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Aún duermo con ella

Autoría:

Alvaro Casas. Presidente de la Asociación de Educadores de Uruguay

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Toni Julià apareció por Montevideo un buen día. Venía por el CEESC o por la AIEJI, o por ambos, ya no recuerdo bien, invitado por el Centro de Formación y Estudios en Educación Social de mi país.

Quería ver qué estaba sucediendo en Uruguay con los Encuentros Nacionales de Educadores, quería ser parte de una historia de otro país, de otra cultura, quería ver cómo amalgamar su pasión por la Educación Social con la construcción profesional de nosotros, Educadores Sociales de Uruguay.

Logo Asociación Educadores Sociales de UruguayY desde nuestro trabajo en la Asociación de Educadores Sociales de Uruguay, aún antes de asumir la responsabilidad de ser presidente de la Asociación, nos encontramos naturalmente con Toni Julià, quien rápidamente pasó a ser Toni, a secas.

Casi sin querer, Toni se fue metiendo en nuestros corazones, por esa forma de ser tan cálida pero tan firme, tan sonriente pero a la vez tan tozuda, tan catalán como educador. Él fue la puerta de entrada para conocer a la buena gente del CEESC y de entre ellos a algunos amigos y amigas que aún me precio de conservar.

Despedida de ToniEs así que lo recibimos en nuestra casa, al menos dos veces, no recuerdo si fueron tres, mientras él venía a los Encuentros de Educadores y mientras él vino al Congreso Mundial de AIEJI, realizado en junio de 2005 en nuestra tierra y de el que Toni merece ser destacado como principal impulsor.

Y fue en su presencia que varios años antes, nos animamos a impulsar la idea, el sueño, de desarrollar el Congreso Mundial en Montevideo algún día.

Y en una de sus tantas visitas, al despedirse, me dejó Toni un regalo: “Torna la llúdriga” decía el lema de la remera (camiseta o t-shirt) que me obsequió horas antes de salir su vuelo. Y así me enteré de su esfera no pública, de sus hijos y de sus profesiones.

Aún duermo con ella, la uso para dormir, quizás como una manera de recordar a este sensacional ser humano que fue Toni, quizás como una forma de seguirlo llevando cerca mío.

Dentro de poco el algodón habrá cedido, alguna polilla o el uso natural harán de este recuerdo material algo a desechar, y recurriremos en ese momento a las fotos, a las charlas con otros compañeros educadores sociales u otros amigos que lo conocieron, para recordarlo, para volverlo a vivir, porque su memoria quedará viva en los recuerdos de todos quienes compartimos la pasión por el Encuentro, por la ayuda a otros, por la justicia y por la libertad.
Aún duermo con ella, aún duermo con Toni, comparto sueños con él y quiero seguir teniéndolo cerca y aprendiendo con él.

Gracias por organizar este homenaje. Gracias por tener la ocasión de rememorarlo. Su ejemplo de vida nos quedará como un legado. Toni supo conquistar nuestros corazones, aún al otro lado del océano.