reivindicar su voz, es significativa, de forma general, en el colectivo de personas migrantes, sean hombres o mujeres. Sí, es cierto, pero especialmente son las mujeres quienes terminan habitando lugares que quedan bien retirados del universo público y de los espacios de decisión. En el lugar de acogida, el escenario no va a ser diferente. Ellas, las mujeres migrantes, también suelen ocupar esos sitios que se les ha indicado tradicionalmente de distintos modos y desde hace demasiado tiempo; solo que al hecho de ser mujer, hemos de vincular la invisibilidad a la que las relegamos el conjunto de la sociedad y las “otras mujeres”, seamos y nos consideremos feministas, o no. Ellas sí que están siendo excluidas, más aún, de los organismos públicos y de los sitios de responsabilidad institucional, así como de las organizaciones y entidades, del tejido social en definitiva. Les estamos impidiendo ser ciudadanas activas y las convertimos en mujeres silenciadas, que no silenciosas. También les imprimimos un carácter de vulnerabilidad que no se corresponde con la realidad. Consideramos que son débiles. Les otorgamos un halo de endeblez, poniendo el foco en su supuesta fragilidad. Ello nos impide percatarnos de sus fortalezas, de su resistencia y resiliencia y cómo no, de sus potencialidades. Circula el rumor de que “las mujeres migrantes no tienen formación y son incultas” (Campaña Stop Rumores); que todas vienen reagrupadas o traídas por sus maridos, lo que contribuye a pensar que no toman decisiones por sí mismas ni que tienen un proyecto migratorio propio. Sin embargo, “Las mujeres migrantes en España constituyen un colectivo muy diverso, complejo y heterogéneo: proceden de diversos países y culturas, pertenecen a diferentes etnias, emigran según distintos patrones y difieren en múltiples factores personales y subjetivos” (Campaña Stop Rumores). Con todo, no les reconocemos su capacidad de agencia.2

“A propósito de las estrategias y de las posibilidades que éstas otorgan a las mujeres para desarrollar o enfrentar el nuevo contexto social, emerge un tema no menor y de gran importancia: la capacidad de agenciamiento” (Domínguez M. y Contreras P. 2017: 85)

Aludo a esta realidad, porque lo constato día a día en la calle y, lo que es peor, entre otros y otras profesionales en el ámbito de la administración pública, incluido, el entorno social y educativo. Indiscutiblemente, no es algo generalizado, pero sí en dimensiones lo suficientemente preocupantes, teniendo en cuenta que son estas empleadas y estos empleados quienes las han de atender como usuarias en más de una ocasión y trabajar con ellas. También lo he detectado, como educadora social, en la interacción con organizaciones del tercer sector. Más de 20 años de trabajo con la población de origen migrante desde el ejercicio de mi profesión, pero también como compañera en diferentes procesos sociopolíticos en un plano de cuasi horizontalidad, aunque no de igualdad plena de derechos de ciudadanía, me han permitido constatar que esta mirada nuestra supone una barrera, un obstáculo más que han de sortear en su proceso de integración o incorporación social real.

En definitiva, las mujeres de origen migrante no son vulnerables, sino “vulnerabilizadas”. Tienen voz, pero no les permitimos expresarse. Se las apremia a utilizar las nuestras para decir aquello que ellas, por sí mismas, pueden, quieren y deben decir. No precisan de intermediación, sólo de acompañamiento solidario, de información y orientación.

Por otro lado, las oportunidades de las mujeres de origen migrante en relación con el resto de la ciudadanía y del resto de mujeres autóctonas en materia de empleo, educación, autonomía económica o incluso salud, sí es cierto que son menores. Se produce una convergencia de circunstancias y elementos determinados por el género, la clase social, el grupo étnico y cultural, e incluso por el país de origen –aunque hayan adquirido la nacionalidad española- que dan como resultado, en más ocasiones de las deseadas y de las reconocidas, una situación de considerable desventaja social que traspasa las características individuales de cada una de ellas, pero que no tienen que ver con su capacidad de agencia. Adicionalmente, si a esto le añadimos el hecho de residir en el ámbito rural, esa desigualdad, esa “diferencia” se acentúa aún más, arrastrando con ello, en una herencia no deseada, a sus hijos e hijas. Baste recordar la situación de las trabajadoras del hogar externas, pero sobre todo de las internas o incluso de las temporeras en el campo y no solamente el andaluz.

Veamos referencias concretas. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE, 2017), de diciembre de 2017, un 38,5% de los miembros del Gobierno eran ocupados por mujeres, de las cuales no se percibe socialmente una presencia de mujeres de origen migrante. Lo mismo advertimos en el caso de diputadas, concejalas, alcaldesas, parlamentarias autonómicas y empleadas públicas. Son muy pocas las que podemos nombrar y contabilizar. Vamos más allá, la inclusión no existe tampoco cuando de responsables orgánicas de sindicatos y partidos políticos, se trata, en cualquier nivel y ámbito organizativo. La realidad del tercer sector y organizaciones sociales de base, como AMPAS y Asociaciones de Vecinos y Vecinas, reproduce el mismo esquema. Inquieta comprobar cómo no se cuenta con mujeres de origen migrante desconociendo sus actitudes y aptitudes para ser candidatas a ocupar esos espacios de responsabilidad y representación. La pregunta que nos formulamos en algunos ámbitos es a partir de qué porcentaje de población de origen migrante sobre la total, se considera adecuado para reflejar esa diversidad social y cultural en todo ese entramado de administraciones, instituciones y organizaciones. Y por supuesto, cuántos años de residencia, más allá de la “legal” se estiman suficientes para tenerlas en cuenta como ciudadanas “de aquí”. Examinando estos interrogantes, casi que podremos obtener respuestas al planteamiento sobre si la incorporación a la sociedad de acogida de estas mujeres es real o parcial y ficticia.

En esta realidad es donde las y los profesionales de la educación social podemos y debemos trabajar desde la intervención socioeducativa. Poseemos las herramientas y los conocimientos apropiados para subvertirla; sabemos intervenir en el territorio y el entorno más inmediato con toda la ciudadanía. Sabemos cómo hacerlo. Somos conscientes de la importancia del acompañamiento, aunque tengamos que considerar repensar la calidad del mismo en base a esa mirada nuestra que vulnerabiliza, pero nada que no se pueda “curar” trabajando nuestras propias competencias interculturales con perspectiva de género, por comenzar asumiendo carencias formativas. Y tenemos claro que el territorio no es otro que el ámbito local, a lo sumo el comarcal, porque la capital queda muy lejos, y porque,

“… si bien es cierto que la movilidad humana, los movimientos migratorios, poseen una dimensión global, realmente es en lo local donde se delimita, por un lado el proyecto migratorio de una persona, dado que ésta inicia su viaje partiendo de una localidad concreta para llegar a otra, también localizada en un punto exacto del mapa, aunque en ocasiones no esté ni siquiera en el país elegido en la idea original; y por otro lado, es en el ámbito de lo local donde se gestiona el hecho migratorio en sí” (Galeote I. 2017:165).

Ahora bien, la cuestión es cómo se hace esto, cómo abordamos la incorporación real de las mujeres de origen migrante en nuestras comunidades. Pero sobre todo cómo hacemos para facilitar que su voz tenga presencia en el espacio público. Cada municipio, cada institución o entidad del tercer sector sigue su propia estrategia. Además, ya sabemos que las prácticas no se pueden extrapolar de un lugar a otro sin tener en cuenta el territorio y la comunidad, más otros factores que pueden incidir. Lo que sí podemos hacer es dar pistas e ideas. Contar qué y cómo lo hacemos en un lugar determinado. Yo voy a exponer una experiencia muy concreta, centrándome en un proyecto que se ha desarrollado durante el primer semestre del año 2018 en mi municipio y en el que el Área de Migraciones, Ciudadanía, Solidaridad y Cooperación Internacional del Ayuntamiento de Campillos, ha sido pieza clave para que se pudiera poner en marcha y obtener, además, excelentes resultados: “Taller de Radio e Interculturalidad para Mujeres”

Taller de Radio e Interculturalidad para mujeres

El Ayuntamiento de Campillos cuenta desde el año 2004, de manera formal, con un área que desde el año 2011 se denomina “Área de Migraciones, Ciudadanía, Solidaridad y Cooperación Internacional”. Comenzó su andadura, oficialmente, aunque con otras denominaciones, dos años después de ponerse en marcha el I Plan Integral para la Inmigración en Andalucía, aprobado mediante el Decreto 1/2002, de 9 de enero, el cual supuso un instrumento de planificación y coordinación de todas las políticas de la Junta de Andalucía en materia de inmigración.

Lo excepcional del caso es que, precisamente era y sigue siendo excepcional. Hasta enero del año 2017, de los 200 socios que conforman el Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad Internacional (FAMSI), entidad de la que también es socio el Ayuntamiento de Campillos, sólo nuestro municipio contaba con un área estructurada de estas características que, además, ha vinculado desde el primer momento de su creación, el trabajo en el ámbito de la solidaridad y cooperación internacional, con el ámbito de las migraciones, adelantándose incluso a la actual agenda internacional en materia de movilidad humana. No es que se tuvieran dotes adivinatorias para intuir en aquellos años que la tendencia a nivel internacional sería esa, no; sencillamente se trataba de una cuestión de sentido común. No entendíamos que se pudiera desvincular el trabajo de la solidaridad y la cooperación internacional de las migraciones, sobre todo las transnacionales, y mucho menos de los derechos humanos.

Sólo ha contado y cuenta con una persona al frente de esta área: la responsable técnica de la misma, que tiene el estatuto de funcionaria de la administración pública local. Por visualizar su dimensión, hay que hacer constar que se trata del único servicio público con estas particularidades en toda Andalucía centro. Ni los ayuntamientos de Antequera, Ronda, Osuna o Estepa, por mencionar ciudades intermedias del entorno geográfico, cuentan con uno similar. Ni siquiera el mismo Ayuntamiento de Málaga.

Esto no significa que en los municipios mencionados y en otros no se desarrollen actividades con contenidos multiculturales o incluso con algún rasgo intercultural. En ocasiones organizadas por asociaciones en colaboración con sus respectivas administraciones locales. Otras veces por los Centros de Educación de Personas Adultas. Lo que significa es que las políticas de los gobiernos municipales no van más allá de ciertas actividades lúdicas puntuales. Y por supuesto, ni que decir tiene que, la óptica de género intercultural también brilla por su ausencia, teniendo en cuenta que el enfoque y la perspectiva de género en las políticas locales que se ponen en marcha, suele ser una asignatura pendiente.

Desde el año 2016, EMA-RTV, la Asociación de Emisoras Municipales y Ciudadanas de Andalucía de Radio y Televisión y Onda Local de Andalucía, selecciona municipios andaluces para desarrollar un Taller de convivencia intercultural a través de la radio, denominado “Cohesión social a través de la participación radiofónica”, dirigido a 15 mujeres, de las cuales doce han de ser de origen migrante, aunque estén nacionalizadas, y tres autóctonas, pero todas han de residir en el municipio o en la comarca. Este año, han sido dos los municipios propuestos y seleccionados. Uno de ellos, Campillos.

Se proponen municipios que tengan emisoras de radio municipales y que, además de estar asociados a EMA-RTV, destaquen de una u otra forma en el trabajo en el ámbito de las migraciones. El municipio de Campillos fue escogido por razones obvias.

Este proyecto está financiado por la Dirección General de Coordinación de Políticas Migratorias de la Consejería de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía.

La tarea de selección de las 15 alumnas participantes, realizada por la responsable técnica del área, se ha hecho con el criterio de involucrar a mujeres de diferentes países de origen, condición y situación, que incluso entre ellas, muchas no se conocían, de manera tal que las nacionalidades de origen presentes en el taller han sido: Venezuela, Ecuador, Marruecos, Sáhara Occidental, Bolivia, Brasil, Georgia, España, Cuba y Colombia.

Primer día de taller: rompiendo el hielo (fondo particular)

Además de ello, un hecho importante a resaltar, es que hemos vuelto a poner en valor la importancia de establecer alianzas y aunar sinergias en pos de objetivos comunes entre entidades del tercer sector y administraciones públicas para fortalecer las políticas sociales que defiendan los derechos de la ciudadanía. Es una de las patas sobre las que se sostiene el hacer del Área de Migraciones, Ciudadanía, Solidaridad y Cooperación Internacional del Ayuntamiento de Campillos desde el primer momento. Esta ocasión no iba a ser diferente, con lo que se ha contado con Málaga Acoge-Antequera y CEAR, las dos ONG que tienen presencia en la comarca al objeto de reservar un cupo de plazas para mujeres con las que trabajan. En este caso, cuatro mujeres refugiadas, tres de ellas solicitantes de protección internacional en el Estado español. Esto le ha dado un carácter y una dimensión inesperada a los contenidos y desarrollo del taller.

La actividad ha consistido en generar un espacio de encuentro, relación e intercambio de experiencias mediante un taller de radio, entre un grupo de mujeres que han construido un micro cosmos de radio de sensibilización en materia de convivencia intercultural mientras han aprendido los secretos de la radio. Desde locutar a elaborar una escaleta o un guion. Un universo que les ha permitido conocerse, intercambiar vivencias y generar procesos de confianza que está evolucionando en la constitución de un grupo que va a seguir realizando programas o espacios de radio en la emisora municipal de Campillos. No para hablar sobre migraciones, aunque será inevitable que surjan cuestiones relacionadas con la movilidad humana, sino para abordar temas de actualidad y de interés general. Como les digo a ellas, sólo por el mero hecho de escucharse voces en español con acentos diferentes, ya se estará introduciendo el elemento intercultural en la radio. Además, a las personas de origen migrante no han de buscársele espacios de participación sólo para hablar sobre las migraciones. Son ciudadanas que tienen opinión y criterio sobre cualquier otro asunto más allá de su propio proyecto migratorio. Pueden hablar del medio ambiente, de las medidas que adopta el gobierno en materia de empleo, de cocina, de deporte… de todo como cualquier otro ciudadano o ciudadana.

Emlajut (saharaui) haciendo sus primeras prácticas ante el micrófono (fondo particular)

Durante el desarrollo del taller, además, se han grabado unos cortos, unos spots que han trabajado por grupos. Primero han definido un problema que les afecta. Después han buscado la solución y para finalizar, han sacado una conclusión positiva, dándole forma de guion radiofónico. Estos cortos se escucharán durante mucho tiempo en las 89 emisoras de radio locales y de proximidad que conforman EMA-RTV.

En los estudios de Radio Campillos grabando los cortos (fondo particular)

El taller, de 20 horas de duración y horario de tarde, culminó con una Fiesta Radiofónica Intercultural el día 23 de junio, en la que EMA-RTV y Onda Local de Andalucía desplazaron un set de radio desde donde se realizó un programa de radio en directo, al aire libre, de dos horas y media de duración, conducido por Julio Figueroa, periodista de Onda Local de Andalucía, de origen peruano y por Isabel Galeote, quien desde hace siete años, realiza un programa de radio en Radio Campillos, que lleva por nombre “CLANDESTINO”.

Todas repasando sus guiones y no con pocos nervios mientras ultiman los detalles los conductores del programa (fondo particular).

El marco para la realización del programa de radio fue inmejorable para dar visibilidad a estas mujeres, ya que se aprovechó la celebración de la III Noche en Blanco, una actividad que saca a la calle a todo el pueblo. Resultó impactante ver en los jardines de la Iglesia, una carpa y un montón de mujeres empeñadas en realizar un precioso, simbólico y emblemático programa de radio. Un programa que, además, estuvo atravesado por la educación social, pues Milagros (Cuba) y Cleide (Brasil), alumnas del taller, entrevistaron a Jorge Maldonado de Miguel, un educador social histórico de Málaga que trabaja en un Centro de Menores. Con él abordaron como tema de actualidad, el acoso escolar.

Jessy (Venezuela), entrevistó a Laura García, Educadora Social de CEAR de Antequera sobre el trabajo que está desarrollando la Comisión Española de Ayuda al Refugiado con las personas refugiadas y solicitantes de asilo y sobre cómo la población del lugar de acogida y residencia, asume la presencia de estas nuevas vecinas.

Laura (Ecuador) habló sobre lo que significa volver a estudiar siendo una persona adulta ya que el día anterior recogió sus notas de E.S.O., lo que le permitirá seguir estudiando el curso que viene un Ciclo Formativo de Grado Medio (fondo particular).

Las alumnas del taller han recibido una beca. No es muy cuantiosa, pero ha supuesto una ayuda económica teniendo en cuenta que alguna ha tenido que dejar a otra compañera empleada del hogar en su lugar para poder participar en el taller. No obstante, no se les ha informado sobre la existencia de la beca hasta que no se han inscrito y han mostrado interés en participar, para que el taller en sí fuera el aliciente y la motivación, no la contraprestación pecunaria.

Todas han recibido un certificado de asistencia de manos del alcalde del municipio (fondo particular)

Las opiniones que se han ido recogiendo durante y después del desarrollo del Taller de Radio por parte de las alumnas, merecen ser recogidas y reseñadas, al menos un extracto de ellas.

Emlajut, saharaui, dice:

“el taller para mí ha sido increíble. Ha sido muy bonito y enriquecedor y me ha enseñado un montón de cosas. Además, me ha dado la oportunidad de expresarme y de abrirme. De sentarme delante de un micrófono y destapar tantos rumores que hay sobre las inmigrantes. También nos ha permitido hacernos visibles como mujeres, como mujeres inmigrantes. Me ha dejado decir que venimos aquí a sumar, no a restar. También me ha dado la oportunidad de conocer a unas mujeres súper bonitas, muy valiosas e increíbles”

Laura, de Ecuador, quien además estaba de celebración pues el día anterior había recogido sus notas de la ESPA con unos excelentes resultados, dice del taller:

“para mí ha sido una experiencia única y muy gratificante. He sentido que podemos utilizar un medio de comunicación como la radio, para hablar de diversos temas. También me ha servido para saber que somos capaces de ponernos delante de un micrófono, expresarnos y compartir con mujeres de otras culturas, con acentos distintos al mío, pero unidas bajo un mismo lenguaje. Esto es lo que más me ha gustado. ¡Que viva la diversidad!”

Angie, originaria de Venezuela, dice:

“Ahora me he replanteado mi visión como parte del proceso de integración social y cultural. Tener una voz activa, poder protagonizar ese feedback entre las múltiples nacionalidades que convivimos en este hermoso país, donde tenemos la oportunidad de transmitir e intercambiar todas nuestras inquietudes, nuestra música, gastronomía y, cómo no, problemática por nuestra condición de migrante y mujer. No ser sólo una sombra en esta sociedad y tener voz para tratar de derrumbar todos los estereotipos que existen sobre nosotras. Muchas gracias a Isabel por ser ese puente que nos ha permitido expresarnos.”

Y como agrega Blanca (España):

“mi participación en este curso ha resultado una gran experiencia, no sólo por aprender a hacer radio y ponerme frente a un micrófono, sino a nivel personal, ha sido gratificante poder compartir todos estos días con mujeres de distintas nacionalidades. Me ha abierto la mente el darme cuenta lo que nos puede llegar a separar la ignorancia, porque cuando profundizas y te vas impregnando de otras costumbres, religiones y miras a los ojos de las personas, te transmiten las mismas inquietudes, necesidades, sueños, afectos… que podamos tener nosotras. Me he reafirmado en que no hay diferencia alguna, ni nada que temer a lo desconocido. En cuanto a cómo veía y veo ahora la inmigración, como he dicho, me he reafirmado en la idea de que son gentes que vienen a aportar, no a quitar nada y son necesarias. Ha sido una experiencia fantástica.”

Se puede escuchar el resultado de todo este trabajo, accediendo al programa de radio al que se llamó “El mundial de la palabra”, a través de este enlace de Radio Campillos (se puede consultar en este Enlace

Referencias bibliográficas

Campaña “Stop Rumores”. Andalucía Acoge: Enlace

Domínguez M y Contreras P. (2017). Agencia femenina en los procesos Migratorios Internacionales: Una aproximación epistemológica. EMPIRIA. Revista de Metodología de Ciencias Sociales. Núm.37 mayo-agosto, 2017, pp. 75-99.

El mundial de la palabra, Radio Campillos. Accesible en: Enlace

Galeote, I. (2017). La participación de los municipios en las políticas migratorias. Migraciones, gestión sin competencias. En Naïr S. (et al.) (2107). Derechos humanos, migraciones y Comunidad Local. Sevilla, España: Edit. Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad Internacional (FAMSI)

INE (2017). Mujeres y hombres en España/Poder y toma de decisiones: 8.4. Mujeres en altos cargos públicos y privados. Accesible en: Enlace

Para contactar

Isabel Galeote: isabelgm@copesa.es

[1] Responsable Técnica del Área de Migraciones, Ciudadanía, Solidaridad y Cooperación Internacional del Ayuntamiento de Campillos (Málaga). Vocal de Migraciones y Cooperación de la Junta de Gobierno del CoPESA, Colegio Profesional de Educadoras y Educadores Sociales de Andalucía.

[2] Agencia y empoderamiento se suelen utilizar como sinónimos, aunque no lo son. La agencia es la habilidad o capacidad que tenemos las personas para tomar decisiones y actuar con una intención y un propósito, mientras que el empoderamiento significa desarrollar en una persona, la confianza y la seguridad en sí misma, en sus capacidades, en su potencial y en la importancia de sus acciones y decisiones para afectar su vida positivamente. Lo que tienen en común es que tanto la agencia como el empoderamiento no sólo son capacidades individuales, sino colectivas o grupales. Estas definiciones las trabajamos en la acción formativa de mayo de 2018 “Migraciones, Género, Contextos de Prostitución y Trata de Seres Humanos” en el marco del Programa Forinter2 de la Dirección General de Coordinación de Políticas Migratorias de la Consejería de .Justicia e Interior de la Junta de Andalucía. La profesora, Alejandra María de los Ríos Marín, psicóloga e investigadora Social y Doctora por la Universidad de Granada, incidió mucho en esta cuestión, sobre todo en el reconocimiento de la capacidad de agencia de las mujeres de origen migrante.

Fecha de recepción del artículo: 02/07/2018
Fecha de aceptación del artículo: 11/07/2018